Kim Seokjin, atractivo, algo malhumorado cuando se trataba de clases extras y un maldito adicto al amor, no cabe duda, debía consultar mi extrañes con él, solo espero no tarde mucho, porque si no tendré que largarme de este maldito restaurante bar.

Le había pedido su ayuda hace un par de días, y por supuesto él acepto con solo una condición de pago, y esa era que lo invitase a comer, nada fuera de lo ordinario, aunque pensé que me pediría dinero en lugar de comida.

Había escuchado de parte de muchas personas que habían recibido su consejo, que él tiene la solución a cada problema del corazón, nadie sabe la razón del por qué se ha hecho todo un experto, pero algunos dicen que fue por una decepción amorosa en secundaria, y otros dicen que los libros le han ayudado mucho al respecto, en fin, se quedará más como un secreto para él, uno que será bien guardado.

- Empecemos rápido y que traigan algo de pizza con anchoas y extra queso, y no olvides las bebidas -menciono Seokjin a la mesera que le seguía-, ¡ah! Y cuando veas que terminamos sirveme una malteada de chocolate, ¿tú quieres algo diferente? -me pregunto.

Nunca creí que llegaría y empezará a ordenar comida.

- ¿No? -Seokjin soltó un suspiro ante mi respuesta.

- Déjalo así, te hablaremos si acaso necesitamos algo más -la mesera dio un asentimiento para después retirarse de allí, esté chico si que es algo extraño, tomo asiento delante mío y se quito las gafas de sol que traía puestas desde que llego-, ahora...

Guardo las gafas dentro de su chaqueta de color rosa pastel y coloco sus brazos sobre la mesa para mirarme.

- ¿Me dirás el por qué la urgencia de esta cita de negocios?

- ¿Cita de negocios? -definitivamente es muy extraño.

- Lo es cuando se trata de una consulta de parte mía -sonrió-, debe ser de carácter urgente.

En ese caso si lo es.

- Bueno, verás... no sé como me siento, pero me gusto un chico que vi en una tienda de autoservicio -Seokjin dio un asentimiento, indicándome que me estaba escuchando atentamente-, le pedí ayuda a mi amigo Yoongi, pero -solté un bufido-, cuando lo hice también descubrí que mi amigo, parece ser que esta saliendo con alguien, y eso me molesta.

- ¿Es todo? -asentí-. Tienes un caso algo particular, pero es común a veces, tengo que preguntarte algo, chico.

- Adelante -me encogí de hombros.

- ¿Te gusta ese amigo tuyo? 

La sonrisa se me esfumo por completo, sentí que inclusive mi garganta se cerraba, aparte la mirada por unos momentos, ¿qué carajos había sido eso? En otros tiempos hubiese dicho que no de inmediato, pero ahora... ahora no sé que carajos decir.

- Te gusta -afirmo Seokjin, la mesera coloco la pizza mediana en medio de la mesa, Seokjin le dio las gracias con voz dulce pero sin dejar de ver la pizza.

- Te equivocas -mencione en voz baja y él soltó un suspiro para después regalarme una rodada de ojos.

- Ese es tu problema, chico, niegas tus emociones -menciono mientras se dedicaba a tomar la primer rebanada de pizza-, mencionaste que ese tal Yoongi parece que tiene pareja ¿verdad?

- Sí... pero -levanto una mano indicándome que cerrase la boca.

- ¿No lo entiendes? -negué-. Los pasos de amistad están bien cuando no hay razón alguna para llegar a enamorarse, pero a veces llega el momento en que es inevitable. Y tú, mi querido amigo, lo estás experimentando, si no haces algo ahora, es posible que Yoongi se quede con la otra persona, y eso no te va a gustar.

La sola idea de ver a Yoongi con Jimin solo me hacía sentir más enojado, no podía pasar algo como eso.

- Entonces ¿qué me sugieres que haga?

- Confiésate antes que la otra persona lo haga -sus palabras se escuchaban con sabiduría-, y no importa la respuesta que tu amigo te dé, en especial si es negativa, porque lo dejarás con dudas respecto a ti.

Asentí, aunque sé que Yoongi me va a rechazar.