En cuanto las clases dieron a su fin, no dude en buscar a Jimin, Yoongi había sido claro con sus palabras, se había burlado en mi cara y sobretodo me había dejado sumamente confundido.

Mis pasos seguían, casi corría, pero debía evitar sanciones, así que debía calmarme, después de todo estaría en poco tiempo cara a cara con el idiota de Jimin, así que debía prepararme mentalmente para lo que venía, puede que ese tonto no se digne ni siquiera a responderme, pero quien sabe, las cosas pueden tomar giros inesperados.

Y entonces lo vi, allí estaba Jimin, dándome al espalda como en la cafetería, con esa chamarra de cuero azul, aún se ve ridículo a mi parecer, apreté el paso para poder alcanzarle, y en cuanto estuve a escasos metros le llame por su nombre.

- ¡Park Jimin! -el mencionado giro su rostro para verme, rodó los ojos al percatarse de se era yo quien le hablaba.

- ¿Qué es lo que quieres? -al parecer alguien no se encuentra de buen humor.

- Quiero hablar sobre lo que paso en el comedor -levanto una ceja no entendiendo por completo mis palabras-, ya sabes, sobre tu beso con Min.

Sonrió ladino mientras negaba con la cabeza un par de veces.

- ¿Estás loco? Yoongi no dejaría que le robase un beso ni aunque le pagarán -bueno en ese caso eso es cierto, pero aún tenía mis dudas con respecto a él.

- No te hagas el tonto conmigo, sé lo que vi en el comedor -Jimin acomodo la correa de su mochila sobre su hombro y me miro.

- ¿Y qué se supone que exactamente viste como para venir aquí y acusarme?

Le dije todo, le dije que había entrado con pocos ánimos para ir por un buen café cargado y posiblemente unas malditas frituras, papas en especifico, y que antes de que siquiera cruzase el pasillo para ir a comprar lo que quería, había visto la cercanía que ambos tenían, Jimin estaba sentado frente a Yoongi mientras le tomaba el rostro, quedé paralizado, lamentablemente no podía ver mucho desde donde me encontraba, y por supuesto la espalda de Jimin no me ayudaba mucho, cubría a Yoongi casi por completo. Cuando vi eso, no pude más que girar sobre mi eje y regresar enfurecido, empujando a mi paso a la pobre chica que le hice soltar su bandeja con comida, al menos sólo se trataba de un vaso con gelatina, una botella pequeña de yogur y un emparedado.

Después de decirle todo mi relato, él comenzó a reírse al igual que Yoongi, ¿acaso había sido divertido todo lo que paso como para que hasta él se riera en mi cara?

- ¡Ya! Dime que lo que vi es muy creíble -él negó varias veces para después relamer sus labios.

- Lo que viste no fue un beso, Yoongi se había ensuciado la punta de su nariz por mi culpa, le manche con un poco de crema del postre que me había pedido, y sólo me acerque a quitárselo -se encogió de hombros-, supongo llegaste en ese momento, eres un tonto, Jeon.

Y ahora me insulta.

- ¿Entonces...?

- No lo bese -menciono, claro y conciso-, además ¿cómo podría besar a tu novio? Yoongi me lo dijo, ustedes son pareja, descuida, no volveré a meterme, te haz ganado el corazón de Yoongi de todas formas.