Capítulo 3
Y nuevamente el grupo de rana, sapo y humana se encontraban en una de las bancas de la sala de entrenamiento. Compartían miradas los unos con los otros sin decir nada, pensando en un nuevo plan que ayude a Sasha a conseguir ese beso que tanto quería que fuera perfecto, para Anne como para ella.
—¡Aaaah! Me rindo.- el chico rana se recostaba en la banca cansado.
—No puedes rendirte soldado, debe haber otras formas que no hemos intentado. -Grime tenía su mano en la barbilla como si eso lo ayudara a pensar más rápido. —Aunque sigo insistiendo en qué deberías decírselo directamente.
—Grimsy, ya te dije que eso está descartado.- La rubia respondía frustrada ya que a ella tampoco se le ocurría algo.
—¿Qué les parece una cena romántica?- Dijo una voz desconocida debajo de ellos.
Los tres se miraron confundidos y sus miradas fueron hacia abajo, no esperaban encontrarse a Polly y Frobo sentados escuchándolos atentamente. No es que el lugar fuera discreto tampoco, habían ranas de la resistencia al fondo que entrenaban mientras los escuchaban, al cruzar mirada con ellos estos solo atinaron a saludar.
—¡¿Que tanto escuchaste?!- la ojiazul preguntó sorprendida y sonrojada.
—Lo suficiente para saber que necesitan mi ayuda.- la pequeña renacuajo saltaba a un espacio vacío de la banca. —Lo leí en una de las revistas adolescentes de Anne, dicen que una cena romántica siempre es perfecta para recibir tu primer beso.
—Polly puede que tenga una buena idea.- reconoció Sprig y prosiguió a pararse. —Podemos preguntarle a Stumpy si puede ser en su restaurante, no creo que se resista a esta tierna carita.- dijo esto mientras guiñaba uno de sus ojos y sacaba su lengua.
—Bien equipo, entonces tenemos un plan.- Sonrió Sasha cerrando su puño en pose de victoria.
Con eso dicho, el grupo concluyó la reunión. Sprig fue directo al restaurante de Stumpy para preguntarle si podían hacerle ese favor, este aceptó gustoso ya que lo vio como un favor para Anne. Ya solo quedaba que Sasha invitara personalmente a la chica tailandesa.
—Aqui tienes amigo.- Anne ayudaba a Wally a descargar armamento nuevo que había llegado hace unos minutos.
—Muchas gracias de nuevo Anne.- respondió con una sonrisa la rana y siguió su camino al almacén.
La joven tailandesa sonrió de vuelta, ya había terminado con sus tareas rutinarias de la mañana. Comenzó a caminar en dirección a la sala de reuniones cuando se encontró con Sasha.
—Anne, te estaba buscando.- la rubia se acercó, tenía una gran sonrisa provocada solo por verla.
Anne sonrió de igual manera y le dio un abrazo apoyando su cabeza en el hombro de la contraria.
—Necesito otro descanso.- decía mientras continuaba recostada.
Sasha aprovechó este tema de conversación para hacer su invitación.
—¿Te gustaría cenar hoy conmigo donde Stumpy?.- la joven sonreía con un leve rubor en sus mejillas.
—Me gustaría mucho.- Anne se separaba de ella mientras contestaba con una sonrisa.
—Entonces te veo a las siete.- concluyó para después ir a continuar con sus tareas.
Las actividades en la rebelión continuaron de forma tranquila, cada uno tenía asignado una tarea hasta que llegara el cambio de turno. A Sasha le había tocado la vigilancia junto a Grime y al dar las cinco y media fueron relevados por otras dos ranas.
—Entonces...¿que es lo que vas a llevar puesto?- preguntó Grime para hacer conversación.
Sasha paró en seco, había estado pensando en miles de formas de evitar que la cena se arruine que había olvidado un detalle importante, el vestuario.
—Tu silencio me dice que no lo sabes...- el ex general solo suspiró para luego ser llevado del brazo a toda velocidad hacia la sala de reuniones dónde estaba la habitación de la chica.
Con una guerra en medio, era claro que Sasha solo tenía armaduras, además del traje de porrista que ella misma confeccionó para el día de la pelea entre Beatrix y Sprig, pero era lo único que había en su improvisado armario.
—¿Que se supone que usaré ahora?- la joven caminaba de un lado a otro desesperada.
Grime se la quedó observando unos minutos y se acercó para quitarle su capa, la diadema que usaba en la frente y las hombreras.
—Ahora sujetate el cabello y usa esto.- Le extendió una flor que serviría como arreglo para la armadura.
Sasha se quedó observando unos segundos en el espejo para sujetarse el cabello y colocarse la flor.
—No está mal.- dijo mientras se equipaba ambas espadas.
—No vas a usar eso.- el sapo la miraba con reproche.
—¿Y si las necesito?- Sasha se sentía ofendida de que sugiriera dejar a sus "compañeras"
—Ya habíamos hablado de esto antes, comandante.- se cruzaba de brazos mientras daba una mirada autoritaria.—Ni las dagas...
La ojiazul rodo los ojos y de varias partes de su armadura comenzó a sacar sus dagas escondidas, incluyendo las de sus botas.
—Insisto, sigue siendo un misterio que puedas caminar así.- Grime no podía evitar su sorpresa a pesar que conocía muy bien a Sasha, como si de una hija se tratara.
Ya habían dado las seis con cincuenta y Anne ya se encontraba en camino. Sprig y Polly la habían ayudado a escoger un atuendo decidiendose al final por un vestido blanco con franjas moradas.
Al llegar al lugar se dio con la sorpresa que Sasha ya estaba dentro, así que saludo con una cálida sonrisa a Stumpy y se sentó frente a la rubia sorprendiendola. Sasha se sonrojó al ver la hermosa apariencia de Anne, ella siempre supo que el morado era su color.
—Hey Sash...- la tailandesa saludo con una tímida sonrisa.
—Te ves muy hermosa.- las palabras de la ojiazul salieron por instinto, hasta que se dio cuenta de lo que acababa de decir y no pudo evitar que su cara se ponga roja.
—Tu también lo estás.- Anne dijo con una tierna sonrisa.
La conversación fue interrumpida por Stumpy quien llegó con los platillos de entrada, no era más ni nada menos que unos grillos con verduras frescas, un clásico de Amphibia. Ambas jóvenes ya estaban acostumbradas a esto por lo que solo rieron y comenzaron a comer y a charlar.
Hablaron de su vida en la tierra, Anne le contó las aventuras que había tenido junto a los Plantar cuando fueron teletransportados lejos por la caja y Sasha también le contó cómo formó la rebelión. Hasta ese momento nunca se habían sentado a conversar de lo que les había pasado, incluso se tomaron un momento para hablar sobre Marcy y lo muy preocupadas que estaban por ella, no sabían de lo que Andrias era capaz.
Luego de que terminara la cena ambas continuaron charlando observando las vistas que tenían desde el restaurante, no eran las mejores pero no podían quejarse, estar una junto a la otra ya lo hacía especial. Sasha aprovechó el momento para sentarse junto a Anne y acercarse más a ella, ambos rostros se encontraron sonrojados.
"Este es el momento", pensó la rubia para proceder a acercarse más y más con dirección a los labios de Anne. La tailandesa entendió las intenciones de la joven y un poco nerviosa también comenzó a acercarse.
Una explosión se escuchó en la cocina haciendo que ambas se separaran de golpe, fueron corriendo hacia allá para averiguar que sucedía, encontrando a Stumpy atrapado en las garras de un topo gigante.
—¡Ese es el mismo topo que vimos con Polly! -decia Anne sacando su espada, la cual siempre llevaba por alguna emergencia.
—Se supone que esta especie no habita estas cuevas, debe haberlas seguido.- Sasha se maldecia de no haber traído sus espadas, por lo que tomó lo primero que encontró en la cocina, una cacerola.
Luego de esto, ambas saltaron a la acción, con unos cuantos ataques coordinados no fue difícil ahuyentar al topo haciendo que libere a Stumpy, quien en agradecimiento prometió regalarles otra cena una próxima ocasión.
—No es nada, estabas en problemas.- Anne le sonreía al cocinero haciendo un gesto con la mano, al darse la vuelta se dio cuenta que Sasha no estaba.— ¿Sasha?
Salió del restaurante y encontró a la escandinava sentada en una roca cabizbaja.
—Hey, ¿qué sucede?- se sentó junto a su novia para poder tener una mejor vista de ella.
—Se supone que esta era la oportunidad perfecta.- decía Sasha muy frustrada.
—¿Para qué?- Anne estaba confundida.
—Nuestro primer beso.- un leve rubor apareció en su rostro.— Quería que fuera especial.
Anne se sonrojó y luego suspiró.
—Antes de todos estos intentos, si había entendido tus indirectas.- confesó. —No tengo experiencia en esto y temía arruinarlo, ya que tú haz tenido muchos novios antes y seguro que tienes mucha experiencia.
—Anne...- la rubia la observó un poco culpable y suspiro. —Mentí, nunca he salido con esos chicos de los que les conté a Marcy y a ti y tampoco he dado mi primer beso.
Anne volteó sorprendida y aliviada, no era la única con falta de experiencia y ese miedo que sentía se esfumo.
—Perdón por mentirles, creo que solo era un intento de verme genial ante ustedes.- río nerviosa.
—Para mi ya eres una persona genial, Sash.
Acto seguido la joven de tez morena tomó a la rubia por el rostro y sin pensarlo más le dio ese primer beso que tanto ansiaban. Era un beso algo torpe y lento, un beso primerizo.
—¡Sí!- se escuchó gritar a lo lejos
—¡Cállate bobo! Nos van a descubrir.- escucharon una voz más aguda
Ambas se separaron y vieron un pie rosado detrás de una roca y una cola de renacuajo.
—Parece que nadie les habló de lo que significa ser sigilosos.- Una voz gruesa provino de esa misma roca.
—Ya los descubrimos, salgan de una vez.- gritó Sasha dirigiéndose al lugar de donde se escucharon las voces.
Los tres amphibios salieron avergonzados al haber sido descubiertos.
—¿Qué hacían espiandonos?- preguntó Anne un poco molesta.
—Solo nos asegurabamos de que el plan funcionara.- guiñó un ojo Sprig
—Momento, ¿ustedes también estaban detrás de todo esto?- la tailandesa estaba sorprendida.
—Por supuesto, ¿de quién piensas que vienen los mejores planes?- hablaba Polly de forma presumida
—¡Hey! No todo fue tu idea.- Sasha respondió avergonzada.
Anne comenzó a reír al ver la divertida escena.
—Muchas gracias chicos.- respondió la de cabellos marrones con una sonrisa. —Volvamos a casa, combatir con un topo gigante en vestido no es lo más cómodo.
Todos asintieron y comenzaron a caminar en grupo en dirección a la plaza.
Fin
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