Capítulo 22
PRIMERO VINO EL MATRIMONIO
Disclaimer: Harry Potter, sus personajes y sus hechizos pertenecen a nuestra maravillosa JK Rowling, la historia pertenece a Amberjanus quien me autorizó para hacer su traducción. Nada me pertenece. Beteado y corregido por Sunset82.
Thank you Amber for bring us this beautiful story
Capítulo 22
Hermione estaba ardiendo de ira, y todas esas hormonas de embarazo corriendo a través de sus venas no la ayudaban a controlar su furia. Mascullando maldiciones por no poder aparecerse, caminó muy incómoda hacia el estudio de su marido. Estaba en su estudio, y su sangre hirvió cuando oyó su voz saliendo de la habitación. Sin pensarlo dos veces, abrió la puerta con rabia y entró disparada.
— ¡MALFOY! —gritó.
—¿Sí? —Lucius y Draco le respondieron al mismo tiempo levantando la cabeza de su trabajo y mirando a su dirección. Narcissa forzó una sonrisa desde una silla cercana.
—Ehhh... —ella los miró confundida—. Quise decir... ¿aquél? —señaló a Draco, poniéndose muy roja.
Draco suspiró. —¿Qué hice esta vez? —preguntó en un tono casual.
—¿Qué hiciste? —ella escupió—. Es por lo que no hiciste...
Él suspiró. —Está bien... bien, ¿qué olvidé esta vez? —dijo levantando las manos.
—Olvidaste la cita con el sanador, tú... tú pigmypuff —exclamó.
—¿Pigmypuff? —sonrió Draco—. ¿Ese es el mejor insulto que has conseguido?
—¡DRACO! —siseó Narcissa—. Deja de irritar a tu esposa. Piensa en su condición y abstente de tu comportamiento infantil —dijo con voz muy severa y se volvió hacia su nuera—. Hermione querida, la próxima vez podría ser más específica acerca de cuál Malfoy te estás refiriendo porque, incluyéndote, hay cuatro Malfoy en esta sala, y pronto serán cinco. Así que simplemente no quiero saltar de mi silla cada vez que te diriges a tu esposo en tu... —se mordió los labios incómodamente—...ehhh... en tu muy interesante tono...
—Lo siento Narcissa si te he molestado. No quise ser melodramática —se disculpó Hermione sinceramente. Draco se rió, y los demás le fruncieron el ceño.
—Eso está bien, cariño. Tienes todo el derecho de estar enojada y gritarle a tu marido olvidadizo —añadió Narcissa.
—¡MADRE! —gritó Draco—. ¿Por qué te pones de su lado? Soy tu único hijo...
—Y ella es mi nuera que está muy embarazada de mi nieto... —dijo Narcissa con una voz muy dulce—. ¿Cómo es que te olvidas de la cita con el sanador Draco? Es. Tu. Hijo.
—Todo es culpa de mi padre —dijo Draco señalando a Lucius—. Llegó con un asunto urgente de una cuenta...
—¡Oye! Mantenme alejado de tus asuntos familiares... —gritó Lucius mirando a su hijo, luego miró a las muy infelices mujeres de la habitación. —No sabía que había una cita con el sanador. De lo contrario, no lo hubiera retenido mucho tiempo —Lucius miró ferozmente a su hijo—...y ni siquiera se molestó en informarme que tenía una cita... —añadió maliciosamente. Tan pronto como terminó, ambas mujeres fruncieron el ceño a Draco como si quisieran matarlo con la mirada. Draco maldijo entre dientes y frunció el ceño a su padre que parecía estar disfrutando de la desafortunada circunstancia de su hijo.
—¡Draco! —Narcissa le dirigió una mirada de advertencia.
—Está bien... —suspiró—. Siento mucho haberme olvidado de la cita por completo. No dejaré que vuelva a suceder. ¿Podrías perdonarme por favor? —dijo mecánicamente, y Hermione murmuró algo entre dientes.
—¿Y? ¿Está todo bien? —preguntó preocupado.
—Sí... —siseó ella.
—Alguna inquietud sobre la salud del bebé...
—No... —espetó.
—¿Qué tal tú? ¿Está todo bien con tu...?
—Si en verdad estás preocupado, trata de estar en la próxima cita sin olvidarlo — Hermione lo interrumpió con una voz venenosa.
—Está bien, está bien, dime cuándo es la próxima cit...
—Próximo martes, 2:00p.m... —espetó y se precipitó fuera de la habitación. Narcissa le dedicó a su hijo una mirada muy disgustada y rápidamente siguió a su nuera. Lucius entrecerró los ojos con las cejas levantadas.
—¿QUÉ? —siseó Draco.
—Nunca aprendes, ¿verdad? —Lucius negó con la cabeza.
—Es un simple error padre. No lo hice a propósito. ¿Por qué no pueden todos perdonar y olvidar? —gritó con frustración.
—Se trata de tu hijo Draco, ¿cómo lo olvidaste?
Draco suspiró. — Suenas como la madre... —se burló—...ahora deja de hacerme sentir culpable y dime, ¿qué puedo hacer?
—Nada más que pedirle a tu elfo personal que prepare el cuarto de huéspedes para ti esta noche... —dijo Lucius en un tono muy casual.
—No estás ayudando...
—Por supuesto que lo hago... el Señor Oscuro es un gatito recién nacido en comparación con una bruja embarazada indignada...
—Espera a que le diga que la has comparado con el maniático del siglo —dijo Draco despiadadamente y Lucius hizo una mueca incómoda.
—Muy bien, déjame reformularlo... —Lucius se aclaró la garganta—. Una bruja embarazada enfurecida es mucho peor que un bebé con dentición...
—¡Arrrgh!... —Draco se frotó las sienes vigorosamente con ambas manos en frustración —¿Qué pasa con los bebés con dentición...?
—Lo verás... —dijo Lucius con calma—. Vas a tener uno, con suerte en menos de un año... —añadió con su mejor sonrisa de "te lo mereces"—. "¿A dónde vas ahora? —alzó las cejas cuando Draco se levantó y caminó hacia la puerta.
—Con mi esposa.
—Es mejor si pudieras darle un tiempo para que se calme...
—No hay necesidad... —Draco negó con la cabeza—. Ella es una bruja que sabe perdonar mucho...
—Bueno, ella está llena de hormonas de embarazo en estos días... —Lucius trató de desalentarlo.
—Está bien, puedo convencerla de que no voy a cometer el mismo error otra vez...
—¿Cómo diablos vas a hacer eso?
—Le daré un masaje de espalda, o de pies, o en el estómago. Ella definitivamente va a perdonarme —dijo Draco triunfante.
—En tus sueños... Pigmypuff... —se burló Lucius.
—¡PADRE! —Draco siseó enojado y se precipitó fuera de la habitación.
—Buena suerte en convencerla con tu madre apoyándola...
Draco cerró la puerta detrás de él y murmuró una maldición. Sabía que su padre tenía razón. Con la interferencia de Narcissa, era imposible convencer a su enojada esposa pero no quería volver al estudio dándole a su padre la victoria. Así que decidió visitar a los Granger durante un par de horas hasta que su esposa se tranquilizara. Al menos podría pasar algún tiempo con el Dr. Granger viendo fútbol soccer en la televisión mientras bebía cerveza muggle. ¡Alcohol! Eso era lo que necesitaba desesperadamente. Sin pensarlo dos veces, apareció en el hogar de sus suegros con grandes expectativas.
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—¿Qué quieres decir con que estás embarazada?
El corazón de Daphne se rompió en millones de diminutos pedazos cuando oyó la respuesta poco amable y sin amor de su esposo. Ella estaba en las nubes cuando descubrió que esperaba a su primer hijo y esperó impacientemente para contar la emocionante noticia a su marido. Pensó que él bailaría de felicidad tan pronto como lo oyera, pero estaba equivocada, totalmente equivocada. Ni siquiera le mostró un poquito de felicidad, aparte de espetarle como si hubiese cometido un crimen.
—Pensé que estarías feliz... —ella sollozó.
—Daphne, teníamos otro año entero antes de la fecha límite y pensé en pedir otro año más para nosotros...
—¿Qué tiene de malo tener un hijo ahora? ¿Por qué tenemos que esperar? —hipó ella.
—No lo entiendes... —espetó él—. Desde que tenía un año de edad, nunca tuve tiempo de relajarme y disfrutar de mi vida, y pensé que era el momento para eso, pero mi desafortunado destino me ha lanzado otra responsabilidad. ¡Merlín! ¿No se me permite tener una vida normal? —gritó con frustración.
—Todavía puedes tener una vida normal con niños... —añadió en un susurro.
—¿Vida normal? ¿Con niños? —la miró en desacuerdo—. Es una gran responsabilidad Daphne, y... y no estoy listo para asumir esa responsabilidad... todavía...
Daphne jadeó cubriéndose la boca y huyó de él sollozando miserablemente. Harry pasó los dedos por su desordenado cabello mientras caminaba ansiosamente. Sabía que lastimaba los sentimientos de Daphne, pero no podía y ni quería mentirle o pretender estar feliz. No era que no le gustaran los niños. Los amaba y adoraba, pero estaba demasiado asustado como para tener uno propio. La verdad era que estaba asustado y paranoico por si algo le sucedía a él y a Daphne, su hijo quedaría relegado como un huérfano como él, y él o ella podría sufrir de la manera que solía hacerlo. Francamente, nunca quiso que ningún niño en el mundo pasara por la misma dificultad y vida dura sólo por ser huérfano.
Pasó un rato a solas para aclarar su cabeza y se dirigió a buscar a su esposa. No se molestó en buscarla en su habitación ni en ningún otro sitio dentro de la mansión porque sabía exactamente el lugar donde iba a estar. Como se lo esperaba, ella estaba en su jardín de hierbas, acurrucada en una bola pareciendo muy herida y angustiada. No estaba llorando, pero las lágrimas secas en su rostro le dijeron que estuvo llorando por un largo tiempo. Caminó lentamente hacia ella y se sentó a su lado. Ella sabía que estaba allí, pero no se molestó en mirarlo o reconocer su presencia. Harry puso sus brazos alrededor de ella y la mantuvo cerca de él. No trató de alejarse de él.
—Lo siento —murmuró él—. Lo siento muchísimo...
Ella suspiró. —Si fuera ella quien viniera con la noticia, ¿estarías feliz y alegre? —preguntó manteniendo apartados los ojos de él.
Ahora él suspiró. —Como ya sabes, Daph, aparte de ti no hay otra mujer en mi vida. Así que no sé de cual "ELLA" estás hablando.
—Sabes exactamente a quién me refiero... —añadió con una voz muy quebrada.
—En primer lugar, la bruja de la que hablas está casada y muy embarazada. En un par de semanas, ella va a dar a luz. En segundo lugar, acepté que estaba enamorado de ella, pero ese es mi pasado. Todavía la amo pero ya no estoy enamorado de ella. Ya deberías saberlo. En tercer lugar, soy un hombre casado, y nunca fantaseé con tener niños con otras mujeres aparte de mi esposa... —contestó airadamente.
—¿Qué tal si hubiera pasado antes de casarte conmigo?
—¿En el tiempo de guerra? Nunca fuimos tan lejos pero ¡Demonios sí! Sí, me estaría volviendo loco mil veces más que en la actualidad si hubiéramos perdido la cabeza para tener un bebé en ese tiempo... —le besó suavemente su cabeza—. No eres tú o ella, ni siquiera el tiempo. Soy yo... me estoy volviendo loco por mi experiencia de niño... —confesó.
—Sólo porque tuviste una infancia extremadamente difícil, esto no significa que todo el mundo va a tener la misma... —dijo en voz baja.
—Pero y si...
—¿Y si pudieras ser un poco optimista? —dijo ella—. Si estás tan preocupado, podemos hacer que Ron y Pansy sean los padrinos. Así que si algo nos sucede, se ocuparán de nuestro hijo muy bien. En caso de que si él o ella tenga que vivir con tus parientes, no creo que Dudley o Susan pudieran maltratar a nuestro hijo...
—Entiendo tu punto... —sonrió él—. En el pasado, nunca pensé que nombraría a Pansy como la Madrina de mi primer hijo.
—¿Crees que alguna vez soñé con nombrar a un Weasley, especialmente Ronald Weasley como Padrino de mi primer hijo? —ella alzó las cejas y preguntó en el mismo tono que Harry usó. Ambos se miraron sin hablar y luego empezaron a reír juntos.
Finalmente, cuando habían dejado de reír, ella lo miró con seriedad. — ¿Alguna vez te arrepientes? —preguntó mirándolo a los ojos—. Me refiero a que hayas terminado en un matrimonio arreglado por el ministerio...
—¿Arrepentirme? No, en absoluto... ¿Y tú?
—¡No! No me arrepiento para nada... de hecho estoy profunda y locamente enamorada de ti... —confesó ella.
Harry la miró a los ojos y besó suavemente sus suaves labios. —Entonces soy tuyo... solo tuyo... —murmuró afectuosamente—. Te amo Daph... Por lo que no tienes que preocuparte por otras brujas, y amo al pequeñín también... —le susurró aún más en su oído.
Daphne se movió y rodeó a su esposo con los brazos, y él respondió encerrándola en un apretado abrazo. Simplemente se perdieron en sus pensamientos, y no hablaron por un rato.
—¿Tienes hambre? —preguntó ella.
—No, pero si tienes, puedo hacer algo rápido... —respondió él.
—No, es mi turno para cocinar. Prometo que no voy a quemar nada...
Harry se rió. —No estoy preocupado por los alimentos o los utensilios quemados. Eres tú quien me preocupa amor, no quiero que te lastimes.
Ella se encogió de hombros. —¿Quién se preocupa por cortes menores y quemaduras?
—Yo lo hago —dijo acariciándole el cabello.
Daphne rodó los ojos. —Muy bien, mi sobreprotector esposo, ¿qué tal si hoy tenemos un almuerzo preparado por un elfo? Estoy demasiado cómoda ahora y no quiero levantarme... —dijo acomodándose rápidamente y enterrando su rostro en el calor de su pecho y comenzó a escuchar sus latidos como siempre lo había hecho. Los brazos de Harry se apretaron a su alrededor y la acunó como un niño. Luego apoyó el rostro en su cabeza e inhaló la dulce fragancia perfumada de ella.
La vida de Harry nunca fue perfecta. No tuvo una infancia despreocupada y maravillosa o una adolescencia típica. Aunque le encantó el tiempo que pasó en Hogwarts, sus responsabilidades, Voldemort y sus seguidores, nunca le permitieron tener la vida que experimentaron los otros niños. Él luchó en una guerra cuando apenas tenía dieciocho años, entonces sin darle tiempo para respirar o disfrutar, el ministerio lo obligó a estar en un matrimonio. La vida estaba llena de obstáculos y dificultades para él, pero superó con éxito todos los obstáculos que la vida le había lanzado. Al principio, estuvo destrozado cuando había sido emparejado con Daphne, pero resultó ser la esposa ideal para él. Era un alma gemela cariñosa, inteligente y amorosa, y el último año que pasó con ella resultó ser el más feliz y relajante tiempo de su vida. Para su sorpresa, se enamoró de ella más rápido de lo que esperaba y ahora estaba dispuesto a hacer cualquier cosa, incluso luchar contra otro centenar de Voldemorts, para mantenerla y a su hijo por nacer a salvo porque le dieron sentido a su vida y se convirtieron en el latido de su alma.
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N/A: Muchas gracias por leer. Por favor escriban review. Gracias de nuevo...
N/T: Hola a todos, ¿cómo están? Pues aquí traje otro capítulo algo más corto, pero con Dramione y Haphne. La verdad realmente me reí con este capítulo, con Draco literalmente atrapado por haber olvidado la cita de Hermione con el sanador. No crean que no es importante para él, sencillamente se le pasó. Pero teniendo a una mujer embarazada de casi ocho meses con las hormonas a millón y teniendo el carácter que ella tiene, diría que salió más ileso de lo que se podría esperar. Por otro lado, ¿qué les pareció la reacción de Harry? Y ya ven sus sentimientos hacia Daphne, está enamorado de ella, y es recíproco. Bueno quiero saber sus opiniones.
Muchísimas gracias por seguir leyendo, por dejar sus reviews, sus votos y sus vistas al fic, no dejen de hacerlo por favor, ese es mi alimento y lo que me impulsa a seguir traduciendo. Cada día me sorprenden más con la cantidad de reviews que ha tenido esta traducción, así que trataré de dar en la próxima publicación doble actualización por ello. Nos estaremos leyendo en el próximo capítulo. Por favor cuídense y ya saben, si quieren divertirse busquen a un Draco o una Hermione (dependiendo de lo que quieran hacer XD).
XOXO
Doris
11/05/2017
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