FIRST CAME MARRIAGE (TRADUCCIÓN)

PRIMERO VINO EL MATRIMONIO

Disclaimer: Harry Potter, sus personajes y sus hechizos pertenecen a nuestra maravillosa JK Rowling, la historia pertenece a Amberjanus quien me autorizó para hacer su traducción. Nada me pertenece. Beteado y corregido por Sunset82.

Thank you Amber for bring us this beautiful story

Capítulo 20

Ron Weasley gruñó exasperado, pero su mal humor no tuvo nada que ver con el último resultado de Quidditch. Aunque la derrota de los Cannons ante los Magpies en las finales de la Liga de la Copa, era lo último que ocupaba su mente ahora. Por supuesto, estaba molesto cuando perdieron, pero no fue culpa suya. No dejó que la quaffle pasara por ninguno de sus postes, ni siquiera una vez, pero su torpe buscador no pudo asegurar la snitch antes del buscador del otro equipo. Suspiró de nuevo.

«¿Cómo fue posible que sucediera...?» Pensó. Los Malfoy tuvieron que consumir su matrimonio dentro de las veinticuatro horas para evitar posibles daños causados por la magia oscura, y entonces se suponía que Hermione encontraría un vacío legal, y ella no, definitivamente no debía dormir con Malfoy regularmente y quedar embarazada de él. Se pasó los dedos por el cabello frustrado y dejó escapar otro gruñido.

Haciendo peor el asunto, sus ojos vislumbraron a su esposa que estaba sentada cerca de la fuente de agua alimentando a sus cisnes. Se sorprendió al verla. Por lo general, ella no se mantenía en la mansión a esa hora del día. La mayor parte del tiempo, estaba en "La Madriguera" ayudando a su mamá o su papá, si no estaría en las casas de Bill o Percy ayudando a Fleur y a Audrey con los niños. Raramente trabajaba en la tienda. Así que Ron estaba curioso por saber la razón por la que se quedaba en casa. Ella acariciaba la espalda de un cisne con extremo amor y cuidado, y su perfecta piel de porcelana irradiaba bajo la luz del sol. Gracias a un par de raras ocasiones, sabía que su piel era muy suave y aterciopelada como un bebé. Los recuerdos de esos raros incidentes le produjeron escalofríos en la columna. No importa lo hermosa que era o cuan perfecta era su piel, no sentía nada por ella. Todavía estaba enamorado de la chica que estaba cubierta de cicatrices de batalla y tristemente, ella estaba esperando un bebé de su némesis del colegio.

Él sabía que Malfoy aún era un imbécil, pero también sabía que no era un hombre cruel para forzarla o ponerla bajo el Imperius. Por lo tanto, estaba claro para él que lo que pasó, pasó con su consentimiento y participación voluntaria. Ron no la estaba culpando. Ambos eran individuos muy saludables y estaban casados, además estaban compartiendo una cama, así que ¿quién podría resistir la tentación? ¿Qué pasaría si tuviera que compartir una cama con su esposa? Si fuera la anterior Parkinson, se habrían lanzado hechizos o se matarían entre ellos, pero si era la nueva, no sabía cuánto tiempo podría resistir su delicada feminidad. «¡Que el cielo lo prohíba!» Ron no quería pensar al respecto. Dio las gracias a sí mismo por no tener una gran imaginación. Al menos tuvo suerte que ambos decidieran tener arreglos para dormir por separado.

Ron estaba profundamente enamorado de Hermione, pero sabía que nunca iba a ser suya. Ni siquiera si pudiera encontrar un vacío legal y escapara de su maldito matrimonio. Ella no eligió entre él y Harry cuando tuvo una oportunidad, y nunca lo haría si le dieran otra. Ron no tenía ni idea de la relación que tenía con Draco. Ni siquiera sabía si estaba verdaderamente enamorada de él o si simplemente aceptó su destino sin una pelea, pero sabía que ella había seguido adelante. Ron estaba dispuesto a estar allí para siempre, no como amante sino como su mejor amigo. Ella había elegido su camino, había elegido tener una familia con otro hombre, y Ron estaba listo para respetar su decisión y dejarla ir. Todo lo que quería de ella era su felicidad. Quería que fuera feliz, eso era todo...

Independientemente, iba a persuadir a Hermione para que hiciera la investigación para encontrar un vacío legal. Quería salir desesperadamente de su miserable matrimonio, lo que sería beneficioso para él y Parkinson. Ella sería capaz de encontrar a otro hombre que verdaderamente la ame, y si fuera lo suficientemente afortunado sería capaz de encontrar a una bruja que lo ame, que lo ame solo a él, no a nadie más. Con una vez había sido más que suficiente, no quería estar en un triángulo amoroso otra vez.

Los ojos de Ron la captaron de nuevo. Ella lo estaba mirando con sus hermosos ojos. Estaban en blanco e ilegibles como siempre, pero hermosos e inocentes.

—¡Maldición! —musitó. ¿Cuándo vio que los ojos de la despreciable bruja eran inocentes y hermosos? Necesitaba visitar a San Mungo lo antes posible para revisar su cerebro. Apartó los ojos de ella y los enfocó en los cisnes miniatura blancos esparcidos alrededor.

Ella ganó el corazón de todos los Weasley excepto el de él. Incluso el de Ginny que solía odiarla y el de Hermione quien dijo que era más pesada que un trol conmocionado. No hay que olvidar a Harry, la maldita bruja trató de entregarlo a Voldemort, y aquí él la estaba tratando como a su hermana perdida. ¿Qué estaba mal con esa gente? Suspiró de nuevo. Vio que había convocado a Poppy y le había dado órdenes. No podía oír nada, y tampoco quería saberlo. Lo único que quería saber eran sus verdaderos sentimientos hacia él. ¿Lo odiaba, o le disgustaba, o incluso lo repugnaba? Si no, ¿sentía algo? Sólo tenía curiosidad por saberlo.

De repente fue interrumpido por Poppy, que apareció con una bandeja llena de pasteles de caldero y pasteles de calabaza.

—Amo Weasley... —la elfina lo saludó.

—Sí Poppy... —vio la bandeja—. ¿Qué es eso?

—Comida para el amo...

—Pero no la pedí...

—Ama Weasley me pidió que entregara esto al amo...

—Ehhh... ¿en serio? ¿La hiciste tú? —sabía la respuesta pero preguntó para confirmar.

—No amo, ama la hizo...

Estuvo claro. Se quedó en casa para hacerle comida. Sabía que habían perdido el juego. Había notado su estado de mal humor y puede haber pensado que era debido al resultado de su último juego.

—Espero que no haya envenenado esto... —murmuró.

—¿Amo? —preguntó la elfina.

—No, sólo me sorprendió Poppy —dijo—. Sólo me sorprendí al ver que esta vez no compuso una canción que insultara a mi o a mis habilidades de Quidditch —añadió despiadadamente.

La elfina, que no sabía nada de la canción "A Weasley vamos a coronar", le miró confundido.

—No importa Poppy, puedes irte. Gracias por traer esto... —agitó la mano con pereza.

Poppy asintió ligeramente y desapareció, luego reapareció frente a su esposa que esperaba ansiosamente su regreso. Ron vio que se puso blanca como un pergamino fresco y se puso rígida después de hablar con la elfina. Se maldijo a sí mismo por no mantener la boca cerrada. Lo último que vio fue que sus ojos se llenaron de gotas perladas de lágrimas antes de que desapareciera rápidamente, probablemente de vuelta a su vivienda.

Quería lanzarse a sí mismo un Avada tan ferozmente. Ella dio su tiempo y su esfuerzo en preparar la deliciosa comida para él y le mostró su preocupación y cuidado. Estaba siendo un ingrato imbécil y la hirió. No podía comer, pero no quería tirar su comida. Necesitaba desesperadamente pedirle a alguien que viniera y la acompañara, de lo contrario pasaría el resto del día llorando, encerrándose en su habitación. Definitivamente él no iba a pedirle a Hermione o a Ginny que le hicieran una visita. Con sus hormonas de embarazo, ellas primero lo hechizarían luego de escuchar la historia. Así que pensó en invitar a Victoire en su lugar. Su esposa la quiere mucho, y Vicky no la dejaba quedarse dentro de su habitación. Era una niña enérgica y activa, Pansy se olvidaría de todo en pocos minutos en su compañía, y Fleur necesitaba un descanso.

Él conjuró un ramo de rosas rosadas eternas, luego tomó un pedazo de pergamino y escribió "Gracias" en su garabato desordenado y lo adjuntó a las flores. Finalmente, llamó a Poppy de vuelta.

—¿Amo llamó a Poppy?

—Sí Poppy, ¿dónde está Ama Weasley?

—En su habitación, amo.

«Obvio...» Pensó. —¿Qué está haciendo? —preguntó, aunque sabía la respuesta.

La elfina lo miró incómodo. —Llorando, amo...

Él suspiró. —¿Podrías entregarle estas flores? Dile que aprecio su pequeño regalo y le agradezco por su consideración...

—Poppy puede Amo... —la elfina chilló alegremente y desapareció con las rosas.

Dejó salir otro suspiro y recogió la bandeja llena de comida y apareció en Shell Cottage con prisa. No quería arriesgarse en caso de que ella hubiera decidido irrumpir y arrojarle las flores a la cara.

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Era una cámara fría y oscura con la más desagradable atmósfera. Sus paredes de piedra cubiertas de musgo y moho viscoso negro de hollín, y Ginny sintió náuseas por el fuerte olor a humedad. Aparte del sonido de sus respiraciones, el único ruido que escucharon fue el débil sonido de las olas del mar del Norte. Finalmente, escucharon el sonido de pasos pesados que resonaban por el pasillo de piedra y el traqueteo de las pesadas cadenas.

«Están llegando...» Ginny contuvo la respiración con ansiedad y Gregory literalmente la aplastó contra su cuerpo después de sentir su angustia. Primero llegó el auror carcelero.

—Aquí el prisionero número 822604. ¿Cuál es su relación con el prisionero...? —gruñó con el ceño fruncido.

—Ehhh... S-Soy su hijo, y esta es... esta es su nuera... —murmuró Gregory.

El carcelero comprobó el pergamino en su mano y se aclaró la garganta. —Tienen exactamente diez minutos, dejen entrar al prisionero...

Goyle Padre entró en la habitación flanqueada por otros dos guardias. Su túnica de prisión estaba sucia y hecha jirones, y su cabello largo estaba grasiento y despeinado, y las uñas estaban descuidadas y sucias. Básicamente, su cuerpo entero estaba mugriento como si hubiese trabajado en una mina de carbón. No dijo nada, sólo movió sus ojos de un lado a otro, de su hijo a su nuera unas cuantas veces. Gregory apartó los ojos para evitar la incómoda mirada de su padre. Nadie abrió la boca, el silencio entre ellos era insoportable. Finalmente, el auror carcelero se aclaró la garganta para hacerles saber que su tiempo se estaba acabando.

—¿Por qué estás aquí? —preguntó Goyle Padre con voz ronca.

—Tengo noticias para ti... —murmuró Gregory, incómodo.

—¿Quien es ella? —Ginny se estremeció ante su severa mirada hostil.

—Mi esposa... —respondió Gregory.

—¿Es una sangre sucia?

En una fracción de segundo, sus dos guardias apuntaron sus varitas hacia él. Uno presionando firmemente en su cuello y el otro en su pecho.

—Prisionero 822604, te prohíbo usar esa palabra... —le exclamó el carcelero.

—¿Por qué? ¿Qué vas a hacer? No hay otro agujero infernal al que puedas enviarme, que sea peor que este.

El carcelero auror retiró su varita. —Si no te comportas, te enviaré de vuelta a tu celda en este instante... —advirtió.

—Padre, por favor... —dijo Gregory rápidamente—. Mi esposa no es una hija de muggles, ella es sangre pura.

—Sangre pura... cabello rojo... —murmuró para sí Goyle Padre. Finalmente, se dio cuenta de golpe— ...traidora a la sangre... —se burló en puro veneno después de reconocerla—. Señorita Weasley, un placer conocerla... —se burlaba de ella con odio.

—Es Goyle... Soy Goyle ahora... —respondió ignorando su hostilidad.

—Goyle... huh... —torció los labios—. En tu última visita dijiste que te casabas pero nunca se dijo que es una Weasley... —le frunció el ceño a su hijo.

—Padre, estamos aquí para informarte algo. Si no te gusta escuchar, podemos regresar ahora...

—Como desees, no pienso que tengas algo importante que decir.

—Quizás no sea una noticia importante para usted... —siseó Ginny enojada—...Pero Greg aquí quiso compartirlo con usted porque usted es la única relación viva que tiene. Al menos sea considerado...

—Está bien amor, no me importa —la interrumpió Greg rápidamente y trató de calmarla—. Vamos, no tenemos que quedarnos más tiempo...

—No, todavía no he terminado... —espetó—. Mire aquí Sr. Goyle... —dijo peligrosamente—. Vinimos aquí para informarle que pronto va a ser abuelo, pero parece que no es importante para usted. Así ahora que nos vamos...

Goyle Padre estaba aturdido por sus palabras y casi dejó caer la mandíbula al piso. No se movió en absoluto, pero parpadeó un par de veces para absorber las noticias. Como su esposa había informado a su padre el propósito de su visita, Gregory vio que no había otra razón para quedarse, así que se levantó lentamente para irse, y Ginny lo siguió.

—¡Esperen! ¡No se vayan! —se sorprendieron cuando su padre los suplicó—. Era uno de sus sueños... —murmuró—...Ehh... quiero decir... Ehh... Claudia quería un nieto... ni siquiera tenías diez años cuando empezó a hablar de sus futuros nietos... —exhaló—. Ella estaba... estaba muy emocionada y... —empezó a sollozar. El desalmado mortífago comenzó a llorar delante de ellos como un niño—. Yo la amo... Podría no mostrar mi amor abiertamente, pero yo la amaba, y todavía lo hago... —suspiró—...fue un matrimonio concertado, y no la amaba al principio y nunca pensé que sería capaz, pero cuando tenías alrededor de ocho años, los dos...

—¡Se acabó tu tiempo! —interrumpió el carcelero con el ceño fruncido.

—Padre... —dijo Gregory con suavidad—. Visitamos a madre hoy, lo he estado haciendo cada semana y la vamos a seguir visitando una vez por semana.

Gregory Padre asintió con la cabeza en señal de agradecimiento. —Hijo, por favor avísame de la llegada de tu hijo —añadió su padre—. Pero no traigas al niño aquí. ¡Merlín! Este no es lugar para un niño. T-Trae... tráeme una fotografía de tu hijo cuando me visites. Claudia quería que estuviera cerca de nuestro nieto y esa es la única manera en que puedo lograrlo... y no Señorita Weasley o joven Señora Goyle, no necesita dar esa mirada sospechosa, no voy a usar magia oscura en la foto de mi nieto, confíe en mí.

Ginny rodó los ojos y Gregory tocó suavemente su mano con seguridad. —Padre, haré como desee... —añadió lentamente.

—E hijo, por favor cuida de tu esposa. No parece que necesite la ayuda de nadie, pero cuídala... —consiguió añadir antes de que sus guardias lo sacaran de la habitación.

Greg miró fijamente el lugar vacío delante de él. —Estoy haciendo todo lo posible para cuidarla padre... —murmuró sabiendo que su padre no podría escuchar ni una palabra—...y no voy a dejar de cuidarla por ninguna razón —agregó con confianza.

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N/A: Muchas gracias por leer. Por favor escriban review... Gracias de nuevo...

N/T: Segundo capítulo de hoy, como ven Ron sigue teniendo ganas de ser golpeado por las lectoras... Después de que Pansy tuvo la iniciativa de prepararle una deliciosa comida y él dice esta idiotez, y por supuesto la pobre elfina repitió lo que escuchó porque en ningún momento recibió una orden de no decir nada. Por lo menos tuvo el detalle de las rosas. ¿Qué les pareció el comportamiento de Goyle Padre? ¿Y la actitud de Ginny?

Queda un capítulo más hoy, así que sigan leyendo. Y dejen su review con los golpes para Ron XD *debo controlarme, no debo golpear a Ron aún*.

XOXO

Doris

01/05/2017