Capítulo 11
FIRST CAME MARRIAGE (TRADUCCIÓN)
PRIMERO VINO EL MATRIMONIO
Disclaimer: Harry Potter, sus personajes y sus hechizos pertenecen a nuestra maravillosa JK Rowling, la historia pertenece a Amberjanus quien me autorizó para hacer su traducción. Nada me pertenece.
Thank you Amber for bring us this beautiful story.
Capítulo 11
Hermione estaba otra vez en su cocina; el aroma de la cocina llenaba su sala de estar haciendo que se llenara la boca de agua a Draco, quien estaba esperando a que llegaran sus amigos. Había pasado exactamente una semana después de su boda, y nunca pensó que ella pudiera influir tanto en su vida. Ella llevaba poco maquillaje en comparación con la mayoría de las mujeres de su edad y siempre prefería enterrarse en el aburrido trabajo de oficina a disfrutar de su vida. Ella no tenía una impecable piel pálida o todas las otras características aristocráticas. Incluso su madre, que tenía más de cuarenta años, se veía más bella de lo que era, pero había algo, algo que todavía no podía entender en ella. Aunque no era considerada una reina de belleza, era muy atractiva y hermosa a su manera, haciendo imposible quitar los ojos de ella cuando estaban en el mismo lugar. Pero apenas se veían en el día; su comunicación era principalmente a través de su elfina personal, a quien ella mantenía con ese único propósito. Aparte de usar a Pinky como un mensajero, Hermione nunca tomó ningún trabajo de ella. Si rara vez se tropezaban entre ellos durante el día, aparte de ser civilizados y de regresar a su propio camino, ninguno de ellos se burlaba o provocaba al otro. La noche era exactamente opuesta al día, ya que nunca trataban de evitarse el uno al otro. Draco finalmente aceptó que estaba esperando con impaciencia su compañía por la noche. Amaba todo lo que compartían. La forma en que sus labios se derretían y los cuerpos se mezclaban, la forma en que ella dormía en sus brazos descansando su cabeza sobre su pecho haciendo su vida dichosa. La mayoría de las veces, su respuesta le hacía olvidar el hecho de que estaba enamorada de otra persona y no de él. Lo que tenían nunca fue sexo habitual para asegurar a un heredero, la química entre ellos los traicionó, pero ninguno de ellos reconoció sus verdaderos sentimientos del uno hacia el otro. Draco secretamente deseaba que no tuvieran hijos, así ella nunca se mudaría a una habitación separada como planeaba después de darles el siguiente heredero Malfoy. Sólo pensar en separarse de ella lo estaba matando, pero por supuesto no la amaba, era una mera atracción. Bueno, no podía estar enamorado de una mujer que estaba enamorada de otra persona, ¿no?
—Ves, te lo dije, Granger lo ha convertido en un soñador —Draco volvió a la realidad por la voz de Blaise, que estaba cerca de la chimenea con una sonrisa maliciosa. Theo, Adrian y Marcus se rieron de acuerdo con él.
—¿Qué están haciendo todos ustedes allí sin sentarse idiotas? —exclamó Draco. No podía creer que sus amigos entrometidos lo atraparan—. ¿Dónde están las otras?
—¿Otras?, sólo van a ser Daph y Pans —respondió Blaise moviéndose hacia un sofá—. Las otras dos están pegadas a sus esposos como adolescentes enfermos de amor. Me pregunto qué verán en esos ex-Gryffindors —de repente olisqueó el aire como un animal—. El olor es maravilloso, nunca pensé que tu cocina estuviera cerca... —agregó.
—Es mi esposa... —Draco frunció el ceño.
Blaise se echó a reír. —Oh yo, yo, nunca pensé que tu esposa oliese tan deliciosa... —le dirigió una sonrisa perversa, los otros trataron de controlar sus risas.
—¡Idiota! Ella no huele a comida; ¡es el olor de su cocina tú tonto! —respondió Draco apretando los dientes.
—¡Vaya! ¿Es una buena cocinera? —preguntó Theo casualmente mientras miraba a través de la revista "El Quidditch".
—¿Buena? Ella es excelente.
—¿Compartirá algo con nosotros? —preguntó Adrian esperanzado.
Draco se encogió de hombros. —Normalmente envía a su elfina preguntando si necesito algo...
—¿Qué hay de nosotros? Voy a hacerle saber que vamos a almorzar —dijo Blaise levantándose de su lugar.
—¡Eh, mi esposa no es un elfo doméstico! Si necesitas comida, pediré a los elfos que preparen el almuerzo para todos ustedes... —dijo Draco rápidamente; no quería que Blaise ofendiera a Hermione por su estupidez.
—No necesitamos la comida de tu elfo, queremos la suya... —Blaise rechazó su oferta con terquedad.
—Pero esa es comida muggle... —murmuró Draco incómodamente.
—¡Tú comes comida muggle! —exclamó Blaise con sorpresa—. Bueno, si eso es bueno para ti, también es bueno para nosotros. Ahora dime, ¿dónde puedo encontrarla?
—Ella está en su refugio...
—¿Su refugio?
—Sí, idiota, su refugio, se lo di como regalo de bodas... ya sabes... ya sabes que es una costumbre...
—Estamos muy conscientes de las costumbres hombre, así que no necesitas darnos excusas... —lo interrumpió Blaise con las cejas fruncidas y una sonrisa divertida—. Ahora dime dónde encontrarla.
—Si tienes un deseo de muerte, camina por el pasillo y luego por la puerta doble —respondió deseando que Hermione hechice a su idiota amigo. Sin demora, Blaise siguió las instrucciones y antes de dejar la habitación, la red flu sonó, y Daphne salió arrastrando a Pansy con ella.
—¿A dónde va Blaise? Preguntó con curiosidad.
—A su lecho de muerte... —respondió Theo con una sonrisa perversa.
Daphne rodó los ojos y se dirigió al desocupado sofá junto con Pansy.
—¿Qué te pasa, Pans? Te ves terrible —preguntó Marcus preocupado. Antes de que nadie pudiera responder, sonó la red flu, y el sobreviviente del mundo mágico salió.
—Potter —miró con desprecio.
—Malfoy —Harry asintió con la cabeza. Luego miró a su alrededor y saludó a otros. —Nott, Pucey, Flint y Parkinson —entonces caminó hacia Daphne, que estaba radiante de felicidad cuando lo vio y la besó suavemente, murmurando— Daphne... —exceptuando a Pansy, los demás se miraron el uno al otro con las cejas levantadas.
—¿Qué? —ella espetó a sus amigos.
—Nada... —Theo se encogió de hombros.
Draco maldijo entre dientes al oír la red flu de nuevo y siseó cuando "El Rey de las Comadrejas" salió casualmente. —Saludos Malfoy y sus amigos —saludó con sequedad—. Es maravilloso verte Daph —añadió mirando a la alegre chica y frunció el ceño a su mejor amigo—. ¿Dónde estabas?
—Debería preguntar lo mismo —Harry frunció el ceño—. ¿Dónde estabas? Te busqué por todas partes, incluso fui al campo de Quidditch.
—También te estaba buscando. Incluso di una visita a tu ángel guardián —gritó Ron.
—¿Le hiciste molestar? -preguntó Harry, controlando su risa.
—¿Molestarlo o al revés? Ya conoces al viejo idiota —aulló—. Honestamente no sé lo que tu madre vio en él —añadió.
—¿Qué tenía que ver la madre de Potter con Snape? —preguntó Marcus en voz baja y Adrian se encogió de hombros.
—Fui al servicio de mi auto y termine tomando a los tres autos para el servicio —respondió Harry con molestia.
—Eh...
—Sí, eh, ustedes dos nunca cuidan bien de sus autos, y esta es la manera en que me están agradeciendo por llevarlos a servicio por quinta vez —gruñó Harry.
—¡Lo siento amigo! —murmuró Ron.
—Oh sí, ¡lo siento!
—Dejen de discutir como chicas adolescentes... —siseó Draco— ... y siéntanse libre de ir a su reunión de "Guarida de Leones" en su lugar habitual sin molestarnos —sonrió.
—¿Entonces tienes otro "Nido de Serpientes" aquí? —preguntó Ron con curiosidad—. Pensé que todo el mundo aquí vino para... No importa... —negó con la cabeza.
—¿Por qué? ¿Qué sucede? —Draco frunció el ceño—. ¿Crees que todo el mundo ha venido para qué?
—¿Realmente no lo sabes, o te olvidaste que es 19 de septiembre? —preguntó Harry con los ojos muy abiertos.
—No tengo tiempo para acertijos Potter —espetó—. Sé que es 19. ¿Qué tiene de especial?
Ambos ex-Gryffindors lo miraron horrorizados. —Es el cumpleaños de tu esposa, Malfoy —dijo Harry en un tono muy suave haciendo que Draco saltara del lugar en el que se había sentado. Lucía terrible, peor que Pansy.
—No —movió la cabeza con timidez—. No lo sabía... —murmuró, con impotencia.
Harry suspiró. —Este es su primer cumpleaños como tu esposa ¿y no le diste nada o al menos le felicitaste? —preguntó haciendo que Draco se sintiera aún peor—. Pensé que la persona que gastó más de cinco millones de galeones en ella, sabía su cumpleaños también —parecía un poco decepcionado.
—¡Has gastado más de cinco millones en ella! —exclamó Theo con sorpresa—. Merlín, ¿qué le hiciste? ¿Le compraste una isla o algo así?
—Acabamos de casarnos, y además la mayoría de la gente no sabe los cumpleaños de sus parejas en estos días —se justificó ignorando la pregunta de Theo. Prefiere no tratar dos cosas a la vez.
—No sé acerca de los ex-Slytherins pero nosotros los Gryffindors sabemos el cumpleaños de nuestra pareja —agregó Harry orgullosamente.
—¿En serio? Déjame ver —dijo Draco enfocando sus ojos en Ron—. Está bien Weasley, ¿me puedes decir el cumpleaños de tu pareja? —sabiendo lo de Ron y Pansy, preguntó Draco triunfante.
—No tengo esposa, así que no me arrastren a esto —respondió Ron levantando los brazos.
—Pero vas a tener una en menos de una semana —Draco sonrió burlonamente haciendo que Pansy hiciera una mueca incómoda—. Ves Potter, incluso los ex-Gryffindors no lo saben.
—No he dicho que no lo sepa —gruñó Ron y tragó saliva—. Es... es el 5 de agosto —murmuró evitando los ojos de todo el mundo, especialmente los de una mujer de cabello negro.
Pansy sentía que se iba a desmayar, y su pobre corazón comenzó a latir rápidamente. Después de meses, ella miró directamente a sus ojos pero él evitó su mirada como de costumbre y se dirigió hacia los aposentos de Hermione sin más comentarios. Todos los demás entraron en un incómodo silencio, y Harry prestó su atención a Daphne después de sentir la tensión en la atmósfera.
—Daphne, una vez que me dijiste que te gustaría ver dentro de una casa muggle, así que ven conmigo, te mostraré una —dijo en voz suave, envolviendo con sus fuertes dedos alrededor de los delicados y finos de ella. Ella sonrió y se levantó de su silla para seguirlo.
—¡Es injusto! —protestó Adrian—. ¿Cómo es que ella es la única que tiene la oportunidad de ver eso?
—Porque, ella va a ser la Sra. Potter muy pronto —respondió Draco amargamente—. Se abren las puertas para los amigos de mi esposa y sus familiares.
—No, eso no es verdad —dijo Harry rápidamente—. Pueden venir si quieren, todos son amigos de su marido y considerados amigos de su familia —añadió dándole a Draco una mirada seria. Sin demora, tres hombres saltaron y se unieron a Harry y Daphne dejando a Draco y Pansy atrás.
—Pans ¿Vienes? —preguntó Daphne.
—N-no, yo... yo me iré ahora —respondió con una voz rota. Era obvio que no quería estar en la misma habitación que la leyenda del Quidditch.
Daphne rodó los ojos frustrada. —¡No seas ridícula, ven y deséale un feliz cumpleaños a Hermione! —se acercó a Pansy y le agarró la mano—. Nadie está ahí para morderte —añadió arrastrando a su amiga junto a ella.
—¿Qué hay de ti, Malfoy? —preguntó Harry levantando las cejas.
—Bueno, se supone que es su oasis, no quiero molestarla —respondió tímidamente.
Harry suspiró. —Bueno, hoy es su cumpleaños y estará encantada de tener visitantes para celebrarlo, además estoy seguro de que le gustaría que estuvieras allí para la celebración.
Sin decir una palabra, Draco se levantó y siguió a los demás sin saber que hacer, esperando que su presencia no arruinara su día especial.
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Después de haber pasado por las puertas dobles, sintieron como si estuvieran en un mundo diferente. Casi todo lo que estaba allí era muy desconocido para ellos. Ron Weasley estaba sentado frente a una caja grande con imágenes en movimiento y como un experto, él los cambiaba usando una cosa rectangular de plástico con botones. Los vislumbró cuando entraron en la habitación, pero enfocó de nuevo sus ojos en la caja de fotos en movimiento.
—Harry, ¿eres tú? —la alegre voz de Hermione salió de su cocina.
—Sí, Mione, tengo algunos visitantes para ti.
—Sí, lo sé. Blaise me dijo que esperara a algunos —dijo saliendo con una enorme sonrisa.
—¿Blaise? ¿Desde cuándo estás usando el nombre de Zabini? —preguntó, frunciendo el ceño.
—Desde que se ofreció a ayudarme con la cocina —ella se rió.
—¿QUÉ ZABINI TE AYUDA CON LA COCINA? —gritó Harry sorprendido conduciendo a los demás a una risa sin parar—. ¿Sabe lo que está haciendo? No me apetece una intoxicación alimentaria.
—¡NO LE AYUDO, POTTER! —gritó Blaise desde adentro—. Estoy esclavizado como un elfo.
—Te sirve bien, amigo —replicó Theo, travieso. Hermione se rió, y Adrian y Marcus estallaron en carcajadas.
De repente se quedaron allí en silencio, del tipo en donde se escucha una gota caer. Harry miró a los brillantes ojos de la feliz chica que estaba de pie frente a él, y rápidamente ella saltó a sus brazos. —Muchas gracias por venir Harry, sabes que significa mucho para mí —murmuró.
—¡Feliz cumpleaños, mi mejor amiga! —murmuró suavemente besando su frente—. Te mereces lo mejor Mione, la bruja más maravillosa e inteligente de la tierra —agregó.
—Gracias, Harry. Me alegro de tener un amigo como tú —respondió irradiando su felicidad. Sobre el hombro de su mejor amigo, Hermione lo vio. Estaba de pie cerca de la puerta, muy lejos del grupo, parecía un marginado. Los ojos de él se habían llenado de dolor y sufrimiento, y cavaban en su mirada con desesperación por averiguar si no le daría la bienvenida. Suavemente soltó a su amigo y caminó lentamente hacia su marido con una sonrisa. —Muchas gracias, tu presencia significa mucho para mí — dijo ella en un tono muy suave.
—Es un placer... —respondió luciendo tenso.
—Feliz cumpleaños Hermione —murmuró Pansy con una expresión terriblemente pálida e incómoda.
—Gracias, Pansy —respondió Hermione con una sonrisa—. Relájate, nadie te va a lastimar —añadió, consciente de su malestar.
—¡FELIZ CUMPLEAÑOS HERMIONE! —Theo, Adrian, Marcus y Daphne gritaron juntos, haciendo que Draco se diera cuenta de que él era la única persona que no la felicitaba.
—¿QUÉ? ¿ES SU CUMPLEAÑOS? —gritó Blaise saliendo de la cocina cubierto de harina, haciendo que todos, incluyendo a Draco, estallaran de risa y Pansy sonriera nerviosamente.
—¿QUÉ? —espetó—. Estoy muriendo aquí, ¿por qué no vienes a ayudarme Potter?
—No, ahora no —respondió Harry rápidamente—. Te ayudaré después de dar a Daphne un recorrido alrededor.
—Si todavía no le has dado un recorrido muy privado, guárdalo para otro momento y ven a ayudarme —rogó.
—Honestamente Blaise —Daphne frunció el ceño ardiendo de ira.
—¿Es siempre así? —preguntó Harry ocultando su malestar.
—Ni que lo digas —rodó los ojos.
Ron se levantó lentamente de su silla y caminó hacia la cocina. —Ve y muéstrale alrededor amigo, le daré una mano a Mione.
—¿Puedes usar cosas muggles? —Daphne lo miró sorprendida—. ¡Eres un mago de sangre pura!
—Por supuesto que sí. Si lo olvidaste, soy de una familia amante de los muggles, por eso los Weasley están marcados como traidores de la sangre —respondió Ron amargamente.
—¡Ya está! ¡No tenemos tiempo que perder! —agregó Hermione rápidamente—. Ron ven y ayúdame. Harry te unes a nosotros más tarde, no necesitas darte prisa, toma tu tiempo y Blaise, por favor ve afuera y límpiate —ordenó, controlando su risa—. Dije afuera, no puedes usar magia aquí —añadió después de haber visto el fallido intento de Blaise de usar un hechizo de limpieza.
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—¡No lo sé! ¡No lo sé! —Hermione escuchó a su esposo gritando con frustración—. Hay tres personas, tres personas entre nosotros que saben todas las respuestas, así que deja de molestarme con tus preguntas y ve a hacérselas —añadió con irritación.
—¿Qué es Theo? —ella preguntó—. Voy a responder a sus preguntas pronto, hasta entonces por favor trata de no volver loco a mi esposo... —gritó desde la cocina.
—Él ya está loco y eso no tiene nada que ver con nosotros —gritó Blaise, y ella oyó que Draco estaba murmurando enojado.
Después de un cuarto de hora Hermione salió de su cocina y encontró a todos los demás sentados cómodamente alrededor de la televisión y relajándose. Bueno, casi todo el mundo excepto Draco y Pansy, que se veían muy tensos por razones muy diferentes. Ella controló su súbito impulso de sentarse entre Harry y Ron como de costumbre y caminó hacia su marido y se sentó a su lado, quien casualmente puso su brazo alrededor de ella y la sostuvo cerca de él.
—Entonces, ¿qué quieres saber Theo? —preguntó ella, tratando de ignorar la forma en que el cálido cuerpo de su esposo se presionaba contra ella.
—¡Todo listo! —respondió alegremente—. Potter y Weasley explicaron lo que hacen —dijo señalando su aspiradora, reproductor de DVD y teléfono.
—¿Podemos tener una conversación diferente a la de los aparatos muggles? —preguntó Draco mientras que hacía círculos con el pulgar sobre el hueso de la cadera de Hermione.
—Está bien, entonces Hermione, ¿sabes el cumpleaños de Draco? —preguntó Theo a propósito para hacer a su malhumorado amigo aún de peor humor.
—Por supuesto que lo sé, es el 5 de junio de 1980, haciéndolo casi nueve meses más joven que yo —ella respondió casualmente. El dedo de Draco dejó de dar vueltas y la miró con la boca entreabierta, como si nunca esperase que supiera su cumpleaños. Ella se ruborizó un poco después de ver su sorpresa.
—Bien hecho, diez puntos para ti —dijo juguetonamente—. No se la de mi prometida ni tampoco Blaise sabe la de la suya y supongo que estos dos no tienen ni siquiera pistas —dijo señalando a Adrian y a Marcus. Adrian asintió con la cabeza.
—Sé el cumpleaños de Bertha, es el 25 de mayo —dijo Marcus con orgullo. Con la ley, podía casarse con su ex-novia y mestiza de Ravenclaw después de romper el contrato con los Greengrass, haciéndole una de las pocas personas que le gustaba la nueva ley.
Pansy y Ron se veían inmensamente ansiosos e inquietos con el tema actual y ambos sabían que no era ideal excusarse e irse. Así que Pansy enterró su cabeza en una revista muggle y fingió leerla, aunque no podía entender la mitad de las cosas en ella. Ron comenzó a concentrarse en un juego en su teléfono, actuando muy ocupado.
—Todos sabemos de tu cumpleaños Potter y con esa sonrisa estoy doscientos por ciento seguro de que conoces el de Daph, así que los dos están fuera —Theo se volvió hacia la chica que estaba leyendo.
—Oye Pans... —ella lo ignoró y Ron trató de no apretar los dientes.
—Pans, ¿nos escuchas? —le preguntó Blaise tocando su mano.
—¿Qué? —ella le frunció el ceño. Los otros excepto Ron los miraron con calma.
—¿Sabes la fecha de nacimiento de Weasley? —preguntó con una sonrisa amenazadora.
—Merlín Blaise, todo el mundo conoce el cumpleaños de los tres.
—No quiero saber de todo el mundo. Pregunté si lo sabías.
Ella puso los ojos en blanco y exhaló profundamente. —No es magia Blaise, consigue un cromo de las ranas de chocolate, y lo sabrás —espetó—. Incluso un niño de tres años de edad sabe que fue el primero de marzo de 1980 —añadió volviéndose peligrosamente roja—... y si quieres saber, el de Longbottom fue el 30 de julio de 1980 haciéndolo sólo un día mayor que Potter —siseó antes de salir corriendo.
—¡Vaya! ¡Esa es la típica crisis de Pansy! ¡Cuidado con eso, Weasley! —se rió Blaise mientras Daphne le lanzaba dagas con los ojos disgustada y Draco sostuvo a Hermione firmemente sin permitir que ella fuera detrás de Pansy.
—Bueno... —Ron se encogió de hombros —La pusiste nerviosa, es culpa tuya —respondió, leyendo algo en un galeón—. De todos modos, me voy de aquí. Espero volver dentro de dos horas... —dijo levantándose de su cómoda silla.
—¿Estás huyendo de su rabieta o planeas ir detrás de ella? Si vas a hacer la segunda, espera al menos otros diez minutos... —aconsejó Theo.
—No voy detrás de nadie —Ron espetó—. A diferencia de todos ustedes, soy de una gran familia y nos ayudamos mutuamente cuando es necesario —se burló.
—¿Quién es esta vez? —preguntó Hermione casualmente—. ¿Es Fleur o Audrey? —aunque Charlie y su esposa seguían cerca, ella sabía que definitivamente no era Adrianna.
—Ninguna de las dos, es la nueva adición.
—¿Millicent? ¿Qué quiere ella?
—No, fue George, quiere que la lleve a almorzar de nuevo, parece que se está matando sin descanso ni comida.
—¿Por qué no la traes aquí? Tenemos un montón de comida —sugirió Hermione.
—¡Sí, por favor Ron! —le rogó Daphne—. No nos hemos visto después de su boda.
—Haré lo posible... —dijo caminando a una red flu.
—Si ella pudiera hacerlo, sólo faltaría Tracy —añadió Daphne.
—Siendo sábado, sé que los Longbottom están en casa, puedo comprobar si les gustaría unirse a nosotros —contestó Harry, sacando su galeón.
—¡Oye! ¡Dijiste que no podemos usar magia aquí! —gritó Blaise mirando a Hermione.
—Dije que no puedes usar magia para hacer el trabajo, pero nunca dije que no puedes usar magia para la comunicación y la defensa —respondió inocentemente.
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Después de unos minutos, Hermione y Daphne salieron a buscar a su afligida amiga y la encontraron en la sala de estar. Estaba sentada en un rincón alejado, con la cabeza apoyada sobre las rodillas mientras tenía ambos brazos apretando con fuerza alrededor de sus piernas. Con un solo vistazo, comprendieron que había visto la partida de Ron. La convencieron de que no tenía nada que ver con ella, aunque creía firmemente que Theo y Blaise la habían humillado a propósito delante de él. Finalmente, se las arreglaron para llevarla de vuelta con ellos justo antes de que los Longbottom se les unieran. Con la visita de Tracy y la ausencia de Ron, Pansy volvió a su jovialidad, pero evitó a Theo ya Blaise a propósito. Neville era civilizado con los amigos de su esposa, pero estaba más que feliz de ayudar a Hermione y Harry a organizar la mesa en lugar de sentarse con los otros. De repente las puertas dobles se abrieron pero nadie entró.
—¿Dónde estamos Ron? Se supone que me llevara al Caldero Chorreante —preguntó Millicent frustrada.
—No Millie, se supone que debo llevarte a almorzar —respondió Ron con calma, entrando. Millicent le siguió con vejación. Su preocupación desapareció cuando vio a sus amigos y compañeros de escuela y los saludó con alegría. Los ex Gryffindor encontraron sus diferencias de ellos; sus ex rivales no chillaban alegres ni abrazaban a sus amigos, cuando se encontraban asentían con la cabeza de una manera muy formal.
—Aunque esto es por una hora, es encantador verlos a todos —dijo Millicent, sentándose junto a Pansy.
—En realidad, vas a pasar el resto del día con tus amigos —añadió Ron, y Millicent trató de protestar—. Shhhh, George lo sabe, y Audrey y Charlie van a ayudarlo, así que no te preocupes, relájate y disfruta tu tiempo.
—Pero... pero ¿quién está cuidando a Molly?
—Mi madre y Adrianna...
—Yo cuidaré de ella mañana.
—Dije que no hay necesidad de preocuparse, ella y Victoire están allí para una pijamada, podemos cuidar de ellas mañana y ustedes cuatro parejas no necesitan preocuparse por los niños un domingo.
—Pero ya tengo medio día libre...
—No haces daño con tener un día y medio de descanso, así que deja de molestar —dijo Ron severamente.
Millicent lo miró con gratitud. —Gracias, Ron... —murmuró ella—. Pero pensé que Ginny y tú practicaban juntos los domingos...
Ron suspiró. —No, ya no, ella está casada ahora.
—Ayer, cuando estaba en el callejón Diagon, vi a la chica Weasley con nuestro Goyle, ¿está ella bajo una poción de amor o algo así? —preguntó Blaise con una sonrisa divertida.
—¡Blaise! —Millicent le dirigió una mirada de advertencia, pero él la ignoró.
—No sé lo que ella ve en él, cuando los vi, me vino a la mente esa historia... "El Trol y La Hija del Hechicero". Parece que ella aún no lo ha besado, de lo contrario él se habría transformado en un guapo mago ahora.
—¡BLAISE! —gritó Millicent. Ron trató de controlar su enojo. —Si piensas que la apariencia juega un papel importante en un matrimonio feliz, entonces estás equivocado. Ellos están felizmente casados y completamente enamorados. Están mucho mejor que muchas parejas guapas, que no pueden tolerar o ser felices con la compañía del otro —Hermione percibió la tensión de Draco cuando apretó las manos en un puño. Ron y Pansy parecían que habían sido golpeados por la maldición Cruciatus y Harry tímidamente puso sus brazos alrededor de Daphne. Aparte de Marcus y los Longbottom, Theo, Blaise y Adrian la miraron con ojos llenos de culpa. —...Y no te atrevas a molestar a Gregory si no quieres estar en el extremo receptor del hechizo mocomurciélago de Ginny —añadió Millicent firmemente.
—Parece que también estás felizmente casada —murmuró Blaise.
—Sí, lo estoy. Eso es porque, a diferencia de ti, George no se guía por las apariencias. Es un verdadero caballero y me acepta por lo que soy. Soy muy afortunada por ser emparejada con él. Arthur y Molly han criado a sus hijos mejor que la mayoría de las familias de sangre pura; así que nadie va a terminar en una miseria al casarse con un Weasley —dijo ella con firmeza.
Pansy le dedicó a Millicent una mirada dudosa y Ron pareció que fue atacado por un grupo de dementores. Hermione se aclaró la garganta después de sentir su incomodidad —Bueno, creo que es hora de almorzar, vamos antes de que sea demasiado tarde —se levantó murmurando con inquietud.
Ron estuvo inusualmente silencioso durante el almuerzo aparte de las respuestas ocasionales de una sola palabra si alguien preguntaba cualquier cosa mientras que los otros disfrutaban de la comida felizmente. Hermione trató de captar si Draco estaba realmente disfrutando de su comida, pero su rostro estaba en blanco como de costumbre sin emociones. Cada vez que ella cocinaba, él aceptaba su comida, pero nunca había visto que la estaba consumiendo. Pocas veces pensó en preguntarle si le gustaba, y luego mantuvo la boca cerrada pensando que podría burlarse de ella como era usual. Nunca esperó que viniera a reunirse con ella para comer; ni siquiera en una ocasión especial, ni siquiera con otros, sino que llegó y se unió a ella hoy como cualquier otro marido normal. Se sentía muy feliz con su acción. Sus ojos se encontraron y tampoco se evitaron. La mirada de él era suave, sin sarcasmo, odio o ira y llena de agradecimiento y algo, algo que ella no podía identificar. Los ojos de ella estaban llenos de curiosidad; trataba de leerlo. Se sonrojó y apartó los ojos cuando él alzó las cejas con una extraña sonrisa. Los amigos de él estaban comiendo como si no hubieran visto comida durante siglos. Los miró disgustado, pero a nadie le importó. Las chicas habían sido mucho mejores, nunca olvidarían sus modales en la mesa, incluso si hubiesen estado muriendo de hambre durante varios días. Pansy, que iba a ser una Weasley en menos de una semana parecía absolutamente destrozada, parecía que el pelirrojo imbécil no había dejado de darle un mal rato. Draco hizo una nota mental para hablar seriamente con la leyenda del Quidditch antes de su boda.
Después de su simple pero delicioso almuerzo de tres platos, todos los demás volvieron a su sala de estar y se reunieron alrededor de la televisión en dos grupos mientras Hermione y sus dos amigos se quedaban para limpiar. Los muchachos felices hablaban sobre el Quidditch con sus voces masculinas fuertes y las chicas mantenían la voz baja, murmuraban en secreto indicando que definitivamente estaban hablando del Rey Comadreja, Pansy y sus próximas nupcias.
Draco pendía pacientemente cerca de la puerta de la cocina mientras Hermione lavaba los platos, y sus amigos limpiaban la mesa. Quería hablar desesperadamente con su esposa, pero definitivamente no frente a sus malditos amigos. Después de siglos, Potter lo notó y salió de la cocina con su mejor amigo que no tenía sentido común, dando a Draco la oportunidad de hablar con su esposa en privado.
No tomó mucho tiempo; Hermione sintió su presencia justo después de Harry salió corriendo con Ron dándole alguna excusa poco convincente. Sin siquiera mirar, sólo por su calidez ella sabía que él estaba parado justo detrás de ella.
—¿Malfoy? —ella preguntó sin siquiera quitar sus ojos de su trabajo. Él la abrazó y la dejó caer en su cálido cuerpo.
—Feliz cumpleaños preciosa... —murmuró con una voz ronca, arrastrando sus labios en su cuello.
—Ehhh... Gracias... —dijo Hermione con sorpresa e involuntariamente ella arqueó su espalda y giró su cabeza para encontrarse con sus labios. Él rápidamente aceptó su invitación y dejó caer su boca sobre la suya.
Después de años, cuando finalmente rompieron su beso, ella lo miró con sus grandes ojos marrones llenos de confusión. Sí, estaba confundida y ni siquiera se lo ocultó. ¡Maldita sea! ¿Cómo esperaba que estuviera ella aparte de confundida? ¿Enamorada de él? Él sabía que nunca iba a estar enamorada de él, nunca, pero justo como una polilla a una llama, se dejó atraer por ella. Sabía muy bien, que si no se mantenía a distancia, como una polilla sería destruido y abandonado con el corazón roto. Ella nunca sería suya, cuando surgiera la oportunidad, definitivamente lo dejaría. Con el corazón acongojado, se giró para dejarla.
—Malfoy... —masculló ella. Sin decir una palabra, se volvió para mirarla. —Bueno... —se mordió los labios con inquietud—. Mamá y papá nos invitaron a cenar esta noche, les dije que iría, ¿quisieras...? ¿quisieras acompañarnos? —él miró sus ojos suplicantes, sí, suplicantes. Sus ojos le rogaban que no rechazara la invitación.
—Seguro —murmuró y sus ojos comenzaron a brillar con felicidad. Ella se puso de puntillas y suavemente presionó sus labios en su mejilla haciendo su corazón revolotear de alegría.
—Gracias... —musitó.
—Es un placer —dijo torpemente. De repente se dio cuenta, estaba dispuesto a ir cualquier distancia para hacerla feliz. No, no era porque se estaba enamorando de ella, pero hacerla feliz era simplemente su manera de retribuirle por lo que le habían hecho. Al menos esa fue su justificación...
—Oye Draco, si ustedes dos ya han terminado su pequeña sesión de besuqueo, ¡regresen aquí inmediatamente! Vamos a tener una votación —gritó Blaise desde la sala de estar.
¡Maldición! Draco apretó los dientes. Definitivamente iba a matar a ese bastardo pronto.
—¿Qué quieres? —siseó caminando fuera de la cocina con Hermione.
—¿Estás a favor o en contra de tener licor ahora?
—¡Licor! ¿Ahora? Acaban de tener su almuerzo. Estoy en contra —exclamó Hermione.
—¿Y tú, Draco?
—Una copa no hace daño. Así que cuenta conmigo.
—Está bien, seis en contra y siete apoyan, así que todo el mundo aquí va a tener al menos una copa de licor muggle —se rió Theo; Daphne, Millicent y Hermione gimotearon en protesta. Harry se ofreció para conseguir botellas y vasos, y Draco lo siguió.
—Potter... —Draco abrió la boca después de asegurarse de que nadie estaba escuchando.
—¿Qué quieres Malfoy? —preguntó Harry fríamente, indicando que Blaise no era la única persona que había visto su pequeño beso.
—Quiero saber todo sobre el fútbol soccer.
Harry arqueó las cejas con incredulidad. —¿Fútbol Soccer? Te refieres al deporte muggle —preguntó sorprendido.
—Sí...
Harry suspiró. —Está bien, ¿cuándo quieres empezar?
—Hoy, quiero saber sobre él brevemente hoy, y siempre que estés libre, me gustaría aprenderlo correctamente.
Harry lo miró por unos segundos. No se burló de Draco o preguntó por qué quería aprenderlo, pero le dio una sonrisa comprensiva. —Claro, puedo ayudarte...
—Gracias, Potter... Gracias por ayudarme por segunda vez.
—Está bien, estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por su felicidad y has demostrado que estás haciendo todo lo posible para hacerla feliz. Gracias por eso Malfoy... —le respondió Harry con una genuina sonrisa.
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—Me siento de nuevo en nuestro viejo dormitorio —dijo Ron, sirviendo su tercera copa—. Las únicas diferencias son que las serpientes se han unido a nosotros aquí y Mione está bebiendo sin darnos un sermón sobre la ruptura de las reglas.
—¿QUÉ? ¿Han consumido alcohol en su DORMITORIO? —exclamó Daphne—. Nunca pensé que los Gryffindor tuvieran valor para romper las reglas.
—Entonces no nos conoces Daph, al menos una vez al mes rompimos las reglas sin ser atrapados.
—¡VAYA! Que lástima que no estuviéramos en buenos términos entonces —añadió Marcus—. ¿Cómo es que tuvieron tragos muggles?
—Eso fue porque el padre de Seamus es muggle, él usó la magia para acceder a su colección de licores, y su padre no tenía idea de lo que estaba pasando. Finalmente, después de algunas veces renunció a robar y pensó en hacer su propio licor. En nuestro sexto año, él y Dean construyeron una pequeña destilería en nuestra habitación, pero no salió bien —dijo Ron mordiéndose los labios incómodamente.
—¿Por qué? ¿Qué pasó? —preguntó Adrian.
—Un día estalló en medio de la noche —respondió Harry después de intercambiar una mirada significativa con su mejor amigo.
—¡Merlín, nunca olvidaré eso! —Neville se unió a ellos—. Todavía no sé qué me dio el susto de mi vida ese día, si la explosión o el grito de Hermione...
—Espera, ¿el grito de Hermione? Dijiste que sucedió en "tu dormitorio" —preguntó Tracy con curiosidad. Los tres varones ex Griffindor se miraron, sin habla.
Hermione sintió a Draco tenso con la pregunta de Tracy. —Yo dormía en su dormitorio esa noche —ella respondió con calma.
—¡O-K-E-Y! —Daphne la miró con una extraña sonrisa.
—Oye, no le des esa mirada extraña —dijo Neville rápidamente—. Nosotros, los Gryffindor, nunca tomamos ventajas de las mujeres. Ella estaba allí porque no podía dormir bien después de la batalla del departamento de misterios donde fue golpeada por la maldición de Dolohov —Draco y Theo estaban visiblemente incómodos dado que sus padres habían participado en esa batalla. Draco apretó los puños y Theo trató de prestar su atención a otra pieza de equipo muggle cuando Neville continuó sin detenerse. —... Así que no lo veas como una chica que viene a una habitación de chicos por la noche, míralo como que ella vino a sus amigos cuando necesitaba ayuda con sus pesadillas.
—Lo siento... —murmuró Daphne.
—Está bien, Daphne —respondió Hermione con una sonrisa gentil.
—Y no olvides el hecho de que ella pasó la mayor parte de su séptimo año en una carpa con dos hombres adultos, pero Malfoy no tuvo que realizar lazos de sangre el día de su boda... —Hermione se puso muy roja con el comentario de Neville, y Harry y Ron se evitaban unos a otros muy incómodos.
—Eso es muy impresionante —dijo Blaise—. No sé si es verdadera Gryffindorez o pura estupidez, después de todo Hermione aquí es muy atractiva...
—¡Oye! Es mi esposa a quien estás insultando. ¡Discúlpate ahora! Si no, no voy a usar magia para romperte el cuello... —gritó Draco con rabia.
—Por favor cálmate... —Hermione colocó su mano en la de Draco—. Está borracho, así que olvídalo... —murmuró con una voz suave y tranquila. Draco no golpeó a Blaise simplemente porque no quería quitar su mano de la de Hermione, pero no dejó de dedicar miradas asesinas al idiota.
—¿Cambiamos el tema, por favor? —lo interrumpió Ron—. No me siento cómodo hablando de batallas, la guerra o el tiempo que pasamos en esa tienda —dijo con una inusualmente trémula voz. Harry mantuvo sus ojos culpables apartados de sus mejores amigos y Hermione colocó su temblorosa mano sobre la rodilla de su marido. Draco inmediatamente tomó su mano con seguridad, haciéndole sonreír penosamente.
—¿Qué pasó después de la explosión? —preguntó Millicent, esforzándose por leer sus expresiones.
—Le lancé el hechizo silenciador a ella —respondió Harry—. Esa fue la única vez que le apunté con mi varita.
—Me metí en la cama de él con su capa de invisibilidad y la cubrí unos milisegundos antes de que apareciera la profesora McGonagall —añadió Ron.
—¿Entonces?
—Por supuesto estaba furiosa y perdimos puntos de casa. Ganamos la copa de las casas ese año por poco, por suerte ella no vio a Mione de otra manera podríamos haber perdido más puntos y la copa de las casas.
—Y Ron, te olvidaste de decirles que cada uno de nosotros tuvimos tres meses de detención con Filch —añadió Neville—. Ella dirigió una horrible e invaluable mirada cuando encontró a Ron en la cama de Harry en una posición muy embarazosa —dijo Neville haciendo a todos soltar una risa histérica.
—¿Qué más podría hacer? Harry la puso bajo el hechizo silenciador no el de petrificación —dijo Ron con irritación—. Ella se movía bajo la capa y tenía que hacer algo para mantenerla cubierta, sin hacer que la profesora sospechara.
—Y la profesora sospechó que algo más estaba pasando... —dijo Blaise maliciosamente.
—Mira, fue culpa de Harry...
—¡Mi culpa! Nada me vino a la mente más que el hechizo silenciador cuando ella gritó en mi tímpano —respondió Harry con amargura.
—Pasó que ella gritó un par de veces cerca de mi tímpano, pero nunca la he puesto bajo un hechizo silenciador... —se burló Ron.
—¿En serio, Ron? Hubo una explosión, y yo estaba confundido —Harry frunció el ceño.
—De todos modos, ¿por qué terminó ella en tu cama Harry? Eso fue bastante inusual —preguntó Neville.
—Debido a que mi cama estaba llena de la porquería de Seamus —siseó Ron.
—Chicos, chicos, ya pasó y no hay necesidad de discutir —finalmente Hermione interfirió, y sus dos mejores amigos se lanzaban dagas con los ojos entre ellos, pero no continuaron su amarga discusión.
—¿Por qué no compartías normalmente la cama con Potter? —preguntó Pansy tímidamente y Ron no dejó de fruncir el ceño ante la respuesta de Hermione.
—Eso fue porque su mente estaba conectada con Voldemort... —todos los ex-Slytherin se estremecieron con el nombre— ...y él estaba controlando a Harry sin su conocimiento, Harry podría haber matado a alguien o haber herido a alguien bajo la influencia de ese psicópata, no me apetecía ser estrangulada por mi mejor amigo.
—¡Basta, basta! No más Voldemort o la guerra, vamos a tener un brindis por nuestra cumpleañera... —dijo Harry disimulando su angustia al concentrarse en verter la champaña muggle.
—Hermione Jean Granger...
—Es Malfoy; ella es una Malfoy ahora... —dijo Draco amargamente.
—Está bien, está bien. Hermione Jean Granger Malfoy, la chica que no sabía que ella era una bruja antes de que ella recibiera su carta de Hogwarts, pero se convirtió en la bruja más brillante en nuestra generación. Quien me ayudó a derrotar a Quirrell en nuestro primer año, quien preparó una poción multijugos en su segundo año...
—¡¿QUÉ?! Era una poción compleja, ¿cómo se las arregló para hacerla en nuestro segundo año? —los ex Slytherin gritaron al mismo tiempo.
—Se los haré saber más tarde, ahora déjenme terminar esto primero —continuó Harry—. Quien rescató a Buckbeak y a Sirius de su mala fortuna. Quien derrotó a los más poderosos y peligrosos mortífagos en el departamento de misterios cuando ella tenía apenas dieciséis años de edad. Quien me defendió innumerables veces, que sufrió mucho por la guerra pero nunca perdió su coraje y determinación. Quien es una excelente duelista y sin su ayuda, apoyo y orientación continua, no hubiera podido destruir a Voldemort. Así que vamos a levantar nuestras copas por la bruja más poderosa, más valiente, talentosa, valiente e inteligente de nuestra época. Por Hermione Jean Granger Malfoy... —dijo Harry levantando su copa de champaña, y los otros lo siguieron mientras Hermione los miraba con ojos llenos de lágrimas.
—Gracias, Harry... —murmuró—. Yo soy la afortunada de tenerte como mi mejor amigo y a ti también Ron... Gracias por estar ahí para mí... —murmuró con las lágrimas cayendo por su rostro.
Después de un par de minutos de silencio, Theo abrió la boca. —¿Por qué preparaste la poción multijugos en nuestro segundo año?
—En resumen, queríamos asegurarnos de que Malfoy fuera el heredero de Slytherin.
—¿Qué? —Draco miró a su esposa conmocionado.
—¿Y? —preguntó Theo con impaciencia.
—Lo preparamos en el baño de Myrtle La Llorona, y Harry y Ron se convirtieron en Goyle y Crabbe, pero aparentemente Malfoy no sabía nada de la cámara secreta.
—¿Hablas en serio? —siseó Draco, pero de repente parecía convencido—. Espera un minuto, ¡eras el Goyle con gafas de lectura! —exclamó mirando a Harry, quien le sonrió con timidez—. Pensé que era raro, pero Merlín, nunca pensé que me habían engañado unos Gryffindors curiosos, incluso te llevé a la sala común de Slytherin.
—¿Los llevaste a nuestra sala común? —Adrian frunció el ceño.
—Sí, porque no sabía que era el maldito Potter y su mejor amigo —respondió molesto.
—¿Por qué no los acompañaste? —preguntó Tracy a Hermione.
—Lo intenté, pero no funcionó —ella puso los ojos en blanco cuando Neville y sus dos mejores amigos rieron ante su comentario.
—¿Qué pasó?
—Traté de ser tú Millicent pero... pero no sabía que tenías un gato... —murmuró, se puso roja.
—Por supuesto, yo tuve a Coracina conmigo ese tiempo, pero qué tenía que ver con tu formación —preguntó Millicent confundida.
—Usa tu cerebro Millie... —dijo Ron tratando de no reír—. Ella había recogido el pelo de tu gato en vez del tuyo el día en que peleaban en el club de duelo —hubo rugidos de risa con la información de Ron. Draco trató de controlar la suya cuando vio que su esposa estaba furiosa.
—Merlín, Hermione, ¿te transformaste en mi Coracina? —preguntó Millicent horrorizada.
—Me transformé parcialmente en un gato y tuve que tomar el tratamiento hasta después de las vacaciones de invierno —dijo Hermione amargamente.
—Mi, mi Hermione, ¿tenías una cola? —sonrió Blaise.
—¡Eso es suficiente! Fue un accidente —Draco vino a rescatarla—. Intenta no molestar a mi esposa por una cosa que sucedió hace casi diez años y recuerda que, a diferencia de ti, fue brillante al preparar una poción tan compleja a los trece años —siseó a Blaise.
Daphne efectivamente cambió su conversación al Quidditch. Las chicas no estaban interesadas en el deporte en absoluto, sin embargo para llamar la atención de los chicos y hacer que se olviden de la transformación fallida de Hermione, ella usó la mejor opción. En poco tiempo, los chicos estaban de lleno en la discusión de Quidditch. Draco miró a Hermione cuando los otros estaban ocupados con los Chudley Cannons, Falmouth Falcons, Holyhead Harpies, Montrose Magpies y Puddlemere United. Ella no mostró ningún interés en absoluto y se quedó viendo con pereza a sus amigos mientras golpeaba el borde de su vaso con el dedo.
—¿Hay más secretos? —le preguntó frunciendo las cejas con una sonrisa perversa—. ¿Vas a decirme todo o quieres que averigüe tranquilamente?
Ella rió como una adolescente. —Bueno, ¿por qué no lo averiguas tú mismo? —dijo con ojos brillantes mientras acariciaba la línea de su mandíbula.
«¡Merlín! Ella está coqueteando conmigo...» pensó sorprendido. Entonces pensó que podría tener algo que ver con el alcohol que consumía, ya que la sobria Hermione nunca haría algo así en millones de años.
Suspiró con el corazón acongojado, aunque logró murmurar. —Bueno preciosa, creo que voy a aceptar tu desafío... —mientras pasaba el pulgar sobre sus deliciosos labios.
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—¿Por qué tú no puedes hacer eso? —preguntó Ron con frustración.
Draco suspiró. —Ya hemos pasado por allí Weasley... Ella es tu responsabilidad. Es tu responsabilidad asegurarte de que llegue a casa segura.
—¡Maldita sea! ¡No es mi esposa!
—Ella va a ser tu esposa en un par de días, por lo que su seguridad, salud y bienestar son tu responsabilidad —dijo con firmeza.
—Ella es tu amiga...
—Sí, pero tengo una esposa y ella es mi prioridad...
—Hermione entenderá.
—Por supuesto, ella lo hará, pero tenemos un arreglo para cenar con sus padres, y tengo que conseguir su regalo de cumpleaños antes de eso.
—No le pedí a la estúpida mujer que se emborrachara. Debería haber sabido sus límites.
—Probablemente consumió alcohol para olvidar sus problemas. No es de extrañar, ella debe estar preocupada por convertirse en la madre del próximo ejército de pelirrojos —se burló Draco.
—Muy gracioso Malfoy, ¿crees que estoy deseando ansiosamente casarme con la perra número uno de mis días de escuela?
—Arrrrgh... No sé cómo demonios Potter se maneja con dos personas tan cabeza dura como tú y mi esposa —Draco se frotó la frente con frustración—. ¡Deja de vivir en el pasado y sigue adelante Weasley! Sabes, Pans y tú se aferran al pasado y a predecir su futuro basado en eso. ¿Alguna vez han tratado de conocerse?
—No, no hay nada que conocer —respondió Ron obstinadamente—. No necesito tu consejo Malfoy, no hables como si estuvieras felizmente casado —añadió amargamente.
—¡No te atrevas a criticar mi matrimonio! —siseó Draco—. Estoy casado con una mujer que no está enamorada de mí ¿Crees que no sé dónde está su corazón...?
Se detuvo sin querer continuar, y Ron se encogió y se puso muy pálido. —¡Olvídate de eso, Weasley! Mejor que tú, al menos estoy haciendo todo lo posible por hacer que mi matrimonio funcione.
Ron evitó los ojos de Draco durante unos segundos. —Muy bien, lo haré —musitó, incómodo.
Ellos discutieron varios temas hasta las cinco de la tarde cuando Millicent anunció que iba a volver a la tienda. Ella fue seguida rápidamente por los varones de Slytherin que apenas podrían caminar derecho debido a la influencia del alcohol. Harry se ofreció a dejar a Daphne en su casa, y ella le pidió que se uniera a su familia para la cena, quien aceptó felizmente. Después de que Harry se había ido, Ron quería irse, pero Draco le pidió que se quedara. Los Longbottom se fueron alrededor de las cinco y media después de tener una conversación intensa con Hermione acerca de una hierba recién descubierta. Entonces Draco le pidió a su esposa que se retirara a su habitación y descansara antes de la cena, ella aceptó feliz y se apareció dejando atrás a Draco, Ron y a una muy borracha Pansy.
—Parkinson, tenemos que irnos ahora. ¿Puedes... puedes levantarte? —preguntó Ron después de acercarse a la embriagada chica. Era la primera vez que hablaba con ella después de su compromiso, y eso fue más de cinco años después de la última vez que se gritaron el uno al otro cuando estaban en el colegio. Ella estaba ansiosa por el día en que él la buscara y hablara con ella. Finalmente, lo había hecho, pero no estaba en condiciones de reconocerlo. Ella balbuceó algo inconscientemente y se apartó de él.
—¡Maldita sea, Malfoy! ¡Ni siquiera puede ponerse de pie!
—¿Por qué no la llevas? Ella no llega a un metro sesenta y cinco, pesa menos de cincuenta kilos —dijo Draco, casualmente.
Murmurando una maldición en voz baja, la tomó en sus brazos con desprecio.
—Ella no es un pedazo de carne podrida, así que llévala bien sin dejarla caer. Sabes, no haría daño mantenerla cerca de tu cuerpo —añadió Draco con una sonrisa divertida.
Ron le dirigió una mirada asesina antes de caminar hacia la chimenea. Draco los siguió y los ayudó con los polvos flu, y en segundos fueron trasladados a la mansión Parkinson. Pansy se retorció y trató de moverse.
—Deja de retorcerte Parkinson... —siseó Ron, saliendo de la chimenea.
—...Dr-co... —murmuró.
Seguramente se encontraban en una de las salas de estar de Parkinson y no tenía ni idea de dónde estaba su recámara, ni siquiera recordaba el maldito nombre de su elfo personal.
—¿Cómo se llama tu elfo, Parkinson?
—Drac-co, quie... quiero morir... —murmuró, y se puso rígido con sus palabras.
—Por el amor de Merlín, Parkinson, ¿cuál es el nombre de tu maldito elfo? —espetó.
—P-popy —murmuró, y apareció una elfina.
—Joven ama Parkinson y señor... —la elfina chilló.
—Poppy, ¿puedes aparecernos en la recámara de la joven ama?... Ella está por encima del límite de su tolerancia al alcohol.
—Poppy puede señor... —dijo la elfina, acercándose y aferrándose al brazo de Pansy.
—...n-nald m-me odia Dr-co —tartamudeó ella.
Antes de que Ron pudiera decir algo, la elfina los apareció en su habitación y él la colocó en la cama con cuidado.
—Él-Él me odia, yo-yo no puedo casarme con él...
—Nadie te odia, Parkinson, duerme —intentó marcharse, pero ella agarró su mano.
—Drac-co, p-por favor no m-me dejes.
—¡No soy Malfoy! Suelta mi mano, Parkinson.
—... M-mi vida v-va a s-ser un infierno vi-viviente... no quiero s-sufrir... P-Por favor matam-me... Dr- Co... Yo quiero m-morir —ella lloró sin soltar su mano.
Se sentía miserable y suspiró pesadamente, luego se sentó a su lado apoyando su cabeza en su mano libre e impacientemente esperó hasta que se quedó dormida. Ella balbuceó y se retorció un poco más de lo que esperaba, pero luego se durmió, y lentamente soltó su mano antes de levantarse de su cama.
—¡Poppy! —convocó a su elfina, pensando que tal vez no le respondiera, pero apareció con un crujido.
—¿Joven señor?
—Tu señora está durmiendo, cuando ella despierte dale una poción restauradora —dijo a la elfina antes de salir de la habitación.
—Poppy puede hacerlo señor —respondió la elfina.
Ron cerró lentamente la puerta. Podría haber aparecido desde la habitación ya que Héctor Parkinson ya había cambiado las salvaguardas dándole ese privilegio pero con el alto nivel de alcohol en su cuerpo, no tomó esa opción y pensó en usar la red flu. Sin tener idea donde está la chimenea más cercana, se dio la vuelta para caminar por el pasillo y se encontró cara a cara con Priscilla Rose Parkinson, que estaba de pie justo afuera de la recámara de su hija.
Priscilla era un símbolo de la perfección, aunque ella tenía casi cuarenta, ella parecía más una hermana de Pansy Parkinson. Pero su rostro mostraba menos expresiones y emociones, y se quedó allí como una estatua con los ojos fijos en él.
—Madame Parkinson —Ron inclinó la cabeza educadamente.
—Es Priscilla para ti Ronald, recuerda que somos familia —respondió rápidamente, pero la expresión de su rostro contrastaba con las palabras que salían de su boca.
—Ehhh... en una fiesta, t-tu hija consumió alcohol por encima del límite que podía tolerar así que la ayudé a regresar con seguridad...
—Los elfos me lo han informado —dijo sin emociones, pero también sin quitarle los ojos de encima.
Se quedaron mirándose el uno al otro en un silencio incómodo hasta que Ron abrió la boca de nuevo.
—¿Podría dirigirme a la red flu más cercana?
—Ciertamente Ronald, hay una por el pasillo, pero ¿sería posible que te quedaras un poco más? Tengo un asunto importante que discutir —preguntó cortésmente aunque no había calor en su voz sino miedo.
A partir de ese momento, Ron se dio cuenta de que estaba allí para reunirse con él, no para visitar a su intoxicada hija. Sabía que su encuentro no sería agradable y cómodo, pero él le respondió ocultando su malestar.
—Sí, Priscilla, puedo disponer de un tiempo... ¿Héctor se unirá a nosotros?
Con su pregunta, se estremeció de miedo. —No, no lo hará, ¿sería un problema?
—No, en absoluto... —respondió preguntándose qué quería.
—Muchas gracias, Ronald. Por aquí por favor —dijo dirigiéndose al pasillo—. ...Y Ronald, ¿podrías mantener esto sólo entre tú y yo? —añadió con esperanza.
—Claro... —murmuró siguiéndola. Estaba seguro de una cosa; fuera lo que fuese a decirle o discutir con él, no se encontraba listo para escucharlo.
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N/A: Muchas gracias por leer. Por favor escriban review... Gracias de nuevo...
N/T: Hola chicas (y chicos si los hay).
Primero: FELIZ DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS, FELIZ NAVIDAD, FELIZ AÑO 2017, FELIZ DIA DE REYES... ¿A ver cuál me faltó? Ah sí, Feliz cumpleaños a los que cumplieron desde la última actualización (incluyéndome, cumplí el 18 de diciembre)... Felices fiestas (atrasadas pero válidas hasta hoy).
Segundo: Perdón, Perdón, Perdón por tardar nuevamente en actualizar. Usualmente no me gusta indicar las cosas personales por las cuales me atrasé en esta actualización, pero esta vez fue por una razón de fuerza mayor. Cuando hice la última actualización tuve ocupaciones personales, para quienes no lo saben estoy casada, tengo un niño de 6 añitos, y por si quieren saber tengo 35 años (aunque actualmente me siento de 15 o un poco menos porque cada vez que veo algo de Harry Potter y el mundo mágico quiero estar ahí, y tengo un fuerte crush por Tom Felton, y sí, mi esposo lo sabe). Por cierto adoré a más no poder Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos.
Cuando estaba empezando a traducir este capítulo mi abuela de 100 años (sí, en serio 100 años, nació el 25 de junio de 1916) enfermó y tuve que ayudar a cuidarla junto con mis padres; sin embargo lamentablemente falleció el 27 de noviembre. Por lo que como comprenderán estuve dedicada a ella, a su funeral, a mi mamá, y al luto, por lo que perdí un poco la inspiración para seguir la traducción (aunque no lo crean una necesita la inspiración y las ganas para hacerlo), porque ella fue una de las pocas personas que me vio desde que nací y que llegó a conocer a mi esposo y a mi hijo. Y bueno vinieron las vacaciones de navidad, en otras palabras, debía atender a mi hijo y a mi esposo, y todo lo que tuviera que ver con mi familia. Así que perdón por no actualizar antes.
Tercero: Este capítulo no está beteado, sinceramente no quise esperar a que lo revisaran porque ya ha pasado mucho tiempo y no quería que siguieran esperando por el nuevo capítulo. Y sinceramente es el capítulo más largo que me ha tocado traducir, por lo que les pido disculpas de antemano si ven irregularidades en la redacción o en la traducción en sí.
Cuarto y último: Muchas gracias por estar pendientes de la traducción. Sí he leído cada uno de los reviews y les agradezco por seguir escribiendo porque eso es lo que realmente me impulsa para seguir con la traducción. Y Amber está feliz porque es aceptada completamente su historia. 225 reviews, me hace feliz porque el esfuerzo vale la pena a cada instante. Por favor no dejen de escribir.
Muchas gracias por leer y por comprender. Y escriban que les pareció como se celebró el cumpleaños de Hermione. Nos estamos leyendo en el próximo capítulo.
XOXO
Doris
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