Fireworks
Era la víspera de Año nuevo, el peor día del año si le preguntaban a él. Ya se había preparado para la noche, compró su dotación de ramen, pagó su servicio de películas por internet y lo más importante de todo, consiguió sus tapones para oídos.
Al rubio de ojos azules nunca le fue fácil pasar estas fechas para él, a su ya sensible oído por sus genes de zorro se le sumaba el trauma de haber perdido a sus padres en la misma fecha, mientras iban conduciendo a la casa de su abuela un auto conducido por unos Betas alcoholizados los embistió y el pobre rubio omega de cinco años quedo solo en la noche mientras la policía y ambulancia llegaba, lo único que podía oír eran los incesantes estruendo de los fuegos artificiales en el cielo...
Incluso ahora, con sus veintiún años, cada vez que escuchaba esos malditos ruidos en el cielo nocturno se estremecía y no podía dejar de temblar y llorar.
-Naruto!- Escuchó un grito agudo en medio de la calle, mientras transportaba sus bolsas.
Al girarse se encontró con una cabellera rosa y brillantes ojos esmeraldas cruzando la calle mientras agitaba sus brazos a modo de saludo.
-Sakura!¿qué haces por aquí?- pregunto extrañado al ver a su amiga de la universidad- Tu vives en la otra dirección.
A la pelirosa se le formó una vena en la frente-Idiota! ¡Es obvio que iba camino a visitarte!-respondió frunciendo el ceño.
-Jejeje Sakura tienes tu fiesta de fin de año que organizar ¿no?-Rió el Omega mientras se rascaba la nuca, todos los años el Alfa de los Haruno, es decir Sakura, hacia una fiesta donde invitaba a toda la universidad a su mansión.
-Por qué crees que vine a visitarte en mi día más ocupado, si no fuera por eso?- respondió mientras se inclinaba hacia el rubio con sus brazos tras su espalda- Es para invitarte bobo! Sí que si te mando un mensaje fingirás no leerlo, así que vine personalmente para que no puedas rechazarme.
Naruto se puso nervioso ante la respuesta, pensó que posible excusa pondría encontrar para faltar, desde una falla estomacal hasta un trabajo nocturno, pero sabía que no convencería a su amiga.
-De acuerdo iré, pero tengo que volver temprano porque todavía no termine mi tesis- Esa era una media verdad, si bien su tesis sobre la todavía existente desigualdad social en la jerarquía de Alfas, Betas y Omegas estaba por terminar, su verdadero objetivo era escaparse de la fiesta antes de que su trauma se haga presente.
-Bien solo con el hecho de que vengas soy feliz- dijo sonriendo- Nos vemos a la noche!- le dio un beso en la mejilla que lo hizo sonrojar y se fue corriendo por donde llegó.
Al ojiazul se le escapo una risita mientras la veía partir.
Residencia Haruno 22:30 pm
Naruto llegó temprano, tenía pensado llegar, bailar, comer y después retirase silenciosa y sigilosamente. Tocó el timbre y luego de unos segundos, una rubia delgada de hermosos ojos azules le abrió la puerta.
-Naruto llegaste temprano!- sonrió a la vez que le daba un beso en la mejilla.
-Ino, ¿por qué no me sorprende que estés tan familiar con la casa?- dijo el rubio con una sonrisa picara, haciendo sonrojar a la rubia omega. Ella era la pareja de Sakura desde que tenía memoria, según escucho se conocieron en jardín de infantes y quedaron prendadas para toda la vida. La sociedad había cambiado atreves de las generaciones y ahora no parece importar que la heredera de los Haruno este en pareja con la chica que tiene una florería familiar, los Yamanaka.
-jejeje tal vez esta sea tu noche, y te vayas acompañado- le respondió ella, causando que él levente su ceja.
-Es muy improbable que justo esta noche conozca a mi pareja destinada
-Yo nunca mencione a tu destinado, eres un omega hermoso, puedes divertirte con quien quieras
Naruto solo negó con la cabeza y una sonrisa y entro a la casa.
A pesar del horario ya había bastantes personas, la mayoría Betas que pudo identificar por el olor. Ino caminaba a su lado observando si al rubio le interesaba alguien. Se decepciono al verlo caminar sin prestar mayor atención a nadie, a pesar de que el dejó a bastantes embobados con miradas lujuriosas.
Más para hacer conversación que por real interés la rubia comentó- Hay invitados de la universidad de ustedes y la mia, muchos son unos bastardos ricos con el autoestima muy alto, así que cuidado con quien te enrollas.
El omega puso los ojos en blancos- Espero no te importe pero iré a buscar una cerveza.
-No, claro que no, siéntete como en tu casa, yo iré con Sakura que debe estar ansiosa para avisar que llegaste- Se despidió y fue a otra habitación.
El rubio fue a la cocina para buscar su refrigerio. Al cruzar el umbral un aroma lo golpeo como si fuera un tren a toda velocidad, se mareo un segundo mientras se apoyaba en la pared. La puerta del refrigerador estaba abierta, impidiendo ver quien estaba del otro lado.
Cuando esta se cerró, apareció ante él el espécimen de alfa más sexy que vio en toda su maldita vida. Un azabache con piel blanca como la leche, una camisa blanca que se ajustaba a sus músculos y tenia los dos botones desabrochados dejando ver su masculina clavícula, y sus fuertes pectorales. El pantalón negro se le ajustaba a sus torneadas y poderosas piernas. El indudable alfa se volteo hacia él y sus ojos obsidianas lo atraparon y lo dejaron sin aliento. Vio como el alfa también se tensaba al verlo y en sus ojos vio un brillo de deseo que se le contagio.
El muchacho había sentido un aroma dulce y delicioso entrar en la cocina que provocó que cerrara los ojos y aspirara profundo, voltio su mirada a la entrada y vio un ángel rubio de ojos azules y una piel besada por el sol ahí parado con una remera blanca y unos jeans que resaltaban su celestial figura. Su miembro se endureció con solo verlo y su cerebro supo identificar en ese momento a su indudable destinado.
¿Quién hubiera adivinado que lo encontraría en una fiesta donde no quiso ir y solo fue por su amiga Ino? Ella quería que conozca a su pareja de una maldita vez y lo obligó a ir. En estos momentos no podría estar más feliz de estar ahí.
Su pantera interna gruño de satisfacción cuando reconoció el deseo mutuo en los ojos del rubio.
Con una sonrisa de lado se acerco y le extendió una cerveza- Encantado, mi nombre es Sasuke Uchiha, soy amigo de Ino.
El omega no sabía que hacer, el monumento a la perfección le sonríe y habla con una voz ronca que lo hace sonrojarse. Sus piernas se estremecen y empieza a sentir cierta incomodidad en sus partes bajas.
-Na-Naruto Nami-Namikaze.. so- soy amigo de Sakura- tartamudea a la vez que extiende su mano para agarrar la cerveza. Sus dedos se tocan y jura que sintió su entrada mojarse. Esto se estaba volviendo peligroso.
El azabache sintió el aroma intensificarse y el deseo manifestarse en este. A su delicada nariz llegó el olor de la entrada ajena auto-lubricándose y se relamió los labios.
-Naruto- Su voz ronca y grave resonó en los oídos del omega, se acerco a él y lo tomó por la cintura, juntando lo más posible su cuerpos- Los dos ya nos hemos dado cuenta de lo que somos ¿Por qué vamos a distraernos en una charla sin sentido si sabemos cómo vamos a terminar?- Le hablo directo al oído y luego le sopló en él, arrancándole un gemido que alimento a su bestia interna.
-Ah!...yo nu-nunca hice esto- respondió el rubio sintiendo sus piernas debilitarse y se apoyo contra el cuerpo de granito.
Tal confesión hizo ronronear y sonreír sinceramente al alfa, él pegó sus pelvis a la vez que contestaba- No podrías haberme dicho algo mejor- su lengua repto por su cuello hasta su lóbulo, el cual mordió ligeramente, a la vez que se frotaba contra su omega- No creo aguantar hasta ir a otro lado, vamos a una habitación ahora.
El azabache lo levanto al estilo princesa, ocasionando que Naruto se ponga como un delicioso tomate y, la velocidad y agilidad que caracterizaban a su especie, subió al segundo piso, donde de una patada abrió una habitación y de otra la cerró detrás de ellos.
Naruto todavía seguía agarrado a su cuello y el estar tan cerca del alfa lo lleno de su esencia espesa que lo embobo. Sintió como era dejado en una cama enorme y luego vio a Sasuke treparse encima de él, parecía un depredador hambriento de días, el cual finalmente atrapo a una linda presa.
No hubo más palabras de por medio. Su boca fue atrapada en un demandante beso que ambos sintieron que se hizo esperar siglos. El de ojos negros se dejo caer encima del rubio frotando sus cuerpos en un baile rítmico.
Las manos del alfa subieron por su torso, levantando su remera en el proceso, le tocó los pezones mientras el beso seguía intensificándose, escurriendo saliva por la comisura de ambos. El azabache le pellizco las aureolas desatando un recital de gemidos en sus bocas.
Un estruendo de los fuegos artificiales que comenzaron se escucho afuera y el rubio se tensé. El alfa lo notó y no le gustó para nada, cuando él lo tocaba su rubio no podía pensar en nada más. Le sacó completamente la remera y separo sus bocas.
El rubio pensó que lo había alejado por su repentino susto por el estruendo. Pero antes de poder incorporarse para aclarar, el alfa ataco con su boca su pezón derecho a la vez que jugaba con el izquierdo, todo si dejar de frotarse contra él.
El áureo lanzo un grito de gozo y la pantera supo que logro su cometido de monopolizarlo. Cambio su boca de pezón a la vez que bajaba sus manos al estorboso jean. Palpó el bulto, logrando mas gemidos y se dio a la tarea de desabrocharlo.
Su lengua bajo por el torso a la vez que sus manos bajaban la prenda por sus largas piernas. La lengua jugó con el orifico de su ombligo mientras que sus manos bajaban sus bóxers. Con el miembro al aire su aroma llego directamente a la nariz de Sasuke, deleitándose con la miel que ya escurría por el falo.
Se relamió los labios y bajo a la pelvis. Olfateo sonoramente el pene para llenarse con el olor natural de la excitación de su niño. Dio una pequeña lamida sintiendo todo temblar bajo suyo. Miro hacia arriba y vio los ojos azules mirarlo con lágrimas de placer en sus mejillas. Un rugido brotó desde lo más profundo de su garganta y atacó la virilidad del rubio. Lo llevo hasta el fondo de su garganta una y otra vez haciendo gritar al rubio.
Naruto miraba la escena concedida para la mejor película porno retratarse en su bajo vientre. Sasuke se tragaba toda su longitud con voracidad, como si quisiera devorársela y temió que realmente lo haga. Pero sabía que como su destinado jamás lo lastimaría. Sus manos, que estaban desde hace tiempo aferradas con fuerza contra el colchón, fueron a parar al sedoso cabello del pelinegro, siguiendo el ritmo salvaje de la mamada.
Con un grito de placer el rubio se derramó en el alfa, este tragó cada gota con una cara de placer, como si fuera un adicto que consiguió finalmente su dosis. Se separo del rubio y se desvistió completamente. Dejando su cuerpo de adonis a la vista del zorrito que con su cara pos orgásmica, lanzo un gemido de suplica y estiro los brazos hacia él.
Sasuke se acerco a la boca del rubio y lo volvió a besar, a la vez que subía sus piernas a los hombros. Sus dedos tocaron la entrada del áureo, notando lo mojada que ya estaba. Por un momento pensó en usar la lubricación natural del omega y hacerlo suyo de una vez. Pero no podía perder la oportunidad de explorar esa cueva con sus dedos. Con su otra mano se encargó de bombardear la hombría del rubio.
Metió con fuerza dos de sus dedos en el interior, haciendo que Naruto ponga los ojos en blanco y tire su cabeza hacia atrás, momento que usó para atacar el cuello a la vista. A los dos dedos se le sumo uno más que fueron usados como una perforadora en su interior.
Ya teniíndolo completamente dilatado, Sasuke acercó su pene y rozó la punta con la entrada. El omega vio ese enorme pene listo para entrar y casi se muere del susto, pero ¡Demonios que lo deseaba!
-Naruto, mírame- hablo de pronto el azabache, él lo miro- Desde ahora estaremos juntos para siempre, ¿Lo entiendes no?, puedes y me encargare de que salgas embarazado de esta noche- el rubio asintió sonrojado.
De un golpe entró en él. Su pene tocó el fondo del omega haciendo que grite como nunca en esa noche lo hizo- Mierda!... tan apretado... tan caliente...tan bueno-Dijo el de ojos negros mientras en sus mejillas se apresaba un sonrojo por la excitación y su mirada hambrienta pidiendo ser saciada por más de Naruto.
Las embestidas empezaron duras y profundas, no había de que preocuparse, sus naturalezas querían a la otra y sus cuerpos se amoldaban perfectamente.
Un punto en el interior del omega fue tocado por la polla y vio fuegos artificiales tras sus parpados, esta vez no tembló de miedo, sino de placer. No podía tenerle miedo a estos fuegos artificiales.
Sasuke volvió a besarlo y de una profunda embestida se vació en su interior. A la vez que su manos ordeñaban al rubio.
Naruto se encontraba lleno y satisfecho. Estuvo a punto de quedarse dormido cuando sintió un tiro en su cadera y terminó dado vuelta en la conocida posición del perrito.
-Ehh?...¿Pero que...ah!- No logro terminar de preguntar antes de sentir como era llenado nuevamente por el miembro del azabache. Este se apoyo en su espalda a la vez que se acercaba a su oído.
-Lo siento...no puedo parar- de un mordisco en el cuello reclamo para él al rubio y continuo embistiendo toda la noche.
Residencia Haruno 10:17 am.
El rubio se estaba levantando de la cama cuando sintió un peso extra sobre él, miro sus estomago y se vio abrazado por unos fuertes brazos de granito, de pronto recordó todo y su cara era una farola, al intentar darse media vuelta noto una incomodidad en su zona baja...¡Sasuke no había salido de su interior! Con la vergüenza a flor de piel el rubio intento alejarse del azabache poco a poco logro sacar media de la longitud hasta poder sacarla toda.
O eso intento hasta que sintió un fuerte jalón de sus brazos, quedo boca abajo en la cama con sus caderas levantadas. Un Sasuke medio dormido le habló con voz ronca y ronroneando- No te alejes, todavía no hemos terminado- De un empujón volvió al interior y arranco un grito de Naruto- Te dije que me aseguraría de dejarte embarazado.
De un fuerte golpe la puerta de la habitación fue abierta, dejando ver a una furiosa Sakura y una sonrojada Ino. Los ojos de ambas se abrieron en demasóa al ver semejante espectáculo.
Sasuke gruño y tapó con las sabanas los cuerpos de ambos...sin cambiar la posición en la que estaban-Fuera!! ¿no ven que molestan?.
El rubio se tapó la cara con la almohada y quiso morir.
La pareja de chicas cerró la puerta. Ino miro a Sakura y dijo- Bueno...yo le dije a Naruto que se sienta como en su casa.
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