Chapitre quatre.
Mi fin de semana fue bueno. Luego de salir de la librería, mis pensamientos se renovaron. Me sentía con fuerza, solo ella lograba que me sienta asi.
Hoy tenia pensado ir a hablar con Ben, el dueño del café y comentarle que pensaba aceptar su propuesta. Y si tenia tiempo, quería darme un vuelta por la librería haber si Emma había recordado traerme el libro, solo por eso.
Estaba muy activo, había ordenado todo mi departamento y abierto las cortinas, las cuales llevaban mucho tiempo cerradas. Decidí darme una ducha rápida mientras se calentaba el café de la cafetera. Al salir de la ducha elegí las prendas con las que vestiría hoy, termine de cambiarme y fui a la cocina. Mire el reloj para corroborar que no sea tan tarde, llevaba bastantes horas despierto y aun no eran ni las diez de la mañana.
Prepare un par de tostadas, acomode la mesa con las tazas y espere. No pasaron ni cinco minutos que sonó el timbre. Estaba un poco impaciente.
Corrí tirando todo, literalmente, y abrí la puerta. Pude observar a mi madre sonriendo a causa de los ruidos que provoque. "¡Hola!" dije muy emocionado para luego darle un gran abrazo.
"Hola cariño" dijo sin romper nuestro abrazo.
Nos separamos y entramos al departamento. Una vez en la cocina le ofrecí una taza de café.
Llevaba bastante tiempo sin estar con mi madre. No podía dejar de mirarla, se veía muy bien y por alguna razón no dejaba de sonreír. Como yo.
"¿Como has estado, mamá?"
Me miraba con ternura. "Muy bien, he estado esperando esto mucho tiempo. Tenia muchas ganas de verte, amor."
Sonreí con cierta tristeza y melancolía. "Siempre estuve en el mismo lugar ma"
"Lo sé, solo estaba esperando que me llamaras para venir. Sabia que ibas a hacerlo cuando lo sintieras."
Me sorprendí, no esperaba eso. "No es como que no quisiera verte. Era solo que..."
Empezó a reír, y me interrumpió. "No digo eso. Sé que necesitabas tu tiempo a solas."
"Gracias." Eso fue todo lo que salio de mi boca. Mamá se levanto y me abrazo. El abrazo movió algo dentro de mi, provoco que la extrañara. Extrañaba a mi mamá, y la tenia conmigo. Eso hizo que me enojara un poco conmigo por ser tan egoísta.
Mamá se separo de mi y me miro, creo que noto algo extraño en mi.
"Harry, ¿Cual es el problema?" Dijo mirándome con preocupación.
"No es nada Anne" dije poniendo cara de diversión, a pesar de que a mi madre no cambio su expresión. Me puse serio antes de volver a hablar. "Siento no haber hablado contigo en tantos meses, te necesitaba pero también necesitaba espacio."
Noté como sus ojos se pusieron lagrimosos.
"Harry, se que todo esto ha sido muy duro para ti y no te culpo cariño. Se que eres fuerte." dijo colocando su mano en mi mejilla y dejando escapar un par de lagrimas.
"Mamá, por favor no llores. No quiero llorar de nuevo." dije parándome de mi asiento y aproximándome mas a ella.
"Lo siento bebé." Dijo cambiando su cara. "Hablemos de otras cosas." y sonrió.
"De acuerdo" le sonreí de vuelta.
Estuvimos hablando al rededor de tres horas, le conté lo del bar y se emociono mucho por mi. La verdad es que tampoco tenia muchas cosas mas que contarle de estos meses, básicamente estuve encerrado en mi departamento. Hablamos de ella, de lo hermoso que estaba su jardín. De sus meses sin saber de mi. Se fue cerca de las dos de la tarde, Gemma la estaba esperando en no se donde, para hacer no se que.
Ahora, que volvía a estar solo, me tire en el sofá y pensé detenidamente que iba a hacer. Moría de ganas de ir corriendo a ver a Emma. Pero sabia que debería esperar mas, aunque sea un poco mas.
Y con respecto a que iba a hacer para conseguir tenerla de nuevo conmigo, había decidido que iba a dejar que las cosas fluyan. Ayudándolas un poco.
No quería mentirle con respecto a nosotros, pero debía esperar un poco para decirle. Tampoco quería lastimarla.
Escuche como sonaba mi celular a lo lejos. Me levante rápido del sofá.
¿Cuando me quede dormido? ¿Que hora era?
Llegue a mi telefono, marcaba las 17:38. Era un mensaje de Gemma preguntando si había ido a hablar con Ben. Respondí que estaba en eso.
Busque mis gafas, las llaves del auto y salí del departamento.
Estacione el auto justo fuera del café. Me baje, coloque la alarma y entre.
Había bastante gente en el lugar. De fondo sonaba "yellow" de coldplay, llevaba tiempo sin escuchar esa banda. Sonreí inconscientemente, me recordaba a ella. Una voz me saco de mis pensamientos.
"Hola, ¿le puedo servir algo?" Pregunto con una sonrisa la moza.
Pude leer en su uniforme que su nombre era Emilie. Tenia los ojos oscuros, la piel muy blanca y su pelo era colorado.
"Hola, no gracias." me miro algo confundida. "Estaba buscando a Ben, no se si el se encuentra"
Abrió sus ojos grandes. "Oh si, de inmediato lo llamo." Salio en busca de Ben y a mitad de camino se volteo y me miro." ¿Tu nombre es?" frunció el seño.
"Harry, dile que lo busca Harry." Dije medio sonriendo.
"De acuerdo... Enseguida vuelvo"
Al cabo de un par de minutos apareció Ben con la muchacha.
"¡Hey, Harry!" Dijo Ben abriendo sus brazos al aire, bastante sorprendido por mi visita. "Creí que no iba a tener noticias de ti, o por lo menos no tan pronto."
"Oooh..." Dije entre risas. "Entonces mas te sorprenderá lo que vengo a decirte"
Apoyo sus brazos sobre la barra y me miro fijamente.
"Vengo a aceptar tu propuesta" dije sonriendo. "Y la verdad no se que arreglaron con mi hermana pero no soy muy exquisito. Hablando del salario digo."
Una expresión de victoria apareció en su rostro. "Eso me alegra mucho Harry, y por el salario no te preocupes... Si gustas puedes venir el viernes un rato antes y arreglaremos todo."
"Con gusto Ben, el viernes cerca de las 20 horas estaré por aquí." Estirando mi brazo en forma de saludo hacia él.
"De acuerdo Harry, te espero el viernes."
Di media vuelta sobre mis pies y comencé a caminar fuera del lugar. Una vez fuera dude unos instantes en cruzar a ver a Emm y pensé que tal vez seria mejor volver mañana, no quería parecer un desesperado.
Saque la alarma y en cuanto abrí la puerta del auto... Escuche su voz.
"Hey, Harold" Dijo dirigiéndose a mi con cara de confusión. " ¿Así era tu nombre, verdad?"
Me di vuelta sonriendo y antes de que pudiera decir algo, hablo otra vez.
"¡Harry!" dijo a un par de metros de mi. "Harry, ese es tu nombre."
Reí ante sus palabras. "Hola Emma, ¿como has estado?"
"Bien, justo venia a Town a comprar un batido. ¿Que hacías por aca?" Dijo con un poco de nerviosismo acomodando su pelo.
"Voy a trabajar aquí, ¿recuerdas que te lo dije el otro día?" termine de acercarme a ella. Emma solo me observaba.
Ninguno dijo nada, nos quedamos en silencio. Fueron solo un par de segundos pero parecieron siglos. Sus ojos estaban en los míos y juro que sentí lo mismo que la primera vez que la vi. Sus ojos eran un océano, un océano tranquilo pero a la vez misterioso y estaría dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de volver a sumergirme en ellos. La necesitaba.
De un momento a otro saco sus ojos de los míos y miro al suelo. Movía su pie con timidez. Sus gestos me hacían sentir victorioso, sabia que se sentía confundida cuando estaba conmigo, sabia que yo le trasmitía algo.
Volvió a mirarme. "Hola Harry" dijo ruborizándose.
Sonreí.
"Perdón..." Rió como una niña. " Ya dije eso, perdón."
No pude contenerlo mas, y reí. Reímos. Juntos.
"Esta bien Emm, ¿recordaste traer el libro?"
"¿Que libro? Ahh, si el libro. No, no lo traje lo olvide." hablo muy rápido.
"No hay problema con eso, puedo pasar otro día por el." trate de hablar lo mas calmado posible, todavía seguíamos muy cerca y tenia muchísimas ganas de abrazarla.
"Bueno, cuando llegue a casa sera lo primero que busque para traer. Así que mañana, si quieres, puedes venir por el." Sonrió ampliamente.
"Me parece buena idea" dije acercándome a ella para depositar un suave beso en su mejilla.
Se quedo quieta, muy quieta. Miraba mis movimientos.
Cuando estaba apunto de entrar al auto volteé para mirarla "Hasta mañana Emm" dije para luego guiñarle el ojo y subir a mi Audi.
Estaba anonadada por mis acciones.
La mire antes de acelerar. Me saludo con la mano, volteo y entro en el café.
Era un buen lunes.
PERDÓN POR NO PUBLICAR EN TANTO TIEMPO, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN.
La verdad que no tengo excusas que puedan justificar mi falta de compromiso. Espero que todavía haya alguien que me lea.
¡Perdón, espero les guste!
xx
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top