18. Deseos Salvajes


18.

Wild Desires


:ADVERTENCIA:

El siguiente capitulo contiene escenas gráficas y lenguaje adulto




Dedicado a todas las chicas de Jaehyun, allá afuera ❤...

Jung Jaehyun

Todos nos encontrábamos en un estado de sorpresa, nuestros ojos se encontraban renuentes a apartarse de la imagen de Taeyong, el líder había vuelto, y con él, el presagio de tiempos violentos.

Lee Tae Yong lucia más fuerte, sin embargo sus expresiones lucían más nobles, y sus ojos negros, más arrepentidos que nunca.

—¡Hyung!— Mark fue el primero en ir a los brazos de Taeyong

—TY, haz vuelto— Ahora fue el turno de Taeil, de darle la bienvenida, Haechan hizo lo mismo, sin embargo yo permanecí ahí, observando a Taeyong y a su inminente cambio, —¿Qué diablos le había pasado, para tener un cambio tan radical?—, en ese momento estuve en un huracán de emociones, una parte de mi quería correr y abrazar a uno de mis hermanos, pero el otro lado, aun le reprochaba los malos tratos que tuvo con la chica a la que amo, Taeyong pareció leer mis pensamientos, se apartó de los chicos y me observo fijamente.

—¡Jeahyunie!— Su dulce voz, se escabulló por el abismo negro de mis oídos.— Aun sigo pensando en todo el arrepentimiento y todas las cosas malas que hice, incluso ahora, no puedo pensar en otra cosa, que no sean mis errores.—La voz de Taeyong comenzó a fragmentarse mientras que las punzadas de culpa en mi corazón comenzaron a ser más agudas.— Siempre están en mi cabeza, era una persona inmadura, y simplemente no tenia el deseo de entender los sentimientos de los demás, de verdad me disculpo con todos aquellos que resultaron heridos debido a mi, en el futuro, seré una mejor persona para poder sentirme honrado y orgulloso enfrente de todas aquellas personas que creen en mi y que me aprecian.— Una lagrima resbaló agresivamente por el rostro de Taeyong ,tragó saliva y continuo.—¡Puedo hacerlo!, creo que eso es todo lo que puedo hacer.

Taeyong cubrió su destrozado rostro con sus manos y comenzó a llorar, el doloroso sentimiento de culpa me oprimió por todo el pecho, aparte por un segundo mi vista de Taeyong para observar a los demás, y tanto Mark, como Haechan y Taeil, se mostraron conmovidos por las palabras del líder.

Los cuatro chicos nos observamos entre ambos, y sin dudarlo nos acercamos a Taeyong y lo cubrimos con nuestros brazos y con nuestros corazones abiertos, Taeyong había cambiado, su naturaleza salvaje, su mal comportamiento, y sus pensamientos peligrosos, todo eso había quedado atrás, ahora solo se trataba de una herida, un mal episodio de su vida que serviría como lección para todas las generaciones nuevas, el verdadero y único Lee Taeyong se encontraba finalmente en casa.

*******

Dos noches después, Jaiden y yo arribamos a Pyongan del Norte, años atrás aquel territorio había pertenecido a Corea del Norte, sin embargo la guerra contra las maquinas provocó que finalmente las dos coreas se unificaran para poder derrotar a la tecnología, los dos países trabajaron duro para recuperar los años perdidos y así fue como floreció y creció solo una Corea, una Corea unificada y solida.

Jaiden sostenía mi mano fuertemente mientras caminábamos rumbo al palacio Hwan-Woong que se encontraba escondido entre las montañas de Myohyang, la nieve que descendía lentamente hacia más difícil la caminata.

—Jae, ¡Hace demasiado frio!— Jaiden acomodó su gorra con peluche para protegerse de la lluvia de nieve, una sonrisa maliciosa se apoderó de mi rostro.

—No te preocupes Nena, dentro de unas horas te haré sudar.— Pude notar el nerviosismo de Jaiden, al escuchar mis palabras, sus ojos grises me observaron ansiosa haciendo que mi dese por tomarla ahí mismo en la nieve, aumentara.

Finalmente tras una larga caminata logramos llegar al palacio, el antiguo palacio de Hwan-Woong era una típica construcción Coreana abandonada, tras saber de su existencia, Lee Soo Man, decidió hacer los tramites pertinentes para apropiarse del palacio, una vez estando en su propiedad decidió convertirla en casa de descanso, su discreta ubicación entre las montañas le hace un palacio perfecto para la privacidad, así como un excelente lugar para hacer el amor con una hermosa chica.

El ambiente dentro del palacio era tranquilo y frio, la oscuridad le daba un toque tenebroso a las estancias retocadas con papel, el rugido del viento se hacia escuchar entre las paredes, Jaiden decidió explorar un poco mientras yo cerraba las puertas con seguridad y encendía las luces y algunas chimeneas para entrar en calor.

—¡Jae!— Puede escuchar el eco de la voz de Jaiden, llamándome a lo lejos.— Este lugar es increíble, puedo imaginar visitando este lugar con mi padre y con mi madre, sin aun estuviera con nosotros.

¡Su Madre!, al escuchar esas palabras de nuevo el recuerdo de aquella noche lluviosa regreso a mi mente, habían pasado pocos años desde aquel accidente, sin embargo lo recordaba como si hubiera sido el día anterior, la mirada llena de pánico de su madre, observándome, suplicando ayuda, y yo ahí, solo observando, y mi cuerpo renuente a moverse, para rescatarla,— ¿Cómo explicarle a Jaiden, que fui testigo de cómo asesinaban a su madre?, ¿Me odiaría?, ¿Me dejaría de amar si le digo la verdad?—

—¿Jae?— La voz de Jaiden me sacó de mis pensamientos y me trajo de vuelta a la realidad.

—¡Voy en un momento!, Nena.— Me aleje de la chimenea y me dirigí en busca de Jaiden, el tema de aquella noche trágica, tendría que esperar por un largo, largo tiempo.

Camine en dirección a las oscuras habitaciones, tras buscar en algún par, por fin pude dar con mi chica, Jaiden se encontraba en el ventanal de la habitación observando la lluvia de nieve que amenizaba el paisaje de las montañas, camine hacia ella, Jaiden giró y una sonrisa se le formo en el rostro.

—¡Jae!, esto es genial, nunca antes había visto nevar.—El brillo de sus ojos grises lucia más que nunca.—¿Vienes aquí, a menudo?

—¡No!, en realidad solo en ocasiones especiales.

—¿Hoy, es una ocasión especial?—Jaiden preguntó, aunque estaba totalmente seguro que ella sabia lo que se avecinaba.

—¡Lo será!— Me dirigí a sus labios y los bese lentamente, disfrutando cada milímetro de ellos.—¿Tienes hambre?, cocinare algo para ti.

—¡Si!, me encantaría.

Ambos nos dirigimos hacia la cocina tradicional y cocinamos juntos, tras varios pequeños besos, toques de manos traviesas y vistazos de miradas cómplices, logramos terminar la cena y beber un poco de vino.

—..debiste ver su rostro..—Jaiden apenas podía ser capaz de hablar debido a su contagiosa risa, en aquellos instantes en que la observaba riendo, no podía creer lo hermosa que era, su cabello ondulado y castaño, sus vivos ojos grises, su pequeña nariz respingada, y sus labios generosos y ligeramente gruesos, parecían labios de cereza, me encontraba totalmente loco por ella, que incluso la locura que quedaba corta a lo que verdaderamente sentia por Jaiden, amor, deseo, pasión, miedo, todo ello y más, todo el tiempo, a todas horas, Jaiden lograba sacar mis demonios y mis ángeles al mismo tiempo, ella resultaba ser la llave maestra de mi corazón.

—¿Jay?, Nena.— Jaiden paró de reír en secó y me observó directo a los ojos.—¡Es hora de divertirnos!— Sus ojos grises se oscurecieron mientras aprisionaba su labio inferior con sus dientes, en ese instante quise ser yo el que estuviera mordiendo ese labio carmesí.

Ambos nos dirigimos hacia la habitación principal, al llegar las luces encendidas alumbraban en un toque cálido a las alfombras rojas, y las cortinas doradas, dando un toque erótico a toda la habitación, al cerrar con seguridad la habitación coloque una pequeña caja en el tocador situado a lado de la gigantesca cama, una vez que libere mis manos, comencé a desnudarme, los ojos de asombro de Jaiden a lo que hacia, alimentaron mi dolor en la entre pierna, me deshice del abrigo, de la camisa, del reloj, pantalón, hasta solo quedar en ropa interior, y en todo ese momento, Jaiden no apartó su vista de mi cuerpo, sus ojos se oscurecieron aun más, sus piernas se juntaron hasta crear una presión en su entrepierna controlando su deseo, su corazón latía tan fuerte y agresivamente, que incluso yo lo podía escuchar.

Tome fuerza y semidesnudo me acerque a ella, Jaiden permaneció estática, sumisa ante mis caricias, poco a poco comencé la tarea de desnudarla, su abrigo fue el primero en caer, seguido por su mascada, el sweter de lana, su camisa y por ultimo sus ajustados jeans.

Una vez estando en ropa interior tome mi tiempo y observe su piel blanca, sus curvas pronunciadas, sus pechos generosos los cuales aun permanecían ocultos, y sus largas y hermosas piernas, mi enorme erección gritaba fuertemente ser liberada, sin embargo seguí con mi tortura, me posicioné detrás de Jaiden y comencé a besar la blanca curva de su cuello, al primer tacto, Jaiden libero un gemido.

—Cuenta la leyenda...—Comencé mi relato con mi voz susurrando en el oído de Jaiden.—Que el Dios celestial tuvo un hijo nacido de la Diosa del Amor, ese hijo deseó tanto bajar del cielo y vivir entre los humanos, al llegar al mundo terrenal, llegó a estas montañas y construyó este palacio, después de vivir una vida larga y prospera murió, sin embargo antes de morir dejo un pequeño regalo a los humanos.—Hice una pequeña pausa a mi relato, y dirigí mis manos a los pechos, ahora desnudos de Jaiden, mis dedos se divertían con las pequeñas puntas rosadas de sus pechos, una vez que mis manos tenían una tarea asignada, continué.—Todo aquel humano que consumara su amor con la persona que amaba en este lugar, sus almas se encontrarían en la vida siguiente, y en la siguiente de la siguiente, y con esto, su historia de amor jamás tendría un fin, Jaiden ahogo un gemido y giró a mi dirección.

—¡Jae!, ¿Entonces jamás tendremos un fin?— La oscura mirada de Jaiden lucia esperanzada.

—¡No!, nunca tendremos un fin.

Jaiden sonrió, con delicadeza tome su cuerpo y lo deposite en la suavidad de las cobijas, me acerque a la pequeña caja que había depositado en el tocador, y saque un preservativo, la envoltura metálica relució en la habitación.

—¿Puedo ayudarte con eso?— Jaiden preguntó, mientras se arrastraba al borde de la cama, sin esperar una respuesta tomó el preservativo de mis manos, abrió delicadamente la envoltura y sacó el preservativo.

Me acerque a ella, se encontraba sentada al borde de las cobijas con sus piernas abiertas, yo en medio de ellas.—¡No te preocupes!—Jaiden dijo al momento de bajar mi ropa interior y dejar al descubierto mi miembro erecto y lubricado con mis propios fluidos, en ese instante Jaiden hizo una reacción de sorpresa, —la cual me causo gracia— y se lamio sus labios.—He tomado clases de primeros auxilios antes y sé perfectamente como poner un preservativo.

Su inocente voz me pareció una dulce melodía, Jaiden colocó el preservativo en la punta e inmediatamente sus ágiles dedos lo desplegaron por toda la longitud de mi erección, en ese instante, fue mi turno de dejar salir un ronco gemido.

—¡Listo!

—¡Gracias, Preciosa!

Jaiden se acomodo en las cobijas, yo subí a ellas y me deshice de la ultima barrera que me separa de ella, sus bragas, una vez afuera, pude admirar a mi hermosa chica desnuda, tendida en la cama y lista para cumplir todos mis caprichos.

—No tengas miedo Nena.— Comencé mi discurso mientras me posicionaba en medio de ella y comenzaba a frotar mi miembro con su intimidad, al instante, Jaiden comenzó a retorcerse debajo de mi.— Seré tu primero, y prometo ser tú ultimo.— Jaiden asintió con su rostro retorcido de placer.—Que mejor que hacerte el amor, aquí.— Posicioné a mi miembro en la suave entrada de Jaiden.—En la casa del hijo de la diosa del amor.— En ese instante cualquier pensamiento racional o lleno de cordura abandonó mi mente y mi cuerpo, me deje llevar por el deseo y me introduje fuertemente dentro de Jaiden, ambos rugimos como animales, sus pliegues calientes me apretaban de una manera exquisita y adictiva, comencé a mover mis caderas sobre ella y con ello salía y entraba de ella una y otra vez, algunas veces el ritmo era desenfrenado algunas otras era lento, disfrutando cada roce, cada milímetro de ella, me excitaba aun más el echo de ver a Jaiden debajo de mi, quejándose ,gimiendo mi nombre y gozando mis embestidas, en algunos momentos disfrutaba de sus pechos, mordiéndolos, besándolos y deleitándome con sus pequeñas puntas.

Tome las caderas de Jaiden y la posicione encima de mi, ahora ella tenia el control de la situación, Jaiden puso sus manos sobre mi pecho, y comenzó a bajar y a subir en los movimientos mas deliciosos y eróticos que una chica podría hacer, sus pechos se movían ligeramente mientras me montaba, la vista que tenia de ella, era fenomenal, su pequeña cintura, su estomago definido y aquellos generosos pechos que bailaban en el vaivén de sus caderas, toda ella, era una diosa.

La odisea del deseo continuó por unos minutos más, yo Jung Jaehyun enterrándome cada vez más en ella, y ella recibiendo la agresividad de mi masculinidad, entre mutuos jadeos, gemidos, caricias, rasguños y besos llegamos al punto del éxtasis, a aquel instante en los deseos se desbordan y abren paso a los deseos salvajes, mis ganas de entrar y salir de ella eran más posesivos que nunca, los gemidos de Jaiden eran tan fuertes que podían escuchar a metros a la redonda.

—¡Estoy a punto de venirme!, Nena.

Jaiden asintió con un jadeo.— ¡Hazlo Jae!, córrete en mi.

En ese instante perdí total control sobre mi cuerpo, el placer que había consumido de Jaiden se liberó en pocos segundos dentro de ella, unos movimientos más y caí rendido sobre su cuerpo, me acomode en su pecho y Jaiden me abrazo como un niño pequeño.

Fue así como nos complacimos, tocamos el paraíso sin remordimiento alguno después de haber pecado, por que cuando los cuerpos se buscan con urgencia nada sobre la faz de la tierra puede detenerlos.


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https://youtu.be/ZZdsR_GuCU0

Este hermoso momento quedara en la mente de todas las NCT STAN ❤❤

¿Quien se desvelo para ver los MAMA?

¡Hola Chicas!, me alegra mucho poder estar de vuelta, capitulo nuevo, espero que lo hayan disfrutado y les haya agradado.

Espero sus votos y comentarios, saben que se los agradecería muchísimo.

Saludos XOXO!!..

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