Abría los ojos costosamente, no sabía donde se encontraba, razón por la que miro a su alrededor.

Parecía ser un laboratorio..

Intentó bajar de la camilla en la que reposaba, pero al mínimo movimiento, un horrible dolor se apoderó de ella. Retiró la sábana blanca que se encontraba sobre sus piernas, notando que su pierna izquierda tenía un gran yeso que inmovilizaba su rodilla. ¿Que había sucedido? Se preguntaba..

-Em... ¿Hola? ¿Hay alguien?

Unos pasos se escucharon, hasta que se abrió la puerta, dejando ver a una tortuga de casi dos metros de altura, caminando en dos pies, con una bandana morada que cubría parte de su rostro.

-¿Estoy muerta, verdad?- Preguntó nerviosa al ver que se acercaba a ella.

-Nop..

-¡AAH!- Grito con gran temor al notar que no era ni una pesadilla.. Tal vez aquel reptil la había raptado y ahora experimentaria con ella, ¿que podía ser peor?

El chico se asusto, cayendo de sentón al suelo y gritando el también.

Enseguida, otras 3 tortugas con distinta cinta, altura, ojos.. Bueno, todo.. Ingresaron asustados al laboratorio, al ver que la chica había despertado, el mayor corrió a taparle la boca, calmando también a su hermano.

-No grites idiota, despertaras a Splinter..- Bufó el de cinta roja y ojos verdes, mirando de reojo a la chica.

-No te asustes, no te haremos nada, te rescate del incendio, ¿recuerdas?- La joven niega con la cabeza. -Escucha, destapare tu boca, tu sólo no grites, por favor..- Acto seguido, el ninja saca su mano de la boca de la pelinegra.

-¿Qu- Que son ustedes?

-Mutantes tortugas ninjas adolescentes.- Dijo el de ojos celestes, pecas y cinta naranja.

-Okey.... Me... Me llamo __, ¿y ustedes son..?

-Mi nombre es Leonardo y ellos son mis hermanos. Rafael, Donatello y Miguel Angel.

-Se llaman como..

-Los artistas del renacimiento italiano, lo sabemos.- Dijo el mas alto, de ojos color carmín y cinta morada.

-.... Okey..- Suspira con una mano en su pecho para tranquilizarse. -Es un gusto..

Continuará...