Capítulo 6
Este capítulo tiene alteraciones al canon sobre la historia de un personaje de los libros.
ᴀᴄᴛᴏ 1 | ᴄʀᴇᴘᴜꜱᴄᴜʟᴏ
ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛɪᴛᴜʟᴀᴅᴏ
"Cita Ideal"
—Ariadna tenía numerosas listas de cosas que le gustaban de las comedias románticas que le gustaría experimentar. Como un romántico beso bajo la lluvia, o siguiendo con ese camino bailar debajo de la lluvia con la persona correcta. Los besos en la frente que el protagonista suele darle a la chica cuando la consuela o esos roces accidentales de manos que los enamorados comparten siempre en una película.
Porque después de todo ¿quien no quiere un amor que se sienta como en una película?, que se te agrande el corazón solo pensar en esa persona o que cada momento que pasas junto a él se sienta como cuando anticipas tu escenas favorita en tu película de confort.
Ariadna nunca había tenido muchas citas, no porque no se le presentaron oportunidades, si no porque siempre le daba miedo que no se sintiera tan bien como ver a el Sr. Darcy recorrer el campo en busca de Elizabeth.
Pero ahora que era Jasper quien le ofreció la cita, porque en sus palabras “Mereces una cita como corresponde”, no podía evitar sentir que de algún modo no importaba cual fuera el plan para la cita igual sería la mejor de su vida.
Aun así su corazón dio un vuelco cuando Jasper la llevó a un pequeño descampado cerca de un riachuelo en el bosque donde tenía preparado un pequeño picnic. A primera vista destacan los pequeños lienzos sobre una de las canastas y las luces colgadas en las ramas de los árboles más cercanas.
—¿Tu hiciste todo esto?
—Tuve la idea desde que te invite a salir —confesó mientras tomaba asiento sobre la manta del suelo. — Como me habías dicho que te gustaba salir a caminar al bosque supuse que una cita aquí te gustaria.
— Veo que si me escuchas cuando divago —comentó con una sonrisa ante la idea de él recordando cada cosa que ella comentaba. —siendo sincera pensé que no me ponías atención cuando hablo mucho.
— ¿Cómo porque no lo haría? Me gusta escucharte hablar de lo que te gusta.
Ariadna se sonrojo ante aquella confesión. La gente solía aburrirse cuando hablaba demasiado, por lo que el hecho de que alguien por fin la escuchara le hacía sentir una delicada calidez en su pecho.
Ambos pasaron un rato más compartiendo comentarios sobre la cita hasta que se sintieron tan cómodos como aquellas veces salían de paseo sin compromiso, su conversación surgió rápidamente mientras pintaban en los pequeños lienzos que el inmortal había traído como actividad. La ojiazul siempre disfrutaba del arte así aquello no era más que la actividad perfecta, mientras sus pinceles se deslizaban por el espacio en blanco del cuadro ambos siguieron charlando como lo hacían normalmente pero esta vez había muchas más miradas cruzadas que llevaban un mensaje de cariño en cada destello de sus ojos, sus sonrisas eran más notorias y aun cuando no lo planeaban de vez en cuando sus manos se rozaban cuando se acercaban a agarrar diferentes pinceles.
A Jasper no se le pasó por alto notar cada detalle que ella hacía al pintar, como cuando entrecierra sus ojos al pintar pequeños detalles y sonríe satisfecha al terminar su trabajo. Ella es talentosa en el arte, lo sabía desde el día en que la conoció y noto como sus libretas tenían las cubiertas pintadas a mano y siempre había algún dibujo entre las notas de clase.
Desde el primer instante que la conoció algo la cautivo, algo más que el simple hecho de que fuera su compañera. Y fuera de ser su belleza lo que lo cautivó en su primera charla, fue su carisma y la manera en que no parecía demasiado preocupada por lo que sucedía a su alrededor. Todo en ella parecía estar en paz y esa tranquilidad era todo lo que él buscaba luego de vivir sintiendo el caos emocional de todos incluyendo el suyo.
Ella es la paz y felicidad que buscaba.
— ¿Qué te parece? —preguntó ella mostrándole la pintura que sostenía entre sus manos intentando que sus dedos manchados no arruinaran la obra.
La pintura mostraba un florero con unos hermosos claveles rojos, con algunos pétalos esparcidos sobre la mesa. No era una pintura muy detallada para haberla hecho en una hora mientras entablaba una charla con él pero le parecía muy buena.
— ¿Qué flor es?
— Claveles, a mi abuela le gustan —dijo sonriente —suele tenerlos en todas partes de la casa, son sus favoritas.
— ¿Cuales son las tuyas?
— Hortensias, las azules más que nada.
Jasper tomó una nota mental para recordar aquello.
— ¿Que pintaste tu Jazz? —preguntó ella con una sonrisa mientras se limpiaba las manos con una servilleta de tela.
— El arte no es lo mío —comentó él mientras giraba el cuadro en su dirección logrando sacarle una risa a la chica —¿Qué? ¿tan mal está?
La risa de la chica se le contagió haciéndolo soltar unas pequeñas risas ahogadas mientras preguntaba aquello.
— No… —la castaña seguía riendo levemente — ¿Es un oso?
— Se suponía que era un tigre—dijo él girando el cuadro de nuevo hacia él para analizarlo con el ceño fruncido.
— Empiezo a creer que a ningún vampiro se le da por pintar bien.
“Ojala Emmett no se enteré que dije eso” se dijo a sí misma mientras sonreía.
Jasper se encontraba guardando las cosas en las cestas mientras ella tomaba algunas fotos del paisaje con su pequeña cámara digital.
— A este paso vas pintar cada rincón de Forks
El vampiro empezaba a hacer más bromas y comentarios divertidos, parecía mucho más relajado ahora que ambos sabían los secretos del otro.
— Me gusta pintar lo que me parece hermoso —dijo girándose hacia él y logró sacarle una foto mientras doblaba la manta.
Él solo sonrió antes de dejar la manta sobre la canasta y caminar hacia donde se encontraba la castaña.
— ¿Cuándo te empezó a interesar la pintura?
— Desde que soy una niña —comenzó a contar mientras seguía tomando fotografías del lugar—, crecí rodeada de las pinturas de mi padre y en cuanto pude sostener un pincel en mis manos lo hice.
Había cierta nostalgia y tristeza en su voz que se entremezclaban con la felicidad en esta. Era como si el hablar de algo relacionado a su padre aun la sumiera en suma tristeza y a su vez le trajera felicidad por los buenos recuerdos.
— ¿Así que eres un artista de nacimiento?
— No, mis primeras pinturas eran horrendas.
— ¿Segura?
Jasper había notado que la joven solía ser muy autocrítica con todo lo que hacía.
— Puede que no fueran tan horrendas pero no son buenas.
El rubio solo negó con una diminuta sonrisa sabiendo que era probable que las pinturas fuesen buenas y ella solo lo negase.
— Siempre hablamos mucho sobre mi y tu no me has contado casi nada de tu vida —dijo apuntando acusatoriamente con el dedo— así que habla vaquero, cuéntame tu vida.
Jasper sonrió ante el apodo, sabía que ella había notado su acento sureño pero nunca había hecho alguna mención de ello hasta ahora.
— ¿En serio quieres escuchar mi historia?
— Todo lo que quieras contarme — dijo mientras ambos tomaban las canastas para emprender su camino de vuelta a la camioneta.
— Nací en 1844 en Texas, bajo el nombre de Jasper Whitlock, mi vida durante ese tiempo era tan cotidiana como se podía ser en esos tiempos. —relató — Cuando tenía 17 mi padre insistió en que debía unirme a los confederados, aquel nunca fue mi plan pero deseaba complacerlo así que lo hice. Si soy sincero siempre busque complacerlo, me esforzaba por ser bueno en todo lo que hacía para enorgullecerlo, así que cuando me ordenó a unirme al ejército pensé que si era el mejor me mostraría que estaba orgulloso de mi. No fue así.
Para Jasper era triste pensar que toda su vida humana no hizo más que intentar complacer a su padre a pesar de no estar de acuerdo con lo que el hombre quería.
—¿Siempre fue frío contigo?
— No siempre, cuando era pequeño era menos duro conmigo pero conforme fui creciendo sus expectativas lo hicieron también. La presión me llevó a convertirme en el mayor más joven en Texas. —había cierta tristeza en su voz —desafortunadamente eso me llevó a Maria.
—¿Maria?
— Una vampira, me la encontré a ella y su clan al regresar a Galveston, ella fue quien me transformó, creyó que alguien con mi experiencia en batalla le serviría para librar las batallas por el territorio. Me manipulo para ser su verdugo, me hizo creer que lo que teníamos era amor pero no era más que un engaño para que me encargara de entrenar a sus neófitos y deshacerme de ellos cuando ya no le servían.
Ariadna tomó la mano del vampiro para brindarle confort mientras relataba los difíciles momentos de su vida y él agradeció con una sonrisa.
— Luego de darme cuenta de todo, y que un amigo me hiciera ver que había otro tipo de vida que podía llevar, me aleje de ella y su clan, viajé solo por un tiempo hasta que encontré a Alice, quien ya me había visto venir. Ella sabía que debíamos encontrar a los Cullen así que pasamos unos años intentando acomodarnos a la nueva dieta y cuando los encontramos nos recibieron con los brazos abiertos.
— ¿Cómo supo Alice donde encontrarte?
— Ella tiene visiones, ese es su don —explicó —así es como se dio cuenta que tú habías llegado a Forks.
— ¿Es como una premonición?
— Algo así.
— ¿Desearías no haberte convertido en vampiro?
— Durante años lo desee, pero si no hubiera pasado nunca te habría conocido.
— Supongo que todo pasa por algo.
— Todo lo que viví me trajo hacia ti, ahora que lo se no desearía nunca cambiar el pasado.
Ariadna no pudo evitar enternecerse por tal confesión, se acercó a él y rodeó su torso con sus brazos brindándole un brazo. Jasper la rodeo con delicadeza y dejo un beso sobre su cabello antes de reír al verla inclinar la cabeza hacia atrás y recargar su mentón en su pecho para mirarlo a los ojos.
Su diferencia de altura era algo notorio, después de todo ella media uno sesenta y cinco, mientras que el uno noventa y tres, era obvio que ella tendría que mirar hacia arriba.
— A veces olvido que eres muy alto —comentó separándose del abrazo para mirarlo con una sonrisa —Tendré que usar un banco si te quiero besar.
Aquel comentario podría haber hecho sonrojar a Jasper si aún tuviera esa capacidad. Ariadna podía decir muchas cosas sin pensarlo pero aquello era totalmente planeado.
— O simplemente podría hacer esto —dijo él mientras dejaba la canasta en el suelo y sujetaba la cintura de la chica con sus manos solo para alzarla sin ningún esfuerzo — así es más fácil.
— Si así es más fácil — dijo ella divertida antes de tomar el rostro del empático entre sus manos y acercar sus labios a los suyos.
Aquel era el segundo beso que se daban, sus labios se movían lentamente sobre los del otro, no era un beso desesperado era más bien deseado, querían que durara todo lo pudiese y deseaban sentir cada rincón de los labios el uno del otro. Jasper seguía sosteniendo la de la cintura pero ahora su dedos estaban más firmemente aferrados a ella, mientras que Ariadna sostenia el rostro del vampiro con delicadeza mientras sus labios calientes chocaban suavemente contra los de él una y otra vez.
Cuando por fin se separaron Ariadna sonreía como una boba enamorada logrando encantar al inmortal con su sonrisa. Jasper le sonrió de nuevo y ella le dio un pequeño beso en la mejilla antes de que él la bajara para que su pies tocaran de nuevo el suelo.
— Creo me gustaria probar la eficacia de tu método otra vez —dijo ella con diversión.
— Como desee señorita —dijo él con una sonrisa pero esta vez no la alzó en brazos, solo tomo el dulce y sonrojado rostro de la ojiazul entre sus frías manos mientras acercaba sus labios a los de ella y la besaba de nuevo esta vez dejando que ella lo sostuviera por la nuca y trazara remolinos en sus rulos.
ɴᴏᴛᴀ ᴅᴇ ᴀᴜᴛᴏʀᴀ
—¿Que les pareció la doble actualización?
Altere ligeramente la historia de Jasper porque el que fuera confederado me causaba conflictos, no quise eliminarlo por completo porque el que fuera del ejército tiene relación con sus aportaciones en los libros y películas.
Puede que le diese problemas paternales pero ¿quien no los tiene? jsjsjsjjsjs
Bueno déjenme saber que les pareció y no olviden votar ♡
Obviamente que no pongo todo al azar, hay pequeños guiños por la historia, en este caso en las flores...
"Lenguaje de las flores"
ɴᴏꜱ ʟᴇᴇᴍᴏꜱ ʟᴜᴇɢᴏ...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top