Capítulo 5

Atentos, en este cap hay muchos saltos de tiempo. Estoy tan feliz por al fin actualizar.


─── ❝ Fire on fire ❞ ───


      Sería una mentira decir que las cosas mejoraron para Noah, había pasado casi un mes y no había vuelto a salir de su hogar, sus ojos no tenían rastro de humanidad, no desde el accidente con su madre, resultado de ese episodio habían sido semanas sin hablar y de nula interacción. Las citas con Nicholas se habían vuelto monótonas, se resumían en pláticas en las que sólo hablaba el alfa y Noah se preocupaba por lucir bonito.

     Pasó mucho tiempo hasta que Noah se fue acostumbrando a la ausencia de Ellio, pero sin dejar de lado el sentimiento de anhelo de volver a verlo. Había intentado muchas formas de volver a reunirse con él, pero cada vez que buscaba salir de su habitación su madre lo regresaba a golpes a la cama.

     Fue duro para Noah aceptar que todas las palabras de apoyo de Ellio no las aplicaría nunca, que se volvería en aquello que juró destruir y sería un número más en las listas de víctimas de violencia matrimonial.

     Un día en particular, Noah había ido a la residencia de los Ivanov, era de los pocos días en donde su madre lo dejaba ir sólo al salir de la escuela. Fue bien recibido por la servidumbre, quienes se ofrecieron a anunciar su llegada al joven Nicholas, pero la verdad era que Noah quería darle la sorpresa de verlo, las últimas visitas habían sido más cálidas y se veía el interés por parte del alfa hacia el omega. No era el romance que Noah esperaba, pero Nicholas no era tan malo como parecía.

     Ese día algo cambiaría en Noah, el recuerdo de querer entrar a la habitación del alfa, de la puerta que ni se terminó de abrir pues al tratar de hacerlo se encontró con la escena de su futuro esposo cogiendo con otro omega.

     Eso le partió el corazón a Noah, no porque el poco interés romántico que había nacido en Nicholas hubiera muerto antes de florecer, sino porque comprendió que, a diferencia de él, los alfas siempre tendrían más opciones que los omegas. Noah quiso alejarse de la escena, quiso quedar ciego en el instante en el que su futuro esposo penetraba brutalmente la boca del otro chico, quedar sordo al escuchar sus gemidos en armonía y de matar a todos los que lo obligaban a seguir con la farsa de un matrimonio arreglado.

—Sé que es difícil de comprenderlo—se escuchó una voz detrás de él que lo hizo saltar con un escalofrío, al voltear se encontró con el padre de Nicholas, quien le ayudó a cerrar la puerta sin hacer un solo ruido—Nicholas es el mayor orgullo de nuestra estirpe, era de esperar que tomara como esposo a alguien tan hermoso como tu—la mano del alfa mayor se posó en el ahora pálido rostro de Noah, quien respiraba rápidamente y lloraba en silencio. El tacto era gentil, pero no dejaba de lado que se sintiera sucio.

—Yo pensé...—apenas y musitó, las lágrimas no lo dejaban pensar con coherencia. Le habían arrebatado su inocencia, a su madre putativa, su libertad y ahora su estabilidad emocional.

     Era un niño que no sabía a dónde huir.

—Lo sé pequeño, no es algo que se pueda entender fácilmente, pero Nicholas ha prometido casarse contigo y no tocarte hasta que alcances tu madurez—se acercó a él hasta quedar a la altura del pequeño, Noah se quedó como piedra al sentir como aquel alfa se acercaba peligrosamente a él—Un alfa no debe de sufrir un celo sin un omega.

     En ese instante algo cambió, el ambiente se tornó caliente, bochornoso y Noah comenzó a sentirse mareado, un olor fuerte lo penetró e hizo temblar sus piernas. Miró con miedo al padre de Nicholas y no cabía duda, el hombre estaba en celo al igual que su hijo.

—Mi esposa es una alfa—siguió acariciando a Noah hasta llegar a su cintura—Pero te aseguro que comprende bien que más de un omega pase por mi cama, y tu Noah, eres tan hermoso como para tener el corazón roto.

     Vaya que el corazón de Noah iba a romperse, pero por los insistentes golpes que este daba contra su pecho, nunca había estado frente a un alfa en celo y le fue inevitable no quedar sumiso en él.

     Ese día Noah no llegó a casa, no salió de la habitación del señor Ivanov, quien le enseño que había algo peor que los golpes de su madre, que los insultos que le daban al salir de la escuela y que el sexo no siempre es un acto de amor.

     El señor Ivanov se sació del joven omega, se bañó en la gloria de su piel suave y cuerpo inerte por la cantidad de feromonas que lo mantenían sedado, y cuando al fin quedó satisfecho amenazó a Noah de matarlo si se le ocurría decirle algo a alguien.

     Noah no dijo nada, de hecho, ni siquiera había emitido un grito de dolor al ser violado por aquel hombre, sólo se levantó con dolor y caminó hacia las afueras de la residencia Ivanov, sin decir nada.

     Supuso que, si iba a morir, debía de hacerlo en brazos de alguien que lo amaba, así que caminó con lágrimas en sus ojos y pies torpes que temblaban al caminar, su rostro estaba sucio y en su boca aún sentía el asqueroso sabor a semen que el hombre había dejado en él. Pensó que no llegaría, pero cuando finalmente llegó a casa de Ellio, grande fue su sorpresa al encontrarse en la puerta con Alek.

—Noah— su nombre fue expresado con sorpresa por el alfa, pero la sonrisa fue borrada al sentir el olor de un alfa en él, su ropa mal acomodada y el rostro bañado en lágrimas—No puede ser...

     Lo cargó y lo llevó al sillón de la casa, era más cómodo pues Alek había comprado uno nuevo para su omega, pero en cuanto lo recostó un aullido emanó de Noah.

—¿¡Qué está pasando!? —expresó Ellio tras salir de la ducha y darse cuenta de cómo su alfa buscaba en las gavetas algo sin mucho éxito—No puede ser...—cuando finalmente se dirigió a su cachorro y pudo observar el estado en cómo estaba se le partió el alma. Lo primero que hizo fue abrazarlo, y ya envuelto en los brazos de ese omega, Noah finalmente pudo llorar.

—E-Ellio...—lo llamó con una voz rota.

     Noah lloró como nunca lo había hecho, era un grito que partía su garganta en dos, le quemaba por dentro y taladraba en su cabeza, lloró tan dolorosamente que Ellio no pudo hacer más que llorar junto con él, nunca pensó que su reencuentro sería después de una violación.

     Ambos se quedaron ahí, en el sillón, lloraron hasta que recuperaron el sentido del habla, el rubio pudo emanar un par de feromonas para calmar a su cachorro, mientras que lo arrullaba como si de un bebé se tratara. Cuando Noah se sitió más seguro fue cuando comenzó a narrar lo que le había hecho el patriarca de la familia Ivanov.

—Y eso fue lo que pasó—habló Noah con un chillido mientras terminaba de explicar dolorosamente lo que había pasado horas atrás. Alek lo había sedado con un medicamento especial, incluso le había dado medicamento para descartar un posible embarazo, pero tendrían que estar al pendiente de él por unas semanas.

—¡Lo voy a matar! —gritó Ellio poniéndose de pie dramáticamente, pero la mano de su alfa lo detuvo antes de dar un paso más.

—Espera, creo que debemos considerar un poco más esto—expresó el alfa con un estrés pulsante en su cabeza, nunca pensó que viviría la violación de un infante tan de cerca.

—¡Considerar mi culo, lo violaron Alek!, ¿¡Qué putas mierdas quieres considerar!? —alzó la voz el omega arrebatando su mano de la del alfa—¡Lo voy a matar, te juro por Dios que lo voy a matar, a él, a su hijo de mierda y a la maldita hija de puta alfa que arregló ese jodido matrimonio, voy a matar a todo el gran mal parido que se le ocurra volver a tocarlo, a todos los jodidos alfas que lo han lastimado!

     Noah comenzó a llorar en silencio, Alek trató de calmar a su omega sin mucho éxito. Ellio estaba en su derecho de enojarse, Noah era como su hijo y ninguna madre descansaría hasta tener a ese tipo de hombres bajo tierra.

—¡Ya estoy hasta el coño de todos esos animales que se creen la gran verga por ser alfas! —gritó rompiendo una de las tazas que estaba en la mesa pequeña—¡Suficiente tengo con coger con ese tipo de estúpidos bastardos que se creen superiores a mí porque con sus cogidas me alimento, así que no me vengas con la mamada de que tengo que considerar la situación!

—Debes de considerarlo porque lo amenazó de muerte—expresó Alek tratando de mantener la calma dentro de la discusión, pero la verdad, era que estaba igual de enojado—Deja y contacto a alguien que pueda hacer justicia, conozco a muchos jueces que tomarán las medidas necesarias para mandarlo a la cárcel.

—¡No lo quiero en la cárcel, lo quiero muerto! —gritó regalándole una cachetada en su paso a Alek, Ellio no supo por qué lo hizo, no estaba enojado con el alfa que lo había cuidado en los últimos meses, sino con el bastardo que había tocado a su niño. Alek sólo lo miró con angustia, detestaba a su amado tan molesto y lastimado, pero lo entendía, era su trabajo como pareja entenderlo.

—No—expresó Noah desde el sillón—Yo también estoy cansado de que me traten como basura, esta fue la gota que derramó el vaso— la voz de Noah se había tornado más ronca, pero no dejaba de ser melodiosa.

—Mi amor deja que yo me encargue de esto—se acercó Ellio a él para abrazarlo—No dejaré que nadie más vuelva a lastimarte, mataré con mis jodidas manos a todos los bastardos hijo de la gran mierda que te lastimaron.

—No, lo seguirán haciendo— Noah se dejó abrazar por el rubio, pero seguía sintiendo el frío de las sábanas que inútilmente taparon su desnudez— Pero si Nicholas y el señor Ivanov pueden ser infieles a sus parejas y a su moral, yo también lo seré.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

     Pese a los argumentos de Alek de ayudarlo a romper el contrato matrimonial, de denunciar al padre de Nicholas, Noah no quiso tomar represalias, tal vez debido a que aún era un niño de doce años cuya inocencia había sido robada, quien entendió de mala manera que los cuentos de hadas son sólo eso, fantasía.

      A partir de ese día algo cambiaría dentro de Noah, tenía planeada una dulce venganza de la cual nadie se daría cuenta, si el mundo lo hacía ver como una puta, él sería el mejor.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

     Los años pasaron en un parpadeo, el dolor de aquel día seguía dentro de Noah, pero sólo ahí, guardado en lo más profundo de su ser mientras trataba de aparentar una vida más normal. Su nueva perspectiva comenzó poco después de que Ellio y Alek decidieron casarse tras anunciar que tendrían a su primer cachorro, la noticia le dolió un poco a Noah, ver como su madre avanzaba sin él, con un hombre del cual a pesar de los años aún no le agravaba y ser sustituido por un bebé.

      Noah quería ser egoísta, pero no podía, sabía lo que Ellio había pasado con su primer embarazo y el entrometerse hubiese sido algo que no se terminaría de terminar. Aun así, ambos omegas mantenían el contacto.

      Los años siguieron pasando y Noah se creció de forma hermosa y brillante, a la edad de 17 años terminó sus estudios y comenzó a tomar sus clases para poder ser un omega útil en alta clase, algo que no le parecía y que en ocasiones saltaba para poder ir a ver a Ellio, pero las veces que era descubierto era castigado de la misma forma que de cuando niño. Noah decidió que, sí debía ser un omega perfecto, debía de atacarse más a todos los estereotipos que envolvían a un omega perfecto, comenzó por teñirse su cabello de rubio, de vestir de forma más femenina, al fin y al cabo, terminó gustándole un poco más las medias, ligueros y vestidos que hacían lucir sus piernas. Este acto inspiró a Ellio, quien decidió lanzar una línea de lencería que con ayuda de su esposo despegó y pudo al fin dejar de lado su vida como ex prostituto.

      La vida parecía ir mejor para cada uno, pero la verdad no era así, al menos no para Noah quien mantuvo como pudo el secreto de su violación, tuvo que aprender a cuidarse más de lo normal, había comenzado a ir a retiros para omegas en celo que no contaban con pareja. Se trataba de edificaciones donde iban diferentes tipos de omegas a resguardarse durante sus épocas de celo, y Noah aprovechó al fin su estatus social para tener las mejores comodidades que el dinero podía darle.

      Nicholas era lo que menos le importaba, si iba a casarse con él de todas formas no veía por qué no disfrutar de su soltería saliendo de vez en cuando a los bares cercanos de donde solía residir Ellio, y fue su belleza, elegancia, y gran semejanza a Ellio que comenzó a ganarse una mala reputación al meterse con tanto alfa quisiera. Con el pasar de los años Noah dejó de ser un niño inocente y floreció en el omega más codiciado de los bajos mundos de la ciudad, tanto alfas, betas y omegas quería un trozo de él, justo como le había enseñado Ellio la primera vez que lo conoció: 'Dales lo que quieren y cuando se acostumbren a ello quítaselos, como un perro a su hueso'

      Por los últimos nueve años ese había sido el mantra de Noah, y dentro de esos nueve largos años de copas llenas de alcohol, habitaciones ajenas, caricias eróticas y besos que no sustituyen unos buenos azotes; Noah pudo terminar de entender algo, y era que los alfas eran manipulables y el verdadero eslabón débil.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

     Los pocos días que pasaba con la familia Ivanov era cuando sacaba su alter ego, se ponía esos vestidos vaporosos que siempre le daban calor y se concentraba en pasar la tarde con el que seguía siendo su prometido, aunque irónicamente ninguno de los dos portaba algún anillo.

     Si, Noah había obtenido una mala fama en los barrios bajos de la ciudad, pero no dejaba de lado sus responsabilidades con su matrimonio arreglado con Nicholas, en parte eso lo presionaba a disfrutar cada vez más de los pecados que la lujuria y la gula podían entregarle, su doble vida solamente la conocía él y un poco Ellio, al menos sólo lo que Noah quería que el rubio supiera.

     Ahora con veintiún años, era un poco más libre de hacer lo que quería.

—Noah—escuchó su nombre siendo pronunciado por una voz masculina, la mano de Nicholas le hizo finalmente llamar su atención al sentirla sobre la suya. Noah sacudió su ahora rubia cabellera tratando de alejar todos los recuerdos de la noche anterior para concentrarse en los ojos esmeraldas de Nicholas—Te estoy hablando y pareces estar en los nueves.

—Perdona Nicholas—sonrió falsamente con una voz melodiosa—Ayer me dormí tarde leyendo, creo que estoy algo cansado—bebió un poco de su taza de té tratando de disimular su agotamiento. Parte de eso tenía razón, algunas noches Noah acostumbraba leer y seguir estudiando por su parte, puesto que sus padres decidieron alejarlo de los estudios para que pudiera concentrarse más en prepararse para que pudiera ser un mejor esposo y ama de casa.

     Parte de la noche anterior se la había pasado en un burdel donde fue el estelar, el salvaje que pagó por él lo había dejado destrozado y con ganas de más, pero debía de tener prudencia para poder convivir con su prometido y el olor a sexo y semen no fueran notorias.

—Si que eres despistado, deberías dormir más, no quiero que mi esposo tenga feas ojeras en su lindo rostro.

—Claro que no, esta noche me haré una mascarilla para quitarlas—sonrió falsamente. En defensa de Noah, era fácil engañar al idiota que estaba sentado frente a él.

     Noah estaba más que al tanto de que Nicholas tenía a sus propios amantes, algunos hasta se los había encontrado en los bares y burdeles, pero eso no dejaba el hecho de que Nicholas siguiera sintiéndose superior a él, que lo viera como un objeto que podría en su lindo pedestal. No había muestra de cariño por parte de ambos, pero esto se disimulaba con los bonitos regalos que cada encuentro traía con él. Era lo único bueno del matrimonio arreglado.

—Eso espero—finalizó el pelirrojo bebiendo también de su té.

     Pudieron continuar charlando, pero una llamada telefónica por parte de Nicholas mató la conversación antes de que comenzara. Noah se hizo el que no le interesaba, pero su oído estaba tan desarrollado que pudo escuchar la voz de una mujer del otro lado de la línea.

     Nicholas dejó la taza vacía en la mesa antes de levantarse con elegancia y fijar la vista por última vez a su celular.

—Me buscan en la oficina, todos son una bola de incompetentes que no saben hacer bien su trabajo—se excusó con un tono de voz estresante, se acercó rápidamente a Noah y le plantó un beso en la mejilla—Te veré luego.

—Ve con cuidado—sonrió con picardía mientras observaba como el alfa se iba de su vista. Ya estando sólo pudo bostezar con total libertad, pero sin guardar la compostura, después de todo seguía en la casa de los Ivanov— Dios mande un camión a que te atropelle—susurró para sí mismo mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

     Decidió terminar de beber su taza de té y pasar a retirarse de ese lugar, ahora tenía su propio auto, regalo de su querido prometido y resultado de un cortejo flojo y soso. Estaba a punto de salir cuando en la puerta se encontró con la figura que marcó toda su infancia, el señor Ivanov.

—¿Te retiras, Noah? —la voz de ese hombre continuaba siendo fría y grave, como una noche de invierno haciendo trizas tus huesos.

—Ha sido una tarde maravillosa, pero ya he causado muchas molestias por este día—expresó con una sonrisa sin mostrar temor, rencor o alguna gota de sumisión. Noah podía ser un omega empoderado y al mismo tiempo verse dócil ante alfas como el que tenía frente a él.

—Tu nunca serás una molestia—expresó con un tono más grave de lo normal, incitando aquel recuerdo tan desgarrador que causó en Noah, pero el rubio sólo se mostró sereno, como si ese acto nunca hubiera pasado.

—Los secretos se pueden romper señor Ivanov, le aconsejo que mantenga su distancia por el bien de este acuerdo, ambos sabemos que de nuestro silencio depende este matrimonio arreglado, así como millones que el 'acepto' traerá a su capital.

—Te has vuelto astuto y hermoso con el pasar de los años, una lástima que no pueda tocarte.

—Lo último que quiero de usted son sus lastimas, en todo caso, dudo que a su esposa le agrade la idea de que se acueste con el omega con el que debería de acostarse su hijo, será mejor mantener nuestras distancias.

     Noah salió de esa casa con la intención de salir a pasear un poco, el hecho de que su madre en los últimos años se hubiera mantenido más ocupada en su hermano le ayudaba a escaparse de vez en cuando para gozar un poco de las fiestas clandestinas en donde, como bien había dicho Ellio en una ocasión, todos los alfas caían a los pies de Noah.

Pero esa noche, sería diferente.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Si, nuestro bebé es el CandyCandy del omegaverse, pero no se preocupen, ya llegará su príncipe de la colina.

Sean honestos ¿Qué les está pareciendo la historia? 

Les dejo un pequeño spoiler del próximo capitulo, estoy muy segura de que les va a encantar tanto como a mi me encantó escribirlo.




Nos vemos en el próximo capitulo.

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