Capítulo 29
Recuerden que cuando es el banner en cuadrado estamos en el pasado, cuando es delgado estamos en el presente. ¡Disfruten la lectura!
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Después de ganarse el auto de Dimitri tras una muy satisfecha mamada al conductor, Noah volvió a su casa a duras penas y chocando en algunas ocasiones intencionalmente al auto con todo lo que se le atravesara.
Llegó a su prisión antes del que el sol saliera, entró por a su habitación por su ventana y se dio prisa a darse una ducha, esa misma mañana tendría una cita con Nicholas, por lo que debía de quitarse el olor a sexo y a las feromonas que Dimitri había impregnado en su cuerpo.
Cuando su cuerpo quedó finalmente limpio decidió dormir un poco, sin embargo, cuando trató de ponerse cómodo en las suaves almohadas de su cama, el despertador de su habitación sonó escandalosamente. Supo entonces que debía de salir de la habitación e ir a la cocina por su almuerzo, haciendo el menor ruido posible en lo que su madre y hermano comían en el elegante comedor de su casa.
Cuando abandonaron el comedor recogió los platos y los limpió con rapidez tratando de no mojar ni ensuciar el vestido que llevaría a la cita. Estaba cansado, su cuerpo le dolía por el esfuerzo de tener sexo con el maldito de Dimitri, nunca había tomado un pene tan grande y jamás había sido golpeado con fines sexuales. La mayoría de los golpes que recibía eran para castigarlo por haber nacido omega, pero Dimitri con un par de nalgadas lo había calentado en un par de segundos como si se le hubiera proporcionado una dosis de adrenalina y éxtasis.
Tratando de no pensar mucho en eso, suspiró y salió de la casa para poder llegar hasta el auto donde lo esperaba su madre y en el que iría a la casa de los Ivanov. El camino fue silencioso y trató de no dormirse debido al abrumador sueño que lo dominaba y abatía sus ojos con pesadez.
—Aquí te bajas—anunció la madre de Noah sin dejar de leer su libro—Trata de no arruinarlo—aclaró antes de que el omega azotara la puerta del auto.
Pudo observar como el vehículo se retiraba por el horizonte, quiso quedarse un par de minutos afuera de la propiedad de los Ivanov para poder disfrutar un poco de su soledad, pero cuando pretendía estar solo la figura de Milo Relish tropezó con él.
—Al fin llegaste—reprochó el omega mayor sacudiendo su ropa como si quisiera quitarse suciedad de encima—Te aconsejo que te tomes unos minutos aquí afuera, acabamos de terminar una sesión muy caliente y no creo que Nick esté listo para recibirte.
—Tranquilo, no es como si me muriera por entrar—contestó a la defensiva. Obviamente, no le importaba lo que sucediera entre Milo y Nicholas, había dejado de importarle desde el momento en el que los encontró cogiendo cuando era niño, sin embargo, detestaba la personalidad altanera de Milo, quien, pese a ser el adulto, se comportaba como un bebé al que le estaban quitando su biberón—De hecho, me sorprenden, cada vez terminan más rápido sus 'sesiones'.
—¿Qué insinúas mocoso? —preguntó enfurecido.
—Que son precoces, obviamente—contestó lo obvio—Pero también que puedes cogerte a Nicholas hasta que se mueran, yo solo vengo por negocios—contestó con un tono de voz que sorprendió a Milo—Es más, ¿por qué no terminas de enamorarlo y se casan ustedes en lugar de atarme a este puto matrimonio arreglado?
—Quisiera que Nicholas te escuchara para que vea el error que está cometiendo.
—Entra y díselo—lo invitó, pero Milo solo frunció el ceño—Dile que soy un grosero y vulgar omega que lo matará de hambre porque no sé preparar su almuerzo, que soy un caso perdido que disfruta follarse alfas hasta dejarlos secos, ¡adelante, me harías un favor! —alzó su voz acercándose a Milo—¿O acaso temes que pese a todo eso él me prefiera antes que a su destinado?
Milo únicamente reaccionó ante esa ofensa abofeteando a Noah. La diferencia de casi siete años era abismal entre ambos, sin embargo, esa acción había sido demasiado infantil por parte de Milo, quien se arrepintió tras ver la mejilla roja de Noah y sentir su pecho agitado.
—¡No vuelvas a compararme contigo! —exclamó para después seguir su rumbo y dejar a Noah solo en plena calle.
El pelinegro nunca había pensado que Milo lo golpearía, pero le agradaba que después de los años que llevaban encontrándose al fin mostrara algo de carácter y sentido de odio. No lo veía como a una competencia, ni siquiera como un rival en su matrimonio arreglado, sino como la esperanza de que Nicholas recapacitara y eligiera a Milo sobre él, sin embargo, esa tarde se adentró al territorio de los Ivanov y continuó con su farsa.
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Habían pasado tres semanas desde la humillación que había sufrido Dimitri Harrison, Noah siempre se tomaba lapsos de tiempo para volver al distrito, lo hacía de vez en cuando necesitaba desestresarse o su libido se lo exigía, después de todo, era un joven que disfrutaba de su vida sexual y tenía en claro sus preferencias.
Su rutina con las citas de Nicholas, sus cursos y labores en su casa lo habían mantenido ocupado, ni siquiera había tenido tiempo para fugarse y llevarle un par de brownies a Ellio, quien estaba seguro de que pronto estallaría y daría a luz a un nuevo bebé.
Con eso en mente suspiró en su escritorio y se recargó en su silla tratando de estirar su espalda. Esa noche estaba estudiando por su propia cuenta, había sido sacado de la escuela hacía un año, pero seguía aprendiendo las materias básicas gracias a libros que Alek le había regalado con anterioridad. Era difícil, pero peor era nada.
—Quiero beber...—musitó para él mismo sintiendo un enorme deseo de alcohol. En ocasiones robaba un poco de una vieja reserva de su madre, pero esa noche quería olvidarse de su tristeza y volver al distrito, sin embargo, omitiría la zona en donde bailaba, debido a que tenía la sospecha de que si volvía se encontraría con Dimitri de nuevo.
Tomó unas medias de red que Ellio le había regalado, unos shorts de mezclilla y una camiseta de mangas delgadas, era algo veraniego, pero dejaba lucir el hermoso y joven cuerpo de Noah.
Salió por su ventana como era normal, bajó con cuidado y se escabulló por el jardín hasta saltar la valla. Caminó y caminó con cuidado de no toparse con personas peligrosas, llevaba consigo el teaser que lo había sacado en más de un apuro, pero no por eso bajaba la guardia. Cuando finalmente llegó a la zona lejos de los establecimientos de Dimitri se sintió un poco más tranquilo, sin embargo, en esa zona solo había alfas de apariencia adinerada acompañados de omegas bien vestidos.
Pudo ver a lo lejos como algunas personas que entraban portaban tarjetas que facilitaba el acceso, mientras que la otra forma de acceder era mediante una larga y eterna que sería una tortura para el omega. Sabiendo perfectamente la situación se acercó a la esquina del establecimiento por donde caminaban los peatones y comenzó a meditar en lo más triste que se le podía ocurrir.
En cuestión de dos segundos y tras el recuerdo de ver a un perrito atropellado ya se encontraba llorando desconsoladamente. Algo particular de Noah es que incluso llorando era precioso, el brillo que sé reflejaba de sus lágrimas a sus ojos, su nariz y mejillas sonrojadas lo hacían ver tan vulnerable a cualquier depredador.
—Ouh... ¿Todo está bien, hermoso? —preguntó una mujer alfa al ver llorar al pobre niño desprotegido, pero en cuanto Noah levantó la mirada se quedó perpleja al notar la sensualidad que desbordaba.
—Es que...—musitó tratando de detener su llanto—Un señor dijo que iba a darme una noche maravillosa, pero me cambió por un omega más bonito.
—Pero si tú eres una preciosura, la única razón por la que un omega tan bello como tú debe llorar debe ser de placer—musitó coqueta tomando el rostro de Noah para limpiar—¿Cuánto cobras?
—Una margarita—sonrió de pronto.
—Un precio razonable—sonrió de vuelta y encaminó al omega a la puerta del establecimiento.
Noah estuvo feliz al ver como la alfa entregaba su tarjeta al guardia de seguridad y entraron al club. Había un par de personas bailando, pero en su mayoría las personas se encontraban bebiendo en mesas con sillones acompañados de omegas bailando y seduciendo a los alfas y betas que estaban ahí. Noah solo siguió a la alfa hasta un rincón para sentarse al lado de ella en un sofá, se sintió tranquilo al notar que ella miraba la carta y no se le había abalanzado en primer lugar.
En cuanto el mesero llegó la alfa pidió la margarita de Noah y una botella de tequila. No se hizo esperar el contacto por parte de la alfa, Noah ya sabía que estaba en ese sitio por la simple razón de coger y alcoholizarse, así que subió al regazo de la mujer y comenzó a danzar sobre sus caderas para calentar un poco el ambiente.
—Sus órdenes—se escuchó la voz del mesero dejando las bebidas.
En cuanto se retiró la mujer tomó la margarita de Noah y la bebió sin quitarle la mirada del omega. Acto seguido volvió a atacar la boca del adolescente y pasó la bebida a la garganta de Noah.
—Mmm... Que rico—gimió seductor.
Acto seguido la alfa comenzó a ser más brusca, algo que desde las alturas del edificio podía ver con claridad Dimitri Harrison, quien, a pesar de estar rodeado de muchos omegas proporcionando le placer, él solo tenía los ojos en Noah. No podía apartar la mirada de como el omega de sus pesadillas se derretía ante el tacto de otra persona que no fuera él.
Furioso, se puso de pie lanzando al mismo tiempo a los omegas que se encontraban a su alrededor y dio pasos firmes y seguros hasta llegar a la mesa en donde el omega ya se encontraba desnudándose encima de esa mujer sin dar tregua a los desesperados besos y coqueteos que tenían.
Dimitri pudo interrumpir de manera gentil y civilizada, pero siendo un hombre dominante con lo que consideraba suyo, tomó a Noah de las muñecas y lo arrastró por todo el salón hasta llegar a una bodega subterránea. Noah solamente pudo gritar y exigir que Dimitri lo soltara sin éxito de zafarse del agarre. Lo único que quería era salir de ahí, no iba a soportar un segundo más al lado de Dimitri.
—¿¡Me quieres explicar qué carajos pasa contigo!?—enfureció una vez fue soltado cuando llegaron a la bodega del lugar. Se trataba de un cuarto oscuro y lleno de polvo donde había un par de mesas y sillas que eran alumbradas con una débil luz eléctrica.
—Lo mismo puedo preguntar—habló poniendo seguro a la puerta para después mirar a Noah. Se veía más sexy de cerca.
—¡Deja lo cínico y tu fachada de alfa dominante! —exclamó acercándose al hombre que le causaba estrés y malestar estomacal—¡Estaba con una hermosa alfa de fuertes brazos, una gran besadora y lo mejor, la billetera de mis tragos!
—Ya veo que tus estándares no han subido nada desde nuestra última visita—rio de lado admirando las hermosas piernas que dejaba ver ese diminuto short que llevaba puesto—¿Si era tan buen partido por qué no vino a tu rescate?
—¿Quieres cobrarte las esposas que tuviste que romper cuando te dejé humillado en tu cama o por el coche que tiré por un barranco luego que le chupé la pija a tu chofer? —preguntó arisco jugando con la corbata que decora el atuendo del mayor.
—Que inmaduro contestar una pregunta con otra pregunta, y por cierto, tu jueguito le costó el trabajo a mi chofer, espero que haya sido una buena mamada—quitó su corbata de las manos de Noah y la acomodó de vuelta.
—La mejor—habló orgulloso cruzando sus brazos—¿Se te antoja?
—Aún no pienso en tu castigo por lo que me hiciste la otra noche—susurró tomando a Noah de la cintura para acercarlo a su cuerpo—¿Qué me asegura que no te escaparas?
—Puedes romperme las piernas si quieres—comentó burló mientras acariciaba el rostro de Dimitri. No podía negarlo, frente a él había un pedazo de hombre bien hecho que debía disfrutar.
—No me tientes niño—gruñó tomándolo del cuello para estamparlo contra una de las mesas empolvadas mientras se deleitaba con los quejidos del omega al no poder respirar—Shh...—silenció al omega tapando con un enorme mano la boca y nariz, siguiendo privando al omega del aliento, pero al menos sin lastimar su cuello, al menos no hasta que Dimitri decidiera subir de nivel—Es mi turno de humillarte—sonrió quitando el short junto con la ropa interior del omega.
Noah solo sintió el frío de la parte inferior de su cuerpo, el simple hecho de sentirse desnudo mientras se convulsionaba con el miedo a fallecer por la falta de oxígeno lo excitaba de una forma extraña, era algo que nunca antes había experimentado.
—¡Mmph... Hngh! —se quejó sin poder exaltar una sola palabra debido a la mano de Dimitri. Sus gemidos fueron silenciados a medida que los dedos del alfa se adentraban a su interior y lo penetraban grotescamente—¡Ngh! —ahogó un gemido al sentir un desespero por respirar.
—Buen chico...—musitó el alfa sin dejar de sacar y meter bruscamente sus falanges en el húmedo interior del omega. Dimitri disfrutaba los juegos de asfixia debido a que siempre experimentaba la estreches de los omegas a un nivel incomparable, sin embargo, ver la Noah agonizando por no saber dónde comenzaba el placer y donde terminaba la agonía, era excitante—¿Te vas a portar bien esta noche?
—¡Haaa... Haa... Ha...! —jadeó al mismo tiempo que sus pulmones recuperaban el aire. Era una sensación gloriosa y demasiado erótica. Por primera vez se sentía vulnerable y ansioso al desconocer lo que le deparaba, siempre era él quien tenía el control cuando se trataba de sexo, pero que Dimitri fuera quien decidiera cómo y cuándo le daba placer, hacía que experimentara una enorme excitación.
—Que lindo te ves cuando te callan esa puta boca tuya—rio penetrando fuertemente con sus dedos la entrada de Noah—Dime, ¿se te sigue antojando la polla de esa alfa?
—¡Aagh! —gimió tras sentir una descarga eléctrica venir de su cuerpo—¡Hungt!...¡Nght!...¡Aght!—se quejó de placer ante la tregua misericordiosa que le había regalado el alfa— M-Mételo...—musitó con voz baja para intentar no gemir escandalosamente y sucumbir a los sus instintos más primitivos.
—Que ridículo te ves suplicando por una polla—rio sin dejar de molestar la entrada del omega—¿Hasta cuándo seguirás jugando a que no lo disfrutas? ¿Cuánto tiempo jugaremos a que nos odiamos cuando en realidad sabemos que solo nosotros podemos darnos placer?
—¡Mierda! —gimoteó con lágrimas en sus ojos al sentir como los tres dedos de Dimitri lo estiraba y penetraba sin piedad—¿Ya dejaste de hablar? —gruñó recargándose en sus antebrazos para encarar al alfa—Si tanto quieres cogerme solo mete tu polla en mi cul... ¡Mght!—ni siquiera pudo terminar la oración cuando de pronto una de las manos de Dimitri lo interrumpió privándolo de su aliento mientras que con la otra apretaba el cuello mientras entraba de golpe al omega.
Ni siquiera se esperó que Dimitri fuera así de brusco, se sentía como una película de terror. Lloraba sin poder pronunciar un solo sonido, sus ojos se supieron en blanco y sentía chispas cada vez que Dimitri lo penetraba fuertemente, se moría con esos movimientos de cadera, su cuerpo se convulsionaba bruscamente. El alfa podía fácilmente seguir penetrando hasta acabar en su interior, sin embargo, el cuerpo de Noah se movía con tanto desespero que se detuvo un momento, soltó el cuello del joven y lo dejó respirar, sin embargo, el omega seguía con los ojos en blanco y su cuerpo se seguía estremeciendo.
Acto seguido, el alfa le proporcionó una cachetada al omega para que pudiera reaccionar. Ante el impacto Noah gimió de placer visualizó borroso como el alfa sonreía al notar lo vulnerable que estaba. Era humillante, quería meter su cabeza en el suelo y desaparecer, sin embargo, la realidad era que Dimitri tenía el control sobre su cuerpo, sus orgasmos y ahora su respiración. No pudo evitar llorar.
—Cuanta belleza— sonrió quitándose la ropa de la parte superior de su cuerpo. Noah también sonrió y jadeó al volver a ver el tallado cuerpo de Dimitri—Ya calentamos, es momento de su castigo.
—¡¡Ahh-!!—exclamó al sentir como Dimitri lo abandonaba para obligarlo a abandonar la mesa y ponerlo de cuclillas frente a la enorme erección del alfa—Yes Daddy ~
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Las cosas pudieron haber terminado ahí, Noah pudo haber mandado al diablo al alfa y nunca volver a ese territorio, resignarse a casarse con Nicholas y a la larga dar a luz a un alfa. Sin embargo, Noah había despertado en el pecho de Dimitri, con el trasero adolorido y un ardor en el cuerpo, sin embargo, se sentía tan liviano como una pluma.
Habían pasado casi ocho meses desde que Noah se había hecho pareja sexual de Dimitri. No había un contrato que los uniera, solo el deseo y la necesidad de sus cuerpos llamándose mutuamente.
Ambas partes debieron hacer ajustes a sus vidas para adaptarse a la relación, sobre todo porque Dimitri ahora ya no tenía a un harem de omegas detrás de él y su atención solo se desviaba a Noah, mientras que el omega en ocasiones mentía para verse con Nicholas en las fechas que sabía iba a estar con Milo, además, ahora que pasaba más tiempo con su amante no había visto a Ellio ni al nuevo bebé, principalmente porque a su alfa no le agradaba la idea de que se relacionara con el ex prostituto.
—Despertaste—musitó Noah acariciando la rasposa barba del alfa—¿Dormiste bien?
—Siempre duermo bien contigo—besó la mano de Noah—¿Estás bien? ¿Quieres tu medicamento? —preguntó acariciando la roja espalda del omega. La noche anterior lo había azotado con un látigo largo, había hecho sangrar la blanca piel de Noah, sin embargo, al omega no le molestaba, era todo lo contrario, le encantaba que el alfa jugara cruelmente con él.
—Estoy bien—besó los labios del alfa—Debo irme—comentó deprimido por tener que abandonar la calidez del cuerpo de su amado—Te veo la próxima semana.
—Te quiero aquí mañana—ordenó tomando fuertemente la muñeca de Noah—Tu celo está cerca, quiero pasar la noche contigo, no quiero que te acerques a los Ivanov cuando eso suceda, debes de estar con tu pareja—gruñó con voz ronca.
—¿Pareja?—rio ante lo ridícula que sonaba esa palabra en la boca de Dimitri—Pensé que éramos más un dúo dinámico antes que una pareja—visualizó al alfa, quien solo lo veía desde la cama—Además, primero se le cae el pito a Nicholas Ivanov antes que pasar un celo conmigo—bromeó poniéndose de pie sin darle importancia al agarre de Dimitri para después ponerse la ropa que habían dejado regada ayer por el suelo—La última vez la pasé contigo, ten por seguro que quiero repetir eso—habló seductor gateando de vuelta a la cama para regalarle un beso húmedo al dueño de sus orgasmos—Te veo la próxima semana.
—El doctor dijo que en estos días iniciabas tu celo, si te digo que mañana vengas entonces te quiero aquí mañana, en mi cama, desnudo, con tu collar de protección y únicamente para mí—ordenó tomando con delicadeza el cabello de Noah para después jalarlo para acercarlo a la fuerza a sus labios—¿Entendiste o debo de partirte el culo para que lo hagas?
—Puedes hacerlo si quieres, no debes de poner excusas—rio gimiendo ante la fuerza que había usado en ese beso.
Ese día Noah llegó tarde a su cita con Nicholas y al día siguiente efectivamente su celo había llegado por lo que se quedó encerrado con el alfa para calmar su calor durante tres días.
Esa era una de las rutinas de Noah desde que había aceptado ser la pareja sexual de Dimitri, obviamente había un instinto dominante de por medio además del juego de roles que se colocaban. Lamentablemente, Noah aún era demasiado joven como para darse cuenta de que los golpes de placer que recibía cada noche de Dimitri, podían volverse golpes de violencia.
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Después de varios meses de no haber ido a la casa de Ellio, finalmente Dimitri le había dado permiso a Noah de visitar a su mejor amigo.
Vestía un suéter de manga larga y cuello de tortuga con un pantalón holgado que lo hacía ver casualmente elegante, después de todo, finalmente iba a conocer al nuevo integrante de la familia Luttrel. Llevaba consigo un par de regalos para los hijos menores y cosas de bebés, claro, sin que faltaran unas buenas porciones de brownies que el mismo Dimitri había catalogado como 'delicia culinaria'.
—¡Pero qué milagro! —expresó Ellio tras abrir la puerta y recibir con un abrazo a su pequeño retoño. Los besos por parte del omega mayor no se hicieron esperar—Es grandioso poder volver a verte—suspiró soltando inconscientemente sus feromonas de forma maternal.
Noah solo pudo evitar sonrojarse al olfatear las feromonas de su madre putativa, olían más dulce que de costumbre, pero Ellio había dado a luz hacía pocos meses, por lo que aún se sentía rastros del embarazo.
—También te extrañé—correspondió el abrazo. Realmente había pasado mucho tiempo.
Ambos omegas entraron a la casa, donde había un millón de juguetes tirados en el suelo y varias manchas de colores en el sofá. Olía a las feromonas de Ellio, se sentía como estar dentro de una casa de galletas. Caminaron hasta la habitación de Ellio en donde se encontraban Magnolia y Dylan dormidos en una cama y al lado de ella una cuna con un recién nacido Connor.
—Es precioso—sonrió notando el gran parecido de Alek que tenía el bebé—Les traje un par de regalos, espero que a los otros dos torbellinos les guste—señaló al par de niños dormidos dulcemente en la cama matrimonial.
—Finalmente se quedaron dormidos—susurró caminando al otro extremo de la cuna—Alek ha tenido mucho trabajo así que se encarga de cuidarlos en la noche, pero es muy difícil cuidarlos durante el día.
—Bueno, supongo que así se debe de sentir tener hijos—bromeó acariciando el suave cabello del bebé—Eres muy afortunado.
—Lo sé—encaró orgulloso.
El par de amigos se dirigieron a una segunda sala más pequeña para que pudieran conversar a gusto. Repasaron gustosamente lo que había sido de ellos en los últimos meses mientras tomaban café con los brownies. Noah en todo momento trató de evadir el tema de su relación con Dimitri, pero Ellio insistía constantemente.
—Alek y yo hemos estado trabajando en mi negocio y las ventas por catálogo e internet van muy bien, quiere dentro de poco hablar con algunas tiendas comerciales para poder instalar mi primera tienda y si todo va bien podré tener toda una franquicia, incluso aspiro a volverme un diseñador importante y productor de juguetes también—narró al mismo tiempo que señalaba sus nuevos conjuntos en su cuaderno de arte.
—Son mucho más eróticos que los anteriores—musitó sonrojado al ver lo audaces que llegaban a ser los trazos en el papel y al imaginarse a él usando uno para Dimitri. No pudo evitar sonreír ante eso.
—Oh no, conozco esa sonrisa—bromeó haciendo sonrojar al menor—¿No será que mi pequeño y dulce niño finalmente se ha enamorado?
—Es todo lo contrario, sabes que no hay personas decentes en esa vida.
—Las hay—corrigió dejando los postres de lado para abrir el primer regalo para Connor. Se trataba de un hermoso conjunto de pantaloncitos con camisas suaves y calcetines con forma de zapato—Aww, es tan tierno—suspiró al idealizar a su cachorro vistiendo de forma fabulosa—¿Quién te ayudó a elegirlo?
—No creas que eres el único en esta casa con buen gusto—desvió la pregunta acomodando su cabello mientras subía el sillón otro de los regalos, sin embargo, Ellio notó un tono rojizo en las muñecas de Noah cuando el extremo de una de las mangas resbaló sutilmente.
En menos de un segundo ya había tomado la mano de Noah y alzado la manga para dejar a la vista unas marcas rojas y heridas de quemaduras leves a lo largo de su brazo.
—Quítate el suéter—ordenó histérico.
—Ellio...
—Estás con Dimitri, ¿verdad? —preguntó ansioso sin soltar la mano de Noah—Quítate el suéter, quiero ver que más te ha hecho.
—¡No hemos hecho nada!
—No me mientas, conozco estas marcas—arremetió levantando el suéter de Noah para sacarlo mientras el menor forcejeaba.
—¡Ellio suéltame, no vine a tu casa a esto! —gruñó ansioso y con temor de que el rubio descubriera las heridas de su cuerpo.
—Santo cielo...—musitó cubriéndose la boca al notar la espalda marcada del omega junto con marcas en el cuello y heridas a lo largo del cuerpo. Un sentimiento de terror se plantó en el omega mayor, incluso llegó a sentir un mareo que le dejó unas enormes ganas de vomitar, sin embargo, tuvo que ser fuerte y superar que ya no formaba parte de esa vida—Pero ¿qué te hizo? —preguntó con un tono frágil, como si estuviera a punto de llorar.
—Nada—contestó tomando el suéter de las manos de Ellio para ponerse nuevamente la prenda—En serio nada, solo compartimos de vez en cuando la cama, pero no es como si saliera con él—comentó despreocupado tomando a Ellio de las manos al notar el rostro afligido que cargaba—No es mala persona, solo tiene fetiches extraños, pero realmente no me trata mal, solo me da placer a través del dolor—mostró una sonrisa que dejó congelado a Ellio.
—¿Conociste a su padre alguna vez?—musitó sin quitar la mirada de Noah, quien inmediatamente negó con la cabeza—Bueno, antes el padre de Dimitri administraba toda la zona de burdeles y clubes nocturnos, justo cuando estaba por pagar mi deuda pasó el cargo a Dimitri y administró a los prostitutos con mayor ganancias de forma que nuestras deudas se duplicarán, nos maltrataba, humillaba y denigraba física y psicológicamente—encaró con un tono de voz molesto al recordar las atrocidades que había cometido—Una vez el maldito me envió a un club sadomasoquista en donde fui violado por no sé cuántos malditos y desgraciados alfas, todo con la excusa de que mi deuda se iba a eliminar si podía hacer que sus amigos se corriera, y...—comenzó a reírse, sin embargo, el rostro de Ellio se llenó de lágrimas amargas—Y claro que se corrieron, claro que esos malditos hijos del averno se corrieron en mí, todos y cada uno sin preocuparse si podía respirar, si estaba consiente o si estaba en mi celo...—finalmente rompió en llanto—A las semanas supe que estaba embarazado y pensé que podía tener al bebé, que podía ser un nuevo inicio, no me interesaba saber de quién era, solamente quería que fuera mío, pero Dimitri aumentó mi deuda, me obligó a abortar y al día siguiente salir otra vez a las calles—sollozó ante el traumático recuerdo de haber tenido el feto de su bebé en sus manos una vez lo encontró en la basura del consultorio— Nada bueno viene de ese hombre, de no haber sido por Alek ya hubiera muerto.
—Pero es diferente...
—Contigo es diferente—corrigió—Dime, ¿alguna vez has visto a sus empleados, los lugares donde duermen, la comida que se llevan a la boca, las habitaciones en donde son llevados? No es un ángel ni un salvador, y esos golpes que te dan placer se pueden volver violentos.
—Y cuando eso pase saldré por la puerta y vendré aquí a disculparme por lo ciego que fui—musitó tratando de consolar a Ellio—Sé que sufriste mucho, pero ya no perteneces ahí y yo no me voy a dejar doblegar por ningún alfa, mucho menos por Dimitri—prosiguió a abrazar a Ellio al notar que sus palabras no lo calmaban.
Se quedaron así hasta que se quedaron dormidos en el sofá, tuvieron que despertar cuando Connor comenzó a llorar por un cambio de pañal y los infantes de Magnolia y Dylan pidieron de comer. Noah se quedó hasta en la noche con ellos y estuvo feliz de que a los niños les gustaran sus regalos, sin embargo, no podía quitarse de la cabeza la advertencia de Ellio.
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Los días y meses siguieron pasando como agua entre los dedos de Noah. Cada noche que pasaba con Dimitri había algo nuevo, desde una cena romántica en algún restaurante lujoso hasta una nueva posesión de tortura con la que hacía llorar de placer al omega.
Habían pasado alrededor de un año juntos siendo compañeros sexuales, compartiendo la cama, sus secretos y afinaciones. En ese año Noah terminó por conocer a Dimitri a fondo, se trataba del típico alfa dominante solitario que guardaba un pasado oculto, pero las cosas no eran así. Una mañana Noah había despertado solo en la blanca cama del alfa, era extraño, ya que siempre lo encontraba sin falta sin importar lo apretado que pudiera estar su día, siempre estaba ahí para cuando Noah abría los ojos.
No le quiso dar importancia y prosiguió a dormir en la cama, todo su cuerpo le dolía y aún podía sentir su entrada entumecida por lo rudo que había sido la noche anterior Dimitri, sin embargo, el sueño no duró tanto cuando se escuchó el ruido de dos personas gritando y el sonido de vidrios rompiéndose. Preocupado, tomó la primera bata que encontró para cubrir su desnudes y salió de la habitación.
A cada paso que daba los clamores se hacían más fuertes, se sorprendió al notar que ni siquiera se había topado con alguien de la servidumbre, pero cuando llegó a las escaleras que subían con la sala principal se encontró con Dimitri peleando a gritos con una hermosa mujer y con varios vidrios tirados en el piso.
—¡Adelante sigue haciendo un drama! —exclamó el rubio sin mover un solo milímetro de su cuerpo y viendo con asquerosidad a la mujer.
—¡¿Drama!?—rio la mujer caminando hasta Dimitri y estampando un par de hojas—¡Esto es un robo, primero muerta antes que firmar esta porquería! —gruñó mostrando sus colmillos.
—Pensé que querías el divorcio, bueno, es parte del trato—argumentó dejando sin aliento a Noah.
Sintió un remordimiento en el fondo de su estómago, inclusive que el aire le faltaba y una preocupación en el pecho al darse cuenta de que la persona que se encontraba con Dimitri se trataba de su esposa.
Ni siquiera sabía cómo tomarlo, no podía considerarlo como un engaño debido a que lo único que compartía con el alfa era la cama, tampoco podía ser traición porque nada más eran una pareja sexual. Le desesperaba no saber cómo tomar el sentimiento, sobre todo el verlo lo hermosa que era la mujer, era alta, de cabello plateado, con buenas curvas y porte elegante, le dolía compararse con ella, pero le dolía que ese tipo de persona había logrado conquistar a Dimitri, pero él solo seguía siendo un prostituto en su cama.
—¡Quiero mi parte del negocio! —exclamó tomando un jarrón cercano para estamparlo cerca de Dimitri, pero el alfa lo esquivó apenas—¡No pienso que ese dinero se derroche en otro puto omega que se revuelva en mi cama!
—¿Tu cama? —rio sarcástico—¡Deja de decir estupideces, no te has pasado en esa cama desde lo de Joshua, además, el sector es de mi familia, nunca estuvo dentro de los estímulos maritales!
—¡No metas a nuestro hijo en esto! —exclamó al borde de las lágrimas—Si he decidido tomar el divorcio es para separar nuestras vidas y los bienes.
—Sobre todo los bienes—rio nuevamente regresando los papeles a la mujer, pero no quiso tomarlos—Pero no te daré ni un puto centavo, yo solo me he partido la espalda por ver que el negocio de mi familia no se venga abajo y prevalezca como algo legal mientras que tú solo te preocupabas por vender a los trabajadores y tus porquerías.
—¡Hice que el negocio creciera!
—¡Vender drogas y omegas a mis espaldas no es la manera! —finalmente Dimitri había golpeado a la mujer haciéndola caer al suelo junto con los cristales que había roto.
Ante eso Noah salió de su escondite y quedó en el panorama de la mujer. El omega se quedó perplejo al ver que había salido sin el menor conocimiento de la situación, no le correspondía entrometerse en la relación marital de Dimitri, pero los celos lo habían hecho moverse.
—Ya veo...—comentó la mujer poniéndose de pie y tomando los papeles para firmar sobre una de las mesas—¡Listo! —estrelló nuevamente los papeles en el pecho del alfa—¡Disfruta a tu puta! —señaló a Noah, quien se recargó en la pared al notar que las feromonas que soltaba la mujer era en realidad de una alfa.
Tras escuchar cómo la mujer salía de la casa, Dimitri caminó hasta Noah, pero se percató como el menor agachó la mirada.
—No debí salir, perdona—musitó finalmente el omega tras sentir como la sombra de Dimitri lo intimidaba—Será mejor que me vaya...
—No—lo tomó de repente de la muñeca para atraerlo a su pecho—No debí permitir que esa mujer entrara, solo le encanta romper mis floreros y robar mi dinero, pero creo que a partir de hoy no volveremos a verla.
—¿Es cierto? —musitó sin abandonar su rostro entre el pecho del alfa—¿Es tu esposa? —Noah se percató de que el mayor suspiraba y lo acariciaba dulcemente.
—Ahora exesposa—agregó sin dejar a abrazar a Noah—Estuvimos en un matrimonio arreglado por casi diez años, pero cuando nuestro hijo falleció las cosas salieron mal y comenzó a hacer tratos con mafias para vender drogas y trata de omegas en mi negocio—explicó acariciando dulcemente el rostro de Noah para que pudiera verlo y darse cuenta de que sus palabras eran honestas—Le pedí el divorcio hace tres años, pero siempre encontraba la manera de quedarse con la mitad de mis establecimientos, me sorprende que haya firmado como si nada.
—Lamento lo de tu hijo—contestó desviando la mirada de los ojos de Dimitri—No debería estar aquí—musitó nervioso tratando de disimular lo incómodo y extrañamente herido que se sentía—S-Será mejor que me vaya.
—Noah...—lo tomó nuevamente con delicadeza y lo besó dulcemente, logrando así que Noah se calmara y dejara de sentirse ansioso por la presencia de esa mujer, era como si hubiera recibido una dosis tranquilizante y dulce—Feliz cumpleaños, mi amor.
—¿Cumpleaños? —preguntó confundido sin dejar de ver a los labios del mayor, deseando volver a sentirlos hasta olvidarse de sus preocupaciones.
—Vamos a almorzar—lo tomó de la cintura y acarició su nariz con la contraria haciendo sonrojar al omega. Se sorprendía de que Dimitri estuviera tan cariñoso—Te tengo muchas sorpresas y no voy a permitir que esa maldita mujer lo arruine.
—Pero...—trató de controlar un poco la situación. Todo pasaba muy rápido y aún no terminaba de asimilar sus sentimientos por el repentino encuentro con la esposa de Dimitri y la noticia de la muerte de un hijo. Se sentía demasiado frustrado, tanto que la fecha de su cumpleaños había pasado desapercibida.
—Vamos...—comentó tomándolo de la cintura para encaminarlo por un pasillo alternativo para que los pies descalzos de Noah no se ensangrentaran.
Una vez arribaron al comedor la servidumbre nuevamente apareció y sirvieron un desayuno completo. Comenzaron a comer poco a poco, pero contrario a otros días, el rostro de Noah reflejaba angustia e incomodidad, Dimitri sabía que se trataba por la repentina y escandalosa visita de su ahora ex esposa, sin embargo, no iba a permitir que su sumiso sufriera en un día tan importante.
—Antes de que mi padre se retirara tuvimos una conversación para plantear los términos y condiciones para pasarme el poder del negocio—comentó dejando de lado su café y llamando rápidamente la atención del menor—Tenía que casarme y tener un hijo para poder heredar, así que busqué a una alfa capaz de procrear, nos casamos enseguida y en nuestro contrato estipulamos que mi negocio familiar seguiría permaneciendo a los Harrison de sangre, tuvimos un precioso hijo al poco tiempo, sin embargo, con el pasar de los años descubrí que esa mujer estaba fuertemente relacionada con la compra y venta de drogas que distribuida meticulosamente con los trabajadores—narró seriamente sin apartar la vista de Noah—¿Recuerdas lo que dijiste cuando nos conocimos?
—Que eras un mafioso—comentó honestamente sin dar lugar a juegos. Simplemente, estaba decaído por desconocer esa historia.
—Bueno, algunas personas se enteraron de eso y comenzaron a meterse con los empleados omegas y a secuestrarlos para vender sus órganos en los mercados negros. No tardé en darme cuenta de que se trataba de mi esposa, llegué a discutir con ella en muchas ocasiones para que me ayudara a parar todo este caos, pero dijo que la venta de drogas y la venta de omegas ayudaban al negocio a crecer —rio descaradamente ante ese amargo recuerdo—Una noche, había llevado a nuestro hijo a mi oficina, él era muy inquieto y alegre, de seguro se hubieran llevado bien, disfrutaba hacerme enojar; pero él supo llegar hasta las habitaciones de los omegas y había decidido jugar con algunos de ellos, pero esa misma noche asaltaron a varios omegas y a mi hijo junto con ellos. Traté de buscarlo por todas partes—gruñó con un claro dolor en su pecho—Lo habían confundido con uno de los prostitutos y se lo llevaron a una bodega en donde lo mataron y algunos de sus órganos los vendieron—respiró con dificultad ante el recuerdo de encontrar el cuerpo de su pequeño demacrado, abierto, lleno de sangre y sin vida—Mi entonces esposa me culpó por haberlo descuidado sabiendo lo peligroso que estaba el distrito, me demandó y exigió el divorcio con la intención de quitarme todo el sector nocturno, obviamente no iba a permitir que esa mujer me quitará lo poco que me quedaba, así que estuvimos todos estos años en disputa para llegar a un acuerdo. Finalmente, firmó mis papeles y ahora espero que se caiga de un acantilado o se muera con una buena dosis de su porquería—tragó nuevamente el café, sin embargo, inmediatamente se puso de pie para servirse un poco de tequila.
—Dimitri...—musitó el omega dolido por lo que había pasado. Se puso de pie y caminó hasta el alfa para abrazarlo por la espalda—Lo lamento tanto—buscó consolar al alfa, pero en realidad Dimitri estaba muy tranquilo debido a que había aprendido a aceptar la muerte de su hijo y sobre todo que no había sido su culpa—No sé lo que es perder a un hijo, pero tu dolor lo comprendo.
—Gracias—sonrió complacido por la tierna imagen de su sumiso buscando calmar a su amo—¿Ya estás más calmado?
—Si—se sonrojó—Perdona Daddy, creo que me puse algo celoso—admitió con una sonrisa tímida que había dejado encantado.
—Eso me gusta, te preocupa que deje de ser tuyo—comentó tomando el mentón del pequeño para verlo mejor—Me aseguraré que ese espectáculo no arruine tu cumpleaños, tengo planeado un recorrido para celebrar y una noche inolvidable—finalmente vió la sonrisa de Noah y se maravilló con besarlo.
Si, Dimitri tenía razón, sería una noche inolvidable, sobre todo porque sería la condena y el punto de caída de Noah hacia ese alfa.
─── ❝ Fire on fire ❞ ───
—Dijo que sería una noche inolvidable—rió Noah ahora envuelto en una manta y recargado sobre el pecho del alfa, ya estaba más calmado, sin embargo, Demian había notado un sutil tono de ira en la voz del omega, por lo que acariciaba el dorso de su mano para que sintiera que estaba presente y atento a todo lo que decía—Me llevó a tiendas de ropa, me compró postres, paramos a comer en restaurantes elegantes, fuimos al cine y por último al club en donde nos conocimos en donde tenían planeado una fiesta para mí, obviamente yo la disfruté mientras que él se iba a su oficina, pero cuando dijo que nos fuéramos en lugar de llevarme a mi casa fuimos de nuevo a su residencia y las cosas ahí comenzaron a ponerse feas, nuevamente...
¡ESTAMOS DE VUELTA BB!
Muchas gracias por esperar, no saben lo caotica que fue la semana pasada y esta semana, actualmente me encuentro haciendo mis practicas de universidad y tratando de hacer mis otras actividades. Lo bueno es que les traigo nuevos anuncios.
1. ¡ESTAMOS DE VUELTA EN RADIO ARROWY! Ya pueden dejarme sus historias para leerlas, comentarlas y compartirlas. Pueden ir a escucharme, vayan a Facebook y donde vean el post que diga que Dj va a leer se encontrará un link para que se conecten a nuestro canal de Discord.
2. ¡TENEMOS NUEVAS ILUSTRACIONES! Todas cortesía de nuestra queridisima LitterCherry41 (siganla en instagram) Un ejemplo de ellas es la que tenemos en el banner del día de hoy, y si, los de la imagen son Dimitri y Noah en su versión joven 😍❤️❤️ Me encantan, están super preciosos, se nota que tenemos a una ilustradora super talentosa, así que vayan a seguirla y darle mucho amor (abajito dejo las ilustraciones nuevas)
3. ¡FIRE ON FIRE GANÓ SU PRIMER CONCURSO DE WATTPAD! Más especificamente el segundo lugar en el concurso de escritores únicos 1era edición de la categoría romance +18 por parte de :
Muchas gracias por la oportunidad y por darle aliento a esta autora, así como a todos ustedes que leen esta historia, este triunfo también es para ustedes :)
¡Nos vemos pronto! Yo creo que dentro de dos semanas debido a que si estoy algo presionada, pero claro, siempre dando lo mejor de mi para que sigan disfrutando de la lectura :) Les dejo un dibujito cortesía de nuestra bella Cherry:
Uno supondría que Alek Luttrel era un alfa dominante que doblegaba a todo aquel que se le atravesara, en muchas ocasiones su mera presencia hacía que los jueces declinaran por sus posturas al momento de hacer sus casos. Era rico, inteligente, elegante y atractivo, cualquiera que lo viera en la calle pensaría que el mundo estaba a sus pies, pero no era así, de hecho, Alek estaba a los pies de su bello esposo Ellio, a quien no importara lo que pidiera, siempre lo complacía sin importar el precio a pagar, lo único que le importaba era ver a su esposo feliz.
—¿No es precioso? —comentaba Ellio mientras admiraba como el menos de sus hijos dormía en sus brazos.
—Lo es—comentó sonriente Alek al ver a su cachorro dormir tranquilamente en el pecho de su amado—Siempre son tan lindos—sonrió.
—¡Lo sé! —suspiró encantado poniendo al bebé en su cuna y al otro momento ya estar encima de su esposo sobre la cama—¿Deberíamos hacer más? —sonrió de lado al mismo tiempo que se quitaba la ropa.
—¿Qué? —preguntó nervioso.
—Ven...—musitó besando a Alek como él sabía hacerlo para calentarlo en tiempo récord—Hagamos un bebé.
Si, cualquiera pensaría que Alek por ser alfa sería el dominante en la relación. Sin embargo, el verdadero dominante siempre era Ellio.
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