Prólogo
𝗣𝗥𝗢́𝗟𝗢𝗚𝗢
❝ bienvenida al claro ❞
Un repentino temblor sacudió el suelo por encima de sus rodillas, metal chirriando contra metal. La cabeza de la pelirroja comenzó a doler cada segundo que escuchaba el ruido. Ruidos ásperos de cadenas poleas, como los ruidos de una vieja acería en funcionamiento, resonaron en el compartimiento, sacudiendo las paredes con un gemido vacío y lejano. El ascensor sin luz se balanceaba de un lado a otro mientras subía. Tenía los ojos cerrados y se negaba a abrirlos para notar dónde estaba, debido a las náuseas que le provocaba el movimiento, pero terminó abriéndolos lentamente. El lugar estaba oscuro y ella estaba dentro de una especie de jaula, al menos en su visión, y no estaba sola, había cajas alrededor de su cuerpo encogido.
Se puso de pie, tratando de entender dónde estaba y por qué estaba allí. ¿Pero por qué no recuerdo nada? Esto provocó que la frustración se apoderara de la chica. ¿De dónde venía? ¿Cómo acabó ahí? Nada. Lo que quedaba en su mente era sólo una mancha negra.
La chica miró hacia arriba, tratando de buscar una salida, se subió encima de una de las cajas y comenzó a golpear la barandilla mientras pedía ayuda. En el mismo momento se dio cuenta de que se estaba acercando cada vez a una luz roja. Con un crujido seguido de una nueva sacudida, el compartimiento ascendente se detuvo, la repentina transformación sacó de su posición a la pelirroja y la arrojó al duro suelo.
Unos minutos más tarde, el lugar finalmente se detuvo. Y las luces que estaban rojas se volvieron verdes, y en cuestión de segundos la oscuridad se apoderó del lugar.
Unos segundos más y pronto se abrieron dos puertas con cierta fuerza. La luz del sol invadía la caja en la que se encontraba, el contacto con la luz incomodó sus ojos azules, provocando que pusiera su mano frente a ella.
Tan pronto como sus ojos se acostumbraron a la luz, pudo ver a docenas de chicos mirándola fijamente desde arriba. Los chicos allí reunidos miraron a la pelirroja con cierta frustración.
―Es una chica.―confirmó uno de ellos a los demás.
―¿Por qué enviaron a una chica?
Estaba asustada y un poco incómoda por esos chicos, pero ¿Quién podía juzgar? Ella no conocía a ninguno de ellos, y más porque es la una chica allí, y la pelirroja se dio cuenta al ver los rostros confundidos hacia ella.
―Ve a buscarla.―dijo uno de ellos a otro.
Un chico rubio un poco más fuerte saltó dentro de la caja, lo que hizo que la chica se retirara más a un rincón, asustada.
―¿Qué pasa, novata? Es hora de salir de allí.
El chico sacó a la pelirroja de la caja y pronto ella estaba en el suelo, todavía rodeada de chicos y todos mirándola. Estaba aterrorizada. Su corazón latía con fuerza y su respiración estaba desregulada, sus manos temblaban constantemente y sus pupilas estaban dilatadas.
―¿Quién tendrá la oportunidad de tocarla primero, eh?―dijo uno de los chicos riendo.
―¡Ah, Sartén! ¡Encontramos a alguien que te ayude en la cocina.
Algunos de ellos se burlaban o hacían bromas sobre la chica. Pero con una mirada de los dos chicos que parecían ser los líderes, hizo que todos se callaran a la vez.
Pero aún así, la pelirroja estaba asustada, completamente asustada. No sabía dónde estaba, ni siquiera sabía su nombre y todavía estaba rodeada de chicos. Lo único que quería era salir de allí.
Eso si había una manera de salir de ese lugar.
Entonces, sin pensarlo dos veces, la chica se levantó, los empujó a todos y comenzó a correr. Corrió unos metros antes de detenerse y mirar a su alrededor. El lugar tenía pasto verde por todos lados y un denso bosque más atrás.
―¡Miren a la novata!―se burló una voz.
No tenía control de sus pies, corría y corría sin parar. El viento que soplaba en ese lugar hizo volar su cabello rojo. Su visión estaba borrosa y con cada paso se volvía normal. La chica corría sin rumbo y no sabía exactamente adónde ir. Hasta que comenzó a aminorar el paso y dejó de caminar, empezando a mirar a su alrededor con cierta desesperación, intentando identificar dónde estaba, pero nada, no lo reconocía. Al menos le gustaría ver una salida de ahí.
Lo único que la chica quería era salir de este extraño lugar.
Y luego, volvió a mirar a su alrededor y notó las paredes que rodeaban el lugar, enormes muros de piedra gris, cubiertas de una espesa hiedra que se extendía en parches irregulares. Las paredes parecían tener más de cien metros de altura y formaban un cuadrado perfecto alrededor de ese espacio. Cada lado estaba divido exactamente por la mitad por una abertura tan alta como las propias paredes y que, hasta donde alcanzaba la vista, conducía a largos pasillos y corredores que se extendían hasta donde alcanzaba la vista.
―¿Qué pasó, novata?―dijo un chico, aparentemente mayor que los demás, de piel oscura, cabeza rapada y físico más fuerte.―¿Vas a huir otra vez o podemos tener una conversación civilizada?―preguntó con voz tranquila. La chica permaneció en silencio, él parecía ser alguien de confianza y además era el mismo que se enfrentó a los demás cuando le dijeron barbaridades. El hombre vio esto como un "si".―Genial, mi nombre es Alby.―se presentó.―Cuéntame algo sobre ti. ¿Quién eres? ¿De dónde vienes? Cualquier cosa.
La pelirroja intentó buscar esa información dentro de su mente. Pero nada solo el mismo borrón negro de antes.
―Yo... no lo sé.―fue lo primero que dijo desde que llegó allí.
―¿Sabes tu nombre?
―Yo... no recuerdo nada...―respondió ella, asustada y confundida nuevamente.―¿Por qué no recuerdo nada?
―Todo está bien.―la consoló.―Relájate. En normal. Fue así con todos nosotros, recordarás tu nombre en uno o dos días. Es lo único que nos dejan conservar.
―¿Qué es este lugar?―preguntó la pelirroja.
―Ven, te lo mostraré.―dijo Alby sonriendo de reojo.
Caminaron por el Claro y Alby le explicó todo sobre el lugar. La caja les proporcionaba lo que necesitaban y el resto era cosa de ellos.
―La caja viene una ves con suministros y un nuevito. Esta vez fue extraño porque siempre eran chicos, y ahora viniste tú.
Realmente era un poco extraño. ¿Por qué enviaron a una chica a un laberinto solo para chicos?
―¿Pero sabes quién nos puso aquí? ¿O la razón?
―No lo sabemos.―se encogió de hombros.
―¿Todo bien ahí, Alby?―otro chico, este era rubio y cojeaba, se acercó a los dos con una sonrisa.
―Novata, este es Newt, cuando yo no estoy aquí, él está a cargo.
―Me alegro de que siempre estés aquí.―él dijo un tanto irónico mientras sonreía.―Lo hiciste muy bien hoy, tienes potencial para ser corredor.
La pelirroja alzó una ceja, visiblemente confundida por la palabra "corredor".
―Newt, hazme un favor, preséntale el Claro a la novata mientras yo soluciono algunas cosas.―el mayor le dio una palmada en el hombro a Newt y luego los dejó a los dos.
―No estamos acostumbrados a recibir Larchos tan tarde, batió el récord.―dijo el rubio comenzando a caminar junto a la pelirroja.―No te incomodes, puede parecer difícil y extraño, pero verás que seremos como una familia.
La chica asintió y miró alrededor de Claro. Tendría que acostumbrarse, aparentemente no saldría de allí pronto.
Newt presentó cada parte del Claro y explicó algunas reglas básicas que tenían. Tres en total. La primera: haz siempre tu parte. Segundo: nunca lastimes a otro Habitante del Claro. Y tercero, lo más importante: nunca traspasar los muros. La pelirroja prestó atención a cada detalle de la explicación y presentación.
―Es todo lo que tenemos. Trabajamos duro por ellos.―dijo Newt mientras los dos miraban el Claro desde encima de una especie de casa del árbol.―Si respetas este lugar, te irá bien aquí. Entonces, veamos de qué rol estás a cargo.
Ella asintió de nuevo. Cuando le empezó a doler la cabeza, la chica puso una mano en su sien. ¿Por qué este repentino dolor de cabeza? Un recuerdo. El recuerdo de su nombre, éste que debía ser suyo.
―Ella.―susurró la pelirroja, haciendo que Newt pareciera un poco confundido.
―¿Qué?―preguntó todavía confundido.
―Ella. Ni nombre es Ella. Recuerdo.―respondió mirándolo.
Una sonrisa apareció en el rostro de Newt.
―Fue más rápido de lo que pensaba. Bienvenida al Claro, Ella.
+5 COMENTARIOS PARA PRÓXIMO CAPÍTULO :)
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espero les guste esta nueva traducción<3 pd: me gustaría que voten en los capítulos y dejen al menos un comentario si les gustó. digan NO a los lectores fantasmas.
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