⭑⭒⭑⭒ Helping Harry ⭑⭒⭑⭒

Newt observa mientras su clase de cuarto año tomo asiento —No se pongan demasiado cómodos —dice mientras baja las escaleras—. Nos vamos en un momento. Por favor sostengan sus tareas en el ire.

Sus estudiantes dan miradas extrañas pero, sin embargo, levantan su tareas en el aire, de repente dos lechuzas se abalanzan para recoger las tareas antes de volar a la habitación sobre el aula.

—Nos encontraremos con Hagrid en el patio, dense prisa por favor

La siguen fuera del salón de clases y por muchos pasillos hacia el patio donde el Medio Gigante los está esperando 
—¿Profesora? ¿A dónde vamos exactamente?

—Eso es sorpresa, solo síganos 

Los lleva hacia la cabaña de Hagrid, donde una manada de unicornios yacen pastando en la pequeña área valla de madera

—Newt, no creo-

—Estaré bien Hagrid, he estado aquí, todos los días durante la semana pasada

En silencio y con cuidado camina hacia los Unicornios con las manos extendidas, de inmediato uno de los unicornios machos más grandes camina hacia ella olfateando su mano suavemente. El Unicornio se relaja y avanza empujándola con la nariz.

Hagrid se ríe mientras niega con la cabeza —Deseo de muerte, lo ha hecho

—¡Están bien, Hagrid! —ella grita por encima del hombro—. ¡Simplemente no me acerqué a ellos correctamente la semana pasada

Ron levanta las cejaas —¿Qué sucedió la semana pasada?

—Ruddy el unicornio la sacó del campo

—No hiciste daño ¿Verdad? Sí —ella arrulla

—Bien, entonces —se vuelve hacia la clase colocando sus manos en sus caderas—. Formen una línea, chicas, ustedes primero, tienden a preferir el género femenino

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Harry toca suavemente la puerta de su nueva profesora favorita, ella lo mira sonriendo —¿Sí, Harry? ¿Puedo ayudarte?

Ella mira hacia arriba, cruzando las manos sobre la mesa —Me preguntaba ¿Qué sabe sobre... Dragones?

—¿Dragones? —él asiente y ella suspira levantándose y llevándolo a su estantería—. Cuando era pequeña siempre quise un dragón, un Gales Verde Común, apesar de que mi favorito es el Ironbelly Ucraniano, siempre me encantaron los colores de los Gales Verde, debe ser lo Slytherin en mí

—¿Era Slytherin?

Ella asiente y aplaude cuando encuentra su libro muy viejo y muy usado sobre dragones —Sí. No dure mucho

—Entonces los rumores son ciertos ¿Fue expulsada?

Ella asiente de nuevo volviendo a buscar otro libro —Mi sexto año, Dumbedore trató de detenerlo, no sirvió de nada,  el Ministerio es demasiado poderoso estos días

—¿Cómo? ¿Qué hizo?

—Eso, Harry, es una historia para otro momento —le entrega otros dos libros y rápidamente toma uno para hojear las páginas—. Aquí esta toda la investigación de mi abuelo sobre dragones

—Gracias, profesora

Ella asiente y le da una palmada en la espalda —Oh, Harry —se detiene en la puerta

Asiente con la cabeza sosteniendo los muchos libros en su mano mientras su pie mantiene abierta la pesada puerta —Puedo preguntar ¿Por qué un basilisco?

—Sera una historia para otro momento, profesora

Ella sonríe y niega con la cabeza para que se aleje mientras vuelve a marcar sus papeles. Rocco se sube a su regazo y ella lo acaricia con una mano mientras la otra sostiene el papel frente a ella.

Tomando un sorbo de su gran taza de café, suspira y permite que su mano caiga hacia atrás para rascar la cabeza de Rocco, el perro mira hacia arriba sintiendo su aburrimiento y salta sobre sus pies moviendo la cola.

—Lo siento Rocco, tengo trabajo que hacer

Rocco le da un codazo con el pie y vuelve a saltar hacia atrás haciéndola reír 
—Rocco, no, tal vez mas tarde

Ella toma su pluma solo para que el perro salte a la mesa y la tome de su mano 
—Rocco, no voy a jugar, dámelo ahora

Él se apresura a salir por la puerta y con un suspiro ella mete la mano en su cajón para sacar otra pluma, Rocco asoma la cabeza por la puerta mirándola con la pluma emplumada todavía colgando de su boca.

El perro la mira con ojos de cachorro y ella rápidamente mira hacia el otro lado —No, Rocco, no

Camina lentamente hacia ella mientras lloriquea silenciosamente haciéndola morderse el labio y volver a marcar, el gemido se hacen mas fuerte cuando deja caer l pluma a sus pies y mira hacia abajo, sus orejaas caen y l cola se queda quieta.

—Rocco... —dice con tono de advertencia 

—Ugh, esta bien, una caminata, luego directamente de regreso aquí

El perro salta gustándole la cara y sube corriendo a las escaleras a su habitación para buscar su pelota de tenis favorita 
—Vamos, Rocco, pequeño bribón