08 | el relato de michael
Tommy Shelby lideró el camino hacia el Garrison, seguido por su hermano, esposa y Mason James. Polly ya estaba parada en medio del pub, era la única persona en la habitación.
—Polly —dijo Arthur, saludándola.
—¿Están armados? —preguntó Polly.
—Sí —respondió Tommy.
—Sí —repitió Arthur.
—Siempre —dijo Mason—. Armado con una apariencia encantadora y un arma.
Tessa golpeó el brazo de su hermano—. Ahora no es el momento, Mase.
—Lo siento, Tess, solo intento aliviar el ánimo —dijo Mason, frunciendo el ceño.
—Bueno, Mason, hay un momento y un lugar —dijo Polly suavemente—. ¿Podrían dejar las armas detrás de la barra por si se caldean los ánimos?
—¿Detrás de la barra, Pol? —repitió Arthur, sacando su arma y dejando que las balas de la recámara cayeran al suelo—. Detrás de mi propia barra, ¿eh? —dejó caer su arma sobre la mesa—. La prefiero ahí.
—Thomas —dijo Polly—. Mason.
Mason sacó su arma de mala gana y la arrojó sobre la mesa, al lado de la de Arthur—. No la voy a vaciar.
—Thomas —dijo Polly, esta vez con más énfasis.
—Tom, por favor —dijo Tessa.
Tommy sacó su arma, la colocó en la barra junto a él y abrió el brazo para que Tessa se acercara. Los dos se apoyaron contra la barra, el brazo de Tommy pasó sobre los hombros de su esposa. Quería la cercanía como un recordatorio de que estaba dentro de su alcance por si necesitaba protegerla, ya que sin un arma en sus manos, Tommy se sentía indefenso. Tener a Tessa cerca suyo, tan cerca que podía sentir su cuerpo contra el suyo, calmó un poco su mente frenética.
—Anoche soñé con un gato negro, Pol —dijo Tommy—. Soñar con un gato negro significa que hay un traidor cerca. Tú me lo enseñaste.
—Un gato negro puede significar muchas cosas —respondió Polly—. Puede significar que te estás lastimando o traicionando a tí mismo. ¿Tienes alucinaciones, Thomas?
—Así es —respondió Tommy—. Sí, y veo con mucha claridad. Vienen de todas las direcciones.
Tommy sacó un cigarrillo y le ofreció uno a su esposa mientras lo hacía. Tessa tomó el cigarrillo, colocándolo entre sus labios mientras observaba a Tommy pasar el suyo por los labios antes de sacar el encendedor. Tessa esperó a que Tommy encendiera su cigarrillo, ya que siempre le decía que no necesitaba uno, porque él siempre estaría allí para encenderlo.
Mason miró a su hermana—. Te ves cansada, Tess.
—No dormí bien anoche —admitió Tessa—. John tuvo una pesadilla y me quedé con él hasta que se durmió.
—¿Cómo están los niños? —preguntó Arthur.
—Bien —respondió Tessa—. Solo espero que cualquier negocio que suceda aquí se mantenga lejos de mis bebés. No quiero que los metan en esto. Especialmente a Bella, no otra vez.
—No pasará nada —dijo Tommy con la mano apoyada en la cintura de Tessa—. Lo prometo.
Polly se dirigió a la puerta del Garrison, la abrió y permitió que entraran dos figuras. Michael Gray mantuvo abierta la puerta para su esposa, Hetty, y cuando entró por la puerta, Tessa jadeó.
—¿Realmente tuvo un bebé? —le susurró Tessa a Mason—. Diablos.
—Tommy —dijo Michael—. ¿Te acuerdas de Hetty?
Hetty sonrió nerviosamente cuando Tessa se apartó del lado de Tommy y se acercó a ella—. ¿Quién es éste?
—Alfie —susurró Hetty, mientras Michael se alejaba de Hetty y Tessa—. ¿Quieres agarrarlo?
Tessa le quitó el bebé a Hetty, notando cómo la chica parecía casi aliviada de estar libre del niño por un momento. Tessa conocía la lucha de tener un hijo y de no querer dejarlos ir. Sabía que Hetty adoraba a su hijo solo por la forma en que decía su nombre, y el hecho de que lo entregara tan fácilmente no disminuía el amor que sentía por su bebé, de la misma manera que Tessa sentía amor por sus hijos.
Sosteniendo al bebé en sus brazos, Tessa se giró para encontrar a Tommy mirándola por el rabillo del ojo, su atención rápidamente regresó a Michael cuando éste se aclaró la garganta—. Quisiera decir algo.
—Siéntate, Michael —le ordenó Tommy.
Michael no se movió—. Te traicioné.
—Michael —dijo Polly.
—Pero solo en mi corazón —continuó Michael—. Una vez, en Estados Unidos, había mucho dinero en ese banco. Me pregunté si podía... si podía mudarme a California. Alguien dijo que invirtiera en el cine. En Hollywood. Pero Hetty me detuvo. Ella dijo...
—Te dije que te sentaras, Michael —espetó Tommy, esperando a que Michael se sentara. Una vez que lo hizo, Tommy lo miró nuevamente—. Ahora, cuéntame qué pasó en ese barco en el puerto de Belfast.
—Pasamos mucho tiempo en ese barco —dijo Michael—. Me hice amigo de mucha gente. En especial de un hombre, era de Belfast.
—¿Qué pasó cuando amarró el barco? —preguntó Tommy.
—Este hombre tenía amigos que manejaban una destilería de whisky en el condado de Tyrone —explicó Michael—. Querían ver cómo ingresar su mercadería a Estados Unidos. Así que le dije "está bien, invítalos a bordo". Cuando llegaron, me di cuenta de que no producían whisky. Eran escoseses, de Glasgow. No podía entender una maldita palabra de lo que decían. Empezaron a maldecir, así que le pedí a Hetty que se fuera. Ahí empezaron a hablar de ti, Tom.
El bebé en los brazos de Tessa se movió, haciendo un ruido de protesta cuando se despertó. Tessa lo meció suavemente, calmando al bebé para que se durmiera. Hetty la miró con admiración, conmocionada por lo fácil que era para Tessa.
—Dijeron que Tommy Shelby ya no tenía tanto poder —continuó Michael—. Que la política lo dominaba. Que su liderazgo estaba agotado. Que era un buen momento para ingresar y si quería ser parte de eso. Sabían del dinero que perdí en Estados Unidos. Dijeron que ibas a culparme, que tenías una bala con mi nombre.
—¿Qué les dijiste, Michael? —preguntó Tommy.
—No tuve tiempo de decir nada —respondió Michael—. La policía subió a bordo. O al menos creí que eran policías. Ellos...
—Eran del IRA —terminó Tommy por él.
—Exacto —dijo Michael, y por unos momentos tensos los dos estuvieron atrapados en una mirada acalorada, antes de que Tommy inclinara la cabeza.
—¿Y los primeros hombres eran de Glasgow? —preguntó Tommy.
—El comandante del IRA dijo que los hombres de Glasglow se llamaban Billy Boys —respondió Michael.
—Malditos Billy Boys —murmuró Mason mientras Arthur murmuraba lo mismo.
—No sé quién diablos son los Billy Boys —dijo Michael.
—Manejan a todos los hombres de todas las minas de carbón de cada astillero al este de Glasgow —explicó Arthur—. Tienen vínculos con Belfast y con la FVU. Son pandillas protestantes. También incursionan en política. Son la fuerza de choque de las manifestaciones fascistas.
—Pero no hiciste ningún trato, Michael —dijo Polly, mirando a Tommy mientras hablaba—. ¿Ni siquiera sabías quiénes eran?
—Estaba ocupado esperando darles las buenas noticias —dijo Michael, mirando a Polly mientras Hetty se acercaba a él y le tomaba la mano—. Es cierto, Hetty y yo nos casamos cuando ella vino a Nueva York y tuvimos un bebé juntos. Lamentamos no haberle dicho a nadie, pero fue una decisión que tomamos entre los dos. Pero hay más buenas noticias. Hetty está embarazada de nuevo.
—Está bien, Michael —dijo Tommy—. Te creo. Bienvenido a la familia. Felicitaciones. Solo recuerda que tu hijo, y tu hijo por nacer, presenciaron lo que dijiste...
—Thomas —dijo Polly a modo de advertencia.
—Y nacerá de acuerdo con...
Tommy no tuvo la oportunidad de terminar antes de que Michael estuviera de pie, con ira en los ojos—. ¡Hijo de puta!
—¿A dónde diablos vas? —preguntó Arthur, moviéndose entre Tommy y Michael mientras Mason se acercaba a su hermana y a Hetty—. ¿Estás loco? Puedes irte, Michael.
—Maldito bastardo —le dijo Michael a Tommy.
—No eres libre, Michael —dijo Tommy, y Tessa notó que ni siquiera si inmutó por la acción de Michael—. Le hiciste perder mucho dinero a esta compañía. Te dije que vendieras, pero te quedaste. Y ahora quiero que me pagues lo que me debes. Puedes hacer algunos trabajos, asumir algunos riesgos. Antes éramos unidos. Ahora te quiero aún más cerca.
Michael no dijo nada, pero Hetty se acercó a él—. Michael, está bien —miró a Tommy—. Estás en problemas, Tommy. No sé qué es, pero hay algo en tu mirada que no me sienta bien. Aunque no lo admitas, nos necesitas a todos más que nunca. Vamos, Michael.
Michael se volvió hacia Tessa y le tendió los brazos. Tomando a su bebé en brazos, Michael colocó su mano libre en la espalda de Hetty, alejándola del grupo, específicamente de Tommy. Polly siguió a Michael y Hetty cuando se marcharon, y Arthur cerró la puerta detrás de ellos.
Tessa miró a los chicos con los brazos cruzados—. Entonces, ¿quién diablos son los Billy Boys? ¿Nos van a causar problemas?
—Espero que no —respondió Mason con amargura—. Nunca había visto a Hetty tan confiada.
—Nunca pensé que vería el día en que te enfrentara así, Tom —dijo Arthur, sentándose en el asiento que Polly había ocupado anteriormente.
—Perro Loco Jimmy —murmuró Mason—, vendrá al sur.
Tommy acercó otra silla para Tessa, y Mason se les unió poco después—. Ya no es tan loco —dijo Tommy—. Ahora tiene amigos en las altas esferas. Un sueño con gatos negros nunca se equivoca, hermanos.
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