Grecia

Cuando volví a mi cuarto, lo primero que hice fue mirar el cajón en el que había metido mi libreta o, mejor dicho, lo que consideraba como mi álbum de recuerdos.

Fui hacia el cajón y saqué mi álbum para sentarme a los pies de la cama a mirarlo. La última vez que lo había hojeado había sido antes de entrar a la universidad, solo porque me costaba creer lo mucho que había cambiado mi vida y yo misma.

No sabía que era lo que había visto Carter exactamente, pero suponía que no era nada relevante o definitivamente me hubiera cuestionado muchas cosas.

Abrí el álbum casi en la mitad y lo primero que vi, fue la foto de cuando había ganado mi primer certamen de belleza, con solo seis años.

Desde los cinco a los quince había estado involucrada en el mundo de la moda y la belleza. Todo gracias a la hermana de mi madre, quien se había casado con el director de una empresa de publicidad y a los cinco años, le había pedido a mi papá que me dejara participar en un comercial de zapatillas para niños.

Ese comercial había despertado mi interés por el mundo del entretenimiento y el modelaje, por lo que había comenzado a inscribirme en pequeños certámenes de belleza y había logrado ganar algunos primeros lugares. Esos certámenes terminaron por crearme un interés en la moda y mis planes consistían en volverme modelo o diseñadora de vestuario.

Obviamente, ninguno de mis planes se había concretado y mi vinculo con el mundo de la moda y el modelaje se había destruido un poco después de cumplir quince años, cuando había pasado una horrible vergüenza.

Estaba hojeando las fotos que retrataban mis logros y mis dibujos de diseños que siempre había querido confeccionar, cuando alguien tocó la puerta.

Cerré la libreta de golpe.

—¡Un momento!

Fui a guardar la libreta en el mismo cajón de antes y me tiré en la silla del escritorio.

—¡Pasa!

La puerta se entreabrió y el rostro de mi hermano London se asomó por entremedio.

—¿Tienes tiempo?

—Sí, claro, ¿qué pasa?

London entró y cerró la puerta detrás de sí.

—Quiero que hablemos con sinceridad —me dijo, yendo a sentarse en los pies de mi cama.

Yo lo miré sin entender o, mejor dicho, haciéndome la que no entendía. En realidad, yo sabía perfectamente que estaba hablando de Carter y de mi relación con él.

—¿Sobre qué? —pregunté.

—Tú sabes de qué —contestó, mirándome a los ojos y poniéndome un poco más nerviosa—. De Carter y de lo rápido que se acabó tu amor por Sawyer.

Yo fingí que no entendía lo extraño en ese asunto, aunque tenía certeza de que era muy sospechoso.

—Ya le aclaré a Paris que no es por despecho —le dije—. Simplemente... bueno, Carter me cautivo rápido.

Sentí un poco de dolor de estómago al decir eso. Era terrible mentirles a mis hermanos, sobre todo a los mayores como Paris y London. Además, no era un mentira blanca e inofensiva, era una mentira de gran tamaño.

London me quedó mirando con seriedad por un momento, como evaluando si lo que decía era cierto o no.

—¿Sawyer te hizo algo?

Yo tragué saliva. No quería decirle lo que había pasado porque entonces él le diría a los demás y entre todos trazarían un plan para cobrarle a Sawyer su traición. No quería que los cinco se las rebuscaran para vengarse de mi exnovio, en especial porque eso podía salir muy mal y mi reputación en la universidad podía empeorar.

Las intenciones de mis hermanos podían ser las mejores, pero los resultados y consecuencias... podían ser un tanto cuestionables y contraproducentes.

—No, no... de hecho, yo terminé con él —otra gran mentira. Bueno, técnicamente lo había hecho, pero después de saber que se había acostado con otra—. Las cosas ya no estaban bien entre nosotros.

London entrecerró los ojos.

—¿Tú? ¿Tú lo terminaste? —preguntó, incrédulo.

Yo asentí, intentando ser lo más natural posible.

—¿Y lo terminaste por Carter?

—No, no como tal... —aclaré—. Carter solo era mi amigo en ese momento, no me gustaba.

—¿Entonces?

—Ya te dije que las cosas con Sawyer no estaban yendo bien —le recordé—. Nos estábamos alejando y todo era muy monótono, por eso terminé con él.

—Ah... ¿y luego Carter y tú...?

—Sí, luego del tiempo.

London seguía pareciendo un tanto incrédulo. Él me conocía lo suficiente como para dudar que mi amor por Sawyer hubiera muerto así y que hubiera sido yo quien había puesto fin a nuestra relación, la que yo había descrito alguna vez como "la relación de mis sueños". Aun así, mi historia podía ser una realidad, no era algo increíble.

Un día uno podía pensar que su relación con una persona era perfecta, sacada de cualquier película romántica de Hollywood, y unos meses después, esa relación podía sentirse como la más aburrida y tortuosa relación de la vida. A mí no me había pasado eso con Sawyer, pero en un universo paralelo quizás podía haber pasado.

London se levantó de la cama.

—Está bien —dijo, no tan convencido como me hubiera gustado.

Se despidió de mí con un beso en la mejilla y salió de mi cuarto, dejándome sola de nuevo.

Solté un gran suspiro de alivio. No hubiera soportado una interrogación más larga, era probable que unos minutos más hubieran terminado por relevar que era una mentirosa.

[...]

—Ya es hora de que Paris traiga una novia —me dijo papá, mientras lo ayudaba a lavar la loza—. Solo se ocupa de trabajar y trabajar, pareciera que ni siquiera le importa encontrar el amor.

Yo solté una risita y me encogí de hombros.

—Ya sabes como es él, no le gusta nada serio.

En toda su vida, lo único que Paris había tenido eran unas conquistas de tan solo unos meses y jampas había presentado a una formalmente.

—Carter me parece un muy buen chico —me dijo, de pronto—. Mucho mejor que Sawyer, por cierto, él me parecía demasiado egocéntrico para ti.

—Sí, lo es..., pero en el corazón no se manda.

—Lo tengo muy claro, hija.

A veces pensaba que mi papá hubiera deseado nunca enamorarse de mi mamá, porque no solo había sido difícil para nosotros, sino que él había sufrido más de lo que había disfrutado esa relación. Lo más triste era que papá la siguió amando hasta después de su divorcio, pero por salud mental y nuestra integridad, había tenido que hacer caso omiso a esos sentimientos.

Yo no dije nada, no sabía que responder algo como eso.

Una vez que terminamos de lavar los platos, yo fui a la sala para ver televisión un momento. Como estaba de vacaciones, tenía que aprovechar el tiempo para hacer cosas que no me exprimieran el cerebro. Necesitaba ese descanso mental.

Estaba revisando mi Instagram cuando una foto de Sawyer con Nina me apareció en la pantalla. Lo que me faltaba.

Ya no me causaba dolor ver a Sawyer y Nina como pareja, ahora me causaba un poco de lástima por ella. Aun cuando se había metido en mi relación con Sawyer, completamente consciente, Sawyer era quien tenía la mayor responsabilidad y suponía que no sería mejor hombre con ella de lo que había sido conmigo.