Capítulo 4
A la mañana siguiente, despierto mirando la hora de mi celular, pudiendo notar que estaba llegando tarde. No podía llegar tarde el segundo día de clases. Me levanto con prisa de mi cama, y me dirijo velozmente a mi baño para vestirme con lo primero que vea; siempre y cuando esté limpio. Lavo mi cara y agarro mi cosmetiquera, para guardarle en mi mochila, y así poder arreglarme un poco en el receso. Cepillo mi pelo y lo recojo en una cola de caballo, apresurada. Finalmente me echo un poco de perfume y doy marcha con mi mochila, a la entrada de mi casa.
—Eres de las más "aplicadas"... y, ¿vas tarde a clases? —digo con voz cansada al estar solo a cinco minutos de llegar— Criticas a Valerii, pero tú llegas tarde, el segundo día de clases... —ruedo los ojos al reconocer lo dicho.
[...]
Al llegar a la universidad, camino por el patio principal directo al edificio de mi carrera. Ya dentro, me encamino a mi casillero para sacar mi libreta de apuntes para todas las clases, y guardo los que cargo innecesariamente en mi mochila. Justo antes de cerrar mi casillero, escucho la voz de Valerii hablando con una de sus amigas. Sinceramente, la voz de esa chica me parece castrante.
No soy chismosa, pero me intrigaba saber de qué hablaban. Miré mi celular unos segundos para revisar la hora, 7:40... tengo veinte minutos para ir a clases. Antes de guardar mi celular, reviso mi horario para saber cuál era la primera clase del día: dibujo básico. Recordé que la maestra de esa materia es más paciente que nadie, pero aún así no quería arriesgarme a llegar tarde—. Espero no te estés metiendo en problemas, Valerii... —murmuro mirando a mi alrededor, inspeccionando que no haya nadie que le diga sobre mi oído curioso.
—Valerii, ayer un chico peliblanco me preguntó por ti... —abro mis ojos sorprendida, al recordar que ayer Layla mencionó al mismo chico. Callo mis pensamientos, volviendo a abrir mi oído— me preguntó por tu nombre y si tenías pareja... —en eso cubro mi boca al descubrir tal cosa. Mi hermana ha estado soltera desde que salimos de la preparatoria; su última ruptura la hizo querer quedarse soltera hasta acabar su carrera... o hasta llegar a la tumba— Estaba guapo, pero no me dijo nada más.
—Debo irme ya, antes de que me descubran... —pienso alejándome de los casilleros, dirigiéndome al salón de mi primera clase. ¿Entonces por qué el chico peliblanco quiso saber de mi hermana? La duda me comía por dentro, haciéndome ahora querer averiguar más sobre eso...
Ya en el aula, tomo mi asiento y espero a que la clase empiece. Llegué cinco minutos antes, para aprovechar mandarle mensaje a Layla sobre lo que escuché. Después de mandar el mensaje, guardo mi celular al ver que mi profesora y más alumnos llegaban. La clase estaba por comenzar. Saludo a Layla antes de que ella sacara su celular de su bolso, para presenciar mi notificación. Noté sus ojos mostrar expresión de impacto al leer mi mensaje. Pasa su mirada a mis ojos, y aprieto mis labios, respondiendo con una mueca a su reacción pasmada.
—Saliendo de clases me dices más a detalle... —suelta en voz baja acercándose a mi. Asiento cautelosamente sin ser detectada por la maestra. La veo sentarse y separamos miradas, centrándola en la pizarra para atender la clase.
[...]
Al terminar la clase, nos ponemos de pie y salimos del salón. Me quedé en la entrada esperando a Layla, para poder irnos lejos y hablar de eso. Cruzada de brazos, pude presenciar al mismo chico peliblanco acercarse a mi hermana; que había sido de las primeras en salir. Entreabro la boca con sorpresa al verlos. No podía acercarme, necesitaba a Layla contemplar lo mismo que mis sojos estaban viendo en ese mismo momento.
—Layla... —pienso mirando el interior del salón, presenciando como guardaba sus útiles en su mochila. Diosas qué lentitud— Layla... ¡ven! —impacientemente, asomo mi cabeza por el marco de la puerta, y grito su nombre. Salta del susto, y mira a mi dirección. Con mi mano, hago señas para que venga inmediatamente.
— ¿Qué pasa-...? —en eso, sus ojos contemplan al peliblanco hablando con Valerii. Cubre su boca con sorpresa— ¿Qué crees que le esté diciendo? —pregunta retirando sus manos, pasando a mirarme. Alcé los hombros respondiendo un "no sé" notorio. Ella decidió acercarse un poco, sacando su celular fingiendo chatear con alguien. Ruedo los ojos a conjunto una sonrisa, al ver la idea absurda que pasó rápidamente por su mente.
En eso, ella se acerca fingiendo recibir una llamada, alejándose de ellos. Toma mi mano y me lleva al fondo del pasillo. Guarda su celular en su bolso y cierra los ojos abatida. ¿Qué pasa?
—_____, el chico le dijo que uno de sus amigos quería hablar con ella, y que si podían verse en la entrada trasera de la cafetería... —presto atención a su hablar, y pude notar su voz quebrarse un poco— ¿Tú hermana no sentirá algo por alguien que él conoce? ¿Valerii me lo podrá presentar?
—A mi hermana no le gusta nadie... Espera ¿qué? —frunco el ceño al escuchar su última pregunta. Oigo como ríe levemente a mi repentina sorpresa. Miro por el rabillo de mi ojo y pude ver a mi hermana dirigirse a la salida del edificio— Creo que mejor vamos rápido a la cafetería, para saber qué pasará...
—Igual tú le preguntas... eres su hermana y me imagino que te compartirá esto. —espero y sí me platique de esto, porque me está dejando muy intrigada a conocer más.
Ya en la cafetería, Layla y yo buscamos por cada rincón de la cafetería, y pudimos captar al peliblanco caminar hacia la puerta trasera de la cafetería, junto con el rubio alto de ayer. Entrando a esta, pude ver a mi hermana levantarse de su mesa, riéndose de comentarios que sus amigas le decían. Miré de reojo a Layla y estábamos congeladas. ¿Qué podemos hacer ahora? Nada.
—No podemos acercarnos así como así... —digo poniéndome frente a Layla, con voz firme— mejor le digo a mi hermana en casa que me cuente-... Oh mira, me está marcando... —saco mi celular de mi pantalón y pude ver su nombre mostrándose en la pantalla de este. Respondo con confusión— ¿Qué pasa, Valerii?
—Holi _____, oye puedes venir a la cafetería unos momentos, ¿por favor? —dice al otro lado del teléfono, provocando que mi mirada asuste a Layla. Asiento y cuelgo la llamada para dirigirme a donde se encontraba ella. Estoy asustada.
—Layla, me pidió que fuera con ella, así que... dame un momento y ahorita te cuento todo. —dije rápido, para poder marcharme. Inhalo hondo, y exhalo al desplazarme hacia ellos— Hola... ¿Qué pasó, Valerii?
— ¡Ay, al fin llegas! —dice con tono emocionado, atrayéndome a ella con su brazo— Ella es mi hermana, _____. Él es Link, y quería presentártelo... —pude notar como su voz finalizaba con un tono de incomodidad. ¿Qué le habrá dicho este chico?
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