Capítulo 10

[...]

— Link...

En eso, su voz me hizo reaccionar. Sentí sus manos colocarse en mis hombros, alejándome de ella. Entreabrí mis ojos y pude ver lo que estaba por hacer. Me distancio de ella con las mejillas arder, muy apenado. Me percaté de que compartía el mismo sonrojo que yo tenía. ¿Qué acaba de pasarme?

—Lo-Lo siento, _______... —digo titubeando, escondiendo mi mirada de la suya. Rasco mi nuca, incómodo. Pude escuchar una pequeña risa de parte de ella, dejándome pensando.

—Tra-Tranquilo, Link... —guarda silencio mirando el piso. Segundos después escupe:— supongo que eso está incluido en fingir ser una pareja real... —dice causando que mis ojos se abran con sorpresa. En parte tiene razón, pero no pensaba en eso cuando decidí hacer esto.

—Aun así lo siento, ______, no quiero incomodarte ni mucho menos perderte. —digo ahora cambiando mi expresión incómoda, a una afligida— No es necesario que hagamos eso... —respondo en seco. La miro una vez más, y pude ver un rostro tranquilo.

—Tranquilo, Link, no nos adelantemos... —alzo mis cejas al ver esa sutil insistencia. Veo en sus ojos seguridad; cosa que me fue contagiada al instante— pero Link, comienza a atardecer, y mañana es último día de semana. Mañana será un buen día, te lo puedo asegurar —dice tomando mi mano, con una pequeña sonrisa, la cual correspondí.

—Sutilmente mi propia "novia" me está corriendo de su casa... —digo provocando una fuerte risa sonar de su garanta. Sonrío de oreja a oreja al verla. Nuevamente el sonrojo volvió a mis pómulos. Su melodiosa voz resonar pintaba mis mejillas, y hacía que mi corazón vibrara— pero tienes razón, no vaya ser que Valerii nos caiga de sorpresa. Mañana nos vemos, linda. —nos ponemos de pie, y damos camino a la entrada principal. Me despido de ella con un beso en la mejilla, y salgo de la puerta— ¿Qué fue lo que te pasó, Link? —pienso acercándome a la puerta de mi coche al recordar la tontería que hice...

Narra ______:

Al cerrar la puerta, me recargo en esta al recapitular lo sucedido. ¿Me quería besar realmente? Muerdo mi mejilla intentando dejar pasar, que seguro fue un malentendido. Camino a mi habitación para poder hacer mis deberes y tener la tarde libre. Al sentarme en mi escritorio, escucho el timbre de mi celular sonar; era Valerii.

— ¿Aún Valerii está en la universidad...? —digo al leer la notificación de su mensaje, desconcertada— Buah... ojalá no se quede más tarde, y pueda volver pronto a casa. —pienso guardando mi celular en mi bolsillo, para comenzar a trabajar.

[...]

Una hora después, al acabar mis deberes, guardo todo y me dispongo a darme una rápida ducha. Quería relajar mi cuerpo y tratar de olvidar lo sucedido. Porque el recordar el aliento de Link tan cerca de mí, abrazar mi cuello me hace sentir cosquillas. Miro mis manos temblar un poco, y sentir mis mejillas arder levemente.

—Tranquila _______, ya pasó, fue un malentendido, ya... —suelto de una vez por todas, metiéndome en la ducha.

Salgo de esta ya vestida y me dispongo a recostarme en mi cama. Fue un día diferente de los que suelo vivir diariamente. Link es un gran chico que, a pesar de lo sucedido sigue siendo el chico risueño que conocí desde ayer. Sonrío un pequeña mueca al recordar el rosado sonrojo en sus mejillas. Cierro mis ojos acostando mi cabeza en mi almohada, sintiendo mi corazón palpitar aceleradamente. Mañana sé que será un buen día, será diferente y podré pasar un buen tiempo con Link. No sabía si era buena idea contarle esto a Layla, ya que ni ella sabe que vino a mi casa

—Creo que será mejor no decirle esto... porque la conozco —digo a mis adentros recordando auquello que me dijo ayer...

*FLASHBACK*

Ya en mi salón de clases, saco mis cuadernos y pude ver a Layla caminar hacia mí. Por suerte, la clase todavía no empezaba, cosa que ella aprovechó interrogándome. La miro con atención, preparada para oír cada una de sus preguntas.

— ¿Ya se besaron? —dice con emoción. De acuerdo, me esperaba todo menos eso. Niego con mirada confundida. Sin dudarlo— Bueno cuéntame todo.

—Layla, todavía no pasa nada, apenas llevamos un día... paciencia. Igual, no te emociones que esto no durará mucho. —escupo causando que su gesto cambie drásticamente, provocándome una pequeña risa— Solo puedo decirte que hoy comeré con él en la cafeterí.

— ¿Comerán juntos o se van a comer?

— ¡Layla! —grito molesta y apenada, sintiendo mis mejillas comenzar a arder. Sabía que estaba sonrojada, ¿cómo se atreve a decirme algo así?— Deja de decir estupideces y vete a tu lugar. No tardará la maestra en llegar y empezar la clase. No quiero pensar en lo que dijo, y comenzar a idear escenarios falsos.

*FIN FLASHBACK*

—Sí... preferible no hacerlo —digo levantándome de la cama, dando dirección a la cocina para cenar algo, y recibir a Valerii que justo había llegado. Tarde, pero llegó.

[...]

A la mañana siguiente, di marcha a mi salón, no sin antes detenerme en una máquina expendedora, para comprar un snack. Al recoger mi snack, una masculina voz llamó mi atención. Miro a su dirección, y pude ver a Link recargado contra la máquina. Sonríe al verme y se dispone a abrazarme.

— ¡Hola, "amor de mi vida"!, —suelta apretándome levemente contra él, dejando escapar una risita de mi— ¿qué te compraste, chiquilla? —le enseño mi snack y pude ver como su ceja se arqueaba, junto con una sonrisa traviesa— ¿Comiendo chatarra? —niego riendo— Hmmm, vale. Toma, te compré un regalito.

— ¡Ay, Link! —al ver aquella cajita blanca con listones rosas, mis mejillas automáticamente se tiñeron en rosa. Guardé mi snack para coger con pena su detalle. Retiro el lazo de la tapa y levanto esta misma, pudiendo ver un collar con la inicial de mi nombre— Gracias, Link... no era necesario. —comento al ver como sacaba el collar de esta, y me indicaba darme la vuelta y sujetar mi cabello. Obedezco y admiraba lo linda que se veía. Soy un tomate ahora mismo— No sé qué decirte, Link...

—No me tienes que decir nada, linda —dice ahora acercándose a mi tomando mis manos, depositando un cálido beso en mi frente. Miro sus azules que me miraban con delicadeza, y sonrío. Sin pensarla dos veces, me aviento a sus brazos y siento como rodea sus brazos por mi espalda, manteniéndome pegada a él— Veo que te gustó. —dice apretándome más, causando que yo apoye mi cabeza en su pecho, mirando sus ojos— Vamos a clases, linda. Te llevo a tu salón y nos vemos en la cafetería, ¿sale? —asiento separándome de él, y tomo su mano para dar marcha a clases.

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