Summer.

Me encontraba en el apartamento de Heath hoy había salido del hospital y realmente me sentía muy aliviada al saber que él ya no estaría ahí.

—A si que... —Dijo mirando al momento que se sentó en el sofá.

Los chicos habían estado aquí durante un rato, hasta que decidieron que era mejor dejarlo descansar, yo también traté de irme para dejarlo descansar pero prefirió que me quedara con él.

No me quejo la verdad, no quería irme.

—¿Qué? —Lo miré con confusión mientras me acomodaba a su lado, él se río mientras ponía sus manos en mis hombros, le sonreí viendolo. —¿Qué sucede?

—Nada. —Se encogió de hombros. —Sólo estoy feliz de que estés aquí conmigo.

—Heath...

—Dime, preciosa. —Susurró besando la curva de mi cuello haciendo que mi piel se erizara.

—¿Escuchaste algo de lo que te dije? —Él pareció confuso—¿Cuando estabas en coma, escuchaste algo?

—Sinceramente no. ¿Hay algo importante de lo que deba enterarme?

—La verdad sí. —Dije mirándolo.

—Bien, dime qué es. —Parecía ansioso.

Sentí como mi estómago se me revolvía estaba muy nerviosa.

—Yo... —Lleve mi mano a mi boca mientras comenzaba a morder mis uñas.

—Oh, no. —Dijo tomando mi mano y llevándola a su pecho, lleve mi mano derecha a mi boca pero el volvió a tomarla y ponerla en su pecho mientras las besaba.—Eso debe de ponerte muy nerviosa para que comiences a comerte las uñas.

—Estoy ansiosa por tu reacción. —Admití.

—Dilo, que ahora el ansioso soy yo..

—Yo....—Vamos Summer, tu puedes decirlo.—Ehmm...

—Ahora estoy nervioso

—Estoy enamorada de ti. —Cerré los ojos de inmediato al decir esas palabras.

Mentiría si dijera que ya no sentía nada por Nikolai pero estaba muy consciente que lo que sentía por Nikolai era algo platónico. No podía seguir con eso.

—¿Eso te tenía muy nerviosa? —Me dijo riéndose.

—Sí. —Lo mire mientras fruncía el ceño, no entendía porqué se estaba riendo de mi

—No entiendo porqué.

—Yo tampoco, pero lo estaba

—Summer, no es como si tuvieras miedo de que yo no sintiera lo mismo por tí, sabes que también estoy enamorado de ti.

Heath me atrajo hasta él y me abrazo mientras besaba mi cabeza.

—¿Así que?

—¿Qué? —Dije impaciente.

—¿Entonces si sientes lo mismo que yo, eso significa que somos pareja?

—¿Eso quieres?

—Es lo que más quiero. ¿Pero tú quieres?

—Claro que quiero, Heath.

Heath sonrió mientras besaba mi frente.

—Bien.

Rodeé los ojos mientras sonreía.

—¿Recuerdas a Ginger?

—Sí, tu amiga rubia, no?

—Esta embarazada, lo que significa que seré tía por segunda vez, estoy muy feliz..

Heath sonrió pero la sonrisa no le llegó a los ojos, o joder.

Mierda, no recordaba lo de Hallie, quizás le afectó el creer que Hallie había abortado a su hijo, aunque quisiera decirlo sabía perfectamente que a mí no me correspondía.

—Que bien por ella, preciosa.

Decidí cambiar de tema rápidamente.

—Me han ofrecido un trabajo en New York

—¿Sí?

—Sí, dentro de dos semanas me graduó, así que me lo han ofrecido. Creo que es una gran oportunidad.

—Lo es, estoy muy feliz por ti. —Acarició mi cabello, lo miré con fijeza.—¿Vivirías conmigo allá en New York?

—¿Qué?

—Bueno...

—¿No crees que es demasiado apresurado?

—¿Cuándo te irás a New York?

—Dentro de un mes y medio

—Entiendo, entonces te gustaría tener tu propio espacio.

Suspiré.

—No es eso.

—Preciosa, tómate tu tiempo para pensarlo. Si quieres venir a vivir conmigo yo estaré feliz, y si no, yo respeto tu decisión. ¿Sí?

—Esta bien.

Heath me sonrió nuevamente, tomé su rostro con suavidad y dejé un beso en sus labios, él me sonrió.

—Oh gracias, estaba pensando cuánto tardarías en besarme.

—Tu también podías hacerlo

—Quizás.

Rodeé los ojos riendo mientras me levantaba del sofá.

—¿No tienes hambre?

—Sí.

—Preparare algo para comer. ¿Te parece bien?

—Me parece genial.

Camine hasta la cocina y el me siguió mientras se sentaba en la barra

—¿Qué te parece una ensalada?

—Suena muy bien.

—Perfecto.

Heath saco todo los ingredientes que necesitaba para preparar el platillo ya que yo desconocía dónde se encontraban las cosas. Al tener todos los ingredientes comencé a cocinar.

Mientras sentía la mirada de Heath en cada uno de mis movimientos.

—Estoy tan feliz de haber instalado love-love. —Dijo de repente, lo miré y le sonreí

—Yo también estoy feliz por eso

—Hace mucho tiempo no me sentía tan feliz.

Le sonreí, él se acercó a mí y me abrazo mientras besaba mi cabeza.

—¿En qué te ayudo? Hazme sentir útil.

—Ve picando esto. —Le pase la tabla y el cuchillo.

—Bien. —Pareció confundido pero aún así, se puso a picar lo que le había pasado.

Lo mire con diversión mientras dejaba que trabajará.

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Después de un rato ambos habíamos terminado de comer y ahora nos encontrábamos sentados en el sofá mientras mirábamos una película, la mano de Heath acariciaba mi cabello.

En ese instante se escuchó como tocaban el timbre del apartamento, Heath me miró confuso mientras se levantaba y caminaba hasta la puerta para ver quién estaba tocando.

—Es mi madre. —Dijo mirándome de reojo, asentí.

—Cariño. ¿Cómo estás? —Escuché la voz de Lucy.

—Estoy bien, mamá.

—Estaba tan preocupada por ti.

Lucy solo se pasó por el hospital una vez, si me imaginaba que estaba muy preocupada.

—Si, claro. Ya me imagino que estabas muy preocupada. —Podría jurar que eso es sarcasmo, me fue inevitable no sonreír.

—¡Me has asustado, menso! —Rae, la hermana de Heath se acercó a él y lo abrazo.

—Pero pasen, niños. —Su madre se adentro al apartamento de su hijo mayor antes de que él la invitará a pasar, me acomode bien en el sillón y cuando escuché sus pasos me levanté rápidamente mientras trataba de sonreír.

—Hola. —Saludé.

—Summer, hola querida. —Ella se acercó a mí y me dió un abrazo.

De reojo noté como Heath rodaba los ojos y se encogía de hombros.

—Hola, Lucy. —Murmuré casi sin aliento, ella me estaba apretando demasiado con ese abrazo.

—¿Cómo estás? —Me soltó así que respire nuevamente, Heath estaba sonriendo como un idiota.

—Muy bien y tu? —Mire mal a Heath.

—Preocupada por este chico, pero ahora que veo que está bien, estoy mucho mejor

—Que bien.

—¿Ustedes son novios? —Rae preguntó mientras se sentaba en el sofá, Heath asintió mientras se sentaba y me arrastraba a su lado.

—Sí, ahora somos novios, Rae.

—¡Que bien por ustedes! Un día de estos deberíamos de ir de compras y gastarnos todo el dinero que tiene Heath en su tarjeta..

Me reí de inmediato.

—¿No dejaremos pobre a Heath?

—Él no conoce lo que es la pobreza.

—Puedes gastar tanto como quieras, el dinero no es ningún problema. —Apretó mi mano mientras acariciaba mis nudillos.

—Él me ha dado una de regalo, dónde le pone dinero cada mes, así que tengo lo suficiente para que vayamos de compra, una salida con mi nueva cuñada. ¡Joder que bien!

Rae estaba muy emocionada, mire a Heath asustada, él sonrió mientras me besaba rápidamente.

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—¿En qué tanto piensas? —Evan parecía confuso.

—Heath me ha propuesto que viva con él.

—Pero Summer, apenas tienen una semana saliendo

—Lo sé.

—¿No crees que es muy rápido?

—Lo creo y lo sé. Pero también sé que podemos intentarlo, no está tan mal la idea. —Admití.

—Eres una adulta, Summer.

Asentí.

—Toma la decisión que creas correcta.

¿Y si realmente me equivocaba?

—¿Y si me equivoco con él?

—Summer, se ve que ese chico te quiere.

—Pero aún así.

—¿Dentro de cuanto te irás a New York?

—Dentro de un mes.

—Tienes un mes para pensarlo. —Me dio unas palmaditas en la espalda, asentí suspirando.

Mi móvil había vibrado avisando la llegada de un mensaje, lo tome y lo desbloqueé para después ver de quién se trataba.

Heath

Sé que estás en la universidad, pero que te parece vernos después? Podrías venir a mi apartamento, prometo que intentaré preparar la cena sólo para ti.

Summer

¿No te cansas de verme todo los días?

Heath

¿Acaso te veo parado?

Me reí.

Heath

Solo ven, quiero verte, novia.

Summer.

Bien, saliendo de clases voy a tu apartamento.

Heath

Perfecto, preciosa.

Deje el móvil y lleve el café a mi boca.

—Ahora estás sonriendo, nunca pensé que llegaría el día en el que Summer Abbey estuviera sonriendo un chico que no fuese Nikolai.

—No menciones a Nikolai. —Gruñí, él se río.

—¿Puedo preguntar el motivo?

—Nikolai sólo me confunde.

—¿Porqué dices eso?

—Pase una noche con Nikolai..

Evan abrió la boca sorprendido..

—¿Y que más?

—Me pidió que fuéramos amigos con derechos, obviamente lo rechacé.

—Hiciste bien, Summer.

—Después de que él haya armado el escándalo en la boda de Elsie, hablé con él y me dijo que no podía de dejar de pensar en mí, realmente me confunde muchísimo, Evan.

—Me lo imagino, Summer.

—Por eso tomé la decisión de no responder más sus mensajes.

Evan se encogió de hombros.

—Lo que tú creas mejor.

Asentí. Ahora estaba con Heath y todo estaba llendo bien, si olvidamos a Hallie, claramente. 

Al salir de clases fue directamente al apartamento de Heath, toque el timbre y él abrió la puerta con una gran sonrisa. Aproveche para estudiarlo, llevaba unos pantalones de chandal y una camisa blanca. Su cabello estaba un poco despeinado y se notaba la poca barba que comenzaba a salirle. Estaba guapísimo.

—Hola —Suspiré.

—Hola, preciosa. —Me atrajo hasta él mientras besaba mi cabeza—¿Y ese suspiro?

—Te miras guapísimo. —Admití.

—Me veo normal.

—Pero esa vestimenta, el cabello así y la barba hace que te veas muy guapo.

Heath río, su risa ronca hizo eco en mi oído.

—Tu también te miras preciosa. —Murmuró mientras buscaba mis labios y hacía una pequeña presión en ellos.

Puse mi mano en su cuello atrayéndolo más a mi, mientras él me besaba mordió con suavidad mi labio mientras se separaba.

—Te extrañé muchísimo. —Beso mi frente.

—Sólo fue un día. —Sonreí viéndolo.

—Aún así —Acomodó un mechón de cabello atrás de mi oreja.

—¿Has preparado la cena?

—Lo he hecho, aunque no estoy muy seguro de que esto sepa bien.

—¿Por qué?

—Ven. —Me llevo hasta la cocina donde había un gran desastre.—Traté de preparar un pastel para ti, pero a la hors que traté de sacarlo estaba quemado.

—¿Tomaste el tiempo?

—¿Debía de tomarlo?

—Sí.

—No lo hice.

—Quizás no esté tan mal. Solo está quemado por fuera. ¿No?

—No lo sé.

Me acerqué y partí el pan para después tomar un pequeño pedazo y llevarlo a mi boca, sonreí mientras lo masticaba pero al sentir el sabor hice una mueca, Heath me miraba esperando mi aprobación.

Cómo podia estar tan quemado por fuera y tan crudo por dentro?

—Esta crudo, cariño.

—¿Crudo?

—Sí.

—Mierda, no comas eso. —Me quitó lo que me restaba mi lo tiró a la basura.

—¿Y la comida que tal?

—Creo que está bien.

—Bien.

—Deberías sentarte, la serviré e iré de inmediato contigo.

—Esta bien.

Camine hasta el comedor y me senté mientras lo observaba me entregó un plato con pasta y pollo.

—Gracias.

—Espero que te guste.

Asentí mientras tomaba el tenedor y tomaba poca cantidad de pasta mientras la llevaba a mi boca, al momento que la soboreé estuve apunto de escupir.

Joder, esto no tenía sal, tenía azúcar.

Me obligue a tragar con una gran sonrisa y tome rápidamente el vaso de coca-cola que se encontraba en mi lado, bebí rápidamente.

—Joder. —Murmuró él después de tragar, mientras bebía de su coca-cola.

—Le pusiste azúcar.

—Según yo había tomado la sal.

Me reí.

—No pude preparar una simple cena para mi novia.

—Ey, no te preocupes. Realmente no tenía mucha hambre. —Tomé su mano y él apretó mi agarre.

—Podemos ir a cenar si quieres.

—No, así estoy bien.

—¿O que te parece si pedimos comida a domicilio?

—Yo no tengo hambre, pero si tú tienes adelante.

Él negó, me levanté de la mesa y tomé los platos para después lavarlos, él tomó mi cintura mientras hacía que volteará hacía él, besó mis labios mientras me tomaba de la cintura y me subía a la encimera.

—¿Segura que no tienes hambre? —Su nariz acaricio mi mejilla, mi piel se estremeció por completo mientras negaba.

—Estoy segura —Admití.

Tome su cara entre mis manos y volví a llevar mis labios a los suyos mientras él apretaba mi cintura con fuerza, sus labios bajaron hasta mi cuello donde dejo un pequeño beso y sentí como sus dientes rozaron haciéndome estremecer.

—Veamos una película. —Dije mientras me separaba, él me ayudó a bajarme mientras caminábamos hasta la sala.

—¿Has pensado en lo que te dije?

—¿En qué?

—En irte a vivir conmigo a New York

—Aun lo sigo pensando.

—Bien. ¿Que quieres ver, preciosa?

—Lo que sea.

—¿Una película de terror?

—No.

—Puedes abrazarme tanto como quieras.

—Pero en mi apartamento no podré abrazar a nadie.

—Puedes quedarte a dormir conmigo.

Abrí la boca mientras lo observaba.

—Claro, si quieres.

Puso una película de terror mientras ponía sus brazos sobre mis hombros atrayendome más a él. Pegué un brinco al momento que paso una escena que me asusto demasiado, él comenzó a reírse.

—No te rías. —Le di un golpe en el pecho, eso causo que se riera con más ganas, me cruce de brazos.

—No te enojes.

—Es que no es gracioso.

—Si lo es.

—No lo es.

Se río nuevamente mientras tomaba mis manos y las llevaba a su boca para besarlas, me atrajo nuevamente hasta él haciendo que lo abrazara. Mi cabeza estaba en su pecho mientras escuchaba los latidos de su corazón. Al momento que iba a pasar otra escena fuerte el puso sus manos en mis ojos para que no viera. Me fue inevitable no sonreír.

—¿Es en serio?

—Sí

Al momento que él quitó sus manos de mis ojos lo observé con diversión y él me sonrió de lado.

—No quiero que te asustes.

—¡Tu decidiste poner la película de terror!

—Lo sé.

—Eso no tiene sentido

—Quizás no.

Rodeé los ojos mientras él volvía atraerme a su pecho, realmente no me quejaba.

—¿Sabes cuando podrás volver a jugar hockey?

—Dentro de un mes.

—Oh.

—Estos días me servirán de descanso, y también poder aprender a cocinar para mi novia.

—Y aprender a no confundir la sal con azúcar.

—Exactamente.

Sus dedos acariciaron mi cabello mientras mis ojos estaban puestos en la película, olisqueé su pecho, olía muy bien debía admitirlo.

Lo que sentía por Heath era tan grande, él me hacía feliz y era lo que me merecía.