Summer.

—Te tengo una sorpresa. —Escuché la voz de Heath.

—¿Qué es? —Murmuré viendolo.

—¿Que te parece pasar el fin de semana en una cabaña?

—¡Me parece una idea estupenda! —Le dije sonriendo.

—Entonces debemos de prepararnos, he pagado para que pasemos todo un fin de semana en una cabaña.

—¡Me encanta! —Me acerqué a él y lo abracé, sus manos rodearon rápidamente mi cintura. —Te quiero. —Susurré mientras besaba sus labios.

—Y yo a ti. —Me beso la curva del cuello haciendo que sintiera como mi piel se erizaba al sentir sus labios tibios.—Hueles tan delicioso, cielo.

—Tu también. —Susurré sin aliento al sentir como sus dientes rozaron ese punto sensible de mi cuello.

Sus labios se encontraron con los míos nuevamente así que lo tomé del cabello mientras lo besaba con fuerza, él me tomo de la cintura mientras hacia que me subiera a la encimera, sus manos apretaron mi cintura.

—Deberíamos ir a arreglar nuestras cosas.

—Sí, tienes razón. Iré a mi apartamento.

—Bien. —Me sonrió mientras me besaba la sien y me ayudaba a bajarme de la encimera.

Tome mi bolsa y salí de su apartamento mientras iba directamente hacia el mío, al llegar Haven se encontraba en los brazos de Nikolai mientras se reía.

—Tita. —Ella se quejo para que Nikolai la bajara y corriera hasta mi, sonreí cargándola.

—Hola, preciosa. —Le besé la mejilla y ella se río.

—¿Y las chicas?

—No están, Ginger me pidió que cuidara a esta pequeña.

—Ah, ya entiendo.

—¿Estabas con él? —Me preguntó, rodeé los ojos viéndolo.

—Si, Nikolai, estaba con él porqué es mi novio

Él bufó

—Lamentablemente.

—No es lamentable.

—Pues yo así lo siento por ti, el es un idiota.

—¿Un idiota? Aquí el único idiota eres tú.

—Quizás también son un idiota. —Coincidió—Pero soy un idiota por no darme cuenta de lo que sentía antes.

—Ah, tu sentías cosas. —Dije con ironía

—Siento cosas. —Corrigió.

Lo ignore, mientras caminaba hasta mi habitación, Nikolai me sacaba de mis casillas.

—No puedo dejar de pensarte.

—Pues busca una manera de hacerlo, Nikolai.

Él negó mientras se acercaba a mí y ponía sus manos en mi cintura

—Sueltame —Le dije mientras intentaba soltarme de su agarre

—Heath es un idiota, y aún así se ganó tu amor.

—¡Qué no es un idiota, imbécil!

—Él no, pero yo soy todo. ¿No? —Dijo con amargura.

—Él nunca me pidió que fuéramos amigos con derechos para olvidar a su ex novia que se iba a casar.

—No vayas por ahí, Summer.

—¿Entonces que? ¡Tu sólo me confundes! —Le di un golpe en el pecho.

Su mano acaricio mi mejilla mientras yo sentía como la respiración se me cortaba.

—¡Eres un idiota qué no sabe lo que quiere! —Le grité en la cara.

—¿Qué más? —Su pecho se pegó al mío, su nariz rozó mi cuello haciéndome estremecer.

—¡Sólo querías utilizarme para olvidar a Elsie! —Traté de empujarlo

—¿Que más, Evangeline? —Sus dedos rozaron mis labios, tragué saliva nerviosa.

—¡Después de que que Elsie se casó dijiste que te diste cuenta que no la amabas, pero no te creo absolutamente na....! —Sus labios me interrumpieron mientras me besaba, mi cabeza se desconecto rápidamente tan solo me concentre en su labios, sintiendo como me besaba desenfrenadamente mis manos fueron directamente a su cabello donde hale sus hebras castañas, sentí como chupaba mi labio inferior haciendo que me volviera loca.

—Nikolai. —Susurré sin aliento, esto no estaba bien, joder. Me separé lentamente pero el volvió atraerme hacía él.

—Shh... —Volvió a estampar sus labios contra los míos, jadeé en su boca.

—Tita. —Escuchamos la voz de Haven, haciendo que nos alejaramos.

—¿Que pasa, preciosa? —La mire, ella parecía molesta, sus bracitos estaban cruzados.

—Titi, mío. —Claro, Ginger una vez dijo que ella era muy celosa con su padre, me doy cuenta que también con su tío.

Me reí.

—Si, tu Titi es tuyo. Me voy.

Me aleje por completo de Nikolai, él abrió la boca parecía que quería decir algo, pero suspiro y yo camine hasta mi habitación.

Joder, había besado a Nikolai nuevamente. Y yo estaba con Heath. Esto me hacía que me sintiera como la peor persona en el mundo. Debía de decírselo.

—Summer.... —Escuché cómo tocaban la puerta de mi habitación pero decidí ignorar a Nikolai, realmente no quería hablar con él.

Comencé a aventar las cosas que empacaria cuando escuché como él bufaba y hablaba nuevamente.

—Summer, abriré la puerta.

—¡No te atrevas!

—Abre la puerta. —Pidió él, pero me negué.

—No, no lo haré, vete

—Ni me iré hasta hablar contigo.

Abrí la puerta y lo encaré, él suspiro viéndome.

—Yo...

—¡Tú nada, no quiero que vuelvas a besarme en tu vida! —Le pegué en el pecho, hizo una mueca que parecía de dolor pero aún así, tomo mis manos y las apretó ligeramente.—Sueltame, Nikolai.

—Quiero hablar contigo.

—Yo no, aparte no hay nada de lo que debamos hablar, tan solo déjame en paz.

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—¿Pasa algo? Te noto un poco tensa. —Heath susurró mientras ponía su mano en mi pierna, volteé a verlo de inmediato.

—No, todo está bien. —Puse mi mano en la suya y dejé un pequeño apretón mientras lo observaba de reojo, traía puesto unos lentes de sol y su cabello rubio estaba un poco despeinado, se miraba tan guapo.

—¿Estás segura?

—Sí, lo estoy.

Aunque realmente el beso no había podido salir de mi cabeza, estaba tratando de dejar de pensar en eso. Al igual que estaba buscando la forma correcta de decírselo a Heath.

—Hasta aquí escucho tus pensamientos.

Me reí de inmediato al escucharlo.

—Todo bien. —Dije mirándolo de reojo.

—Les he dicho a los chicos si querían venir, ellos han aceptado. Espero que no te moleste.

—Para nada. —Le sonreí..

—Bien... —Tomó mi mano y la llevo a su boca mientras dejaba un beso en ella.

En el radio venía sonando una canción de Nikolai que hizo que cerrará los ojos y suspiré. Maldita sea, Nikolai me confundía demasiado, estaba bien con Heath, no entendía el porque vino a confundirme más de lo que estaba.

Durante el resto del camino ninguno dijo nada, yo estaba perdida en mis pensamientos, buscando y pensando una manera de decirle lo sucedido a Heath, lo menos que quería era que él se hiciera ideas equivocadas. Al momento que llegamos él me sonrió mientras bajaba del auto y abría la puerta del copiloto mientras extendía su mano para que la tomara, así que lo hice, sus dedos se aferraron rápidamente a los míos mientras caminábamos al interior de la cabaña.

—¿Te gusta? —Me pregunto después de unos segundos.

—Me encanta.

Heath sonrió

—Me alegro, preciosa.

—¿A qué hora llegarán los demás?

—Dentro de una hora.

—Bien..

—¿Por qué? —Preguntó mientras me atraía a él, haciendo que nuestros cuerpos estuvieran completamente pegados, su pecho estaba pegado al mío mientras sentía como nuestros latidos se sincronizaban..

Eso hizo que él tomara la iniciativa para besarme y acorralarme, sus brazos estaban apretando fuertemente mi cintura mientras que sus labios devoraban los míos.

—Heath.. —Susurré, mientras trataba de alejarme.

—¿Que sucede? —Acarició mi rostro.

—Tengo que contarte algo...

—¿Bien?

Lo halé hasta el sofá y él suspiro mientras se sentaba y hacia que me sentará a lado de él.

—¿Que sucede? Cuentame que es lo que te tiene tan preocupada y pensativa.

—Primero que nada quiero que sepas que me siento muy mal por eso, y yo no quería que pasará pero la situación se salió de mis manos..

—¿Que pasa? Me estás intrigando demasiado.

—Nikolai me besó.

—¿Nikolai, el mismo Nikolai con el que se te vio una vez?

—Sí.

—Ese chico parece estar enamorado o obsesionado contigo.

No dije nada, realmente no sabía que decir así que me mantuve callada mientras lo escuchaba.

—Hablaré con él, y le pediré que te deje en paz, recordándole que eres mi chica..

—No te preocupes, yo ya hablé con él. —Puse mi mano en su rostro, el beso mi muñeca mientras suspiraba.

—Bien, pero si vuelve a querer besarte no dudes en decírmelo.

No respondí tan solo me encogí de hombros, en instante se escuchó el timbre de la cabaña, Heath se levantó con una gran sonrisa.

—Los chicos han llegado.

—Claro, vayamos con ellos

—¡Summer! —Gillian y Mack se acercaron a mi para abrazarme.

—¿Me han cambiado por mi novia?

—Ella es una chica, y nos entiende mucho más que tú.

Heath se río mientras rodaba los ojos

—¿Es un buen novio o es un idiota?

—Es un buen novio. —Le dije a Gillian, ella asintió, sonriendo.

—Hola, señorita. —Kenneth se acercó con una gran sonrisa mientras besaba mi mejilla.

—¿Que harán?

—Un asado.

—¿Realmente pueden hacerlo?

—Claro. ¿No confías en nosotros, Summer?

—¿No quemarán la cabaña?

—Nathan no dejara que lo hagamos.

—Por favor, no dejen que Heath se meta a la cocina, luego confunde sal con azúcar, no quería comer un asado con azúcar.

—Que graciosa eres, preciosa. —Heath se río mientras besaba mi mejilla, me reí sintiendo como su barba me picaba.

—Iré con las chicas.

—Bien.

—Si necesitan nuestra ayuda no duden en gritarnos.

—Estaremos bien sin ustedes, Summer. —Kenneth murmuró caminaba a lavarse las manos.

—Bien...

Al momento que Gillian y Mack me vieron me jalaron hasta ellas.

—¿Que sucede?

—Hay una alberca estupenda. ¿Entramos?

—Vamos a cambiarnos.

—¿Que harán chicas, preciosas? —Kenneth puso sus brazos en los hombros de Gillian, ella rodó los ojos y yo sonreí.

Heath me abrazo por la cintura mientras me atraía a él, y dejaba un beso en mi hombro.

—Iremos un rato a la alberca aprovechando que no necesitan de nuestra ayuda.

—Vayan, diviértanse y hagan todas esas cosas de chicas. Que tenemos todo controlado. —Heath me besó los labios

—Eso haremos, está cabaña es el paraíso.

—Lo es. —Mack coincidió conmigo mientras nos alejabamos de los chicos y caminábamos hasta la alberca, me puse en una camastro mientras dejaba que el sol se penetrara en mi piel.

Coloque las gafas del sol mientras respiraba, me sentía tan tranquila aquí.

—Summer ven acá.

Tallé mis ojos y mire a Gillian .

—El agua está deliciosa.

—Voy.

Me levanté y me acerque a ellas mientras me tiraba en la alberca.

—Mira te has quemado un poco, y eso que no has estado tanto tiempo ahí afuera.

—Lo se, olvide ponerme protector solar.

—Lo he visto.

—¿Eres feliz con Heath? —Mack me preguntó mientras me miraba, ahora las tres nos encontrábamos sentadas mientras nuestros pies se encontraban en el agua.

—Lo soy, lo quiero

—Entonces estás enamorada de él.

—Sí.

—Estoy tan feliz por ustedes.

—Nunca creí que me enamoraría de él, más sin embargo no me arrepiento de eso.

—Aww, son tan tiernos juntos. —Gillian sonrió.

—Bueno, y a ti te he visto muy pegada a Kenneth.

—Bueno, él me ha invitado a salir, el sábado tenemos una cita

—Eso es genial, Gillian.

—Estoy feliz pero a la vez tan nerviosa, es Kenneth, no se que cosa esperarme de él.

—Sólo debes de mantenerte tranquila. —Le dije.

Una nube negra llegó hasta nosotros y un olor a quemado, mire a las chicas y las tres nos reímos antes de levantarnos de inmediato y correr hasta los chicos.

—¿Pero que ha pasado?

Heath estaba manchado de carbón por todos lados, sus mejillas estaban teñidas de negro mientras nos observaba.

—Me alegro que ustedes estuvieran disfrutando.

—¿Se les ha quemado?

—Me descuide un segundo, fui solo por un cuchillo y cuando regrese la carne estaba quemada. —Nathan parecía frustrado, Mack se acercó a él y lo abrazo.

—Qué diré de ti, quizás fue culpa de Kenneth. ¿No? —Limpie las mejillas de Heath y él se río.

—Sí.

—No me culpes, tu me dijiste que le faltaba leña y por eso le pusimos más fuego al asador.

—A Heath lo hubieran descartado.

—Queria sentirme útil.

—Quizás podrías traer lo que ellos necesitaban, o mejor dicho, lo que Nate necesitaba.

—Pero la carne puede comerse.

—No, no vuelvo a caer.

—Lo haré yo. —Él tomo un trozo y lo llevo a su boca.—No, no coman esto, es asqueroso.

—¿Y ahora que haremos?

—Hay microondas, y sopas instantáneas.

—Pudimos haber comido asado y ahora cenaremos sopa instantánea. Es horrible. —Gillian chillo y no pude evitar reírme.

—Vamos a preparar sopas para todos, tu las irás trayendo. —Le di un golpecito en el hombro a Heath rápidamente asintió mientras entrabamos a la cabaña.

—Te quiero, preciosa. —Dijo mientras me abrazaba por la cintura, le sonreí.

—Y yo a ti. —Cerré los ojos al momento que él beso mi frente.

Tenía la esperanza que está relación funcionaría, estaba poniendo toda mi fe en nosotros, ambos nos queriamos. Nada podría salir mal. Estaba segura de eso..