Capítulo cuarenta y tres. - Amor platónico.

Pongan su presente con su canción favorita.

Summer.

Eran las diez de la mañana, me había levantado ya que me encontraba sola en la cama. Me estiré y en ese instante corrí hasta el baño sintiendo las náuseas matutinas.

Vacíe mi estómago, levantándome aunque realmente me sentía muy débil, lave mis boca y eche un poco de agua en mi cara. Tratando de relajarme.

Salí de la habitación encontrándome con Nikolai que estaba en la cocina, terminando de preparar el desayuno.

—Buenos días, guapo.

—Buenos días, Evangeline. —Se acercó a mi para poder besarme, así que cerré los ojos, atrayéndolo más a mí, para besarlo con más ganas.

—¿Cómo has amanecido?

—Tus hijos me han hecho vomitar..

Él sonrió, dejando una suave caricia en mi vientre.

—¿Tienes hambre?

—Un poco.

—Siéntate, he preparado el desayuno.

Hoy regresaba a New York, y Nikolai se iría al comienzo de su gira. Estaba triste y nostálgica..

Tenía ganas de llorar, pero sabía que si lloraba el se quedaría conmigo. Pero no haría eso. Era su trabajo, y sabía que sus fans estaban ilusionada de verlo.

Aunque quisiera tenerlo solo para mí debía compartirlo con ellas. Y próximamente con los bebés.

—¿Quieres jugo?

—Sí. Esto huele delicioso.

—Espero que te guste, mi amor.

—Espero que a los bebés les guste, mejor dicho. Deberían de mantenerlo en el estómago de mami, papi se ha esforzado mucho preparando el desayuno pata nosotros. —

Acaricié mi vientre, mientras llevaba pan  con mantequilla a mis labios para darle una pequeña mordida.

—Es verdad. —Él beso mi sien antes de sentarse a lado de mí, y darle un pequeño trago a su café.

—¿Tienes tus maletas listas? —Lo miré y él asintió, llevando una fresa a su boca.

—Las tengo listas, Evangeline.

—¿Entonces serán dos meses?

—Sí.

—Espero que se pasen muy rápido. Te extrañaremos.

—Y yo a ustedes.

—¿Estás segura que no te quieres quedar aquí?

—Estoy muy segura, amor. Prefiero regresar a New York, y terminaré todos mis pendientes con Jack.

—Sólo recuerda tomarte las cosas con calma, amor. Te recuerdo que no estaré contigo, y tú eres muy terca.

—Lo sé, estaré bien. Lo prometo.
—Eso espero.

Lleve un poco de naranja a mis labios, mientras suspiraba.

—¿Irás a la gira? —Él preguntó, mirándome de reojo.

—Eso quiero.

—Espero que puedas, no se cómo podré sobrevivir tanto tiempo sin verte.

—Podrías hacer video llamada.

—Si, pero no es lo mismo. También quisiera acariciarte, y besarte

—Lo sé, pero es tu trabajo. Sé que debo compartirte con tus fans

—Sí, lo sé, preciosa..

Lleve un pedazo de hot cakes a mis labios mientras masticaba y asentía mirándolo.

—¿Quién nos llevará al aeropuerto?

—Ginger.

—¿Tu vuelo sale antes, no?

—Sí, una hora antes.

Sentí un nudo en la garganta. Dios quería llorar y él ni siquiera se iba todavía.

Solo esperaba no ponerme a llorar en el aeropuerto pero estaba embarazada y mis hormonas me descontrolaban. Hice un puchero tratando de quitar las lágrimas que se estaban acomodando en mis ojos.

—¿Por que esa cara tan bonita? —Él se acercó a mi, abrazándome.

Enterré la cara en su pecho, inhalando su olor, dándome cuenta lo mucho que lo extrañaría.
Eran dos meses, por dios. No habíamos estado separados tanto tiempo. Ni cuando recién comenzamos a salir, desde siempre hemos estado juntos para todo. Debía de admitir que todo eso me ponía muy sentimental.

—¿Qué pasa, Evangeline?

—Sólo son las hormonas que me hacen sentimental.

Él sonrió, besándome la cabeza.

—Lo sé, preciosa.

Sentía las mejillas húmedas, así que me separé de su pecho para poder limpiar mis mejillas.

—¿Estabas llorando? —Él preguntó con preocupación.

—No.

Él alzó una ceja, sin creerme, fingí una sonrisa viéndolo.

—Mejor bésame, Nikolai.

—Un placer, preciosa.

Su nariz acaricio la mía mientras mis uñas acariciaban su nuca, sintiendo como su respiración se aceleraba antes de capturar mis labios en un pequeño beso, dejándome sin aliento y haciendo que quisiera más. Lo atraje nuevamente hasta mí, besándolo él suspiro, chupando mi labio inferior haciendo que soltara un jadeó.

Mi nariz acaricio la suya mientras él acariciaba mi mejilla mientras mantenía los ojos cerrados sintiendo su aliento en mis labios.

—¿En qué piensas? —Preguntó él, abrí los ojos. Él estaba sonriendo. Acaricié su entre cejo tratando de suavizar sus facciones.

—En lo mucho que te amo. —Respondí.

—Te amo tanto, Evangeline.

Sonreí mirándolo, acariciando su mandíbula y pasando mis dedos por sus labios para después sentir como el dejaba un pequeño beso haciendo que mi sonrisa creciera más.

—Vamos a ducharnos antes de irnos, Evangeline.

Asentí mientras me levantaba de la mesa, él tomo mi mano mientras me arrastraba hasta la habitación.

—Prepararé la bañera para que podamos relajarnos un poco.

Asentí, mientras miraba como el agregaba un poco de agua caliente y un par de sales para poder relajarnos.

—Te extrañaré demasiado. —Dije susurrando, muy despacio creyendo que el no me había escuchado. Sus ojos se dirigieron hacía mi mientras me miraba con fijeza.

—Y yo a ti. No sabes lo mal que me siento al saber que me perderé dos meses del crecimiento de mis hijos

—Yo también, pero te estaré mandando cualquier avance de ellos.

—Summer.

—¿Sí? —Lo mire de reojo, él suspiro tomando mis manos.

—Kelsey ha dicho que te tomes las cosas con calma, sé que será difícil que estemos alejados, pero si lo mejor es que no viajes es mejor que te quedes en casa.

—Lo sé, lo menos que quiero es poner a riesgo a mis bebés.

—Lo sé, yo solo quiero que ustedes estén bien, si ustedes lo están yo lo estaré

—Pero te extrañaré.

—Te entiendo, Evangeline. Yo también lo haré.

Bufé, mientras él extendía su mano para que la tomara, la tomé y el me atrajo hasta él besándome la frente, suspiré escondiendo mi cabeza en su pecho, sintiendo como él quitaba mi trenza con cuidado.

—¿Estás lista para relajarte?

—Lo estoy
.
—Bien.

Él quito la blusa de mi bata mientras me miraba con una gran sonrisa en el rostro

—Joder, eres tan preciosa.

Me sonroje.

—¡Dios! Te has puesto roja.

—Me pones nerviosa.

—¿Aun te pongo nerviosa? —Él parecía divertido. —Tenemos mucho tiempo juntos, Evangeline.

—¡Yo lo sé! Pero aún así me pones nerviosa. Por dios, eras mi amor platónico.

—¿Ya no lo soy? —Hizo una mueca, sonriendo.

—Ahora eres mi amor real, tonto.

—Afortunadamente. —Él escondió su cara en mi cuello, dejando un pequeño beso, suspiré.

—No te pongas muy cariñoso.

—¿Por qué?

—Por que no podemos, Kelsey lo ha dicho.
Él bufó.

—Es verdad, todo sea por qué estos pequeños estén bien.

Sonreí.

—¿Y bien?

—¿Qué? —Alzó una ceja confuso.

—¿No piensas desvestirte? ¿Acaso te ducharas con ropa?

—Cierto. —Él suspiro, sonriendo.

Él quitó su camisa dejando sus perfectos abdominales a la vista, me acerqué a él dejando una suave caricia en su abdomen, él gruñó de inmediato tomando mi mano, alejándola.

—¿Qué pasa? —Pregunté confusa.

—No tocar, no puede ver acción y la verdad no lo soportaré.

Bufé riéndome.

—Como sea, entremos a la bañera.

Nikolai sonrió mientras asentía, mientras entrabamos a la bañera que estaba llena de espuma, Nikolai se sentó, haciendo que me sentará enfrente de él, puso mi cabello a un lado para poder dejar un suave beso en mi cuello, suspiré cerrando los ojos al escuchar como tarareaba una canción del su álbum en mi oído, su voz era tan relajante y me tranquilizaba demasiado, debía de admitirlo.

Apoye mi cabeza en su pecho sintiendo como sus dedos se enterraban en mi cabello mientras lo acariciaba con suavidad.

—Estaba pensando…

—¿En qué cosa, mi amor? —Él murmuró en mi oído, y suspiré sintiendo como mi piel se erizaba al momento que su aliento tibio golpeó mi oído.

—¿Deberíamos de hacer público el embarazo o deberíamos de esperarnos? —Susurré, somnolienta. Esto me estaba relajando demasiado y sabía que podía quedarme dormida en cualquier instante.

Los dedos de Nikolai acariciando mi cabello, su aliento golpeando en mi oído al igual que sus labios a escasos centímetros de mi cuello.

La espuma haciéndome cosquillas en la piel, mi espalda recargada en el pecho de Nikolai, escuchando como sus latidos retumbaban en todo el baño, al igual que nuestras respiraciones. Yo creo que si alguien me pregunta cuál es mi momento y lugar favorito. Yo diría que este.

—¿Quieres que lo hagamos público?

—No lo sé. ¿Tu que opinas?

—Podemos hacer lo que tú quieras, amor. Aunque sinceramente se me hace que aún es un poco pronto para hacer público el embarazo.

—Esta bien —Murmuré.—Esperemos un poco más.

—Sí, preciosa.

Él enterró su cara en mi cuello, mientras yo mantenía los ojos cerrados, respirando pausadamente. Sentí como el dejaba un beso húmedo en mi cuello para después posar sus manos en mi vientre, acariciándolo.

—Si por mi fuera tocaría todo el día tu vientre. Pero no quiero molestar mucho a los bebés.

—Ellos no se enteran de nada, Nikolai.

—Aun así.

Sonreí, él era tan tierno.

—Estoy deseando que el tiempo pase rápido.

—¿Por qué? —El pareció confuso.

—Estoy muriendo por tenerlos en mis brazos, saber cómo serán. —Volteé a verlo, acariciando su rostro.

—Yo también —Respondió besando mi muñeca al momento que le acaricié la mejilla.

—Estoy deseando en verte en tu faceta como padre. Estoy seguro que te amare mucho más.

—Y yo deseo que los bebés crezcan en tu vientre. Sé que te miraras preciosa con tu vientre hinchado

—¿Y su parezco un elefante? ¡Son dos bebés Nikolai! Dudo mucho que me vea muy bonita.

—Te miraras preciosa.

—No puedes estar seguro de eso.

—Claro que puedo. Sé que lo estarás, tienes a mis bebés y eres mi mujer. Eres la mujer más preciosa que puede existir.

—No se cómo puedes decirme esas cosas tan dulces. —Sonreí, ahora tenía ganas de llorar.
¡Malditas hormonas!

—¿Qué sucede? —Él pareció alarmado.

—Sólo son las hormonas.

—¿Estás segura?

Sonreí asintiendo.

—Sí, dios. Solo me doy cuenta que te amo tanto y que serás un padre increíble, no es algo que no te haya dicho.

—Es verdad, siempre me lo dices y me hace muy feliz él saber que confías en mí, y crees que seré un gran padre.

—Estoy segura de eso. Eres un tío estupendo, y lo serás de padre también.

—Por dios, ni siquiera se cambiar un pañal, nunca le cambié un pañal a Haven.

—No es difícil. —Dije, acariciando su cabello.

—¿Deberíamos de ir a clases de maternidad y paternidad?

—Si te hace sentir más seguro podemos hacerlo.

—Sí, hagámoslo.

Asentí.

—Entonces buscaremos. —Pegué mi frente con la suya, sintiendo como me tomaba de la cintura para después besarme.

Mis manos estaban llenas de espuma, que sin querer deje en su rostro, él se río. Así que improvise una barba blanca en su mandíbula

—Te pareces a Papá Noe

Él se río mientras llevaba un poco de espuma a mi rostro donde coloco en mis cejas cuidando que no cayera en mis ojos y un poco en encima de mis labios, improvisando un bigote.

—Y tu pareces el Grinch, mi amor.

Me reí, dejando un pequeño golpe en su pecho, él me atrajo hasta él para besarme, mientras me susurraba una y otra vez que me amaba.

🎀🎀🎀🎀🎀

Hellooou, ¿Cómo están? ¡Tenemos cuenta de Summer y Nikolai en Ig.

Pueden encontrarlos como:
Summerabbey_
Nikolai_Larsen_

¿Alguien quiere hacer una cuenta de otro personaje de la saga? Para que interactúen entre sí.

¿Que les pareció el capítulo? ¡Dejen sus opiniones!

¿Parte favorita?

Ya casi llegamos al final.

Síganme en Ig: Jaz.bs.

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