Capítulo treinta y seis.

Ginger

Años atrás.

Mi madre había tenido toda la razón del mundo, mi bebé había nacido el quince de abril cuando el parto estaba programado para el veinte de abril. Ella se adelantó, si era una niña. Y era tan hermosa, tenía una ligera capa de cabello rubio y era tan pequeña.

Había decidido ponerle el nombre Haven . Volteé al cunero dónde la pequeña se encontraba dormida, sonreí viéndola, ella se estiró haciéndose bolita, bostece, estaba demasiado cansada. Ella se quejo así que la cargue con cuidado mientras la ponía sobre mi pecho, ella hizo gestos mientras movía sus manitas. Besé su cabeza, mientras acomodaba su gorrito.

La puerta se abrió, mamá entro con una gran sonrisa mientras se acercaba a mí.

—¿Cómo estás?

—Cansada pero bien. Estoy muy feliz de tenerla a mi lado.

—Tu hermano a tomado el primer vuelo, está aquí afuera dijo que no quería perderse por nada del mundo el nacimiento de su sobrina.

Sonreí mientras Haven se quejaba en mis brazos.

—A ver, préstame a esta pequeña.

Le entregué a la niña y ella sonrió besándole la cabeza mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

—Es preciosa Ginger. Es idéntica a tí.

—Lo es, es la cosa más bonita que han visto mis ojos, aunque debo de admitir que tiene rasgos de su padre. —Gruñí molesta.

—No menciones a ese idiota, pequeña.

—Tienes razón, Haven me tiene a mí y no le faltará nada.

—En eso tienes razón, y por cierto su nombre es hermoso.

Callé la parte en la que Eros había dicho que si un día tuviéramos una hija le gustaría que se llamará así. Si era muy tonta por eso, pero realmente ya no me importaba.

Mamá quitó el gorro de la cabecita de Haven mientras sonreía viendo el cabello rubio, la puerta se abrió y mi hermano entro con un par de globos y con una gran sonrisa en el rostro.

—Hola. —Me saludo.

—Hola.

Él se acercó a mí y beso mi frente mientras me sonreía.

—¿Cómo te sientes?

—Estoy bien, solo estoy un poco cansada

—Ella es igual de terca que tu madre. —Papá le dijo mientras se acercaba a la bebé y tocaba su manita, ella se quejo

—Muchas felicidades por la bebé, serás una madre increíble, y yo tratare de no echar a perder a esta bebé.

Me reí

—Esperemos que no la eches a perder, y tú serás un tío genial, Nikolai.

Él se acercó a mamá quien aún cargaba a Haven, sonrió mientras extendía sus brazos, mamá se lo entrego y él sonrió.

—Hola pequeña, quizás tu padre sea un imbécil pero debes de saber que amor jamás te faltará, aparte seré un gran tío para ti.

Los ojos se me llenaron de lágrimas quizás Haven no tendría el amor de Eros pero mis padres,Nikolai y yo haríamos que nada le faltará a Haven, ella estaría bien.

—Ella tendrá a la mejor familia. —Hablé con una gran sonrisa tratando de eliminar las lágrimas

Actualidad

Realmente no se porque pero en el fondo tenía de la reacción de Eros al saber la existencia del nuevo bebé. Pero realmente él lo había tomado demasiado bien, y me sentía demasiado aliviada por eso.

Al igual que me sentía mejor después de haber hablado y poder arreglado las cosas, sabía que esa separación había sido culpa de ambos. Número uno, de él por no explicarse y culpa mía por haber desconfiado de él. Estaba tranquila al saber que él sería incapaz de engañarme. Aunque si, me sentía intranquila después de lo que él había descubierto.

No podía imaginarme que Owen le hiciera algo a Haven, Eros y yo debíamos de encararlo y pedirle que nos deje en paz. Realmente no entiendo en absoluto a Owen. No sé que es lo que realmente quiere de nosotros. Eros apretó mi mano, lo observé, tenía una ceja alzada.

—¿En qué tanto piensas?

—En nada, es solo que creo que debería de irme.

—¿Por?

—Haven ha estado mucho tiempo sola y creo que empiezo a extrañar a mi bebé.

Él sonrió y besó mi frente.

—Bien. ¿Crees que deberíamos de decirle que tendrá un hermanito?

—Ella aún no lo entenderá.

—Puede.

—Esperemos.

—Esta bien, Gin.

—Bueno, debo de irme.

—Te llevaré, no dejaré que te vayas sola.

—¿Ok?

—Pero espérame un momento.

Asentí y él se levantó del sofá y se fue hacia la habitación después de unos segundos regreso, traía el anillo de compromiso.

—Esto te pertenece. —Antes de ponerlo me miró alarmado.—Oh, espera. ¿Aún te quieres casar conmigo, aún quieres ser mi esposa?

Sonreí.

—Sí, aún quiero ser tu esposa y aún quiero que seas mi esposo.

—Oh, gracias a dios. —Susurró mientras colocaba el anillo y se acercaba a mí para abrazarme y dejar un beso en mis labios con suavidad.—Ahora sí podemos irnos, tan solo quería asegurarme de eso.

—Bien. —Me reí.

Salimos de su apartamento y sentí como él tomaba mi mano y entrelazaba nuestros dedos mientras caminábamos hasta su auto, el abrió la puerta del copiloto, ayudándome a entrar.

—¿Crees que él esté cómodo?

—¿El bebé? —Soné confusa.

—Sí.

—Supongo.

—¿Tienes frío?

—Eh no.

—¿Y si el tiene?

Sonreí de lado.

—Puedes estar tranquilo él no tiene frío.

—¿Y tienes hambre?

—No.

—¿Sed?

—Tampoco.

—¿Y si el bebé tiene hambre o sed?

—Ey, él está bien puedes estar seguro, no tiene hambre, sed ni mucho menos frío.

—Pero.... —Trató de protestar.

—No seas paranoico, todo está bien, ahora vayamos a mi apartamento.

Dije mientras trataba de quitar las arrugas que se habían formado en su frente, debía de admitir que se notaba bastante preocupado.

—¿No tienes náuseas?

—No. —Dije divertida.

—Vamos a mi apartamento. —Le dije nuevamente.

Él suspiro y besó mi frente mientras se alejaba y cerraba la puerta del copiloto, al subir puso su cabeza en el volante.

—Siento ser un poco paranoico pero quiero que ambos estén bien.

—Ey, puedes estar tranquilo. —Tome su mano y le di un pequeño apretón.

—Prometeme que si te sientes mal o algo no dudarás en decirme lo que sea.

—Lo prometo.

—Bien.

Él comenzó a conducir y cada que podía me miraba de reojo.

—¿En qué tanto piensas? —Le pregunté.

—Sólo agradezco haber podido arreglar las cosas contigo, Gin.

—Te amo. —Le dije.

—Yo te amo mucho más, y amo a nuestros hijos.

Eros subió su mano hasta mi vientre y dejo una pequeña caricia en él. Al llegar al edificio subimos hasta mi apartamento. Al entrar todos estaban en la sala y las chicas al vernos juntos sonrieron.

—Hola. —Saludé.

—¡Mamá! —Haven corrió hasta mí pero al ver a su padre puso su manita en su boca sorprendida.—¡Papá! —Prefirió correr hacía él, Eros la cargo y beso su frente.

—Pero si es la pequeña de papi.

Haven se río mientras ponía su manita en la poca barba que comenzaba a salirle a Eros, él la miro con adoración mientras besaba sus deditos.

—Deberías sentarte. —Eros me miró.

Sonreí y camine hasta el sofá mientras tomaba su mano y lo arrastraba conmigo, nos sentamos y Luca me miró mientras alzaba la ceja.

—¿Te dijieron el sexo del bebé?

—Aun no se sabe, Luca. —Kinsey le dijo algo cansada.

—Mackinsey, podría haber una probabilidad, no?

—No.

—Kinsey tiene razón.

Luca bufó.

—Me imagino que eso de tener un bebé debe de ser de mucha paciencia, realmente no me imagino lo que se debe de esperar para saber el sexo, aparte los nueve meses para poder tener al bebé.

—Sé que no lo entiendes, Luca.

—¿Y ustedes, se reconciliaron? —Preguntó Summer.

—Sí. —Sonreí.

Eros tomo mi mano y la llevo a su boca mientras dejaba un pequeño besó, todo estaba en su lugar nuevamente, debo admitir que temía haber perdido a Eros, pero estaba aliviada al haber arreglado todo.

❄️❄️❄️

Tecleaba con rapidez, ya casi llegaba al final del libro que estaba escribiendo. La puerta del apartamento se abrió, y Eros entro junto a Haven, quien venía platicando con su padre.

—¿Cómo les ha ido? —Pregunté alzando la cabeza, Eros soltó la mano de Haven, quien corrió rápidamente hasta su habitación y él aprovecho para acercarse a mí, cerré mi laptop rápidamente y sonreí viendolo.

—¿Que escondes?

—¿Que? ¡Nada!

—Haz cerrado eso muy rápido.

—Ah, eso. No es nada.

—Eso no parece a nada.

—¿Cómo les fue? —Repetí nuevamente.

—Muy bien. —Admitió mientras besaba mis labios, puse mis manos en su cuello atrayendolo más a mí, él se pegó a mí abrazándome fuertemente.

Hace poco habíamos estado buscando guarderías o niñeras para Haven, tratamos de convencer a Alyssa de que fuera la niñera de Hav ya que Arianne la madre de Elliot, trabajaría desde casa por lo cual ella misma se haría cargo de los mellizos.

Eros había ido al apartamento junto a Haven, mientras le llevaban un par de pastelitos a Alysss tratando de persuadirla con la frase. «Quieres ser mi niñera».

—Ella lloró y dijo que aceptaba. —Eros sonrió.

—Sé que Alyssa será una gran niñera para Haven mientras nosotros estamos en nuestras prácticas.

—Sí.

Alyssa hace poco se había graduado y tanto Eros como yo, aún teníamos que terminar nuestras prácticas antes de poder graduarnos. Lo bueno era que Alyssa solo cuidaría en las mañanas a Haven.

—¿Cómo está el bebé?

—Muy bien, quizás feliz de ver a su padre.

—Oh, yo también estoy feliz de estar en casa. —Besó mi nariz.

—Estaba pensando en la boda.

—¿Ah, sí?

—Ajá.. —Acaricié su mejilla, Eros me levanto de la silla mientras él se sentaba y me sentaba en su regazo, aproveche para esconder mi cara en su cuello y olisquearlo. Él olía delicioso, su olor me volvía loca y me embriagaba por completo.

—¿En qué pensabas, precisamente?

—¿Que día nos casaremos?

—¿Quieres casarte antes que nazca el bebé o después? —Paso sus dedos por mi cabello.

—No sé. —Hice un puchero que le besó.

Haven llegó corriendo hasta mí mientras halaba mi pierna

—¿Que sucede, Haven?

—No quelo que ete ahí, papi mío. —Gruñó.

Eros se río, mientras besaba la curva de mi cuello.

—Hav es muy celosa.

—Demasiado. —Admití—Ella no entiende que debe de compartir a papi con mamí.

—Es igual de celosa que su madre.

—Quizás.

—¿Entonces, cuando quieres casarte?

—Despues de que nazca el bebé.

Eros sonrió

—Bien, así podremos organizar la boda de tus sueños, rubia. —Se acercó a mí y me beso nuevamente.

Era tan feliz, él era la única persona que podía hacerme feliz, al igual que Haven y el nuevo bebé.

—Me haces muy feliz. —Admití

—Tu me haces feliz, rubia. —Me atrajo hasta él, descanse mi cabeza en su pecho, sintiendo los latidos de su corazón.

—¡Papá, paque!

—Oh, cierto. Le he prometido a cierta señorita que la llevaría al parque.

—Es mejor que lo cumplas, sabes que a ella no se le olvida nada.

—Lo tengo muy presente. —Se río.

—¿Vienes?

—Vamos.

Me levanté del sofá y coloque mis converse mientras Haven me miraba muy impaciente.

—Mamos mamá.

—No seas impaciente, mi vida.

—Mamos, polumpio.

Me reí y coloque un gorro de lana, me agache y le coloque su gorrito a Haven.

—No gutah esto.

—Te miras preciosa, Hav.

—Haven monita, no gutah.

—Ven, te pondré tus botas.

Ella se cruzó de brazos mientras hacía un puchero, la senté en una silla mientras ponía sus botas.

—Ahora si, vamos al parque. —Tome su manitas y las sentí demasiado frías así que me aleje y busque unos guantes.

—No gutah, mamá. —Ella frunció sus cejas.

—Vamos.

Llegamos al parque y Haven corrió a los columpios mientras Eros la seguia, ella se subió con la ayuda de su padre mientras él la empujaba con suavidad, sonreí viéndolos mientras Haven gritaba y reía.

❄️❄️❄️

Me encontraba sola en el apartamento, Haven estaba dormida y Eros estaba en el hospital. Termine de arreglar la cocina y después me senté mientras trataba de escribir un poco.

Me sentía demasiado emocionada por qué me faltaba casi nada para terminar el libro.

«El estaba tan arrepentido de haberla lastimado, que todo los días trataba de recordarle lo mucho que la amaba»

Escuche un ruido en el cuarto de Haven, me levanté del sillón mientras caminaba hasta el cuarto de la pequeña, ella estaba jugando con sus muñecas.

—¿Tienes hambre, Haven?

—Ño.

—Si tienes hambre ven a buscarme. —Le besé los rizos.

—Shi.

—Bien.

—¿Y papi?

—En un rato vendrá pequeña.

Ella frunció las cejas pensativa, me reí alejándome nuevamente, puse mi mano en mi vientre hinchado, apenas tenía tres meses pero sentía que ya comenzaba a notarse.

Eros ya quería que comenzaramos a comprar la cuna del bebé y también sus sillitas junto a sus cochecitos, el estaba muy emocionado. Y también me cuidaba más de lo normal.

No me dejaba cocinar, ni mucho menos tender la cama, ni recoger los juguetes de Haven, y ni hablar, no me quería ver sacando la basura según el todo eso requería de mucho esfuerzo, cosa que no podía hacer.

Lo amaba pero estaba muy paranoico y sobreprotector, a veces me sentía asfixiada, si eso era ahora que aún tenía muy pocos meses de embarazo no me imaginaba lo que sucedería ya que el bebé estuviera apunto de nacer.

El timbre del apartamento sonó, camine hasta la puerta y al abrir me quedé sorprendida al ver a Owen.

—¿Que haces aquí?

—Tenemos que hablar

—Tu y yo no tenemos nada que hablar, tan solo debes de alejarte de nosotros o pediré una orden de alejamiento contra ti.

—Vengo sin intención de buscar problemas. —Me miró con fijeza.

Suspiré y lo deje pasar, no sabía lo que pasaría pero tan solo quería dejar las cosas claras con él y que él nos dejara en paz, ahora sí. Era lo único que deseaba.

✨✨✨

Hola holaa.

¿Que les diré? Solo quedan dos capítulos y el epílogo. 😣

Si, no me quiero despedir de mis bebés. Pero nimodo.

Lxs quiero y estén atentas que se publican mañana, si o si. Debe de quedar terminado antes de año nuevo.😜

Besos, que debo de terminarlos. Bai bai.💗

SIN CORREGIR.

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