Capítulo seis.
Reportense aquí:
Años atrás
—Me alegro tanto de que hayas traído a Ginger, hijo. Espero y puedas venir pronto. —April me sonrió, mientras me acercaba a ella y me daba un abrazo, ella me hizo sentir tan cálida.
—Si, espero venir pronto. —La verdad no, el padre de Eros me hizo sentir muy incómoda durante la cena y después de lo que dijo, no podia evitar sentirme mal.
—Me alegro tanto de conocerte, eres demasiado linda, espero no te canses demasiado rápido de este idiota —Becca me abrazo y yo me reí, negando.
No podía cansarme de Eros, llevábamos ya varios meses de novios y lo quería demasiado.
—Nos vemos pronto —Eros se despidió de su madre y su hermana, después tomo mi mano y se aferró a mis dedos.
Hice un ademán de despedida, diciendo una sonrisa.
—¿Sucede algo? —Me preguntó Eros al momento que salimos de su casa.
—¿Porqué dices eso?
—Te noto algo tensa.
—Todo bien, tu madre y tu hermana, son muy cálidas.
—Si lo son, solo que becca está en la edad de un adolescente rebelde, así que lamento si ella se portó grosera en un momento.
Ella no se portó grosera en ningún momento.
—No parece tan rebelde —Dije, tratando de calmarme y dejar de pensar en las palabras del padre de mi novio, no era posible.—Aparte no fue grosera —Admití y él me sonrió.
Al pasar por el jardín tomo unas cuantas margaritas y me las entrego, le sonreí como si fuese una tonta enamorada o más bien dicho, lo era, él puso una margarita en mi cabello, la que me puso al llegar se había caído, luego que la dejo en mi mejilla, la acaricio mientras se acercaba a mi y besaba con suavidad mis labios, mantuve los ojos cerrados, inhalando su olor.
—Te quiero —Dijo él, después de unos segundos.
—Yo también te quiero.
—Ahora, vayamos al auto y te llevaré a tu apartamento, puedo apostar que las chicas están preocupadas por ti.
—Bueno, les dije que saldría con mi novio, nunca les dije nombre. —Él puso su mano en mi espalda baja, mientras me guiaba hasta su auto, al estar enfrente abrió la puerta del copiloto, así que subí.
Durante el camino hubo silencio pero extrañamente no era para nada incómodo, al momento que llegamos a mi apartamento, deje un beso en sus labios, mientras me despedía con un ademán y entraba a la casa.
Al entrar al apartamento, cerré la puerta y el primer sollozó salió, ya no estaba Eros, ahora podría llorar y desahogarme. Lo necesitaba más que nada después de haber escuchado las palabras del padre de Eros. Kinsey que iba saliendo de su habitación me miró confundida mientras se acercaba a mi, mientras que yo sollozaba con fuerza.
—¡Chicas, vengan es Ginger! —Gritó y seguido se escuchó que se abrían las otras tres puertas.
—¿Qué sucede? —Alyssa preguntó, se encontraba en su pijama y traía el cabello revuelto.
—¿Sucedió algo en la comida con los padre de tu novio misterioso?
—La cena parecía ir genial —Dije, sollozando. —Pero el padre de Er....—Me callé de inmediato. —el padre de él, hablo cosas horribles de mi, diciéndole que sería una distracción para él.
—¿Lo dijo enfrente de ti? —Addison murmuró, tocándose el cabello.
—No, se lo dijo a él, lo dijo a mis espaldas.
—¿Por lo menos tu novio te defendió? Porqué si no lo hizo, lo mataré. —Lyssa susurró, mientras quitaba a Kinsey quién me abrazaba.
—Él me defendió. —Admití y Alyssa suspiro, asintiendo.
Sabía que el padre de Eros haría lo que sea por separarnos, estaba segurísima de eso, sabía que tendríamos problemas y todo sería culpa de Owen.
—Por lo menos hizo algo bien, pero no llores. —Summer limpio mis lágrimas.—No, nos gusta verte así.
Limpie mis lágrimas e intenté sonreír, pero no podía, las palabras de Owen estaban en mi cabeza, repitiéndose una y otra vez.
—Vamos, deja de pensar en él, él te ha juzgado sin conocerte, pero cuando te conozca se sentirá bastante mal por haber dicho aquello de ti.
Si, sabía que se iba a arrepentir, mi intuición nunca me fallaba, pero después de que él causará los problemas, después de que todo se haya perdido por su culpa, iría tras nosotros, queriendose disculpar. Pero algo me decía que tendrían que pasar años para que él pudiera disculparse, que se diera cuenta del daño que causó y sobre todo, tenía que tocar fondo de que daño todo a su paso y por eso mismo perdió a lo que más amaba en el mundo.
Actualidad
Eros.
Al momento que leí el mensaje de Ginger, confirmando mis sospechas, hizo que sintiera un gran alivio. Ella no había abortado al bebé, la bebé, ella claramente me pedía que las dejara en paz, pero no lo haría.
Tenía que hablar con Ginger, por la bebé, y por ella. Quería que fuéramos una familia, y que Ginger dejara a ese chico, no me iba a rendir tan fácil, mañana iría al apartamento de las chicas, aunque quisieran sacarme a patadas, no lo iban a lograr. Ginger me tenía que escuchar.
—¿En qué tanto piensas? —Me preguntó Grayson, mi mejor amigo, le había dicho que saliéramos a beber algo, tenía que mantener la mente ocupada.
—En nada, solo la universidad.
—¿Tu padre sigue presionandote? —Preguntó, mientras le daba un sorbo a su cerveza, yo negué, restándole importancia.
—No tiene nada que ver con mi padre. —Le dije.
—Creo que es hora que busques a alguien más, no algo de una noche, deberías de buscar algo serio.
No quería nada serio, al menos si era con Ginger. Era la única mujer que amaría en la vida, siempre sería así, nadie podría llenar el vacío que dejó, cuando lo dejamos.
—¿La sigues amando, verdad?.
—Lo hago cada minuto. —Murmuré con frustración, al momento que cerraba los ojos, ahí estaba ella, sus rizos rubios, su sonrisa, esos ojos grises.
Me preguntaba con era ella. ¿Era rubia? ¿Se parecía a mi o se parecía a Ginger?
Esperaba que se pareciera a ella, sería más bonita.
—No debiste hacerle caso a tu padre. —Grayson murmuró.
—Lo sé y joder, no sabes cuánto me arrepiento por haber sido un cobarde con ella, ella no merecía nada de lo que dije. —Le di un trago a mi cerveza.
—No merecia que la dejaras cuando te dijo que estaba embarazada —Él asíntió, dándome la razón.
—Ya lo sé, Grayson. Pero fue la única opción que tuve —Me levanté y di unos golpes en su hombro —Nos vemos, hombre.
Él asíntió.
—Hablamos luego, Eros
Al momento que llegué a mi apartamento, tome nuevamente el álbum de fotos que siempre se encontraba en la sala, y pase por cada una de las fotos, observando la preciosa sonrisa de Ginger.
—Eros tenemos que hablar. —Ginger había llegado a mi apartamento, bese sus labios mientras me hacía un lado para que ella pudiera pasar, ella me observo con fijeza, se notaba ansiosa y nerviosa.
De inmediato supe que algo no iba bien, Ginger estaba tensa.
—¿Qué sucede, dulce chica?
—Yo no me he estado sintiendo bien —Ella jugo con sus dedos, viéndome de reojo.
—¿Has ido al médico?
—Estoy embarazada —Dijo de repente y yo sentí como el aire comenzaba a faltarme y después me sentí feliz, por dios, iba a tener un hijo con la mujer que amaba.
—¿Embarazada? —Pregunté, sonriendo..
—Lo estoy. —Ella murmuró.
—Yo no sé que decir. —Era verdad, las palabras se habían borrado de mi mente y mi boca parecía paralizada.
—Solo quería que lo supieras, vamos a tener un hijo. Sé que es algo sorprendente, quería que lo supieras, yo...
Mi mente seguía en blanco, mientras mi mente viajaba hacia el futuro, Ginger con el bebé, yo siendo un doctor, Ginger siendo una gran abogada, el bebé con demasiado amor para dar, tendrían a mis padres, o bueno, quizás mi padre no se lo tomaría muy bien al principio, pero despues lo aceptaría, Becca sería una gran tía, al igual que Nikolai, las chicas también adorarían al bebé.
Ginger seguía hablando y hablando, pero yo aún no podía decir nada, después de unos segundos ella se calló.
—Ya ví que estoy hablando sola. —Salió del apartamento antes de que yo pudiera decir algo, estaba molesta y tenía sus razones, yo era un estúpido.
Quise salir tras de ella para alcanzarla pero al momento que salí del apartamento ella ya no estaba, bufé y tome mis llaves, iría a casa de mis padres.
Sabia que esto sería una buena noticia para mí madre, después de lo mal que lo estaba pasando con su enfermedad, el saber que tendría un nieto le haría demasiado bien.
—Ginger está embarazada. —Le había dicho a mi madre, ella tapo su boca mientras unas cuantas lagrimas salían de sus ojos.
—¿Voy a ser abuela?
—Si, lo serás.
—¿Qué estás diciendo? —Escuche la dura voz de mi padre.
Eso era lo que decía que pasaría cuando mi padre se enterara de que Ginger estaba embarazada.
—Seremos abuelos, Owen. —Mamá parecía demasiado emocionada.
—No, no seremos abuelos porqué esa muchacha tiene que abortar.
La mera idea de que Ginger se deshiciera de nuestro hijo, era desagradable
—¿Perdón? ¿Sabes que estás hablando de mi hijo?
—Eso no es tu hijo, solo es un simple embrión, todavía no es una persona.
—Claro que lo es.
—Owen, estás loco. Le estás pidiendo que se deshagada de nuestro nieto como si no te importara.
—Es que es la verdad, ese niño no me importa, solo hará lo mismo que su madre, estorbar en la vida de mi hijo.
—Ellos no son ningún estorbo en mi vida, ellos ahora son mi familia.
—¿Así, como los vas a mantener? ¿Con amor? No Eros, no todo es amor en esta vida. —Mi padre se río, sarcásticamente.
Realmente no había pensado en eso, tenía diecinueve años, faltaba muy poco para que cumpliera los veinte, podria dejar la universidad y trabajar, por el bien del bebé.
—Podría dejar la universidad y ponerme a trabajar, ahora ellos son mi responsabilidad.
—¿Trabajar? No sabes hacerlo, y no pienses en dejar la universidad. ¿Tus sueños dónde quedan?
—Ahora mi sueño son ellos, es formar una familia con la mujer que amo. —Exclamé con furia.
—Dejen de pelear —Mamá dijo débilmente—Deja a Eros, ya no es un niño, él sabe lo que hará con su vida. —Dijo sin aliento, antes de desmayarse, corri hasta ella mientras trataba de hacerla que reaccionara..
Estuvimos en el hospital, hasta que nos dijeron que no era nada grave, que solo estuviéramos al cuidado de no alterarla demasiado.
—Eso le ha pasado a tu madre por tu culpa, así que, tu madre o jugar a la casita?
—¿Perdón?
—¿Tu madre, Eros o Ginger y el hijo que están esperando? Si eliges a Ginger, no verás nunca más a tu madre, no podría permitir que vuelva a sucederle lo de hoy y sea más grave.
—¿Estás bromeando, no? —Dije incrédulo.
—No, eso está en tus manos, hijo.
Eso tenía que ser una estúpida broma, no podía dejar a Ginger embarazada, ni mucho menos podría dejar a mi madre, no cuando estaba bastante enferma y temía demasiado de que ella pudiera morir y no estar con ella.
Quería aprovechar al máximo todo el tiempo que ella tuviera, quería estar con ella, no perder ni un segundo.
Pero tampoco quería dejar a Ginger, no cuando más me necesitaba, podría hablar con Ginger, ella me entendería, podría estar con el bebé y ella, también podría estar con mi madre..
—Estare con mi madre. —Susurré.
—Bien, entonces ve con Ginger y dile que abortara, que no quieres saber nada de ella.
—¿Qué?
—Hazlo, o si no, no vuelves a ver a tu madre.
Sentía como los ojos me ardian, siempre era lo mismo, la culpa nunca me dejaba en paz, camine hasta mi habitación y me encerré, tenía que dormir y dejar de pensar en ellas, mañana sería otro día y tenía que hablar con ella.
Al día siguiente, me levanté bastante temprano y me arregle, para después ir directo al apartamento de las chicas, a luchar con ellas y luchar con Ginger para que pudiera escucharme. Tome las llaves de mi auto y mire que tenía un mensaje de mi madre, dónde me preguntaba si iría hoy a casa, le respondí que quizás, mientras salía del apartamento.
Después de unos minutos llegué al edificio donde vivían las chicas, noté como Ginger iba saliendo con un cochecito de bebé mientras hablaba con la bebé.
Sentí como el corazón se me salio del pecho, ella pareció no verme así que aproveche para observarla con fijeza, su cabello estaba atado en un moño desordenado, y estaba maquillada como siempre, en su brazo derecho cargaba una bolsa de bebé, mientras empujaba el coche para bebés.
La seguí, y después de unos minutos ella entro al parque así que hice lo mismo, ella se sentó en una de las bancas mientras la bebé lloraba, ella le dijo algo y después la tomo en brazos y yo sentía que me faltaba el aire, ella era rubia y su cabello tenía rizos, cómo el de su madre, quería verle su carita pero Ginger nunca la hizo que volteara hacía otro lado, ella siempre estuvo cara a cara de la bebé.
La bebé movió los piecitos con felicidad y yo queria acercarme y pedirle perdón, explicarle realmente como fueron las cosas pero mis pies parecían que estaban pegados en el suelo, al instante que tome aire para caminar hasta ellas noté como el chico de la cafetería, su novio llegaba y se sentaba a lado de ella, mientras miraba a la bebé con sorpresa, él tocó a la niña y me daban ganas de gritarle que la dejara, que no la tocará que ella era mia, ambas eran mías..
❄️❄️❄️
Hola, holaaa. ¿Cómo están?
¿Qué les parece? ¿Les gusta?
No está editado.
Nos leemos pronto, besitos. <3
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