Capítulo dos.

Ginger

Años antes

Eros tomaba mi mano, mientras caminabamos por la orilla de la playa, sus dedos acariciaban mis nudillos, causando que mi piel se erizara, era tan agradable estar así con él, llevábamos dos semanas conociéndonos pero extrañamente yo sentía como si los dos nos conociéramos desde siempre, me sentía segura y cómoda a su lado.

De lejos observe a Alyssa que salía de la cabaña y contestaba la llamada de su móvil con demasiada emoción, imaginé que era una llamada de su novio, Henry.

—Alyssa ha salido de la cabaña. —Parecí demasiado asustada, él me sonrió.

—Tranquila, quizás esté hablando con Henry, y no se dará cuenta que estamos aquí.

Intenté manteneme tranquila, pero aún así, me sentía demasiado nerviosa.

—Bueno, si te sientes asustada, corramos hasta perderla de vista.

Si, eso sonaba mucho mejor.

—Esta bien, hagámoslo.

Él me sonrió, mientras apretaba con fuerza mi mano, mientras ambos comenzábamos a correr por la orilla del mar, sintiendo como mis pies se enterraban en la arena.

Al estar alejados, caminamos hasta una de las palmas, y nos sentamos en la arena, ambos estábamos demasiado agitados.

—Creo que debería de hablar con Alyssa.

—¿Porqué? —Pregunté, confusa.

—Porqué creo que me gustas, Ginger. Y debería de decirle a mi mejor amiga, que me gusta su amiga para que no se ponga como loca.

—Creo que nunca he visto a Alyssa enojada. —Le dije, y él asintió

—Conozco a Alyssa desde que teníamos cinco años, nunca la verás enojada, recuerdo que me encantaba molestarla, junto a Kinsey era agradable ver cómo su cara se ponía roja, internado contener la ira. Pero realmente nunca ha sido muy enojona.

—Alyssa es demasiado buena para este mundo.

Él asintió dándome la razón.

—Y creo que después deberíamos de hablar con Alyssa, ver cómo se dan las cosas.

—¿Es lo que quieres?

—Si, digo apenas acabamos de conocernos.

—Bien. —Él me dió la razón.

Suspiré, volteando a otro lado, evitando su mirada, sentí como él volvía a tomar mi mano, mientras hacía que mis ojos se encontrarán con los suyos.

—¿Que pasa?  —La voz casi me tembló, sentí como acomodaba un mechón de mi cabello, sin apartar la mirada de mis ojos. —¿Eros?

—No sucede nada, Ginger. Solo es que me tienes completamente cautivado, nunca antes había sentido algo tan parecido por otra chica, y eso es que solo tienen aquí dos semanas.

—Nos iremos pronto —Le recordé.

—Lo sé, pero aún así quiero segui en contacto contigo, Ginger.

Asentí temblando un poco por la cercanía de Eros.

Él acaricio mi mejilla, mientras sentía su aliento en mi boca, senti un hueco en el estómago, anticipado por la emoción, se acercó más a mi y sentí como nuestros labios casi se estaban rozando, cerré los ojos, dejándome llevar, poniendo mis manos sobre su cuello, eso pareció motivarlo, porqué sentí como sus labios se estampaban con mis labios, di un grito de alegría al sentir el cosquilleo en mi estómago, sus labios tenían un ligero sabor miel, y se sentían demasiados suaves, mis dedos acariciaron su nuca, sintiendo que bajo mi toque se erizaba su piel por completo.

Actualidad.

Entre a la casa de color ladrillo, sintiendo como el corazón me latía con fuerza, cada vez que entraba a esta casa, al entrar por la cocina mire a mamá que se encontraba terminado de preparar la cena.

—Hola —La saludé y dejé un beso en su mejilla, mientras buscaba con la mirada a la pequeña rubia.

—Hola, Ginger. ¿Cómo estás, querida?

—Bien y ¿ustedes? —Me pare a lado de la barra.

—Yo estoy bien, Haven me preocupa un poco.

—¿Porqué? —Murmuré

—Ella comienza a extrañarte mucho más, Ginger.

—¿Dónde está?

—En la habitación jugando.

—Iré a verla —Mamá asintió, así que me encamine hasta la habitación de Haven, al abrir la puerta me encontré con la pequeña, quién se encontraba en el suelo jugando con una muñeca, mientras succionaba con fuerza el chupete.

Sentí como el corazón se me hinchaba de orgullo cada vez que miraba a Haven, sonreí acercándome a ella, ella estaba tan entretenida, cuando me senté a lado de ella dejo de succionar el chupete y este se cayo, ella me sonrió, mostrándome los  pequeños dientes, la tomé en brazos y dejé varios besos en su mejilla y después bese su pequeña cabeza.

Ella comenzó a reír, así que la senté en mis piernas mientras le platicaba mi día, hablar con ella era demasiado buenom

—Ma-má-ma-má-ma-má —Ella empezó a repetir, así que sonreí, la mire, ella se parecía demasiado a su padre, tenía mi cabello rubio rizado, pero sus ojos, eran del mismo color avellana que el de Eros, suspiré atrayendo a Haven a mi pecho, no me gustaba alejarme de ella.

Pero ninguna de mis amigas sabían que tenía una hija de un año y medio.

—Ginger, ven a cenar y trae a la nena, le he preparado su papilla.

—Vamos, la abuela nos llama. —Besé su cabeza, no la quería soltar nunca, al ver a Haven, al escucharla llamarme mamá, me di cuenta que tome la decisión correcta.

—¿Nosotros para que queremos a un bebé? Deberías de abortar, Ginger. —Él me había hablando con tanta dureza, haciendo que sintiera miedo.

—El bebé no tiene la culpa de nada. —Le había dicho.

—Nos va arruinar la vida.

—No, no las arruinara, es nuestro hijo.

Él no dijo, nada tan solo salió de mi apartamento dando un portazo, y no regresando nunca más, le había dicho por mensaje que había abortado, que podía estar tranquilo.

Pero no yo no tenía corazón para hacer aquello y menos con alguien que era parte de mi, alguien que era de mi sangre, le había mentido y no me arrepentía en absoluto, yo era feliz con Haven a mi lado.

—¿La alimentas tu? —Mamá me preguntó, yo asentí, encantada.

En vez de sentar a Haven en su sillita, la senté en mis piernas, mientras tomaba una cucharada de su papilla de manzana y la llevaba a su boca, ella abrió la boca feliz, dejando que la alimentara.

—Uhm, que rico.

—Ginger —Mamá susurró, la mire de inmediato.

—¿Si? —Dije sin verla, quería concentrarme en la bebé.

—Tu hermano y tu padre quieren que regrese con ellos, extraño vivir en New York, creo que regresaré, ellos también me necesitan, no quiero dejarte, pero..

—Esta bien. —Murmuré, no podía esconder a Haven toda la vida.

—¿Segura?

—Si, sé que Haven es mi responsabilidad pero aún así, agradezco que me hayas ayudado demasiado, solo dame un poco de tiempo, necesito hablar con las chicas, buscar quien pueda cuidarla y también poder hacerle un espacio en mi habitación.

—En dos semanas regresaré a New York.

—Necesito una para arreglar todo —Le sonreí, ella asintió aliviada.

—Extrañaré demasiado a mi niña.

—Y nosotros te extrañaremos a ti. —Le dije, sonriendo.

—Bueno, deberías apurarte a alimentar a Haven, se está durmiendo.

Le quedaba muy poca papilla así que termine de darle lo que le quedaba para después levantarme y caminar hasta su habitación, para poder buscar sus cosas para ducharla, mientras la duchaba ella luchaba contra el sueño, al cambiarla, me acosté en la cama que se encontraba en su habitación, mientras la ponía sobre mi pecho, y le daba un poco de biberón, Haven no dormía si no tomaba de su leche, pero aun así, le dábamos poca comida, cómo la papilla.

Al momento que ella terminó de comer, comencé a dar pequeños golpecitos en su espalda, esperando que ella sacará los gases, y después de unos segundos, ella se quedó dormida en mis brazos, besé su frente, y cerré los ojos, también me vendría bien descansar un poco.

Después de unos minutos Haven estaba llorando, abrí los ojos de golpe y noté que ella seguía en mi pecho, mientras ponía su manita en mi cara.

—¿Que pasa, Haven?

—Ma-má-ma-má-ma-má.

Me levanté y tome unos cuantos de juguetes para regresar a la sala, al sentarme en el sofá, la senté a ella a un lado de mi, mientras jugábamos y noté como tenía un mensaje de Kinsey.

Kinsey

¿Dónde estás, Ginger?

Ginger

Estoy con mi madre, en un rato voy

Kinsey

Bien, estaba un poco preocupada por ti.

Ginger

Tranquila, todo bien.

Haven me puso una muñeca en mi pierna, tratando de llamar mi atención, así que sonreí, tomando a la muñeca y dándole un biberón, después de un rato, noté la hora en mi móvil, ya era demasiado tarde.

—Debo de irme —Le dije a mi mamá, mientras tomaba a Haven y caminaba hasta la habitación, para poder ponerle su pijama, ella estaba riendo, parecía feliz, al cambiarla bese su frente y al llegar a la sala se la entregué a mi madre.

Haven pareció molesta de que mi madre la cargará y empezó a hacer un pequeño puchero, parecía querer llorar.

—Esto es lo que te decía cuando llegaste, ella comienza a extrañarte más, llora mucho por ti, Ginger.

—Solo dos semanas, Haven. —Me acerque a ella y besé su cabecita, pero ella comenzó a llorar con demasiada fuerza para una niña de un año.

Nunca me había gustado verla llorar, así que suspiré, tomándola nuevamente en brazos, mamá me miró y se cruzó de brazos.

—La dejaré dormida, para que se calme —ella se aferró a mi, mientras yo la arrullaba, después de un rato, ella se quedó dormida así que camine hasta su habitación y la dejé sobre la cuna, pero ella me tenía bien agarrada, con cuidado solté su manita y pareció que iba a despertarse pero la volvía a arrullar para después dejarla sobre la cuna, besé su frente varias veces y salí de la habitación, al llegar hasta mi madre, bese su mejilla y le prometí que vendría luego, al salir de la casa, sentí como los ojos se me llenaban de lágrimas, cómo siempre que venía a visitarla. No me gustaba dejarla aquí, y me dolía demasiado no poder darle la familia que se merecía, limpie las lágrimas y camine hasta mi auto.

🦋🦋🦋

—¿Entonces? —Le pregunté a Kinsey, que estaba terminando de ponerse unos pendientes, para después observarse en el espejo.

—Alyssa dijo que hablo con Elliot, que todo fue un malentendido, al parecer se fue con él a la fiesta de Evan.

Podía imaginarlo, mi amiga estaba perdidamente enamorada de Elliot, pero yo aún temía de que él, pudiera romperle el corazón.

—¿Y porque después de una semana, apenas me iba enterando de esto? —Susurré

—Vienes, te vas. Y en la universidad no te vemos casi, así que se nos ha olvidado decirte esto.

—Entiendo, pero aún así ¿Y si no fue un malentendido?

—Alyssa confía extrañamente en Elliot, y debo de admitir que cuando mire a Elliot, supe que no mentía, por dios él se miraba demasiado desesperado porqué Alyssa lo escuchará, creo que realmente está siendo sincero y espero que él no sea capaz de lastimar a nuestra amiga.

—Me encontré a Eros. —Le dije a mi amiga.

—¿Y que paso? —Parecía que Kinsey se alimentaba de los chismes.

—Bueno, discutimos un poco, él llegó con una chica y debo de admitir que estaba un poco celosa, así que le dije que Cole era mi novio, él pareció no creerme así que besé a Cole..

—Realmente estás loca, Ginger.

—Creo que solo un poco —Sentí las mejillas rojas—

—Pero creo que es una muy buena idea, Eros piensa que sigues enamorada de él, y yo pienso que no debes de darle el gusto, así que me parece perfecto, pero bueno, yo también debo de contarte algo —Kinsey se sonrojo y su cara era casi del mismo color de su cabello.

—¿Que sucede?

—Luca me besó.

—Mierda, ¿cuando sucedió eso? —Contuve la emoción.

—Hace unos días, estábamos en una de las fiestas de Evan, ambos estábamos algo ebrios, y me besó, creo que nunca nadie me había besado así.

—¿Luca te gusta? —Pregunté, alzando las cejas.

—No lo sé, Ginger. Pero después del beso, él a estado distinto conmigo.

—¿Distinto como? —Murmuré con cierta confusión.

—Digamos que está un poco más cariñoso.

—¿Y si le gustas?

—¿Gustarle? —Ella estaba tan roja, y no pude evitar sonreír— Bueno, pues yo no pierdo oportunidad para molestarlo.

—¿Del odio al amor?

—Nunca lo he odiado, Ginger. Solo es agradable molestarlo.

—Bueno, puede que le guste que lo molesten, y así quizás comenzó a sentir algo por ti.

—Yo no lo sé..

—Chicas —Summer grito, entrando a la habitación.

—¿Si? —Pregunté.

—¿Ya están listas?

—Si, solo tomaré un abrigo para Alyssa, dice que hace un poco de frío..

—¿Alyssa hablo con Evan? —Summer, murmuró, viéndose en el espejo de Kinsey.

—Si, lo han hecho.

—Bueno, entonces creo que deberíamos de irnos. —Summer sonrió, asentí viéndome en el espejo por última vez. —¿Estuviste llorando, Ginger?

—No, para nada. ¿Porqué la pregunta?

—Tienes los ojos demasiado rojos.

—No, no estuve llorando, vámonos.

Al llegar a la fiesta se escuchaba el ruido de la música demasiado lejos, al entrar a la fiesta, buscamos con la mirada a Alyssa con Evan, Elliot y Luca, y una figura que no lograba a localizarse demasiado bien.

—Hola. —Saludé, sonriendo.

—Ginger —Evan se acercó a mi y me abrazo, me reí.

—Ten Alyssa, tu abrigo.

—Gracias, ahora ya no tengo calor, afuera es donde esa siendo frío.

—Puedo cuidarlo por ti, bonita. —Elliot le sonrió, y ella asintió feliz, Elliot puso sus manos sobre la cintura de Alyssa mientras la atraía a él y besaba su cabeza.

—Ginger —Eros murmuró.

¿Él que hacía aquí?

—Idiota. —Gruñí y él sonrió, él era un maldito.—Iré al baño, ahora vengo —Le dije a las chicas, Alyssa no me hizo mucho caso, ya que Elliot se encontraba diciendole algo y ella parecía demasiado encantada.

En fin, el amor.

No podía de dejar de pensar en Haven, mamá tenía razón, Haven comenzaba a extrañarme mucho más y yo también comenzaba a echarla mucho de menos, a veces me sentía como si fuera una mala madre.

Al salir del baño y intentar relajarme, me encontré con Eros que sonrió con suficiencia al verme salir del baño.

—Así que el dueño de la cafetería es tu novio.

—No debería de importarte o ¿si?

—Si, dando por hecho que sé que no es demasiado bueno para ti, creo que yo soy lo suficiente bueno para ti.

—¿Tu, bueno para mí? —Me reí con ganas—Cualquier persona es buena para mí, con que no seas tu, o no sé parezca a ti, basta y sobra.

Él gruñó, apretando la mandíbula y peligrosamente se acercó a mi, yo me aleje de inmediato.

—Veamos quien es mejor, si yo o tu novio, déjame decirte que no estoy muy feliz de que estés con él.

Me daban ganas de decirle que no me importaba en absoluto, que él no tenía derecho de decidir sobre mi vida, pero sentí sus labios sobre los míos y gruñi de inmediato al reconocer ese sabor a miel con menta que hace tiempo atrás me volvía demasiado loca, se separó un poco y susurró..

—Me perteneces a mi, no a nadie más, Ginger. —Y esa fue la gota que derramó el vaso, él no tenía derecho de entrar a mi vida otra vez como si nada, si no se hubiera llevado todo a su paso al momento que decidió romper conmigo, cómo si no me hubiera roto el corazón en mil pedazos, él era un idiota.

Así que hice lo que debí de haber hecho hace demasiado tiempo, le di una bofetada.

🐞🐞🐞

Holaa, holaa. ¿Cómo están?

Dios, me ha encantado como ha quedado este capítulo, no está editado.

¿Que les está pareciendo esta historia, les gusta, o no?

Nos leemos pronto <3

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