Capítulo dieciséis.
Dejen su presente:
Ginger.
Años atrás
Sentia que alguien observaba cada uno de mis movimientos, haciéndome sentir nerviosa, iba saliendo de mi cafetería favorita, tome mi bolsa con fuerza, mientras caminaba rápidamente realmente sentía que alguien me estaba siguiendo.
Sentía que el corazón me latía con fuerza, mientras yo aumentaba la velocidad de mis pasos.
—Mierda. —Musite, con el pánico en mi voz.
Los pasos cada vez se escuchaban más cerca, comencé a sentir pánico, y náuseas, me sentía muy asustada.
Tenía ganas de llorar, el sudor se estaba acomulando en mi frente y mis manos, no podía ni siquiera sacar el móvil, quizás el ladrón al ver que lo sacaba, podría llegar a hacerme daño.
Sentí como alguien tomaba mi brazo, haciéndome gritar por completo.
—Ginger. —Escuché la dura voz del padre de Eros.
—¿Señor? —Volteé a verlo, sus ojos eran fríos, y yo sentí que el alma me volvía al cuerpo.
—Debemos de hablar
—¿Hablar? —Alcé la ceja.
—Sí.
—Perdóneme señor, pero nosotros no tenemos nada que hablar
—¿Entonces?
—Es sobre Eros.
—¿Que tiene que ver Eros en esto?
—¿Lo amas, verdad?
—Lo hago. —Admití.
—Entonces si lo amas me imagino que quieres lo mejor para él.
No sabía a dónde quería llegar con eso, pero aún así le respondí.
—Claro que si.
—Bueno Ginger, Eros esta muy distraído, sé perfectamente que tú eres su mayor distracción, no quiero que afecte a Eros en su rendimiento académico, sabemos que su sueño es ser un gran doctor.
—Si, eso lo sé. —Respondí muy confundida.—Pero no entiendo que tiene que ver eso conmigo.
—Quiero que te alejes de mi hijo. —Dijo entre dientes.
—¿Perdón? ¿Escuché bien? —Soné bastante incrédula, no podía estar escuchando eso, sabía que Owen me odiaba, pero que él me dijera eso, no, no.
—Sí, quiero que te alejes de mi hijo, Ginger.
—No lo haré.
—Es por su futuro, por su bienestar y sabemos que tú eres una gran distracción para él.
—Yo no soy ninguna distracción para Eros, señor.
—¿Cuánto quieres?
—¿Qué?
Owen estaba completamente loco.
—Cuanto dinero quieres porque te alejes de mi hijo.
—No quiero nada de su estúpido dinero, yo solo quiero a mi novio, lo que siento por él y lo que tenemos no tiene precio.
—Debe de tenerlo, que me dices ¿100 mil?
Mierda, él estaba loco.
—Piensalo bien, Ginger. 100 mil pesos es demasiado, puedes no se, viajar, y vivir unos cuantos años, sin ningún problema.
Negué.
—Que me dice de 150 mil, o 200 mil.
—No quiero nada que tenga que ver con usted. —Gruñí.—Entiendalo, no quiero nada de su dinero, yo solo quiero a mi novio, nada se compara con mis sentimientos hacia su hijo, ni siquiera su dinero.
—Ginger —Apretó mi brazo, hice una mueca intentandome safar.—Vamos, no seas tonta, piénsalo bien. Es una gran oportunidad para ti.
Al momento que me solté de su agarre negué, sobándome la zona del brazo, que se encontraba roja.
—No tengo nada que pensar, Owen, no todo es dinero en esta vida, no quiero nada de ti, estoy muy feliz que ninguno de tus hijos se parezcan a ti, eres tan repugnante, que cree que todo se soluciona con dinero, creo que deberías de intentar de ser un padre presente
—Soy un padre presente. —El dijo entre dientes
—No solo porqué a ellos no les falte nada no quiere decir que seas un padre presente, a ellos les hace falta lo más importante, que los ames. ¿Pero sabes algo? Has hecho algo bien al no estar presente en sus vidas, ellos son las bellas personas ahora en día gracias a April, no por ti, Owen.
Actualidad
Hoy era el día en el que Haven conocería a su abuela April y realmente me sentía muy nerviosa y ansiosa, al despertar hice mis necesidades y me duche, mientras caminaba hasta la cocina y me preparaba mi desayuno y el de la bebé, al momento que todo estuvo listo camine hasta la habitación por mi hija, que estaba apunto de caerse por haberse salido de su cuna.
Sentí como el corazón se me iba a los pies pero aún así, corri hasta ella y la tomé mientras la acomodaba en mi pecho.
—Te atrapé. —Le dije sonriendo y ella segundos después soltó una gran carcajada, que me hizo sonreír de nuevo.
Al momento que la senté en su sillita, puse la papilla que le habia hecho para desayunar mientras tomaba una cucharada y la llevaba a su boca, a Haven no parecio que le gustará, ya que al momento que quise darle otra cucharada la tiró al suelo.
—¿Qué pasa? —Summer me preguntó, ella se iba levantando, su cabello castaño estaba completamente revuelto, así como sus ojos marrones se cerraban con ganas, me reí.
—¿Qué pasa de que? —Confusa, pregunté centrándome en Haven.
—Te noto algo tensa y Haven está sintiendo toda tu tensión.
—¿Acaso estás estudiando la carrera de psicología en secreto?
Ella se río
—Para nada, solo digo lo que veo, pero sea lo que sea deberías de mantenerte tranquila, enserio.
—Iré a la casa de los padres de Eros, April quiere conocer a Haven.
—Te diría que te desearía suerte, pero no tienes nada de que preocuparte, ella te adora al igual que becca, así que tranquilízate y puedo apostar que April quedará encantada con la bebé.
—No tengo dudas de eso —Admití.
Eros
Buenos días Gin, ya voy por ustedes
Ginger
Buenos días Eros, perfecto.
Mire a Summer quién le daba de comer a Haven.
—¿Puedes cuidarla unos minutos? Debo de ir a arreglarme. —Expliqué.
—Si, claro. Ve a arreglarte tranquila, si quieres ahora que ella acabe de comer la ducho y la cambio.
—¿Harías eso por mi? —Pregunté
—Claro.
—Entonces será perfecto, gracias.
Al momento que estuve completamente lista, me mire en el espejo, el conjunto que traía puesto era precioso, me había maquillado un poco, traía rimel y brillo labial, mis rizos caían perfectamente por mis hombros, me coloque perfume y tome la bolsa de Haven, al salir la encontré en la sala con Summer que le sonreía, jugando con ella, ella traía un vestido de color blanco con una tiara y sus rizos estaban perfectamente peinados.
—Hola bebé, mami a regresado. —Ella comenzó a aplaudir, riendo, me acerque a ella y la cargue, mientras la besaba y acariciaba su cabello. —Muchas gracias, Summer.
—No es nada gin, por cierto, te miras hermosa. —Le sonreí agradeciéndole.
El móvil me vibró con un mensaje de Eros, avisándome que ya había llegado, sentía muchos nervios y mi corazón latia con más fuerza de lo normal.
Por dios, Ginger, tranquilízate, me repetí varias veces, tratando de calmarme.
—Debemos de irnos, nos vemos luego, Summer.
—Espero que te vaya muy bien, todo saldrá bien ya verás, no tienes porqué estar nerviosa.
Le sonreí, asintiendo.
—Si, lo sé. Son nerviosos ridículos. —Me despedí de ella con un abrazo y al separarme hice un ademán mientras salíamos del apartamento.
Al bajar, mire a Eros quien estaba recargado en su auto, sonrió viéndonos mientras se acercaba a nosotras, cargo a Haven que pegó un grito de emoción, al momento que él la cargo.
—Se miran preciosas. —Él beso la comisura de mis labios, haciéndome sentir nerviosa, después beso mi mejilla como si nada hubiera pasado.
Eros abrió la puerta del copiloto mientras me ayudaba a entrar a su auto, al momento que subí, me entrego a Haven, quien venía jugando con uno de mis pendientes, ninguno dijo nada durante el trayecto del viaje, lo único que se escuchaba era el ruido del radio, al entrar a la calle de la casa de Eros el estómago se me revolvío.
Eros abrió la puerta del copiloto y mis manos sudaban, mientras Eros cargaba a Haven quien sonreía, mientras le pegaba en la cara a su padre.
—¿Estás nerviosa, Gin? —Él me preguntó, tomando mi mano, quise soltarme pero él la apretó un poco.
—Solo un poco. —Admití, aunque realmente era demasiado, sentía pánico y no tenía ni idea del porqué, si no era la primera vez que yo estaba en esa casa.
Esperaba que Owen no estuviera aquí, no quería que él conociera a mi bebé, no tenía ningún derecho de estar cerca de ella.
Hace años que no me acercaba a esa casa, pero April quería conocer a Haven, ya habíamos atrasado demasiado aquello, era hora que ella conociera a su nieta.
—No tienes porqué estar nerviosa. —Eros tomo mi mano sudada, mientras acariciaba mis nudillos, tratando de tranquilizarme.
—Estoy ansiosa. —Admití y él se rio
—No hay motivos, Ginger. No es la primera vez que estás en esta casa.
—Yo lo sé. —Di unas cuantas respiraciones, tratando de calmarme, me acerque a Haven y bese su cabeza, ella me sonrió, mostrándome sus dientes.
—Bueno, deberíamos de entrar —Eros me dijo.
—Eh si, entremos.—Disimuladamente limpie mis manos que están empapadas de sudor en la falda de mezclilla, acomode mi cabello y mi blusa, mientras nos acercabamos al timbre y poder tocar, al instante que tocamos, la puerta se abrió, viendo a una April muy feliz.
—Oh, dios mío. —Ella dijo, acercándose a nosotros, Eros sostenía a la bebé, quien jugaba con los botones de su camisa azul.
April comenzó a sollozar y yo la mire completamente alarmada, las lágrimas gruesas comenzaron a caerle por las mejillas, me acerque a ella y la abracé, April había sido para mí como una segunda madre al terminar con Eros sentí como si también hubiese tenido un ruptura con April y Becca, yo las adoraba demasiado.
—¿Qué sucede? —Le pregunté, acariando su cabello, sus ojos azules estaban rojos por las lágrimas que estaba derramando.
—Te extrañe demasiado, Ginger.
—Yo también te extrañe demasiado, April.
April me regreso el abrazo, besando mi cabeza, mis ojos se llenaron de lágrimas, April era una mujer muy cálida.
—Yo...—Su voz se cortó al ver a Haven—Pensé que habías abortado.
—No podía hacerlo, no tenía el corazón para algo así —Le dije.
Ella limpio sus lágrimas y sonrió, mientras se acercaba a Eros y tomaba a la bebé.
—Hola bebé preciosa, yo soy tu abuela April, estoy muy feliz de haberte conocido, sin duda eres la cosita más bonita que han visto mis ojos. —Ella parecía demasiado orgullosa de su nieta, sus ojos estaban llenos de lágrimas que intentaba contener pero aún así, la sonrisa se mantenía en su rostro, viendo a mi hija.
Haven miraba a April con los ojos bien abiertos, riéndose. Me encantaba verla reír, verla reír me daba mucha paz, me hacía feliz.
Eros sonrió, viendolas, mientras pasaba sus brazos por mis hombros, susurrándome en el oido:
—No tenias motivos por estar nerviosa, mi padre no está y mi madre ama a Haven de tan solo verla y solo saber que existe la hace feliz.
—Me he dado cuenta. —Le respondí sonriendo.
Sentí como mi cuerpo se iba haciendo más ligero, Eros tenia razón no tenía motivos por el cual estar nerviosa, me sentía feliz al ver con el amor que April había recibido a su nieta.
April beso la mejilla de Haven, mientras caminabamos a la sala, nos sentamos, pero al instante se escucharon unos pasos por toda la casa, cuando mire un cuerpo ancho, acercándose a la sala, Owen había entrado y el pánico nuevamente se estaba apoderando de todo mi cuerpo.
❄️❄️❄️
Hola, holaa. ¿Qué tal?
Les dejo esto aquí, por cierto muchas gracias por el apoyo que le están dando a la historia, yo la más feliz, espero subirles el extra que les prometí pronto y quizás una soprwsita más <3
Sin corregir.
Lxs quiero, besitos, Jaz.❤️
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