Baekhyun está en su oficina aún viendo cientos de patrones que tenía que corregir, firmando cosas y leyendo muchas cosas para distraer su mente. Han pasado dos días que no va a su casa, y no quiere ir después de la situación que se desató entre Chanyeol y él.

Puede entender su repentina cercanía con Kyungsoo ya que el trabajaba para ambos, pero no podía concebir lo enojado que estaba por no haberle contado su situación actual de salud. ¿Había hecho mal? Para ser realista, Baekhyun estaba molesto con la situación en la que su medio hermano lo había dejado y su cabeza era un lío en ese momento. Sabe que su relación ha pasado por altas y bajas, incluso últimamente no eran tan unidos como antes por situaciones que no podían entender, pero lo hacían funcionar.

—¿Baekhyun? —Escucha la voz de Jongdae y le hace señal de pasar—. Son casi las dos de la mañana y no te has ido.

—Puedo decir exactamente lo mismo de ti, amigo. —Jongdae se acerca y se sienta frente a él—. Minseok no debe estar muy feliz de eso.

—Minseok me obligó a quedarme aquí hasta que tú te vayas a tu casa —Baekhyun hace que no escucha y sigue leyendo—. ¿No te ha llamado?

—Sí, varias veces. —En ese momento su teléfono vuelve a sonar—. Ahí va otra llamada a buzón.

—¿No crees que deberías escucharlo? Yo sé que Chanyeoo es extraño y que incluso un tiempo atrás estuvo siendo distante, pero no creo que sea un mal tipo. Después de todo, Privé es lo que es gracias a él.

—A veces me pongo a pensar si no hay algo extraño en esa situación —Baekhyun mira la fotografía de ellos juntos y siente su corazón doler—. Entiendo que la amistad que tenía con Kyungsoo se hizo más importante y por eso le molestó, pero no tenía porque hablarme así.

—Deberias hablar con él, decirle como te sientes y esas cosas. A Minseok y a mí nos sirve mucho.

—Lo de ustedes, es envidiable, es como si estuvieran juntos en todas las vidas. —Algo dentro de Baek se removió y vió cosas que no pudo identificar.

—Baekhyun, ¿estás bien? —Jongdae se acercó a él porque pudo ver cómo se mareaba en su propia silla—. ¿No estarás embarazado?

Toca su vientre y piensa que tal vez es una posibilidad, pero en ese preciso momento de su vida sería algo no muy bienvenido. Decide tomar el consejo de su asistente y se va a casa para descansar, no quiere tener que lidiar con su esposo, pero su cuerpo le pide a gritos un descanso.

Al llegar, se dirige a la cocina para prepararse algo de comer y descansar, Jongdae le dijo que no se preocupara por el día siguiente, que podía tener todo bajo control. Así que le tomaría la palabra.

No quiere ir a su cuarto, así que utiliza el sillón como cama mientras ve el techo tratando de dejar su mente en blanco porque sabe que no podrá descansar si sigue pensando demasiado.

—Creí que nunca regresarías a casa —puede escuchar a su esposo un poco lejos de dónde está—. Necesitamos hablar.

—Si hubieras querido hablar me hubieras buscado, realmente solo quiero descansar, Chanyeol.

Se levanta y se dirige hacia las escaleras, pero su esposo lo detiene y hace que lo mire.

—No puedes simplemente no llegar a casa y decir que no tenemos que hablar. Sé que me excedí, pero no era para que no vinieras.

—Chanyeol —Baekhyun se suelta de su agarre y lo mira fijamente, casi sin parpadear—. No quiero hablar.

Sube y se desviste para entrar a la ducha y tomar un baño. Chanyeol ignorando sus deseos entra y lo sigue, se despoja de su ropa y entra bajo el agua con él. Baekhyun es débil, siempre ha sido débil a Chanyeol,  a sus caricias, a su manera de besarlo, a las maneras en que le hace el amor, pero es aún más débil a la manera cuando lo posee de manera furiosa como ahora. 

Solo puede sentir su mano en su cuello de manera posesiva y la otra en su cadera que lo obliga a chocar bruscamente en su pelvis mientras pide más fuerte. Baekhyun es adicto a todo lo que Chanyeol le ofrece.

¿Y Chanyeol? Él simplemente sabe que su esposo lo vuelve loco de una manera que nunca experimentó porque es como estar en una guerra, en una que no le importaba perder.

Después del baño acabaron en el cuarto, pero no mojaron la cama, lo pego a la pared del cuarto y siguió penetrandolo hasta lograr llegar a su clímax.

—Tenemos que hablar —dice Chanyeol aún dentro de su esposo y él más bajo solo asiente.

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Kyungsoo se siente en las nubes,  ha manejado bicicleta en Italia, comió mucho helado y camino de la mano de su esposo por las calles más lindas del país.

—No quiero que nunca nos vayamos de aquí —dice el pelirrojo mientras toma del cuello a sus esposo con ambos brazos—. Soy tan feliz a tu lado.

Jongin le sonríe y le da un pequeño beso.

Kyungsoo a diferencia de Chanyeol, está viviendo su presente sin importar su pasado o la vida pasada y no pudo haber tomado mejor decisión.

—Quiero confesarte algo —empieza Kyungsoo nuevamente—. Yo sé que hasta hace poco creíamos que fue un error casarnos, pero en estos días solo quiero renacer y amarte en todas las vidas posibles. 

Jongin y Kyungsoo no han tenido sexo desde lo que pasó con el segundo, y la verdad, no era necesario. Porque Kyungsoo le estaba haciendo el amor de maneras diferentes a su esposo. No había duda de que estaba enamorado, su corazón tenía memoria y en ella solo existía su amado Jongin. Y sí en su pasado pensaba en dejarlo, ahí se va a quedar todo, en el pasado.

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Baekhyun termina de bañarse correctamente y sale del baño con pijama y esperando que Chanyeol subiera de la cocina. Sabe que no puede ceder tan fácilmente y tiene que poner las cartas sobre la mesa, pero cuando ve a Chanyeol atravesar la puerta del cuarto, todo pasa a segundo plano.

—¿Por qué no llegaste a la casa en dos días? —Pregunta Chanyeol sin acercarse a él.

—Creo que la respuesta es obvia, me hablaste muy mal y creo que no lo merecía.

—Tienes razón, es solo que…

—¿Sientes algo por Kyungsoo?

—Baekhyun…

—Todo mundo me dijo que su extraña cercanía de repente no era normal y que podrían estarme engañando ambos, sin embargo, no quiero creerlo —Baekhyun dice aquello sin bajar la mirada, en todo momento lo mira—. Te amo demasiado, pero no estoy dispuesto a aceptar un engaño.

—Yo nunca te he engañado. No sería capaz —Chanyeol dijo aquello con mucha seguridad, porque al menos él, no estaría dispuesto a engañar a nadie nunca—. Solo me preocupé, yo sé que estás con cosas de la empresa, pero se supone que Kyungsoo es parte de nuestra familia, ¿y sí es grave?

Baekhyun entendió que Chanyeol tenía un punto, estaba minimizando el estado de salud de su hermano. Eran poco más de las tres de la mañana en Corea y supo que eran más de las diez en Italia, así que no dudó en hablarle. No tardó mucho en contestar la llamada.

—Kyung… perdón por no hablar antes. —Chanyeol pudo escuchar la voz a través del teléfono y no podía evitar que su corazón palpitara así de rápido con el recuerdo del amor de su otra vida—. ¿Pero ya estás bien? —El silencio en la habitación se vuelve a hacer presente mientras Baekhyun escucha atentamente lo que su hermano le está diciendo—. ¿Y qué tal la luna de miel?

El más alto no sabe si quiere realmente saber, pero la sonrisa en Baek le hace imaginar las anécdotas que podría estarle contando y le da envidia, pero pasa a segundo plano cuando ve la preciosa sonrisa de su esposo, las arruguitas que se le forman en sus ojitos mientras escucha todo y las carcajadas que se echa.

—Tengo que dormir, hermano, perdón por no llamar antes. Ya cuando vengas tendremos tiempo de hablar. —Cuelga el teléfono y pone la mano en su pecho como si se sintiera aliviado con lo que escuchó—. Kyungsoo tuvo un brote psicótico que no saben que lo detonó. Me preocupa su estado mental, a lo mejor por eso cometió errores al momento del pedido.

—¿Ya está bien?

—Sí, se escucha tan feliz y enamorado de Jongin que casi me da envidia.

—¿Y sí te llegará a amar tanto que olvide todo lo demás? —Dice Chanyeol mirándolo a la cara y con miedo a sonar como un demente—. Quiero que seas el centro de mi universo en todos los aspectos. —Aquello lo dice más desde el dolor que desde la sinceridad, aunque sabe que siente algo por Baekhyun, también sabe que no puede simplemente arrancar a Kyungsoo de su corazón de un momento a otro, no será fácil.

—A veces no entiendo las cosas que dices o realmente quieres. Algunas veces me amas y otras simplemente eres un imbécil.

Chanyeol lo abraza y lo deja ahí en su pecho, no dicen nada más solo se quedan así, como si aquello solucionaría las cosas que atormentan a cada uno.

A la mañana siguiente Chanyeol se va por un asunto de su empresa y Baekhyun se queda en casa descansando. El más alto aún no se acostumbra a ciertas cosas de su adinerada vida, pero a lo que fue fácil acostumbrarse fue al trabajo.

En su oficina tenía un plano y estaba terminando de corregir unas cosas cuando vió a Oh Sehun entrar sin avisar y con su secretaria corriendo detrás de él.

—Dejanos solos, Wendy —la rubia asustada asiente y sale con dudas de aquel lugar—. ¿Qué buscas aquí Sehun?

—Solo advertirte que si vuelves a lastimar a Baekhyun de la manera que lo hiciste te las vas a ver conmigo, y no estoy jugando Park Chanyeol, si yo quiero destruyo ese matrimonio y tú empresa.

—¿Supones que tengo miedo?

—Deberías tenerlo, todos los años he callado tus estupideces porque no quiero ver mal a Baekhyun, pero un día me voy a cansar.

—¿De qué estupideces hablas? Mejor alejate de él.

—Desde el principio has jugado con él, solo lo quería a él por lo que pasó con nosotros en el pasado. —Chanyeol empezó con un dolor de cabeza e imágenes de él y Sehun en situaciones comprometedoras—. Ahora vas con tus mierditas de dolor de cabeza.

—Yo…

—Dejalo y sigue viviendo tu mierda.

Es lo último que dice Sehun antes de salir de la oficina y dejar a un Chanyeol con más dudas de las que ya tenía.