II

—Kyungsoo y Jongin regresan en un mes —dice Baekhyun mientras comen.

Chanyeol lo mira y siente que el corazón le pesa cada vez más. Baekhyun se ve extraño estos días, está casi seguro que ha perdido peso y las ojeras en sus ojos le hacen ver qué casi no duerme. Lo escucha llorar en las noches, pero no sabe qué hacer.

Ha pasado una semana desde que despertó en aquella realidad y está sumergido en el trabajo, se enamoró de él y de la carrera que ejerce. Es por ello que si de por sí no estaba muy interesado en Baekhyun, ahora lo "ignora" un poco más. No lo hace a propósito, está muy enfocado en el nuevo proyecto que le traerá millones de dólares más.

—Que bien —contestó Chanyeol sin mirarlo.

—Sí, al parecer ellos viven una luna de miel eterna —Chanyeol aprieta los puños cuando escucha lo maravilloso que se la pasan. El podría darle lo mismo—. Me alegra que sea así.

El alto se levanta de la mesa sin haber terminado su comida dejando a Baekhyun ahí viendo como su chico lo vuelve a dejar solo. No entiende qué sucede con Chanyeol, nunca había actuado así, él siempre es todo amor y sonrisas con él ¿acaso había hecho algo mal?

Aún recuerda cómo le propuso matrimonio, estaban en Colombia, siempre quisieron conocer aquel lugar. Terminaron de hacer el amor y hablaron de sus planes, de aquellos de los que nunca hablaron en voz alta, se dijeron cosas que tal vez tenían muchos años guardado y cuando por fin se tomaron de las manos, Chanyeol se lo propuso. No hubo un anillo enorme o cualquier otra joya extravagante porque el alto no lo tenía planeado, simplemente le nació y eso lo hizo aún más especial. Su boda fue pequeña, solo sus amigos más allegados y sus padres, pero para ellos fue la perfección.

Su luna de miel fue un viaje a México porque amaban los países exóticos, incluso juraron regresar cuando tuvieran un hijo, pero Baekhyun ahora lo veía todo tan lejano y no entiende el por qué.

Levanta los platos de la mesa y los lava, no tiene ánimos de ir a trabajar, por ello se encierra en el estudio y empieza a trabajar en los diseños de la siguiente temporada. 

Cuando conoció a Chanyeol, su línea de ropa era muy pequeña. Ningún inversionista o casa de modas aceptaba sus diseños, por lo que tuvo que ser independiente, pero cuando su novio vió su potencial decidió invertir y pronto Privé pasó de ser una pequeña tienda en el centro a una de las mejores casas de moda. Recuerda cómo se resistió, pero Chanyeol solo tenía que aparecer con algún traje hecho por él para que los clientes empezarán a llegar. La producción aumentó y con ellos empezó el "trabajo" de Chanyeol, invertir en maquinaria, personal y sobre todo publicidad. En un año ya era tan grande como cualquier otro diseñador de alta gama.

Baekhyun era creativo, amaba pintar, cantar, dibujar y sobre todo escribir. Le escribió muchas canciones a Chanyeol que nunca le dió, de hecho, pensaba dárselas para su cumpleaños, pero ya no se sentía con ánimo de nada.

—¿Baekhyun? —La puerta del estudio fue abierta y Chanyeol entró al verlo.

—¿Qué pasa? —Baekhyun gira la silla y limpia las lágrimas que dejó caer.

—Hoy…

—Llegaras tarde, lo sé. Suele ser muy seguido —Chanyeol puede notar como la voz de su esposo se escucha quebrada y siente un vacío en su pecho—. Cuídate.

Cierra la puerta y se sube a su auto, su pecho hace una presión que nunca sintió. Frena y se estaciona un momento, pone su mano en el pecho y hace movimientos circulatorios como si eso pudiera calmarlo, pero nada de eso lo logra. Ve su teléfono y decide marcarle a Baekhyun, solo para asegurarse que no le haya pasado nada. Suena el timbre cuatro veces hasta que contesta.

—¿Baek? —pregunta estúpidamente Chanyeol cuando sabe que es él quien marcó—. ¿Todo bien?

—Sí, yo estaba dormido.

"¿Otra vez?" Piensa Chanyeol, últimamente duerme demasiado. Su corazón no se calma, el alto se siente aún más desesperado al escucharlo. Por ello toma una decisión.

—No iré a la oficina. Ponte lindo, iremos a dar una vuelta.

Cuelga el teléfono y da el retorno con dirección a su casa, el corazón se relaja un poco, pero espera que se calme aún más cuando se tome el día libre. Cuando llega Baekhyun lo está esperando en la puerta de la casa con un conjunto bastante sencillo, está acostumbrado a verlo vestir de manera elegante, pero ese Baekhyun sencillo le gustaba, se veía adorable.

—¿A dónde vamos? —pregunta Chanyeol.

—No lo sé, tú pensaste en esto.

—Solo pensé en qué no quiero verte triste, así que Baekhyun, soy tuyo por hoy.

La sonrisa del más bajo es amplia y el corazón de Chanyeol nuevamente se acelera, pero en esta ocasión le da una sensación distinta. Una que no conoce a la perfección, pero se siente mejor que la angustia.

Baekhyun le pide que lo lleve a Hongdae para hacer de todo lo que pudieran hacer. Chanyeol está de acuerdo, es algo muy común para el más alto y le sorprende de Baekhyun, quien tiene un aire casi de nobleza, pareciera que siempre ha sido un niño rico. Al llegar, Baekhyun sale del auto y lo jala hacia un lugar que él conoce, pero nunca entra porque a Kyungsoo no le gustaba.

Baekhyun se ve tan entusiasmado y eso le contagia, además, porque siempre quiso entrar. Cuando entra a Meerkat friends café, ya está con ganas de tocar a todos los animales que puede. Primero ordenan y se sientan mientras ven a todos los animalitos correr.

—Aún recuerdo la primera vez que te ví —pronuncia Baekhyun—. Estaba con mi libreta y un mapache en las piernas arruinando mis dibujos —el más bajo sonríe y Chanyeol no puede evitar sonreír—. Me ofreciste quitarlo de encima y yo estúpidamente que si me lo quitas tendrías que ponerte encima de mí.

—Y así lo hice —Chanyeol sonríe al imaginar la escena—. Este lugar me encanta.

—Hace como un año que no veníamos —dice Baekhyun con una sonrisa nostálgica—. Pero estamos aquí.

Cuando sus cafés llegan, ambos lo toman platicando de cosas que no tienen idea como salen. Es como sí siempre supieran de qué hablar en el momento correcto y a Chanyeol le sorprende la fluidez de las cosas. Se da cuenta que convivir con Baekhyun es fácil y divertido.

—¿Quieres entrar con las suricatas? —pregunta Baekhyun y Chanyeol asiente sonriente.

Cuando ambos están dentro de aquella caja de cristal se sienten relajados, es como si los animalitos les dieran la alegría que últimamente les hacía falta. Chanyeol parece un niño chiquito y Baekhyun lo mira de manera adorable, está enamorado de él como jamás lo estaría de alguien más y daría todo por verlo así de feliz siempre.

—Chanyeol ¿me amas? —el nombrado se queda impactado ante la pregunta que le hizo, no sabe qué contestar, por ello se calla y le da un pequeño beso, pero Baekhyun no está conforme.

Después de salir del café, ambos caminan uno al lado del otro y empiezan a ver por los locales curiosidades. Baekhyun es muy inteligente y eso sorprende a Chanyeol, cada vez que ve algo interesante le explica detalladamente cada cosa y el alto está fascinado de escucharlo. Comen en un puesto callejero y juguetean un poco con la comida. De repente Chanyeol se siente pleno sin darse cuenta de ello.

Regresan a casa y Chanyeol propone jugar un juego de video. Baekhyun escoge Mario Kart y se meten a una batalla entre ellos dos. Fácilmente Chanyeol gana cada uno de los juegos y por cada vez que gana le da un beso en los pucheros que Baekhyun hace con sus labios.

—Creo que es todo por hoy —dice Baekhyun dejando el control a un lado—. He perdido cada vez.

—Ni modo, no puedes contra mí.

—Nunca he podido.

Sin pensar mucho, cuando Chanyeol ve que su esposo se levanta lo toma de la mano y lo pone a horcajadas sobre él. Observa su rostro de manera detallada y Baekhyun siente sonrojarse.

—¿Por qué me miras así?

—Porque eres hermoso, Baekhyun.

Chanyeol se acerca lentamente a sus labios y los toma entre los suyos. Lo besa de manera lenta y delicada mientras sus manos toman su cintura. La playera de Baekhyun es blanca y delgada, puede sentir su piel por encima de ella, pero Chanyeol quiere más. Sus pulgares son lo primero en colarse, sienta la suave piel contra ella y escucha a Baekhyun gemir de manera suave, le gusta ese sonido.

—Chan…

—Shh…. Déjame seguir —pide Chanyeol.

Sus manos se meten acariciando lentamente su espalda, se siente tan suave que podría jurar que aquella piel tan perfecta no es real. Baekhyun empieza a ondear la cadera haciéndole sentir que tiene una erección, al igual que él. Lo despoja de la prenda superior al igual que él se deshace de la suya. Chanyeol sube las manos por el pecho del joven y ve como Baekhyun muerde su labio inferior para evitar gemir, dirige su pulgar a su boca para evitar que haga eso.

—No muerdas tus labios, déjame oírte, déjame saber que eres tú.

Chanyeol está embriagándose de Baekhyun, por eso le pide que no se detenga, que le demuestre que es él porque Chanyeol quiere amarlo, en ese momento, solo quiere saber de Baekhyun.

El más bajo se levanta y quita la parte inferior, mientras Chanyeol hace lo mismo. Cuando ambos están desnudos, Baekhyun se pone de rodillas y no duda en llevarse el miembro de su esposo a la boca. Chanyeol se siente ahogado, quiere más y más de aquel pequeño que lo hizo sentirse mejor hoy, quiere agradecerle de una manera por quitarle las penas y quiere sentirlo, quiere sentir a Byun Baekhyun.

Lo hace detenerse y lo pone en la posición que estaban al principio, están en la sala de su casa y no puede evitar acordarse que en su otra vida, eso nunca sucedería. 

—Eres tan bello —Chanyeol acaricia la cara de Baekhyun mientras lo mira—. Quiero verte mientras te tomo.

Chanyeol lleva sus dedos a la boca de su amante y cuando están lo suficientemente húmedos, los dirige a la entrada de Baekhyun. Lo hace gritar y desesperarse, le encanta verlo hecho un desastre. Baekhyun empieza a penetrarse lentamente y Chanyeol no puede estar más embelesado con aquella imagen. No es sucia, no es vulgar, Baekhyun es arte en toda la extensión de la palabra.

Dirige los movimientos con las manos y puede sentir como llegará a su éxtasis, pero no quiere hacerlo, no hasta que Baekhyun también quiera.

—Chan… necesito.

Es por eso que dirige su mano al miembro de su esposo y lo masturba al ritmo de sus movimientos. Chanyeol lo mira en todo momento y si pudiera tomar una fotografía a la expresión del joven, lo haría porque jamás había visto algo más erótico. Su mano quedó manchada con el semen de Baekhyun y cuando lo miró, no dudó en llevarse la esencia a la boca.

—Extrañé esto —dice Baekhyun sonriendo.

—Entonces, prepárate para recuperar el tiempo perdido.

Sin salirse de él, lo toma de las piernas y lo dirige a su habitación. 

Estaba dispuesto a volverse adicto a Baekhyun.

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