viii.



𝖋𝖎𝖓𝖉 𝖒𝖊




— ¿eres estúpido?, te dije que lo mantuvieras en secreto. — la voz enojada de luis resonó por todo el departamento.

— me importa una mierda lo que me digas, candelaria lleva una semana desaparecida y ya no pienso quedarme callado. 


— sabes todo el bardo que se va a hacer ahora?

— no me importa, que hablen y digan lo que quieran, yo i esto preocupado por que mi novia no aparece, ya me tenés con las pelotas llenas de tus estúpidas amenazas. — lo señaló. — dios, cande siempre confió en vos cómo a un segundo padre, pero le sucede algo y eres el último en preocuparse. dime, ¿qué poronga hiciste cuando te dije?

— no es mi culpa que esa puta haya salido a esa hora, ella se lo buscó. — el moreno sintió su sangre arder, ¿cómo se atrevía a decir eso?

— repite lo que dijiste hijo de puta. — se acercó lentamente.

— lo que escuchaste, seguro iba por allí sedu... — un golpe en el pómulo cerro su boca. 

ivan tomó al hombre del cuello de la camisa. — ¿qué mierda tienes en la cabeza eh?, cómo podés creer tiene la culpa de las cosas que un enfermo haga, por dios, ¡tienes una hija!, ¿qué harías si le pasara lo mismo eh? — un segundo golpe cayó en el rostro del rubio. — lo peor es que hablas así de candelaria, la chica que te sacó adelante y te apoyó. — lo tiró al suelo. — no eres más que una escoria de la humanidad.

— a mi no me rompas las bolas pendejo. — el rubio se paró y le soltó un golpe en el pecho al moreno.

así la pelea entre ambos hombres empezó, hasta que un rodrigo con bolsas en los brazos entro al departamento, que al ver la escena, corrió a separarlos.

— para, que está pasando acá.

— el pelotudo ese dijo que candelaria merece todo lo que está pasando. — se limpió la sangre de la boca.

— hijo de mil puta. — el ojiverde le pegó una patada. — ¡lárgate de acá la cocha de tu madre! — lo tomó de la camisa y lo arrastró a la puerta.

— se van a arrepentir de esto. 







luis hdp.

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