Di que No.

No hay peor desgracia... Que extrañar lo que nunca pasó.
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...
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Naruto Uzumaki.

Siempre fue tan metódica y radical con sus desiciónes, pero, ahora no la podía reconocer.

Al principio el plan solo era separar a Hinata y Sasuke, para que así ella pudiera tener el suficiente tiempo y espacio para lograr enamorar al teme.

Supuse que fracasaria, y así fue, la console y di todo de mi para lograr que fijará sus ojos en mi y ganarme su corazón... Pero ella está hiendo muy lejos con esto.

¿Casarme con Hinata? ¿Drogar a Sasuke? Sencillamente se había vuelto loca.

- No puedes hablar en serio, no puedes estar pidiendome eso Sakura-chan.

Ella empieza a frotar su rostro, solia hacer eso cuando no le cumplían sus caprichos o exigencias, odiaba que hiciera eso pues siempre terminaba con el rostro irritado por hacerlo con tanta fuerza, sostengo sus muñecas impidiendo de esta manera que continue.

El verde nunca había sido de mis colores favoritos, pero desde que vi aquel brillo en tu esmeralda mirada se convirtio en mi preferido, ya que me recordaba a ti.

- Si esto fuera un pecado, no me importaría, podríamos hacer del infierno un buen lugar juntos.

Ni la frase de amor más bonita describe el amor que te tengo, pero te dedicó mis frases más bonitas y favoritas intentando que me comprendas.

- No continúes mas por favor... Naruto.

Agacha la cabeza, mientras la escucho gimotear. Utiliza su dedo índice para impedir que continúe hablando, mientras hunde su cabeza en mi pecho, el olor a cerezas resulta tan adictivo cuando ella esta a mi lado.

Poco a poco las pequeñas caricias van subiendo de nivel, sus manos empiezan a acariciar mis brazos y pequeños ronroneos escapan de sus labios antes de de bajar por mi cuello con su nariz y luego con la boca, explorando, mordiendo y probando.

Ella tenía poder absoluto sobre mi, sobre mis sentimientos, emociones, cordura y sobre todo, sobre mi amor.

Se había convertido el peor de mis vicios, su cuerpo hacia que el mío vibrará con solo sentir su aroma, su tacto sobre mi piel quemaba, y diablos, sus besos... Sus besos era como tocar el cielo y sentir la gloria.

- Que pretendes? -le pregunto con la voz ronca, las inteciones de Sakura eran claras pero queria escucharlo de sus propios labios.

- Creo... Que lo sabes... - respondio ella con una fina sonrisa.

- No, no lo se.

- Claro que si - puso los ojos en blanco.

De repente deslizo mis manos detrás de su cintura, y sin que ella pudiera apenas reaccionar la acerco mas hacia mi me inclino hasta ella y le susurro al oido:

- Necesito oírlo Sakura-chan... Necesito oír que es lo que quieres...- me alejo ligeramente de ella nada mas decir aquello.

- Naruto yo....- dijo con un hilo de voz- yo...

Haruno Sakura.

Mi corazón latía rápida y fuertemente.

Mi respiración irregular.

Mi cuerpo temblaba por completo.

Era inevitable.

El contacto de sus suaves manos con mi desnuda piel me sumergía en un estado en el que no había espacio para miedos, pensamiento o inseguridades. Tan solo sentía la manera en la que sus caricias y sus besos viajaban por todo mi cuerpo, haciendo que me estremeciera.

Sus labios ahora viajaban por mi cuello, erizando mi piel, haciendo que un fuego abrumador creciera en mi.

No podía aguantar mas.

Clave ligeramente mis uñas en su espalda.

Podía notar como una sonrisa victoriosa se formaba en su rostro.

Ambos cedimos al cansancio, acostados sobre la cama cubiertos simplemente por un sabana y una delgada capa de sudor, mientras la luz de una tenue lampara apenas nos iluminaba.

- Sabes algo Sakura-chan, el viejo Jiraiya me dijo una vez que a las chicas les gusta los hombres que leen.

Ladeo la cabeza ante su comentario.

- Nunca pude estar mas de acuerdo con la vida como cuando te trajo a mi. Edisson Cajilima. -acaricia mi mejilla mientras me da besos por todo mi rostro.

- Quisiera poder corresponderte, quisiera evitarte la desilusión pero sería una maldad de mi parte decir que te amo cuando no siento más que cariño por ti.

- Rompe mi corazón si quieres Sakura... Pero no te vayas, nunca lo hagas.

Simplemente se aferra con mas fuerza a mi cuerpo, escucho como late su corazón, y veo como su respiración sube y baja de una manera tan rítmica, el esta dormido y tiene esa sonrisa que no había visto en mucho tiempo... Desde que todo esto inicio a decir verdad.

Cada momento, cada locura, cada risa, fue un momento mágico pero ahora todo esto será un simple recuerdo, un recuerdo precioso.

Disfrute mucho esta historia y agradezco eso... Pero es momento de cambiar de libro.

Una semana después.

Fiesta de aniversario de Minato y Kushina.

La mansión Namikaze estaba totalmente hermosa, bellos arreglos floreales decoraban cada rincón y la iluminación hacia que todo el lugar pareciera mágico, como un cuento de hadas, la temática, vestimenta formal o de gala, le daba un toque de elegancia y sensualidad al ambiente.

Uzumaki Kushina tenia planeado celebrar otras cosas más que solamente su aniversario, su amado hijo le había comentado los planes que tenia, declarar su amor por: "la chica mas increíble del universo" en sus palabras. Claro, no podía tratarse nada mas ni nada menos que de su hermosa novia, la heredera del clan Hyuga, Hinata Hyuga.

Tenia todo preparado, inclusive había hecho pulir uno de los anillos de la familia, una preciosa reliquia de familia, una bella joya con un diamante rosa. Esa noche seria inolvidable.

Uchiha Sasuke.

La música sonaba acompañada de varias parejas danzando a su ritmo, ya había rechazado a varias fastidiosas que insistían en bailar. Lamentablemente un par de ellas que se habían vuelto resistentes a mis palabras.

- ¡Sasuke-kun!

Era la cuarta vez en la noche que Uzumaki Karin insistía en que bailáramos, enojado solo me di la vuelta pero al parecer hoy no seria mi noche, Sakura corría en mi dirección con un par de bebidas.

- ¡Sasuke-kun! ¡Bailemos!

No pude evitar soltar un bufido mientras ambas se gritaban una a la otra, solo quería largarme lo mas pronto de esta fiesta, vine con la esperanza de poder hablar con la Hyuga y solo conseguí dolores de cabeza hasta el momento.

- ¡Basta! No pienso bailar con nadie y menos con un par de fastidiosas -las mire a ambas , molesto por su comportamiento tan infantil- ahora déjenme tranquilo.

Karin soltando bufidos se fue, pero Sakura con la mirada brillante sacudió la manga de mi chaqueta.

- Lamento ser tan fastidiosa, perdón... Sasuke-kun

Me extendió una de las bebidas que traía.

- Es la mejor bebida del mundo ¡Shannaro! - sostuve el vaso - Si no vas a bailar con ninguna de nosotras, al menos disfruta de la fiesta.

Diciendo esto se fue dando pequeños brincos.

No tenia sed, y esa bebida se veía bastante llamativa para mi gusto, seguramente era una mezcla de licores extravagantes, no pensaba tomar esta cosa, la dejo en una esquina de una de las mesas.

Pronto todos giran en dirección a las escaleras.

Desde lo alto, Hinata y su familia hicieron su aparición, se veía tan hermosa, tan lujuriosamente hermosa... el vestido color vino con detalles plateados, ajustado perfectamente a sus curvas, resaltaba su figura pero no lo suficiente, dejando muchas cosas a la imaginación, y justamente eso hacia que no la perdieras de vista.

Naruto la esperaba al finalizar los escalones, ella sonreía, sonreía por él.

Recogió un poco de sus cabellos y lo deslizo tras su oreja, mientras la tomaba por la cintura y unía sus labios con los de ella.

¡Diablos! Tome un vaso con champagne para quitarme el mal sabor de verlos juntos.

Hinata Hyuga.

La guitarra regalaba una suave y tierna melodía, la idea de ir a la pista de baile y danzar a su ritmo junto a mi novio, sonaba perfecta... Solo existía un inconveniente, él no estaba por ningún lado. Las miradas de todos nuestros amigos y conocidos demostraban la misma interrogante: ¿Dónde esta Naruto?

Respiro profundamente antes de dar nuevamente un vistazo por todo el lugar, nada, no había rastros de donde podría estar.

Todos parecen estar distraídos, aprovecho la oportunidad, cuando los músicos terminan la pieza musical y la sala se llena de aplausos, para poder escapar a los jardines traseros de la mansión Uzumaki.

El caminar con tacones aún era muy costoso, pero hago mi mejor esfuerzo por llegar hasta allá sin ningún otro problema, apenas habían un par de empleadas corriendo de aquí para allá, ni siquiera parecen notarme, me encogí de hombros y busque un lugar donde sentarme y ¡bingo! uno de los sofás colgantes, la noche estaba especialmente bella, solo se escuchaba el "crii, crii" de algunos grillos y el sonido que causaba el mecer de las hojas por la brisa.

Busco en mi teléfono la continuación del libro que estaba terminando de leer por la tarde, "Orgullo y Prejuicio." Una novela romántica escrito por la escritora británica, Jane Austen.

--Señorita Elizabeth, he luchado en vano, y ya no lo soporto más. Estos últimos meses han sido un tormento. Vine a Rosings con la única idea de verla a usted. He luchado contra el sentido común, las expectativas de mi familia, su inferioridad social, mi posición y circunstancia, pero soy incapaz de contener mis sentimientos y estoy dispuesto a dejarlos a un lado y pedirle que ponga fin a esta agonía.

--No comprendo.

--Permítame que le diga que la admiro y la amo, apasionadamente. Por favor, le ruego que acepte mi mano.

--Señor, yo..., me hago cargo de la lucha que ha mantenido y lamento mucho haberle hecho sufrir. Créame que no ha sido deliberado.

--¿Y es ésta toda la respuesta que voy a tener el honor de esperar?

--Si, señor.

--¿Se está riendo de mí?

--No.

--¿Me está rechazando?

--Estoy segura que esas consideraciones que le han estado frenando le ayudarán a superarlo.

--¿Puedo preguntarle por qué me rechaza con tan escasa cortesía?

¡Ejem, Ejem!

Doy un pequeño brinco en mi lugar por el susto y levanto la vista buscando al responsable.

- Oh...

No pensé que vendría a la fiesta, pero ahí estaba, el sueño de muchas de las chicas que conocía, el chico mas "frio" de la universidad, Uchiha Sasuke.

- ¿Escapando de tu propia fiesta? ¿Tan aburrida esta?

Siento como mi rostro se va poniendo caliente mientras trato de articular una frase con la cual defenderme y también esconder mi teléfono en un intento envano, ya que cae de mis manos al césped.

Solo puedo ver como es que el se inclina a levantarlo mientras lee algunos párrafos, mi cuerpo parece por fin reaccionar y le arrebato el aparato en un abrir y cerrar de ojos.

- ¿Sigues con esa novela? Nunca se te quitara lo cursi Hyuga.

Molesta me levanto, gracias a los tacones la diferencia de tamaño ya no es mucha, y lo enfrento.

- ¡Y a ti no se te quita lo molesto! E-eres un chismoso Uchiha-san.

Puedo ver como una pequeña sonrisa se le escapa ¿Acaso se esta burlando de mi?

- Son las palabras mas rudas que te escuchado decirme, señorita Hyuga ¿Esos son los modales que te enseñan en tu estirada familia?

Levanta mi barbilla mientras hace una mueca que más parecía una sonrisa ladina.

Trato de empujarlo para volver a la fiesta.

- Tu Sasu...

¡Plop!

Siento como mi tobillo se tuerce al primer paso, pero antes de caer el me sostiene de la cintura, el dolor es tan fuerte que no puedo evitar soltar un par de lágrimas.

La puerta trasera del jardín se abre de donde salen Kushina y Minato, Dios ellos podrían malinterpretar todo esto y pensarían horribles cosas de mi.

Sasuke cubre mi boca para luego caer a la hierba antes que nos vean.

- ¿Qué fue eso?

- Seguramente fue algún animalito cariño, pero mira, aquí tampoco esta Naruto.

- Estoy segura que eso no es un "animalito" Minato, quizás es un ladrón o quizás...

¡Uuuu, uuuuuu!

No pensé que el supiera imitar tan bien el sonido de un búho.

- Vamos, te dije que la última vez que lo vi fue cuando estaba hablando con la señorita Haruno en la biblioteca.

¿Sakura y Naruto?

- Eso no es correcto, ¿Cómo se te ocurre dejarlos solos? Esa chiquilla no me da buena espina ¡Ya te lo había dicho Minato!

Sus pasos se van alejando y el click de la puerta se escucha.

Ese click parece despertarme, pues recién caigo en cuenta, Sasuke se encuentra encima mío mientras nuestros rostros apenas se separan por escasos centímetros .

- Lo siento Sasuke, siempre encuentro la forma de arruinar lo impensable.

No dice nada, se va alejando y internamente se lo agradezco, va desenredando el nudo de mis tacones y quitándomelos.

- ¿Izquierdo o derecho?

Parpadeo confundida pero luego comprendo su pregunta.

- Izquierdo, pero no es necesario.

Envano, pues empieza a masajear mi tobillo y hace que ahogue un grito con mi mano.

- Debo decirle que me ha embrujado en cuerpo y alma, y la amo.

Siento como el calor de mi cuerpo me abandona y un cosquilleo recorre mi columna vertebral mientras mi labio empieza a temblar.

- Es una frase de tu libro, no te ilusiones.

Molesta intento ponerme de pie, como se atrevía a jugar así, fue mala idea aceptar ser su amiga en primer lugar.

- En verdad compadezco a todas esas chicas que están enamoradas de ti Sasuke, eres un idiota.

Él comienza a seguirme mientras caminamos rumbo a la fiesta.

El dolor en mi tobillo es soportable, estar con Sasuke no es apropiado, y el parece disfrutar ponerme nerviosa. ¿Pero, Por que me pone nerviosa estar con el?

Al parecer nadie noto mi ausencia, Naruto estaba hablando con sus padres, ajeno a mi presencia, pues ni teniéndome frente a el parece darse cuenta que estoy ahí.

- ¿Vino, señorita?

Estaba por negarme, pero ver como Sakura sonreía maliciosamente mientras se involucraba en la conversación de mi novio y su familia, me molesto.

Tome la copa y de un trago lo termine.

- Quizás hoy la intachable princesa Hyuga quiera ser un poco, solo un poco rebelde.

Blanco y negro, contrastaron en una mirada, una mirada que tanto el como yo entendíamos.

Volvimos nuevamente a los sofás colgantes, quizás Sasuke pueda darme una explicación de porque Naruto y Sakura se comportaban de manera tan extraña.

- Porque son un par de idiotas, y tu también lo eres, por soportarlos.

Directo y frio, lastimosamente tan crudo con la cruel realidad.

- Supongo que es imposible saber como gestionar una emoción hasta que esta te sacude y la vives en tu propia piel.

Me miro y estaba por decir algo, pero se mantuvo callado.

Unas lagrimas rebeldes resbalaron por mis mejillas.

- No puedes elegir si van a hacerte daño en este mundo, pero si eliges quien te lo hace.

Diciendo esto, me extendió su pañuelo.

Ambos miramos en silencio el cielo estrellado, era nuestra forma de comunicarnos sin palabras, disfrutábamos los pequeños momentos en completo mutismo.

- He luchado en vano. Ya no puedo mas, soy incapaz de contener mis sentimientos. Permítame decirle que la admiro y la amo apasionadamente.

Una risilla se me escapa.

- Veo que no soy la única que se sabe los diálogos de memoria. ¿Mr. Darcy es tu favorito, verdad?

Escuchar la risa de Uchiha Sasuke, no era algo que ocurriera, de hecho, era la primera vez que lo oía reír tan animadamente.

- Itachi dijo que seria la mejor forma de declárarsele a una amante de los libros, eres una torpe Hinata.

Siento mis mejillas calentarse, pero antes de hacer conclusiones tontas, me atrevo a preguntar.

- ¿Planeas confesarte a una chica con esa frase Sasuke-kun?

Nuevamente comienza a reír y se sostiene la sien, empieza a asustarme, nunca se sabe que pasa por la mente de un Uchiha.

Intento ponerme de pie para volver a la fiesta, pero siento como me envuelve en un abrazo

- Deseo muy pocas cosas la verdad, y de esas cosas que deseo una es gustarte al menos un verano, un mes, una semana, un día, una hora una parte de ese tiempo que tal vez vas a gastar en llorar en un pendejo que no te va a mirar de la manera que yo lo hago.

Nuevamente siento como nuestras miradas coinciden, siento su aliento tan cerca a mis labios, seguramente mi rostro esta rojo, pero aun así no puedo dejar de mirarlo, instintivamente mi vista baja a sus apetecibles y carnosos labios, el parece notarlo pues... siento la calidez de estos, un beso tan suave, tan tierno, tan único, tan mágico, ocurría con la persona que nunca había pensado.

No fue un beso muy largo, y desde luego no fue uno de esos de película, pero fue maravilloso a su manera. Lo único que recuerdo es que, cuando nuestros labios se rozaron, tuve la certeza de que jamás olvidaría aquel instante

- Sasuke...

Logro apartarlo, estamos agitados con el corazón latiendo a mil.

Esto es un error, siento como si todos estuvieran conscientes de lo que paso, el es él mejor amigo de mi novio, un buen amigo que poco a poco se ganó mi confianza, no puedo ofrecerle más que amistad... O quizás, ya no.

- Ofrecer amistad a quien pide amor es como ofrecer pan al que se muere de sed.

Nuevamente, como si supiera lo que estoy pensando.

Silencio.

Ninguno se atreve a decir nada, el que hable primero será el que pierda en este juego.

- ¡Neechan! Ven rápido papá te está buscando y...

Dio una escaneada al ambiente, tanto el como yo permanecimos estáticos en ese agarre y solo nos separamos cuando Hanabi llegó.

- ¡Hinata! Hanabi ¿La encontraste?

La voz de mi padre hace que me separé de inmediato de los brazos de Sasuke, siento como todo mi cuerpo se congela por el miedo.

Ella parpadea como queriendo creer lo que sus ojos habían visto, pero rápidamente contesta.

- Ya vamos para allá padre, no te preocupes.

Ella me arrastra de inmediato hasta la fiesta nuevamente, inventa algo para justificar mi ausencia, es una buena mentirosa, normalmente no apoyaría tal comportamiento, pero hoy es una excepción.

- Bien, Hinata, él señor y señora Namikaze pidieron que los acompañes en el brindis junto a su hijo, ve.

Con los pensamientos aún adormecidos por lo que minutos atrás había ocurrido, camino hasta el balcón; el solo recordar aquel beso hace que mis mejillas se calienten y se dibuje una sonrisa en mi rostro, tal vez lo mejor sea hablar con Naruto y finalizar nuestro corto pero tierno romance.

Llegó al balcón en donde me saludan animadamente y la señora Kushina me alaga por mi apariencia, sonrió amablemente y estoy apunto de disculparme para no acompañarlos en el brindis, ya que no sería lo correcto, considerando que planeo acabar con la relación que tengo con su hijo, pero.

En medio de la pista de baile veo como Sasuke y Sakura bailan una pieza romántica y este le deposita un beso frente a todas las personas.

Sasuke Uchiha.

Se fue sin darme ni siquiera una respuesta o una señal ¿Estaría molesta? ¿Le habría gustado?

- Sasuke-kun.

Había vuelto, con sus mejillas sonrojadas corrió hasta mi y me abrazo.

Extrañamente sentía ese abrazo, ese tacto, esa esencia tan ajena.

Pero no importó, ella me guío nuevamente hasta la fiesta en donde tenía unas bebidas listas para ambos, acepté, después de todo, era la primera vez que Hinata me invitaba un trago, y adorarla verla ebria, seguramente se vería tierna.

- ¡Bailemos Sasuke-kun!

No podía negarle nada, en estado zombie la seguí y ella se colgó a mi cuello ¿No le importaba que la vieran a lado mío? ¡Dios! Esta era una noche tan extraña.

Siento la mirada de muchos sobre nosotros, no les tomo importancia, si a ella no le molesta a mi realmente me importa un carajo.

No aguanto más las ganas y nuevamente me apoderó de sus labios pero otra vez, los siento tan diferentes, tan extraños.

Naruto Namikaze.

Ver a Sakura besar al teme fue igual a una patada ahí abajo, pero, supongo que está bien. Ella es feliz, es lo que importa.

Hinata parece estar en otro lugar, pues se quedó estática mirando un punto en medio de tanta gente.

- Hey Naruto -mi madre habla tan bajito y cerca a mi oído- Aquí está lo que te prometí.

Saca un bonito estuche de joyas azul y me lo entrega.

- Es momento hijo.

Mi padre me da ánimos mientras la música va bajando el volumen y el tchin tchin de las copas suena.

Mis padres empiezan a recitar ese discurso que habían practicado toda la semana, realmente no los escucho. Solo puedo mirar el estuche que sostengo y luego a Hinata quien se mantiene jugueteando con sus manos.

Quizás mi madre tenga razón, ella y yo podemos construir juntos un futuro feliz, ella demuestra ser una persona capaz de amar... Y perdonar.

O quizás solo seamos compañeros en la vida para no sentir soledad.

- Hinata-chan.

Ella me mira, y sus ojos similares a la luna, tan puros hacen que me entre remordimiento.

- ¡Hai! Naruto-kun.

Veo su sonrisa, pero siento que esa sonrisa no es real, me gustaría hacerla feliz después de todo lo que la hice pasar.

Beso su frente y le tomo la mano.

- Ahora tenemos una sorpresa de parte de nuestro querido hijo, Naruto-kun por favor.

Madre me cede la palabra y yo avanzo hasta el barandal junto a mi novia mientras ella claramente no entiende que ocurre.

- Hoy queridos amigos, quiero tomar la decisión más importante de mi vida y quiero hacerlo junto a ti Hina-chan.

Besos sus nudillos y una suave melodía romántica empieza a sonar.

- Y quiero que todos ustedes sean testigos.

Todos empiezan a aplaudir y uno que otro más atrevido se pone a silbar.

Ella tiene la cabeza agachada, tratando de ocultar su rostro sonrojado; levanto su mentón para apreciar su bello rostro.

- El momento más feliz del día es cuando estoy junto a ti, porque es ahí el instante en el que todo es paz y armonía. Me das esa seguridad que necesito para afrontar las adversidades y mantenerme de pie en la lucha por hacer realidad todos mis sueños... ¿Te cansarias conmigo Hinata?

Abro el estuche, y un hermoso anillo con un diamante rosa brilla.

Ella empieza a llorar y me abraza.

Eso debe significar un sí, ya que está tan emocionada que no responde.

Todos empiezan a aplaudir y a pedir un beso, nuevamente levanto su rostro y beso sus suaves y carnosos labios, y en tal acto siento como mi alma se va quemando más y más... El infierno no suena tan mal en comparación al karma de tener que ver a la persona que amo con otra. Pero es lo que una basura como yo merece.

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