Capitulo dedicado a @GabrielaLorenzoNavar 💘

Niall.

"¿Qué hiciste Horan? Tu madre está como loca llamando a todos"

"¿Cómo se te ocurre llamarla jodido idiota?"

Mierda, no había sido un jodido sueño, era real, revisé mi historial y ahí estaba. Pasadas las doce de la noche una conversación de 10 minutos estaba registrada. Ella había contestado. Había hablado con mi madre.

Sentía el corazón en la boca, había dejado de respirar. Ahora sí me iba a morir de verdad. ¿Qué haría ahora?, ¿llamarla otra vez?, ¿fingir que soy un excelente imitador de Niall que la engañó?

Un mensaje de Louis llegó a mi celular.

"Sabía que no podías haber muerto, por favor Niall, dime dónde estás, dime qué ha sido de ti, me quedaré callado si es necesario, pero por favor necesito a mi amigo"

Era un manojo de nervios, necesitaba también un amigo y Will hoy me mandaría a la mierda.

Tomé mi cabeza entre mis manos mientras desesperadamente las movía de mis ojos a mi frente, de mi cabello al cuello, cerrando con fuerza los ojos en busca de alguna respuesta fugaz.

¿Cómo?, ¿por qué? Al menos sabía la respuesta a esta última pregunta: porque extrañaba a mi familia. Claramente. Por eso Niall borracho se había encargado de cometer el cagazo del siglo, ¿por qué no le hice caso a Meryem?

Frustrado, una vez más, convertí mi mano derecha en un puño para golpear el cojín que estaba a mi lado. Era un experto en cuestionar lo que hice cuando ya era imposible devolver el tiempo atrás para resolverlo. Sin embargo, esta vez, de verdad no había ninguna otra alternativa para enmendar mi error.

Enterré mi rostro en el mismo cojín que previamente había golpeado y un flashback llegó a mi mente.

-Sí, mamá soy yo-dije luego de unos minutos-Perdóname, ¿sí? Necesitaba irme, tenía que ser real

-Hijo... ¿Cómo?, ¿dónde e...?, ¿por qué?, ¿estás bien?

-Estoy bien mamá, te extrañaba

-Hijo qué... ¿qué hice mal? No lo entiendo, creí que eras feliz, creía que... Lo siento, hijo

Mierda, mierda, mierda, ¿por qué no lograba acordarme de nada más?, ¿qué más le dije? Además de llamar a mi madre ni si quiera valió la pena, porque mi mente sólo retuvo ese único fragmento de su voz, que se escuchaba tal y como la recordaba, con la excepción de que estaba llena de tristeza, tragando saliva cada un segundo y sorbeteando su nariz para poder respirar.

Me fue imposible no unirme al vago recuerdo de su voz y lloré con ella, lloré por ella, lloré por ese momento que ahora no era otra remota memoria tan fragil que parecía un sueño. En cinco minutos mis lágrimas empaparon el cojín y mis mechones de cabello que estaban largos se pegaron a mi frente. Con la respiración acompasada tomé mi celular que en algún momento se había caído entre las almohadas y volví a leer el mensaje de Louis.

Era un imbécil, la sola voz de mi madre me lo confirmó, por supuesto que esto me dolía, pero escuchándola me di cuenta que a ella le dolía tanto o más que a mí, y no sólo a ella, también a mis amigos.

Con el dorso de mi mano enjuagué mis lágrimas y moví mis dedos en el celular con mucha paciencia. Me quedé dubitativo en el último segundo, el último clickeo. Suspiré antes de seleccionar el botón decisivo.

Su nombre aparecía en letras blancas en la parte superior del celular, mientras mi rostro colorado por las lágrimas aparecía en la pantalla, mientras de ella se escuchaba "Ring... ring..." No fue hasta el último que mi cara fue desplazada por la suya.

Trataba de calmar mi respiración, la imagen de mi amigo me impacto. Estaba mucho más delgado, ojeras, pálido...El no era mi amigo que alguna vez recordé.

-Mierda, Niall...-su voz se quebró mientras sus manos cubrían su boca, estupefacto.

-Louis...-sonaba irreal decirlo, porque de alguna manera sentía que él no era él. Sus pómulos estaban chupados de tal forma que podía ver su hueso sobresaliendo, tenía una barba que sabía no era sólo de días, era de meses, sus ojeras se imponían oscuras y profundas. Estaba pálido, aunque esa tez no era sólo de alguien que pasa mucho tiempo en casa, sino de quien acaba de ver algo que le sorprende tanto hasta asustarlo, era el rostro de quien acababa de ver un fantasma.

-Estás vivo, joder-lágrimas comenzaron a bajar silenciosas por su mejilla- Debería estar enojado por hacernos sufrir tantos meses, pero... estás, oh dios amigo-reí conteniendo que más lágrimas aparecieran- Feliz cumpleaños

-¿Como estás? Te extrañé -hice una mueca.

-¿La verdad? Como la mierda, Harry me odia, extraño a mi madre y bueno tú...-se detuvo un momento para suspirar y sopesar lo que estaba ocurriendo.

-Debes mantener el secreto...

-¿Cómo...?, ¿por qué?

-Necesitaba alejarme, sabía las consecuencias, pero no podía seguir viviendo de esa manera-él bajo la mirada-eso no era vivir

-Te ves muy bien amigo-sonrió-Ni si quiera me importa cómo lo hiciste, sólo importa que estás vivo

-Louis, ¿estás...?, ¿sigues...? Por favor, lo veo en tu rostro, tienes que detenerte

Su rostro se ensombreció y agachó la mirada, en ese instante me di cuenta que no eran sus ojeras las que destacaban en su rostro, ni sus pómulos, eran sus ojos. Más celestes que nunca resaltaban por sobre su piel desvaída, eran aquellos los que se levantaron a través de la pantalla, al otro lado del mundo, para mirarme y decirme sin palabras todo lo que no me había dicho en los últimos meses, para suplicarme que no me alejara y decirme cuánto me extrañaba.

-No lo hagas más, por favor...-rogué-Mi madre... ayer la llamé cuando estaba borracho y ni si quiera recuerdo qué le dije...-asintió.

-Con Maura estabamos seguros, a nadie se le permitió ver tu cuerpo y todo era muy extraño, pero jamás pensamos que... Llegué a pensar que te habían secuestrado-rio aliviado.

-He cometido muchos errores, con mamá, papá, Greg, tú, los chicos... Meryem

-¿Quién es Meryem?-negó con la cabeza hasta que abrió los ojos como si se hubiese percatado de un detalle que había pasado por alto- Amigo, tengo que ir a verte, ¿dónde estás? Tengo que ir allá, voy a buscar el primer vuelo que salga

-¡No! No puedes venir

-Tienes razón, le pediré el jet a Harry

-¡No! Nadie puede saber, tampoco puedes venir, tan solo imagina cuánta gente te seguiría, cuántos paparazzis se escabullirían-frunció el ceño, dándome la razón, hasta que suspiró y comentó bajo.

-Niall... ¿qué vas a hacer?, ¿vas a seguir con todo esto?

-Es muy tarde para retractarse, yo... conocí a alguien-levantó la comisura izquierda de su labio y achinó los ojos.

-Espero que te haga muy feliz, lo suficiente para valer toda esta locura- bebió por primera vez de una taza de té Yorkshire que tenía a su lado fuera de la pantalla, Dios, cómo extrañaba ese té.

-Lo hace, pero yo a ella... parece que no mucho últimamente, ya te dije que la he cagado feo

-Parece que no importa en dónde estés los cagazos te siguen-rio para tomar un segundo sorbo a su té.

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