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Capítulo dedicado a MajoDirection1💘
Meryem.
Al salir del auto mi mirada quedó en el gran hotel que estaba frente a mí. Eran más de diez pisos, sin duda, y tenía una extraña división entre los primeros y últimos pisos. Con la rápida ojeada que había dado aún no lograba ver el nombre de aquel edificio.
Me giré y caminé a la parte de atrás del auto para recibir mi maleta. Un pequeño bostezo se me escapó, ahora podía entender por qué mi padre llegaba directo a su cama cada vez que llegaba de un viaje largo; viajar, sobre todo tan lejos, puede resultar agotador y seguro voy a necesitar vacaciones de las vacaciones para reponerme. Me refregué los ojos por última vez y presté atención a Will.
-Toma Bruce, aquí esta tu encargo-habló Will pasándole una caja muy similar a la que le había llegado en Guyana.
-Gracias Will-sonrió, tomó la caja y la guardó en su mochila.
-Te extrañaba, amigo-abrazó a Bruce por segunda vez prolongándolo esta vez, tal escena me enterneció, ya eran seis meses en las que Hetch había dejado todo, hasta sus amigos, sin duda me alegraba de poder conocer un pedacito de su antigua vida, lo que me obligaba a creer que no era inventado, porque a menudo solía imaginar que él era un ángel literalmente caído del cielo en mi vida para mejorarla- fue un placer, Mer-sonrió.
-Igual, Will, tal vez en otra oportunidad hablemos más -reí nerviosa.
-Claro-me dio una última sonrisa.
El amigo de Bruce entró a su auto y luego de unos minutos el auto desapareció de nuestra visión. Miré al europeo, solté mi maleta y salté a abrazarlo escondiendo mi rostro en su cuello para luego chillar un poco.
-¡Hace menos de una hora estamos aquí, pero ya me encanta!-dije con entusiasmo-¡De verdad gracias!- le besé ambas mejillas.
-De nada, amor-respondió al instante, tensando sus brazos y abriendo sus ojos como platos, yo me separé de él un poco nerviosa sin saber qué responder ante eso. Mis mejillas estaban rojas, peor que un tomate, en producto de sus palabras; y mis labios sellados, sin poder emitir palabra alguna, ¿Bruce me amaba?, ¿yo lo amaba a él?
-Bueno, vamos a nuestro cuarto, sé que estás haciendo lo posible por fingir que no tienes frío-dijo después de un minuto de silencio tratando de alivianar el ambiente, a lo que asentí.
Caminábamos con las maletas y entramos al lujoso hotel, impresionándome de primera con todos los detalles que tenía, desde el florero de las mesas hasta los candelabros; de alguna manera Bruce había conseguido insertarme en el Titanic sin subirme a ningún barco.
Había pasado de estar en las modernas calles de Melbourne a un salón sacado de los años veinte, con tal elegancia que me sentía realmente absorta en otra década, no me sorprendería si en cualquier momento una mujer vestida como el Gran Gatsby aparecía ufanando sus collares de perlas con un cigarrillo en la mano.
Bruce soltó una de sus maletas junto a un sillón, alcé una de las cejas confundida, pero luego me dijo que esperara sentada ahí mientras iba a ver nuestra reservación y así lo hice. Miraba al chico desde mi asiento y noté que no era la única, varias cabezas se giraban en su dirección y comprendí el efecto de Bruce Hetch, aún con una campera gigante y con la capucha puesta llamaba la atención donde fuera. Sin embargo, esta vez eran más de lo normal, varias chicas de mi edad y tal vez menos lo miraban, sin molestarse en lo absoluto por disimular, mirándole el trasero incluso. No sabía cómo sentirme al respecto, era incómodo que vieran a Bruce como un pedazo de carne.
-¿No crees que se parece mucho a Niall Horan?-escuché a una de las tantas que lo miraban, otra vez lo comparaban con ese chico, tal parece que las alucinaciones de James no eran las únicas; anoté mentalmente ese dato para hacérselo saber, seguro se reiría y me diría "te lo dije".
-No puede ser Niall, Amber, él murió-la voz de la rubia se quebró levemente mientras la colorina bajaba la cabeza ante su respuesta.
-Ese chico debería cobrar conciertos como imitador- dijo la colorina -realmente es igualito a él
-Amber, es doloroso que hables de Niall, por favor, ya son casi siete meses y sigue doliendo como ese día- hice una mueca, yo sabía lo que se sentía perder a alguien que quieres, y por drogas, sin embargo estaba la diferencia de que ellas jamás fueron conocidas para su ídolo, entonces pensé que ese amor era el más leal de todos, porque no importa que la otra persona no sepa si quiera de tu existencia, sigues ahí para apoyarla en todo momento.
-Perdona, Hope...Sólo... sería lindo que volviera de la muerte-habló ilusionada- lo amaba tanto un simple abrazo de Niall hubiera hecho que mi vida valga la pena-suspiró-a veces no lo creo, ¿sabes?, escucho sus canciones, veo sus vídeos y fotos, y pienso que es imposible que nunca más escucharemos su música
Estaba centrada en lo que decían las chicas cuando sentí una presencia cerca mío que me hizo mirar al frente para encontrarme con Bruce acercándose con unas tarjetas y traté de sonreír. No sé qué tenía ese Niall Horan, pero hasta a mí me habían dado ganas de conocerlo, si una persona causaba tanto afecto en el mundo, ¿por qué hizo lo que hizo?
-Vamos a dejar nuestras cosas arriba, si quieres podemos pedir servicio a la habitación y dormir algo, aún es temprano aquí-asentí- Te ves agotada, Mer -colocó mi mechón de cabello detrás la oreja y admiré sus ojos azules brillando, otra vez sentía mis mejillas más acaloradas.
-Me siento agotada, no entiendo cómo si estuve todo el tiempo sentada, ¿cómo lo haces? Tú te ves como nuevo-empujé a Bruce suave mientras nos acercábamos al ascensor. Esta vez sentía que las miradas no sólo estaban en Bruce, sino en nosotros, aunque las voces habían aminorado pude escuchar una última frase de la pelirroja "qué suertuda", refiriéndose a mí; hasta ese entonces me percaté que sí era afortunada.
-La costumbre, antes mi trabajo me demandaba mucho tiempo en esto de viajar en aviones, pero no descansas tanto-estiró sus brazos y las puertas del ascensor se abrieron, un chico moreno que se encontraba ahí también miraba a Bruce.
Bruce se colocó sus gafas de sol una vez más y tomó mi mano. De nuevo me pregunté el por qué los lentes, si ya había pasado tiempo suficiente para acostumbrarse a la luz, para luego caer en la cuenta de que era para que la gente no lo molestara ni reconociera, pensando, una vez más, que él era el supuesto cantante muerto.
Apoyé mi cabeza en su hombro y la típica música de ascensor nos envolvió, cerré mis ojos esperando llegar al piso 10. Observé nuestro reflejo en el espejo y reí porque parecíamos una pareja llegando a su luna de miel que no puede estar un minuto separada. Bruce buscó la habitación 644 con la tarjeta en la mano, que al deslizarla de un click la puerta se abrió.
Describir el dormitorio en una sola palabra era un delito, era realmente hermosa, camine por el pequeño pasillo al inicio y al lado derecho pude notar que estaba el baño. En el centro había una cama gigante, eso sin duda eran más de dos plazas, también un delgado televisor estaba frente a la cama, pero lo que terminó robando toda mi atención fue el ventanal que era casi una muralla entera de ventana, donde al asomarme tenía una vista panorámica perfecta de Melbourne, causando un poco ded vértigo si mirabas hacia abajo a las personas que caminaban como hormigas trabajadoras.
-¿Y qué te parece?-rompió mi silencio Bru.
-Es genial-dije algo impactada aún, me giré para mirarlo-Eres el mejor-me tiré a sus brazos y besé todo su rostro, nuevamente- De verdad Bru, no sé cómo pagarte todo esto
-Tú sólo disfrútalo, Mer-tomó mis mejillas y el beso llegó en menos de un segundo.
Mis manos lo tomaron de la cintura, caminamos lentamente balanceándonos hacia la cama. Él se recostó sobre mí y sonrió, cerré mis ojos para disfrutar la sensación del beso que estaba entregándome Hetch. Su lengua entró y la recibí gustosa, jugaba con mis manos en su cabello mientras él separó nuestros labios para bajar su boca a mi cuello. No me di cuenta que mis piernas enrollaban la cadera de Bruce hasta que sentí su bulto.
Un gemido se me escapó cuando Bruce mordió levemente mi cuello e involuntariamente moví mis piernas, mi entrepierna ya estaba sensible, pero toda esta nube se quebró cuando escuchamos la puerta sonar.
-No puede ser-dijo Bru frustrado.
-Ve a ver quién es-reí tímida.
-Estamos en Australia, quién puede ser, ¿un canguro? No quiero separarme de ti-me robó un beso que de nuevo volvió a tomar pasión, pero la puerta otra vez sonó, me separé y Bruce se levanto con pereza hacia la puerta luego de gruñir.
Reí y mordí mi labio, sentía pena de quién sea que fuera el que golpeaba, porque Bruce en estos momentos era el Grinch. Me senté en la cómoda cama y aproveché de sacarme un poco de prendas, porque recién estando en la habitación comenzaba a recibir calor, pudiendo deshacerme de mis zapatos y pantalones, incluso.
Bru apareció con una bandeja de comida y sonreí al darme cuenta cómo sus labios seguían hinchados.
-Le di una buena propina para que no volviera-dijo riendo.
-Pobre, solo hace su trabajo-respondí, me arrodillé frente a él para observar la bandeja de comida y había pastelitos de chocolate-Esto es mío
Asintió y nos sentamos en la cama a comer tranquilos. Luego de quedar totalmente satisfecha, abracé a Bruce para quedarme completamente dormida otra vez. Más tarde ese día nuestro panorama se basó en películas tras películas y tomar té en la terraza, donde sólo aguanté por unos minutos antes de que el frío me obligara a entrar. Ambos coincidimos en que nos encontrábamos lo suficientemente agotados como para no salir en todo el día del hotel, lo que lo convirtió en un día perfecto, de todos modos, Bruce ya tenía planeado todos los otros y sólo dejaríamos este para recuperarnos del largo vuelo.
Al día siguiente Bruce insistió en que nos quedáramos cerca de la zona, porque en la tarde me iba a llevar a un lugar muy importante, así que con excepción del almuerzo en el restaurante de al frente y el paseo que lo siguió en los alrededores del hotel para bajar la comida, donde llegamos a una plaza y obligué a Bru a sacarme fotos, que si no se las enviaba a mi mamá ella misma me mandaría en un avión devuelta a la China; no salimos de la zona hotelera. Al volver de nuestra caminata express nos dedicamos a hacer zapping en la televisión hasta que encontramos una película que estaba recién comenzando, para mi buena suerte, de Matthew McConaughey. Según Bruce todavía quedaba tiempo, porque dado que nos habíamos levantado temprano eran sólo las tres de la tarde, así que había tiempo para una sola película. Aunque a la mitad de la película perdí el hilo para quedarme, nuevamente, dormida en los brazos de Bruce.
-Mierda, me quedé dormido- escuché la voz de Bruce mientras separaba sus brazos que se encontraban alrededor de mi cintura para levantarse de un salto en dirección al baño.
-Mer, Mer, despierta, es muy tarde, tenemos que salir
-¡Verdad!, ¿es muy importante? Es que de verdad tengo sueño-dije volviendo a abrazar mi almohada.
-¡Muy importante!-gritó desde el baño donde se escuchaba el agua caer de la ducha. Cinco minutos más tarde salió con sus manos agarrando la única toalla que lo cubría.
-¡Meryem!, ¡levántate!- esta vez ni si quiera lo dudé, me había llamado Meryem y su usual risa nerviosa no estaba, lo que indicaba que de verdad era importante.
Otros cinco minutos y yo ya estaba fuera del baño, con un Bruce vestido y limpio esperando para lavarse los dientes.
Bruce estaba de arriba para abajo y de un lado a otro, no sabía qué le estaba pasando al chico, pero dijo que necesitábamos salir en quince minutos. No entendía bien el apuro de mi amigo europeo, pero acepté su mini ataque de histeria.
Me cambié lo más rápido que pude con varias capas de ropa para sobrevivir al frío, y en la última, una casaca de Bruce que había descubierto no me quedaba mal. Además, el sol estaba desapareciendo en esta magnífica ciudad y por lo que Bru me comentó el frío aumentaría.
Después de tomar un taxi fuera el hotel, Bruce pidió que nos llevaran a "Festival Hall" y yo alcé una ceja muy confundida ¿dónde pensaba llevarme este hombre? El camino era uno que aún no conocía de la ciudad, y mientras la radio sonaba baja yo iba mirando por la ventana a Melbourne.
El auto se detuvo frente un edificio, color ¿gris?, no se distinguía bien con las luces que estaban prendiendo en el lugar, una fila de muchas personas se extendía hasta afuera del recinto, donde ya habían abierto las puertas y estaban entrando. Un gran cartel a lo lejos colgando en el lugar llamó mi atención, achiné mis ojos para alcanzar a leer y decía: "Hoy; Meet you there tour", no debía estar correcto, lo volví a leer y a la décima vez pude estar segura de que iba a tener un paro cardiaco. Bruce abrió la puerta del taxi y yo coloqué mis piernas en el piso, pero éstas flaquearon y no parecían responderme, por lo que Bru me ayudó.
-Bruce... ¿Qué hacemos aquí?-hablé atónita.
-¡Sorpresa!-me entregó los boletos, ahí estaban, en mis manos, y comencé a llorar. Las entradas color crema con letras negras que estaban impresas decían claramente: "MEET YOU THERE TOUR", abajo salía el logo de "5 Seconds of Summer y parpadeé varias veces para asegurarme de que no estaba soñando, pero al abrirlos el ticket seguía en mis manos y Bruce seguía observándome expectante con una sonrisa en su rostro-Te quedaste muda Mer-se rió.
-Es que... wow-abracé a Bruce y limpié un poco mis lágrimas-De verdad no puedo creerlo, ¡veré a mis bebés, Bruce!
-¿Bebés?-rio-Vamos adentro que en una hora saldrán tus bebes-se burló y sólo sonreí, ¿que podía decirle en estos momentos? Nada sería suficiente para lo que él estaba haciendo por mí, predecía que esta iba a ser la mejor noche de mi vida.
Al entrar caminamos algo perdidos pero, vi como vendían la merch de los chicos, corrí a los puestos para por fin comprar cosas de ellos dejando a un Bruce confundido que no sabía por qué corría. Estaba realmente una ganga comparado lo que me habrían costado por Internet. Luego de comprar me coloqué el polerón que decía 5SOS, la dejé dentro de mis jeans y arreglé el cabello.
-Te ves como una verdadera fan-rio Hetch.
-Lo soy-le quité su gorra y le puse una de los chicos-Te queda bien-reímos.
Luego que los acomodadores nos dejaran en la tercera fila comencé a morder mis uñas, estábamos al lado del escenario, el cuchicheo de la gente sonaba por sobre la música hasta tal punto que casi no escuchaba a Bruce, pero aún así logré prestar atención a una de sus experiencias en un concierto de Michael Bubble, que quedó en la deriva cuando las luces se apagaron.
Mi cuerpo recibió un golpe de energía automático, con un grito eufórico que se me escapó, por el rabillo del ojo notaba que Bruce en vez de ver al es escenario estaba mirándome a mí mientras se reía, como si yo fuese el espectáculo, pero ese día nada importó, mi corazón palpitaba fuerte sufriendo de taquicardia y mis lágrimas se escaparon de los ojos cuando vi a Ashton tan cerca para luego correr a su batería. Calum, Michael y Luke.
Mis cuatro chicos ahí estaban para comenzar con el ritmo de Babylon. " thought we had a place, just our place, our home place, my headspace!"
Estaba plenamente consciente de que Bruce todavía me observaba con detención, entretenido, mas, no me contuve y grité toda la canción entre lágrimas viendo cómo mi sueño se estaba haciendo real. ¡Estaba en un concierto de 5 Seconds of Summer!
Bruce, para mi sorpresa, cantaba conmigo y saltábamos ya en el ritmo de "She's Kinda Hot", Luke se veía tan guapo con esa camisa, no podía despegar mi vista de ese dios, bueno, mi vista se alejo de la figura de Luke para ver como Calum tocaba el bajo, ese chinito moreno era mi perdición. No podía con esto, era mucho para mi corazón.
-Iré al baño Mer, vuelvo rápido-dijo Bruce en mi oído y solo asentí, sin si quiera preguntarle cómo se iba a perder uno de los mayores shows.
Seguí bailando y cantando, grité mucho, probablemente quedaría difónica, y creía que me estaba volviendo loca, pero Luke miraba donde yo estaba, la melodía de "Ghost Of You" me sacó de mi ensoñación, la voz, la musica, todo, estaba destruida llorando cuando Bruce me abrazó para que apoyara mi cabeza en su hombro mientras nos movíamos al compás de la melodía.
-¡Amo ver el amor!, ¡Todos con sus celulares alumbren este bello lugar!-dijo Mike y sonreí al ver a Bruce.
-Te amo Bruce, gracias por todo esto-besé su labios y pensé que yo era la única mujer ahí, besando al hombre de mis sueños, con mi banda favorita. Entonces recordé lo que dijo la pelirroja del hotel, sí, sí era suertuda, y mucho.
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¡Nuevo capítulo! ❤ Gracias por votar y comentar el capítulo anterior ❤
SE VIENE UN MARATON DE AQUELLOS, MUCHAS GRACIAS POR YA SER 200 EN INSTAGRAM 😭💘 FUE UNO DE LOS MEJORES REGALOS DE CUMPLEAÑOS AYER💘
Capítulo editado y co-creado por SmileWithHoran❤
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