Capítulo dedicado a Fany_vargas_ 💘

Meryem.

Eran las siete de la tarde y James estaba más nervioso que yo por la pseudo cita que tenía con Bruce. De fondo sonaba Dancing In the Dark de Bruce Springsteen. Sabía que Jae lo habia hecho adrede, me quería molestar con el nombre de Bruce. Era tan infantil la maldita jirafa.

Message keeps getting clearer
radio's on and I'm moving 'round the place
I check my look in the mirror
I wanna change my clothes, my hair, my face
Man I ain't getting nowhere
I'm just living in a dump like this
There's something happening somewhere
baby I just know that there is

Me gustaba mucho la letra de esta canción, cantábamos y todo fue interrumpido por el grito de James.

-¡Listo! Este será tu look -se veía orgulloso de su outfit logrado para mí.

Miré hacia mi cama, era una camiseta negra básica, con una falda de jeans blanca, unas pantimedias color piel y unas zapatillas, mis regalonas.

-Te vas alisar esa maraña de pelos -desordeno más mi cabello y le di un golpe para que lo dejara, ambos reímos.

-Jae, está bien que vivamos en Guyana, pero necesito una chaqueta o algo, sabes lo friolenta que soy a veces-dije para luego colocar mis manos en la cintura.

-Por esas cosas sigues sin novio-lo miré ofendida- aprendí en Oxford dos cosas-enumeró con su mano-primero, no llevas chaqueta, así Bruce te la dará y a los hombres les encanta ver a su pareja con sus cosas y segundo no te maquillas los labios-sonrió pervertidamente.

-¿Por qué no los labios?-hablé confundida, entendía el razonamiento de lo primero, aunque fuese ridículo lo entendía, pero lo segundo no.

-Porque lo vas a besar y no querrás dejar huella-se rió.

-Eres más loco de lo que creí real mente me superas a veces, James-reí.

-Tendrás que conocer a Britney-sonrió- esa chica vive la vida loca

-¿Ella es?-dije confundida.

-Mi compañera de universidad, te llevarías muy bien con ella, ama a Ashton de esa banda tuya

-5 Seconds of Summer

-Sí, esa, bueno también escucha mucho a One Direction y está obsesionada con Harry Styles, pero admito que la música de ese chico es increíble

-Nunca lo he escuchado, lo buscaré -iba a buscarlo en mi celular cuando James me lo arrebató.

-Mañana, ahora tienes que arreglarte para salir con Niall-habló divertido.

-¿Niall?-fruncí el ceño.

-Es igualito a Niall Horan y decidí apodarlo así

-No le digas así, él es Bruce, además, me gusta el nombre, Bruce Hetch, es cool

-Hetch suena a apellido de corredora de propiedades-me reí antes de entrar al baño a darme una pequeña ducha.

James cumplió uno de sus sueños, que fue alisarme mi cabello y la verdad me agradaba, no siempre lo hacía, pero sentía mi cabello mucho más controlado y manejable. Ademas las manos de este niño lograron que se sintiera muy suave.

-Te ves guapísima, si no me gustara la polla, saldría contigo-me reí y me puse un brillo en los labios, eso si estaba permitido en las reglas de James.

Miré la hora y eran cinco para las nueve, mordí mi labio nerviosa. No iba a mentir, las sensaciones que Bruce me estaba haciendo sentir eran casi mágicas.

Me miré al espejo y el recuerdo de mi primera cita con Josh vino a mi mente.

Aún no podía creer que él me haya invitado a salir, era la quinta vez que arreglaba mi cabello, me fijé que mi trasero se viera como le gustaba a Josh, ¿Cómo ese chico se había fijado en una pequeña como yo? Era dos años mayor que yo y Josh era el chico de mis sueños.

Cabello rubio, ojos azules y el estilo roquero era del todo mi gusto. Josh había comenzado a tener una banda con sus amigos Logan, Kevin, George y Sam. Cada vez que tocaban con James, nos escapábamos de nuestras casas para poder ir a verlos y siempre recibía un guiño por parte de Josh.

El timbre sonó y corrí rápidamente para abrir la puerta , casi quedo sin aire al verlo, ahí estaba con un cigarrillo en la boca, una chaqueta llenas de parches y su piercing en la ceja, me miró sonriéndome.

-Hola pequeña Meryem-besó mi mejilla y salí de casa para seguirlo, era tan guapo.

-Ho... hola Josh-mi voz sonaba nerviosa y quise golpearme, había practicado esto mil veces en el espejo.

-Tranquila... -susurró en mi oído-No muerdo, pequeña- mi piel se erizó.

Recuerdo que después de eso caí completamente enamorada del chico malo de Georgetown, sólo bastó un "Hola" de su parte para que me volviera loca por él. Y bueno, luego pasó todo lo demás.

Mis manos comenzaron a tiritar, no podía salir con Bruce, yo lo iba arruinar, siempre arruinaba todo, comencé a sentir nervios, mi cuerpo quería encerrarse en mi cuarto y no salir, pero ahí estaba James impidiéndome el paso.

-James, lo voy a arruinar-dije angustiada.

-Bueno, arruínalo, pero en la cita, no aquí-dijo firme.

-Ja... -iba a suplicar cuando dos "toc, toc" sonaron en la puerta.

-Tu príncipe te espera-lo miré y tomé una bocanada de aire, giré mi cuerpo hacia la puerta y abrí.

Bruce traía una camiseta de piqué negra, una chaqueta de mezclilla y unos leggins negros. Más unos zapatos cafés en punta, estaba guapísimo.

-Hola Mer...-besó mi mejilla.

-Hola Bru-sonreí.

-¿Estás lista?

-Sí, lo estoy-Bruce me tendió la mano y la acepté.

Cerré la puerta de mi casa antes de que James viniera a molestar y en silencio bajamos a su nuevo auto, un Mercedes-Benz, estaba nuevo y recordé a mi padre; mi papá y su fascinación por los Mercedes era única. Me senté en el copiloto y solté un suspiro.

-Lindo auto-dije mientras Bruce se colocaba su cinturón de seguridad.

-Gracias, los Mercedes son geniales, traje algo para que escuchemos en el camino-buscó en la guantera y salió el disco de 5SOS.

-¡No te creo!-dije feliz, Sounds Good Feels Good, deluxe, estaba en manos de Bruce-¿Cómo lo tienes? Aquí no lo venden

-Vengo de Los Angeles, Mer-rio.

-Cierto...-dije avergonzada y me reí con él.

Las voces de los australianos inundaron el auto y no me aguanté, cantaba a todo pulmón mientras que Bruce conducía, Bruce cantaba algunas veces conmigo y reíamos. Vi cómo se estacionó a las afuera del Caribbean Cinema y lo miré.

-Están en el mes de clásicos...-dijo.

-Amo las películas antiguas, incluso the Breakfast at Tiffany's, es una de mis películas favoritas, la visión de la mujer para ser 1960 es impresionante

-¿De verdad?-dijo feliz.

-Sip

-Genial, porque tengo dos entradas para las nueve quince de la noche para desayuno con diamantes-me guiñó el ojo y sonreí.

-Amo la película, todo el significado, es increíble que la ves en pleno siglo XIX y te sientes identificado-seguí hablando de la película, Bruce me prestaba atención, agradaba que me mirara mientras yo decía mis argumentos.

Antes de entrar fuimos por unos dulces, Bruce me traía de la mano, noté la figura de Logan vendiendo golosinas.

-Hola bienven... -me quedó mirando- ¿Meryem?-dijo impresionado.

-Hola Logan...-dije bajo.

-Mucho tiempo que no te veía, ni si quiera los chicos sabían de ti-me miró burlesco y miró a Bruce-Se parece mucho a Josh-soltó, mi estómago se revolvió- ¿Qué desean?

Yo solo pedí gomitas ácidas, sin decir nada. Miré a Bruce y no se parecía en nada a Josh; no tenía ningún tatuaje o perforaciones, aunque tenía tez clara su cabello era oscuro y definitivamente no tenía la misma mirada que Josh, no, no se parecían en nada.

-Disfruten la película y que el amor no los mate-se burló.

Quería llorar ahí mismo, recordé por qué no salía con nadie. Mi amor había matado a Josh.

El brazo de Bru ya estaba rodeándome, no prestaba mucha atención en la película, a decir verdad, pensaba en Josh y cómo eso seguía afectándome, aunque ya había pasado mucho tiempo. Miré a Hetch y no pude evitar volver a compararlo con Josh, teniéndolo a Bruce aquí a mi lado, tan cerca que podía sentir su aroma repetí en mi mente que no se parecía en nada a mi ex novio, Hetch se veía tan sano, sus pómulos estaban con color y para nada pronunciados, sus ojeras eran meramente por cansancio y tenía una sonrisa que últimamente era imborrable.

-Si tuvieras dinero, me casaría contigo al instante. ¿Harías lo mismo?

- Al instante

- Por suerte, ninguno de los dos es rico

- Sí

Hetch a mi lado se reía a carcajadas por los diálogos de la película, lo cual reafirmó mis últimos pensamientos. De pronto toda inseguridad se fue y no quise estar en otro lugar que en sus brazos, ¿Qué había en Bruce Hetch que lograba tal efecto en mí?

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