04
Niall.
Miraba el nuevo departamento en el que estaba viviendo y se sentía extraño, era pequeño, un poco antiguo y sospechaba que las anteriores personas a mí no habían cuidado de la mejor manera el lugar, aunque era notorio que habían pintado las paredes recientemente todavía podía ver rayones en ellas, quizá un niño lo había hecho. Todo el departamento estaba revestido por una alfombra que exudaba a gritos que necesitaba una buena aspirada, a excepción del baño que tenía cerámica (la cual varias estaban picadas). En la cocina las encimeras estaban cubiertas por grasa acumulada, y en el baño un hedor se escapaba por las rendijas de la ducha. Además, no dormí casi nada en la noche por el ruido a los carros policiales y disparos, por eso mismo, Snake ladró casi toda la noche.
Comencé a hacer una lista mental por todos los arreglos inmediatos que necesitaría hacer, no obstante este departamento era un lugar provisorio mientras encontraba una verdadera casa donde me apeteciera vivir y a la que pudiese llamar hogar, tenía que realizar ciertos cambios que me parecían imprescindibles.
Creo que era una de las ventajas de ser famoso, tenía comodidades a las cuales ahora había renunciado, y ni observando el lugar en el que estaba podía regresar en un avión y volver todo a la normalidad. Aquí estaba, este era el presente, y ni aunque estuviese en el pantano de Shrek podría retractarme.
Bostecé, estiré mis brazos y luego caminé al baño, al lavarme las manos me miré otra vez al espejo y seguía sin reconocerme con el pelo negro. Hace tan sólo una semana me lo había teñido, y continuaba sobresaltándome cada vez que veía a aquella persona de cabello oscuro, que en definitiva no era yo. Me toqué la cabeza y las raíces, ¿cuánto tiempo pasaría hasta que el castaño se adueñara de nuevo? Absolutamente, sentía que si tocaba el espejo acabaría en otra dimensión, con otro yo. Además, había dejado los kilos de maquillaje que me colocaban y a mi piel dañada le comenzaron a salir espinillas, ugh qué horrible.
Me volví a sentir inseguro por mi aspecto, entonces observé al adolescente de quince años en el espejo; aquel que se teñía el cabello de un rubio claro y le disgustaba sonreír, la falta de confianza de ese chico había vuelto; pero esto era lo mejor, necesitaba vivir y no ser explotado por unos productores.
Falta de confianza. ¿Por eso hacía todo esto? Mi mente me decía que esa era una de las razones, y quería creer eso, porque en el fondo sospechaba que la inseguridad era la base de todo.
Comencé a leer en redes sociales los comentarios sobre mi fallecimiento, la situación me parecía casi tragicómica. Poder ver la reacción de la gente en tu funeral, respecto a tu muerte, era un deseo imposible que toda persona había pensado al menos una vez en su vida. Saber qué dirán las personas, a quiénes le afectará, a quiénes le importará, y asimismo, a quiénes les será un pequeño detalle y continuarán como si no hubiese ocurrido gran cosa. Pero ahora que yo estaba cumpliendo aquella ensoñación cósmica desearía no estar haciéndolo, sobre todo porque el sufrimiento de algunos es en vano.
Por supuesto, en mi caso se encontraban ambas personas. En los medios existía la gente que decía que me lo busqué y obtuve mi merecido, pero también existían aquellas que estaban de luto. Me detuve después de leer unos diez comentarios sobre cómo no podían soportarlo ("no quiero vivir en una vida donde Niall no exista" fueron unas palabras exactas), pero no porque no me instaba a seguir leyendo, sino porque me fue imposible leer la pantalla con mis ojos nublados por las lágrimas; me obligué a detenerlas, "fue la única manera de escapar y que no te persiguieran" repetía en mi cabeza.
"Tenías que hacerlo, Niall, tenías que hacerlo", oh, ¿de verdad?, ¿es de alguna manera este remordimiento mejor que mi dolor en la vida anterior? Mi pelea interna se detuvo para reír como un psicópata. "Vida anterior, ni que fueras un gato". Mi mamá se estaría riendo en estos momentos, ella solía creer que tenemos vidas pasadas. Mi mamá...
Supe desde el primer momento en que tendría que ocultarlo de a quienes yo más quería, pero no es hasta estos instantes en que me doy cuenta de cuán difícil es. Aunque no veía todos los días a mi familia, siempre estuve en contacto, y con mis amigos. Ninguno sabía de esta farsa, solo Will, mi mejor amigo que no estaba conectado a la prensa y era desconocido para ellos. Para todos los demás Niall había muerto, y para Will, Bruce había nacido.
Bruce era un simple filántropo que había llegado a Georgetown con la intención de construir su casa en la mejor ubicación que quedaba. Pero, bueno, la extraña vecina que tengo, Mery, me lo impidió.
Me parecía una chica única, amar así un árbol no era normal, tal vez extraña era la palabra que buscaba, de cualquier manera, la hacía genial. Sonreí, por lo menos esa pequeña luchadora de causas ambientales le daba algo de luz a Georgetown, que por ahora se me estaba haciendo bastante lento y gris, ¿cómo era posible que una persona tan pequeña trepara el árbol tan rápido y con tanto coraje? Misterios de la vida.
Descalzo me dirigí hasta mi nueva cocina y coloqué el hervidor para hacerme un café, con mi nuevo teléfono busqué la señal en vivo del matinal favorito de mi madre; podía imaginármela justo ahora viendo el programa con una taza entre las manos, aunque, probablemente estuviera con Greg para no estar sola ni triste...
Aún recuerdo las fotos que se filtraron de mi funeral... me destruía ver cómo mi madre estaba, los chicos, e incluso la expresión de lejanía de muchos, sabía lo que estaban pensando: "¿Cómo no me di cuenta?"
Cualquier pensamiento se borró de mi mente y creo que escupí el líquido caliente en mi boca al ver que tenían ahí a Ann, sentada en el panel, con gafas de sol oscuras y una caja de pañuelos a su lado.
-Como lo prometido es deuda, estamos con la novia secreta de Niall Horan ¿Qué tan bien conocíamos a este chico?
¿Cómo descubrieron a Ann? Cerré los ojos con fuerza mientras trataba de procesar toda esta información, no había hecho yo mi mayor esfuerzo por mantener mis relaciones en privado para que todo salga a la luz ahora. Respiré hondo, rezando para que las próximas palabras de la chica no fueran mentiras. Una de las grandes razones por lo que lo nuestro acabo fueron sus mentiras.
-¿Cómo te has enterado de esta devastadora noticia?- comenzó el periodista a su lado, ella lo observó y luego se dirigió a la cámara.
-Bueno...- comenzó Ann, pero un sollozo le impidió seguir hablando, presté atención tratando de descifrar si eran verdaderas esas lágrimas o no- me encontraba de vacaciones en las Maldivas, pero recibí una llamada de Olly con la noticia y de inmediato tomé el primer vuelo a Los Ángeles
-Olly, ¿Olly Murs?- Ann asintió, aún recuerdo cuando los presenté.
-Niall, siempre fue tan bueno... siempre iba a hospitales a visitar a los niños, le encantaba- mis ojos se abrieron por genuina sorpresa, Ann estaba hablando bien de mí- era la clase de chico que siempre está ocupado, pero cuando no... cuando no tomaba el primer vuelo para estar conmigo, daba lo mismo lo que hiciéramos en el día, podíamos estar en el sillón horas viendo televisión o simplemente hablando, pero siempre me dedicaba lo máximo posible- cuando terminó de hablar pequeñas lágrimas caían de su barbilla hasta caer en su regazo, mientras ella miraba un punto en la nada, estaba verdaderamente conmovida y el hecho de que relatase las primeras semanas buenas, las únicas salvables, terminaba por asombrarme.
Ninguna sola palabra fue mentira, y que lo recordase me dijo que no fui simplemente uno más en la lista.
-Pero de todos modos no era siempre tan perfecto, una vez se enojó porque le tiré el sándwich pensando que era del día anterior- rio entre lágrimas, aquí vamos de nuevo con el sándwich, ¡lo había hecho recién y no me quedaba más tomate para hacer otro!- también se enojó porque tropecé con un alargador y desenchufé el PlayStation- ¡estaba a punto de superar mi récord en la FIFA!- y se ofendió cuando le bajé el volumen a la radio- ¡era "Every Breath You Take" por The Police, a todos les gusta esa canción!
-Veo que no todo era risas con el irlandés- dijo el animador- y dime, ¿cuál fue la razón de su ruptura? Si lo que relatas es tan conmovedor
Ann lo miró y respondió segura.
-Aunque Niall hacía todo lo posible por estar conmigo eso era al principio, luego se mantuvo distante y ya apenas hablábamos por celular, un día él llamó y terminó conmigo sin decir por qué
Ahí estaba lo que me temía: las mentiras. Descubrí que me engañaba y que sólo me usaba con la esperanza de algún día usar dejase de ser privada nuestra relación y poder colgarse de mi fama, tal parece que finalmente lo logró.
No podía seguir con ella después de eso.
La boca de Ann seguía moviéndose, pero ya eran mentiras mezcladas con verdad, así que frustrado bloqueé el celular y lo tiré en el sillón.
Pensar que mi madre pudiera estar viendo esto me ponía mal...
"Tú decidiste esto, sabías que esto podía pasar" por más que me repitiese eso las mentiras seguían resonando en mi cabeza.
Snake me salvó de seguir torturándome y empezó a arañar la puerta, hace tanto tiempo que había tenido un perro que a veces olvidaba que necesitaban salir a pasear, así que agarré la correa que le había comprado el otro día y salí del departamento.
Aunque no llegué muy lejos, la chica árbol estaba haciendo lo mismo y al chocar todas las cosas que tenía en la bolsa volaron esparcidas por el estrecho pasillo.
-Lo siento- dijimos al mismo tiempo.
-No, no, yo lo siento, venga, te ayudo- empecé a recoger todo lo que veía tirado en el piso cuando un peculiar artefacto me llamó la atención.
-¿Un vibrador? - dije tratando de aguantar la risa mientras alzaba las cejas.
-¿Qué? Yo, no, eso no es- su rostro pasó por todos los colores antes de poder formular una oración mientras yo disfrutaba al máximo su momento de vergüenza-que eso no es un vibrador, trabajo con dentistas y me han pedido que fuera a recoger unos implementos, esto es una herramienta de relleno sólo que no tiene la punta... Y de todos modos a ti qué te importa y qué si fuera un vibrador- se apresuró en decir para luego quitarme el artefacto de las manos.
Por supuesto que sabía lo que era, iba al dentista, sólo que me pareció divertido molestarla.
-Ya, ya- levanté las manos en signo de derrota- sólo asegúrate de no andar quedándote ninguna herramienta, digo yo- conocía hace un día a esta chica y ya la había visto avergonzada, feliz, entusiasmada, enojada y ahora me tocaba verla ofendida.
-¿Qué te crees que hago? Pero si quieres te puedo prestar uno, ya sabes, un pequeño regalo de bienvenida- me guiñó el ojo. La sonrisa se fue de mi rostro, ahora ella estaba con la mirada triunfadora.
-No gracias, estoy seguro de que tú lo necesitas más que yo
-Bueno, si no es para ti es para Snake, necesita amigas- apuntó abajo, el perro que había estado en silencio durante toda la charla ahora se encontraba amarrado a la pierna de Mer, como si supiese lo que hablábamos.
- ¡No!, ¡Snake, abajo!, ¡Estas muy chico para eso!
-Cómo crecen...-suspiró Meryem-Bueno, tengo que ir a dejar estas cosas, ¡preguntaré si sobra uno, no te preocupes! - dijo mientras se despedía con la mano y se alejaba.
Así como así había logrado voltear la situación y avergonzarme a mí, ella era una montaña rusa de emociones. Volvía a creer que Georgetown no era tan malo después de todo, la chica árbol estaba iluminando todo mi alrededor.
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¡Nuevo Capítulo! Espero que les guste ❤ gracias por votar y comentar en el capítulo anterior❤
Capítulo, editado y co-creado con SmileWithHoran❤
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