-¡KYAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!- Katarina gritaba de miedo mientras unas cuantas lágrimas brotaban de sus ojos al ver el robot frente a ella, listo para golpearle y matarla.
Pero en eso, María golpeó con su Time Mazine a Geordo, haciéndolo rodar un par de calles.
-¡Sube!- se escuchó gritar a María desde dentro de la nave.
Katarina aún estaba asustada pero pudo reaccionar y entro lo más rápido que le permitieron sus piernas.
La Time Mazine de Geordo se levantaba de una pila de basura contra la que se estrelló, solo para alcanzar ver cómo la nave de María entraba a un portal temporal y desaparecer en un instante.
María seleccionó unos botones en una pantalla holográfica para que se escuchará luego una voz que diga: "Piloto automático activado".
Los controles se alejaron de la chica rubia, dándole permiso para levantarse. María vió a Katarina en un pequeño espacio, agarrando sus piernas con ambos brazos e intentando esconder su rostro en ello.
-Hey, ¿Estás bien?- intentó hablar con la castaña.
-Como si te importara- la respuesta hizo que se alejara un poco.
-¿Qué sucede?-
-Oh, nada, en verdad. Solo que descubrí que dentro de 50 años me convertiré en un rey demonio que matará a millones de personas- Katarina decía esto con una sonrisa nerviosa mientras agitaba sus manos de un lado a otro.
-¿Eso es sarcasmo? Porque si lo es, déjame decirte que no soy muy buena identificandolo-
Katarina volvió a su posición anterior mientras que María intentaba hablar con ella.
-Hey- agitó su brazo -Hey- volvió a agitar -¡HEY!- grito dando un fuerte tirón.
-¡¿Qué?!- grito enojada la castaña.
-¿Se puede saber tan cortante de pronto?-
-Pues la verdad me sorprende que esa actitud no venga de tí- esto confundió a la rubia.
-¿Porqué dice eso?-
-Pues me volveré esa tal Ohma Zi-O y seguramente mataré a toda tu familia. Deberías estar intentando matarme como ese tipo de rojo-
-Ok, primero, se llama Geordo Stuart y con su traje se llama Kamen Rider Geiz. Y segundo, yo la verdad si te odio pero era porque creí que eras como Ohma Zi-O- la castaña volteó a verla con unas pequeñas lágrimas en sus ojos.
-¿A qué te refieres?-
-Las verdad es que nadie sabía cómo eras en este tiempo, tenemos datos históricos, nombres, movimientos armados, etc... Pero nadie registra nada sobre como solía ser una persona, sus gustos, su personalidad, nada.-
-¿Y todo eso del viaje en el tiempo?-
- La verdad es que era un último recurso, pero yo y otros estábamos en contra de esa idea. Pero al final la aprobaron, y decidí venir antes para intentar que tú decidieras no volverte en Ohma Zi-O-
-Wow- se secó las lágrimas -Suena como un buen plan, en verdad. Pero incluso con lo que me mostraste, algo aún dentro de mi quiere que aún me vuelva un rey-
-Si, pero con que no uses el Ride Watch, estará bien-
-¿El qué?-
-El reloj de tu mano-
Al ver su mano, Katarina vio el mismo reloj de hace rato, asustandola porque no se dio cuenta desde cuando estaba ahí.
Katarina lanzo el reloj hacia otro lado de la nave, haciendo sonar el metal de los muros con los rebotes que daba en ellos.
Una mano agarró el reloj antes de que cayera al suelo y escondió el reloj en las sombras.
Bakugo estaba escondido ahí y escucho toda la conversación, haciéndolo tener muchas más dudas que antes.
-*¿Ella es la persona que nos está atacando? Tanto su actitud como el nombre que tiene no son para nada parecidos a la persona contra la que peleé*- dijo viendo el reloj en su mano.
-*¿Alguien que la quiera eliminar? Suena más probable. Pero por cualquier cosa, la vigilaré hasta que sepa que hacer. Estas personas ya parecen tener suficientes problemas con "Ohma Zi-O" *-
En eso, un fierro golpe sacudió la Time Mazine, haciendo que casi salga de su escondite Bakugo.
-Computadora reporte- Maria dijo al aire para que una pantalla holográfica mostrará el exterior.
En eso, la Time Mazine de Geiz estaba golpeando su nave para sacarlas de ese túnel de tiempo.
María quitó el piloto automático y le dijo a Katarina que se sujetará con fuerza. La nave empezó a moverse con brusquedad haciendo que todo lo que no estuviera fijo a la nave empezara a rebotar contra las paredes.
Las cosas empezaron a golpear a Katarina por todos lados, Bakugo también estaba siendo golpeado pero el intentaba no hacer ningún ruido.
María empezó a mover la nave para golpear la de Geordo, haciendo que casi se saliera del túnel. Geordo resistió el golpe y se lanzó nuevamente para sacarlas, poniéndolas en su misma situación.
Se golpeaban el uno al otro esperando sacarse del túnel. Geordo cargó otro ataque, está vez con más potencia para de una vez sacarlas.
La Time Mazine iba a dar una embestida que podría dañar su nave, pero María fue más lista y dejó de moverse para que Geordo saliera del túnel por si solo.
El plan funcionó y ambas chicas estaban celebrando por ello. Pero su celebración duró poco ya que la nave empezó a perder un poco el control.
-¿Qué está pasando?- pregunto Katarina viendo como las luces se tornaban a color rojo.
-No lo sé, creo que los choques con Geiz hicieron que algo se dañara- dijo intentando recuperar el control de la nave.
Con Bakugo, este se encontraba en un montón de cables arrancados que parecían tenerlo amarrado.
-¡Sujetar más fuerte, vamos a...!- dijo María para luego ver qué la nave salía del túnel. -¡CHOCAAAAAR!-
La Time Mazine salió del túnel disparado por los cielos, apenas esquivando letreros que se encontraban en su camino.
-Eso estuvo cerca- dijo María, pero recibió de respuesta un grito de Katarina que apuntaba al frente y mostraba una gran pared que emitía sobre la misma un brillo rojizo.
María intentó maniobrar la nave lo mejor que pudo en ese momento para evitar la mayor cantidad de daño.
La nave chocó contra el muro, resultando en un horrible estruendo metálico que dejó inconsciente a los 3 dentro de la nave.
Varios minutos pasaron para que Bakugo se despertara, viendo que la nave estaba hecha un desastre por dentro.
Lo bueno era que no se veía muy herido, solo moretones y unos cuantos cortes superficiales. Bakugo fue a revisar a ambas chicas, quienes se encontraban bien pero inconscientes.
Bakugo iba a despertarlas, pero pensó en la situación que se pondría si se mostraba ante ellas. Sin poder pensar mucho, Bakugo tomó el reloj que tomó antes y salió de ahí para buscar algún tipo de ayuda o esperar a que las chicas despertaran por si solas.
La puerta de la nave estaba abierta por el choque, así que salió más rápido, pero en el exterior no se veía a nadie cerca.
Era una especie de fábrica abandonada, con ciertas maquinarias que parecían haber sido destruidas o cortadas, que se encontraban cerca del muro contra el que chocaron.
-¿Este es el pasado? No entiendo cómo funciona el tiempo aquí. Es tan raro- pero Bakugo se asustó un poco ya que escuchaba unos quejidos de alguien despertándose.
El rubio se alejó un poco de la nave, esperando que no lo vieran que estaba dentro.
Katarina fue la que salió únicamente, estirándose como si hubiera tenido una larga siesta.
-Eeehhhhh, disculpe. ¿Señorita?- dijo Bakugo tratando de llamar su atención.
Katarina volteó a ver a Bakugo con un rostro dormido. -¿Si?-
-¿Se encuentra bien?-
-Si, ¿Porqué?- dijo estirándose para que luego, Bakugo apuntara a la Time Mazine.
Katarina se quedó unos segundos en silencio para luego gritar -¡NO ERA UN SUEÑO!- asustando un poco a Bakugo
Katarina se dio cuenta de su error y se aclaró la garganta. -Quiero decir que no fue un sueño que nuestro proyecto de ciencias funcionaba, que bueno- dió una ligera risa nerviosa mientras sudaba al intentar engañar a Bakugo.
-*¿Esta chica es tonta o la parió un Teletubie?*- una gota se puso sobre la cabeza de Bakugo ante tal tontería. -¿Necesita ayuda con algo?-
-NO...... QUIERO DECIR SI.......... QUIERO DECIR QUE...........- no sabía que responder ante la situación. -En realidad estamos bien, pero su pudiera decirme dónde está la tienda de repuestos más cercana, sería muy útil-
-Lo siento, no te sabría decir. Y lo siento, me tengo que retirará hora así que te deseo suerte en lo que sea que estés haciendo- dijo Bakugo mientras trotaba para alejarse de ella. -Dios, esa chica es muy tonta. ¿Y ella se supone que se volverá un peligro?-
Bakugo veía de lejos como Katarina intentaba arreglar la nave, pero sin idea de que hacer.
Ella solo estaba moviendo pedazos de metal de un lado a otro, veía los cables rotos creyendo saber lo que hacía.
-¡A quien engaño, no se siquiera como encender está cosa!- Katarina agitaba agresivamente su cabeza ante la desesperación.
Pero a Katarina se le ocurrió una "brillante" idea -Espera, tal vez pueda hacer que un mecánico lo vea y me pueda guiar a repararlo, o tal vez solo pueda hacer que me consiga las partes. Eres toda una genio, Karina Claes.-
Katarina empezó a reír ante su plan maestro, que solo hizo cuestionar aún más a Bakugo.
Cuando dejó de reir, sacó a María de la nave y con varias cosas que estaban abandonadas intentó cubrir lo más que pudo la Time Mazine.
Acomodó a María para que descansará un poco y se dirigió en línea recta a buscar a un mecánico.
Bakugo la siguió con cierta distancia para que no la note, observando como pasaba por varios lugares hasta llegar a una parte con gente en las calles.
Debido a que había muchas personas, Bakugo salió de su escondite para seguir más de cerca a Katarina.
Katarina no se había dado cuenta de su acompañante debido a que estaba distraída, pero ella se detuvo de golpe y con ello también Bakugo.
El estómago de Katarina rugió -Tengo hambre- Katarina siguió caminando, y también casi haciendo que Bakugo se caiga por la ridiculez que hizo.
Katarina seguía recorriendo las calles, más y más lejos, pero ya no estaba concentrada por el hambre que su estómago le daba.
Los sonidos de un estómago rugiendo continuaron por varios minutos, cada vez haciendo más fuertes.
-Ya no aguanto más, tengo mucha hambre- En eso, Katarina vio una cafetería frente a ella, donde decidió entrar a comer algo.
-¡Bienvenida!- hablo un hombre adulto con un delantal.
-¿En que puedo ayudarte?- hablo el hombre.
-Disculpe las molestias, ¿Tiene algo de comer?-
El hombre empezó a hablarle a Katarina sobre varias cosas, todo esto mientras que era visto desde una ventana por Bakugo.
-Tu amiga está inconsciente y tú lo que haces es ponerte a comer. Je, vaya rey demonio que eres.-
Katarina empezó a comer un platillo que le ofreció el amable hombre, ella lo comía como si se tratara de su última cena.
Pero después de unos mordiscos, Katarina parecía tener algo.
-¿Qué sucede? ¿Esta todo bien?- dijo el hombre, recibiendo como respuesta que Katarina se golpearse el pecho con fuerza.
El hombre entendió y le pasó a la chica un vaso de agua con el que pudo pasar su comida.
-No deberías comer tan rápido-
-Lo siento, siempre me pasa- pero Katarina no le tomo mucha importancia y siguió comiendo.
Bakugo se veía ahora decepcionado porque nada en ese mundo era lo que parecía. Fue entonces que...
-Oye, ¿Se puede saber qué haces ahí como todo un acosador?- dijo alguien a espaldas de Bakugo.
Apenas Bakugo se volteo vio una mano tomándolo del cuello de su playera y siendo levantado hasta la altura del rostro del sujeto.
-¿Tienes algún problema con esta cafetería? Porque si es así entonces creo que tienes el problema conmigo- sonaba muy enojado el chico bicolor mientras apretaba el puño.
Bakugo iba a golpearlo en la cara, pero una segunda voz lo detuvo.
-Todoroki, deberías dejar de buscar peleas. Ya dice el dicho "Si te metes con el toro, te dará los cuernos".-
Bakugo abrió los ojos lo mas grande que pudo, y su voz no podía soltar palabras. Se había quedado completamente congelado.
El chico peliverde se puso entre ambos para apartarlos, poniendo sus manos en el pecho de los dos.
Bakugo seguía observando al chico con gran sorpresa al ver lo que creí que jamás volvería a ver.
El peliverde notó la extraña forma de verlo y le recriminó de esto. -¿Qué me ves? ¿Te gusto o qué?-
-Eh.... no, yo- decía mientras su rostro se ponía algo pálido. -¿De..... casualidad te llamas Izuku Midoriya?-
-Creo que me confundiste de persona. Me llamo Akatani Mikumo. ¿Y tú eres?-
-Ehm...... K....... Katsuki Bakugo- El rubio se veía muy nervioso.
-Katsuki Bakugo ¿Eh?- el peliverde empezó a analizarlo de pies a cabeza, poniendolo más nervioso. -No sé que tienes de especial pero me agradas. Si gustas puedes llamarme Yamikumo. Todos mis amigos lo hacen-
-Eh, si. Lo siento tengo que retirarme.-
Una vez estuvo fuera del rango de visión de ambos, Bakugo colapsó. Sus ojos empezaron a soltar lágrimas, mientras que su respiración se cortaba y sus piernas no resistieron, haciéndolo caer al suelo de rodillas.
-Él, él............ está vivo- Bakugo cubrió sus ojos con las manos mientras intentaba hacer el menor ruido posible. -Esto tan feliz. Aunque él no sepa quién soy-
Pero al instante, Bakugo recuperó la cordura. -Un momento, va a conocer a esa chica debo advertirle antes de que- pero una chica le rozó el brazo.
Era María, quien parecía estar con la mirada baja. Ella entro al café poco después de que lo hicieron ambos sujetos.
Bakugo se acercó a la ventana y por ella pudo ver cómo María le disparaba a los tres hombre que se encontraban ahí.
Bakugo se asustó mucho al ver en el suelo a Izuku, pero luego vio como le disparó a Katarina, haciéndola caer sobre la mesa.
-Eres una chica muy problemática- dijo para luego cargarla como si fuera una borracha.
Bakugo se escondió entre unos arbustos viendo como ella se alejaba a paso lento por el peso muerto.
Entró rápidamente al café para ver al peliverde. -No, no, no, no, no. No de nuevo- El chico empezó a llorar por verlo inerte en el suelo.
Pero se calmo en un instante cuando notó que no estaba muerto, sino que estaba dormido. La rubia solo los puso a dormir, haciendo que Bakugo estuviera más tranquilo.
-Debo volver a esa nave antes de que me dejen aquí- Bakugo dejo a los tres en el suelo mientras que iba por otro camino hasta la nave sin ser visto por María.
Una vez a bordo, María viajó al 2018 donde esperó hasta que despertara Katarina. Una vez despierta, le dió un sermón como si se tratara de su madre e hizo encoger a Karina hasta parecer tener el tamaño de una pasa.
Pero esto rápido se recompuso cuando le dijo que le daría unos dulces.
Katarina parecía haber olvidado todo lo pasado hace unos minutos.
-Gracias por estos dulces María-
-Eh, de nada. Supongo.-
-Por cierto, hay algo que no entiendo. Si este tal Geordo está aquí para matarme y que no me convierta en Ohma Zi-O, ¿Entonces porque no estás de su lado?-
-Creí que ya te lo había dicho-
-Quiero decir, entiendo eso de que no soy igual a mi versión futura. Pero porque molestarte en salvarme la vida.-
-Las verdad, aunque seas Ohma Zi-O en el futuro. La idea de matarte no es algo que quiera que pase. Todas las personas hacen un cambio en el tiempo, sean pequeños o grandes.-
-Y en mi caso parece que es gigante-
-Eh..... Si-
-Pero si no quieres matarme. ¿Entonces que harás para evitarlo?-
-Evitare que uses el Ride Watch-
-Pero si ya viste que lo lanze a quien sabe dónde- pero María vió a las piernas de Karina, donde puso los dulces.
En las mismas, el Ride Watch apareció nuevamente, dando otro susto a la chica.
Bakugo también se sorprendió porque lo tenía consigo hace poco.
-¿Cómo es que hace eso?-
-No idea, de hecho, creo que nadie sabe quién creo el drivers y los Ride Watch-
-¿Driver?-
-Es mejor que no sepas. Si no lo sabes, es menos posible que te vuelvas Ohma Zi-O-
-Oohhhh, eres muy lista- el algo sorprendió a la chica.
-Bueno, deberías ir a tu casa. Iré contigo para vigilarte-
-Entendido- Katarina levantó su pulgar en aprobación mientras que ambas se dirigían a lo que parecía ser una tienda de relojes.
Una vez dentro, vieron a un chico de casi la misma edad de Katarina.
-Ya llegué, Keith-
El chico golpeó la mesa frente a él, asustando a Katarina.
-Llegas tarde por media hora. ¿Dónde estabas?-
-Eeeehhhhhhhh, estaba........ Con mi nueva amiga- dijo apuntando a María.
-¿Amiga?- dijo juzgando a ambas por unos segundos.
Su expresión cambió después de unos segundos a una de alegría. -Qué felicidad verte con amigas Katarina. Ya pensé que iba a a quedarte sola, jajajajajaja. Oh, ¿Dónde quedaron mis modales? Un gusto, soy Keith Claes. Soy primo de Katarina.-
-Eh, María Campbell-
-Bueno, señorita Campbell. Espero y pueda acompañarnos a comer- la rubia solo asintió para luego la dirigieran a una habitación distinta.
Bakugo seguía vigilando a ambas desde un árbol cercano, pero aún pensando en lo antes ocurrido.
-El tiempo en verdad que puede hacer maravillas, aunque también puede abrir viejas heridas- dijo Alan desde una rama más alta.
-¿Tú? ¿Cómo rayos llegaste aquí siquiera?- dijo en guardia tomando su espada y escudo-
-No debería preocuparte mucho mi encuentro, Houou Soldier- el saber quién era asombró a Bakugo.
-¿Cómo sabes eso?-
-Ahora mismo no es el problema, pero lo que viene a continuación si lo será-.
A lo lejos, una explosión se escuchó acompañada de varios gritos de personas asustadas.
Bakugo no tuvo más opción que dejar atrás a sus objetivos y a Alan para ver qué ocurría.
-Y así, de una manera muy peculiar, comienza el camino de mi querida rey demonio para volverse el ser que siempre ha estado destinada a ser.-
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