Un nuevo mundo
El portal gris se había materializado y de está salieron los Kyurangers aún en sus trajes.
Lo curioso era que estos habían aparecido en un desierto, todos estaban confundidos ya qué pensaban que estarían en un edificio de máxima seguridad con guardias listos para cualquier cosa.
Pero lo único que los había rodeado era un montón de escombros. Debido a que no había nadie a su alrededor decidieron caminar sin destino alguno.
-¿Esta es el otro universo?- dijo Uraraka algo asustada por su apariencia tétrica. -Se ve muy........ devastado.-
-Si así como está su universo me sorprende mucho que hayan podido viajar al nuestro. No parece haber nada aquí.- Kendo respondió.
En eso, Tsuyu pudo ver una sombra que estaba tapando un poco la puesta de sol -Oigan, parece haber alguien ahí- dijo apuntando en su dirección-
-Deberíamos ir a ver, podría tratarse de alguien herido- dijo Yaoyorozu.
Todos se dirigieron a dónde se encontraba la sombra, escalando una pequeña colina hecha de pura arena hasta que llegaron a la cima de esta.
Pero al llegar ahí pudieron notar algo, no era una persona quien se encontraba ahí, sino una estatua de piedra desgastada con otras varias a su espalda.
-¿Qué es esto?- pregunto Yui.
Bakugo estaba recorriendo los espacios entre las estatuas, viendo lo distintas que eran una de la otra.
Se detuvo un momento frente a una estatua en la que se sostenía una especie de cuerno saliendo del ojo del casco (la estatua de Build) y algo de ella parecía llamar su atención.
Bajó un poco la mirada notando un cinturón con una palanca y dos especies de botellas.
Lo que no sabían es que alguien había notado su presencia usando un pequeño telescopio. No se podía ver quién era exactamente, su cuerpo estaba cubierto por lo que parecía ser una bandera destrozada y que ahora cubría a esa persona del sol.
El sujeto se alejo sin llamar la atención al notar que algo se acercaba.
Los Kyurangers pudieron escuchar unas fuertes pisadas y también como la tierra temblaba bajo sus pies.
Lo único que pudieron hacer era esconderse tras las estatuas de piedra. Acercándose a paso lento, se veía una especie de robot gigante con luces rojas emanando de su cuerpo.
El gigantesco robot parecía estar haciendo una especie de guardia, ya que simplemente se encargaba de observar sus alrededores.
Sen se recargo un poco en la base de una de las estatuas para observar la gigantesca maquinaria, pero por el estado de la piedra y su peso se terminó quebrando un pedazo y causando que llamará su atención.
El robot gigante soltó una especie de rugido que forzó a los Kyurangers a taparse sus oídos. Aunque no hubo mucho tiempo para esto, ya que tuvieron que esquivar el brazo que iba a caer sobre ellos.
Todos salieron disparados en distintas direcciones mientras que las estatuas terminaron en pedazos por la fuerza del impacto.
La gigantesca máquina empezó a dar manotazos en todas direcciones, moviendo la arena de un lado a otro y evitando que cualquiera pudiera ver más allá de la colina.
Cada quien se tuvo que alejar rápidamente, ya que a lo lejos se podían ver más de esos robots acercándose. Bakugo había salido del agujero donde se habían metido y comenzó a correr sin poder ver atrás.
Un robot estaba cerca así que se escondió entre los escombros de lo que parecía ser un avión estrellado.
Las fuertes pisadas hacían que su cuerpo se pusiera rígido. El robot se alejó pero un pedazo del avión rompió su visor y le dejo una pequeña cicatriz en el ojo izquierdo.
Cuando todo se había calmado, salió de los escombros y se limpio la herida que tenía. Por si solo, su traje tapó el agujero de su casco y continuo con su camino y búsqueda por sus amigos.
Aunque por las fuertes pisadas y gran tamaño del robot, la arena cambio de forma y no reconocía donde estaba o siquiera donde quedó el portal que los trajo, estaba perdido.
-¡URARAKA! ¡YAOYOROZU! ¡KIRISHIMA! ¡¿ALGUIEN ME ESCUCHA?!- gritaba en todas direcciones mientras caminaba sin destino alguno.
Para ese momento, había llegado el sol a su punto más alto y Bakugo lo notó. Este encontró un pedazo de tela lo suficientemente largo para cubrirlo entero.
Para evitar morir de calor, desactivo su traje y guardo su escudo en su espalda, cubriéndolo con la tela. Comenzó su caminata intentando encontrar algo familiar pero literalmente todo era igual y que los robots cambiarán las cosas no se lo hacían fácil.
El calor ya era demasiado para él, su vista empezaba a jugarle bromas, haciéndolo ver y escuchar cosas.
<<Vamos a jugar, Kacchan>> una voz infantil se escuchaba en su cabeza, extendiéndose con eco.
<<Aprobé el examen, Kacchan>> ahora una voz adolescente se escuchaba, pero con una figura borrosa materializandose.
<<Deseame suerte en mi experimento>> la voz sonaba más adulto, mostrando un espejismo de un chico peliverde que le sonreía con la mirada ensombrecida.
Bakugo extendió su mano intentado alcanzarlo, pero este empezó a correr lejos de él mientras una bata de laboratorio se movía con el chico.
-Izu.........ku- dijo antes de desmayarse. Bakugo cayó por una colina que lo hizo rodar varias veces, llenándose de arena.
Algunas horas pasaron y por el viento, la arena empezaba a enterrarlo. Unas sombras lo cubrieron por unos minutos, siendo unas personas que al final se lo llevaron.
Un par de horas más, el pelicenizo se despertó sintiendo una toalla fría en mi cabeza.
-¿Mamá?- dijo sintiendo que le cambiaban la toalla a una mojada -¿Mamá eres tú?-
-Shh, tranquilo, te golpeaste la cabeza-
-Tuve una pesadilla. Estaba perdido, y mi mente no dejaba de pasar todo el tiempo con él............. Lo que pude haber hecho-
-Ya, no hay nada que temer. Estarás a salvo del rey Kamen Rider-
Bakugo abrió los ojos de golpes, mostrando que estaban inyectados de sangre ¡¿KAMEN RIDER?!- Se levantó de golpe y notó que el lugar oscuro se iluminó y mostró a una joven mujer rubia. -¿Quién eres tú?-
-Mis disculpas- se levantó la joven.
-Me presento, soy María Campbell- dio una reverencia breve.-¿Y usted es?-
-Ehhhhhhh, Bakugo, Katsuki Bakugo- dijo extrañado viendo el lugar destrozado.
-Gusto en conocerlos señor Bakugo-
-¿Dónde estoy?- pregunto el cenizo.
-Esta en uno de los pocos refugios seguros del rey demonio-
Bakugo parecía confundido pero decidió seguir el juego -Ya veo, ¿Cuánto llevo inconsciente?-
-No idea, te encontraton así cuando buscaban provisiones-
-Entiendo-
-Pero yo no- eso llamo la atención de Bakugo- ¿De dónde vienes? Es imposible que hayas podido sobrevivir al exterior tu solo-
-Bueno, en realidad estaba con unos amigos. Un robot nos atacó y terminamos separándonos-
-Ya veo, espero que tus amigos se encuentren bien-
-Yo estoy seguro que si ellos- pero un "SI" que se escuchó por todo el refugio los interrumpió.
-Permíteme un segundo- María se levantó para ir a otro espacio. Bakugo se levanto lo más rápido posible y se dio cuenta que a su lado estaba la tela escondiendo el escudo.
-Me sorprende que no lo hayan encontrado- Bakugo se puso la capa y el escudo para luego salir sigilosamente.
Mientras pasaba por una multitud que se había reunido a "dialogar" aunque más bien parecía un festival de gritos.
-SILENCIO- dijo un hombre mayor que parecía un soldado. -Entiendo la preocupación de todos, pero estoy seguro que todos aquí pensamos que puede haber un mejor resultado que este-
-¡Pero jugar con la línea temporal es muy peligroso!- grito Maria en un instante.
-Maria, ¿Qué crees que haces aquí?¿Quién le dijo d ella reunión?-
-Nadie me dijo. Sus gritos se oyen hasta la enfermería- eso hizo golpearse en la cara a los "altos mandos" -¿Están locos? Si alguien viaja en el tiempo podría empeorar las cosas-
-Estamos en una guerra muy parecida al apocalipsis. No sé me viene nada a la mente que podría ser peor. ¿Y a ti?-
-¿Cómo podría pensé de esa forma? Pensarlo si quiero podría hacerlo una psoibilidad-
-Entonces no tienes ni idea- dijo un anciano en una silla algo destrozada.
-No es que no tenga ideas, sino que me niego a pensar en ellas-
-Ejem- sonó una voz detrás de María -Dudo mucho que con esos argumentos puedas ayudar mucho, María-
-Giordo Stuart- dijo de forma algo enojada María.
-Entiendo lo que trata de comunicar la señorita Campbell. Pero en serio dudo mucho que el evitar está catástrofe cause más daño.-
María iba a hablar pero fue interrumpida -Aun así, seguimos siendo individuos y como ello también un pueblo. Votemos para decidirlo-
Bakugo seguía moviéndose para buscar la salida mientras veía y escuchaba todo. En eso, un sombrero con un montón de papeles le llegaron para que votara.
El escribió que si y oso rápidamente el sombrero. Cuando llegó a un túnel que vio que daba a la salida, decidió entonces esperar para escuchar los ir iban a decir.
-Bien. Los votos se han realizado- dijo el soldado para que empezarán a contar los votos. -Las votaciones dicen, por solo un voto, que lo mejor será viajar al pasado y matar a ese maldito Kamen Rider-
Bakugo abrió los ojos tan grande como pudo al escuchar esas dos palabras. -Kamen Rider- susurró. -Esto podría detener también lo que ocurre en mi universo.-
-¿Qué susurras forastero?- dijo un hombre a su lado con un libro en su mano.
-Oh, nada. Solo que es muy curioso lo que dicen. Soy nuevo aquí pero no entiendo cómo van a hacer eso-
-¿En serio? ¿Acaso naciste en una cueva?-
-Algo por el estilo-
-Usaran las Time mazines, son máquinas del tiempo. Aunque es una lástima-
-¿Porqué? Podría ayudar a todos-
-El tiempo no es algo con lo que se deba jugar. Además de que a pesar del horror, las historias tienen cierta....... belleza.-
-*Este tipo está loco*- volteo la cabeza aún momento, pero al regresarla, el sujeto despareció de su lado.
-Decidido. Stuart irá al 2018 y matará al rey demonio-
-Sera todo un honor- dijo Stuart para luego recibir aplausos y celebraciones. María se veía enojada y salió de ahí sin ser vista por nadie.
Nadie, excepto el Super Sentai ahí presente. Bakugo la siguió lo más rápido que pudo hasta que llegó a un tipo de taller donde habia unos vehículos gigantescos.
María se subió a la máquina de color plateado con rosa y la encendió para hacerlo desaparecer.
-¿Qué fue eso? ¡Rápido, a las Time Mazines!- gritaron una apersonado alertando a Bakugo.
Este apenas y alcanzo a esconderse, Stuart y los soldados vieron la falta de una Time Mazines, que los hizo enojar un poco.
-Maldita sea María- dijo Stuart apretando sus puños.-
-Giordo Stuart- dijo el soldado mayor -No, Kamen Rider Geiz. Ahora que tenemos un problema más por culpa de María Campbell, te quiero entregar esto.- chasqueó los dedos para que alguien trajera algo.
Bakugo vio un maletín que al abrirlo vio un cinturón similar al de Barcklss.
-Este cinturón te permitirá acceder al poder de los riders anteriores a ti. Debes evitar que está guerra empieza, deberás enfrentarte a enemigos que probablemente ya no se sepan ahora. Y lo más importante...........-
Bakugo se acercó un poco para escuchar mejor, al igual que Stuart.
-Dilo después de mi. Deberás matar a......-
-A Katarina Claes- dijo seriamente para luego ponerse un traje negro con detalles rojos. -No fallare señor-
-Yo se que no lo harás- le puso la mano en el hombro. -¡Todos, preparen la Time Mazines, parte enseguida!-
Bakugo se escabulló entre la gente para subirse a la Time Mazine. -Lo siento chicos, pero si esto nos salva y a nuestro mundo, entonces deberé dejarlos atrás.-
-Aunque se por un poco tiempo- pensó algo preocupado de sus palabras.
No tardó Stuart en subir a la máquina para luego salir disparado a gran velocidad.
Bakugo se aferraba con todas su fuerzas sin usar su espada para no llamar la atención de Stuart.
El viaje no pareció durar mucho ya que al solo pasar unos minutos el ambiente cambio. Por alguna razón Bakugo parecía sentir el aire más ligero.
Stuart bajo los controles como si aterrizara un avión y un sonido acompañado de temblor pequeño lo hizo entender que habían llegado.
Giordo Stuart bajo de la nave y pocos segundos después lo hizo Bakugo.
-Mejor no llamar tanto la atención- dijo Stuart viendo que dejó la Time Mazine por un bosque .
Bakugo se adelantó sin que el rubio se diera cuenta y notó que estaban en una ciudad muy similar a la que vivía Bakugo, pero con una diferencia de edificios.
-Bien, a buscar a esa tal Katarina Claes- dijo para quitarse la tela de antes y seguir con sus ropas normales.
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