Capítulo 5


Brote




—Vete y piérdete entre la mierda, puto inútil. —Lanzó los cuadernos incinerándolos en el aire, —tch.

De nuevo, los constantes acosos de Bakugou; todos se acercaban con lástima a ayudarlo a levantarse.

¿Por qué siempre lo miraban como si fuera débil a pesar de poseer los poderes de All Might?

¿Por qué siempre con lástima?

Su mano empujó la de lida, se levantó y sacudió su ropa, no quería ver a nadie en ese momento.

Caminó sin fin hasta llegar a los comedores, podía ver cómo Ochako miraba dolida los palillos con los que comía, su mirada estaba a punto de quebrarse, parecía que sus amigas no lo notaban pues era más importante sus habladurías que ella.

—Uraraka-san ¿Estás bien? —Como si una explosión rompiera un cristal; ella se levantó de su lugar y abrazó a Midoriya, el abrazo lo sintió distante, no eran cálidos como antes. Pero, no había problema, él lo correspondió hundiendo su nariz en el aroma a Moccachino en el cabello de Ochako, seguía sin ser cálido.

—Deku-kun. —Pronunció en un leve alarido que hizo que Izuku sintiera cálido el hombro. Su posible amor de toda la vida, lloraba.

Todos miraban casi ahogándose la escena, Tsuyu volteó la mirada y Denki le movió la cabeza indicándole un "No"

No le importó y acarició la cabeza de la castaña, no por hacerla sentir bien ni por nada meramente sentimental, era lo que menos quería ahora, lo hizo por costumbre, por programación natural: Esa que te hace consolar con pequeñas caricias a las personas heridas.

Kacchan era definitivamente un idiota, no dejaba su aplastante orgullo ni siquiera por su nueva pareja, seguía siendo bruto y grosero, sabía que Ochako no era nada frágil, pero sus sentimientos eran un malvavisco, era suave dentro de sus emociones y para un sujeto que era bueno agrediendo verbalmente, sería obvio que la lastimaría a más no poder.

—Creo que fue mi culpa, lo obligué a comer mucho pastel de durazno y no sabía que le causaba asco, así que cuando se fue yo lo seguí, y hasta vomitando se ve bien —se sintió estúpida, había metido la pata y eso la hacía sentir triste consigo misma. —Lo incomodé. —Terminó su desahogo.

Hubiera preferido que fuera algo más dramático pero por alguna extraña razón quería meterse entre ellos tres como un juez. —Hablaré con kacchan. —La castaña se despegó del abrazo y miró asustada fundiendo el chocolate en el té verde.

—N-no. —Dijo secando sus lágrimas y poniendo una sonrisa como diciendo:

"No Deku-kun estoy bien ¡Vez! No necesitas hablar nada con Bakugou-kun."

Dio una risita imaginando esas palabras en su mente.

Todos voltearon asombrados por el tono de la risa, incluso la castaña se veía algo confundida.

—Es algo insignificante, Deku-Kun, además creo que —juntó la punta de ambos dedos índices con nerviosismo, —le dará vergüenza

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top