• Detalle •

Todos estaban dentro de grandes mantas: Eijiro con Ashido, Denki con Kyoka, Ochako con Katsuki, Shoto con Momo, Izuku con Tsuyu, etc.

Ochako era débil ante el terror y junto a Denki daban saltos tan notorios que siempre hacían reír a los demás, incluso a Katsuki.

—Viejo, no quiero dormir solo. —Se quejó Kaminari juntando sus dos dedos, —¿Y si está debajo de mi cama?

—Es muy probable. —Masculló Tokoyami, asustando más al rubio.

—Déjate de mierdas anda ve y duerme con las orejas raras, seguro te dejará. — Kaminari se coloreó de carmesí por las palabras de su amigo.

Ochako estaba prensada al cuerpo de Katsuki.

—Saldrá debajo de mi cama y me llevará lejos, —decía temblando.

Bakugou suspiró ¡Todos eran unos jodidos cobardes!

—¡Ochako-chan! ¡Déjanos dormir contigo! —Ashido, Kyoka, Tsuyu, Momo y Tooru gritaron en coro. La castaña aceptó entre lágrimas agradecida.

—¡Katsuki-chan! ¡Déjanos dormir contigo! —Chillaron Eijiro, Denki y Sero. Ganándose una explosión en la cara, pero un gruñido; qué sólo el Bakusquad podía traducir: significaba que sí.

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Las chicas acomodaron sus edredones en el suelo y durmieron técnicamente agarradas de las manos.

Los chicos estaban prensados a un molesto Bakugou:

—Apuesto a que el monstruo no se querrá llevar al pesado de Blasty. — Fue la idea de Kirishima para que todos lo abrazaran a la fuerza, como un repelente efectivo anti-fantasmas.

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El sonido le hizo abrir los ojos, congelados por el terror y el sueño aturdido los hizo pensar en actividad paranormal, hasta que recordaron lo que acechaba por ahí, cuando Denki intercambió miradas con Eijiro el pitido de alerta los hizo destaparse en un segundo.

Los chicos corrieron frenéticos al cuarto de la castaña, casi a empujones.
Sus miradas aterradas, asqueadas, y deformadas por la indignación: se impregnarán por siempre en sus recuerdos.

Tsuyu miraba aterrada el suelo, mientras Momo se cubría la boca para no gritar, Kyoka estaba pasmada mirando alguna dimensión distante, mientras Hagakure miraba confundía, Ochako lloraba agarrando su cabeza y Mina apretaba los dientes para no gritar.