Capítulo 11
• Rivalidad •
—Hey puto pecoso de mierda, suelta a mi mujer, —su semblante era abrumador, Ochako intentó soltar el agarre, pero Izuku apretó su mano.
—K-kacchan sólo vamos a la escuela y pensé- —con su mano libre rascó su nuca, fingiendo nerviosismo. —Kacchan ¿No estarás en desacuerdo con mi amistad con Uraraka-san? — Los ojos rubí emitían una rabia enorme, de inmediato los presentes se quedaron viendo la posible masacre. Y gritando internamente a Izuku que se detuviera.
—Suéltalo, cara redonda. —Miró superior a su novia, ella intentó
jalar su mano, pero Izuku la apretaba más. —¡Cara redonda! —presionó a la castaña.
—¡Kacchan sólo somos amigos! —Dijo nervioso, la castaña miraba algo asustada a su amigo suicida, un segundo, un segundo en el que todos se acercaron frenéticos a la escena con terror en los ojos.
Izuku dio un beso rápido los labios de la castaña, algo sin repercusión en su perspectiva deformada.
—¡Vez Kacchan! ¡Sólo somos amigos! — Contubó su risa, miró como Ochako se alejó asustada y llevando su mano derecha a sus labios, asqueada, la expresión de la chica lo derrumbó por dentro completamente.
¿Qué estaba haciendo?
Estiró su mano para alcanzar al posible amor de su vida, no, a su mejor amiga, y pedirle perdón.
—Ochako, me-
Antes de llegar a ella, un puño se impactó en su rostro junto a una explosión. Su vista borrosa por el golpe logró captar a su amada limpiando duramente sus labios con desespero.
¿En qué estaba pensando?
—¡Bakugou! Cálmate —, Kirishima tomó por detrás a Katsuki antes de que este se lanzara encima del esmeralda.
—¡Suéltame Kirishima! ¡Te mataré a ti y a ese pecoso de mierda! —Denki también intentó calmar a la fiera.
Ochako miró a Izuku en el suelo y después a su novio, estaba seguro de si misma, debía dejar de mirar hacia esa dirección, apretó los labios y corrió a abrazar a Katsuki por el pecho, escondiendo su rostro en el y apretando fuerte, muy fuerte.
—¡Bakugou-kun cálmate! —imploró injustificadamente, era una obvia respuesta que tenía que eludir por simple victimismo, Izuku tenía la culpa, pero es el "débil" así que se debía frenar al "aplastante" por mera moral.
—¡¡Aléjate enana!! ¡Le partiré el culo a ese bastardo! —todos los demás miraban tan aterrados que ni siquiera se acercaron.
—¡Bakugou-kun! ¡Yo sólo te amo a ti! ¡Deku-kun sólo es un amigo! ¡Y nunca será nada más!
El tiempo se detuvo para el reloj de Midoriya, aquéllas palabras retumbaban en su cabeza haciendo eco en lo profundo de su mente. Le dolió, le apachurró el corazón, le rompió el alma. Le destrozó todo sus sentimientos, dolía que ella lo afirmara, sus ojos se llenaron de lágrimas y soltó un suspiro, todos miraron su patético existir.
—Uraraka-san. —susurró.
Se levantó victimario y salió corriendo, él esperaba que ella saliera tras de él, pero al darse la vuelta su mente se atrofió más, la escena frente a sus ojos, no podía procesarla de ninguna manera;
Ochako besó los labios de Katsuki protectoramente , Kirishima sonrió mostrando el pulgar a su amigo, mientras Denki le mostraba los dos; su amigo era todo un galán, según Kaminari.
Katsuki sólo aceptó digno y quizá tranquilo.
Todos se marcharon a su clase,
por primera vez,
ignorando lo que sucedía con
Izuku Midoriya.
⚪⚪⚪
¿Por qué, Uraraka-San?
¿Por qué Uraraka-San?
¿Por qué, Uraraka-San?
¿Por qué Uraraka-San?
¿Por qué, Uraraka-San?
¿Por qué Uraraka-San?
—Uraraka-san ¿Por qué no me seguiste? —reprochaba en la habitación de la chica, buscando entre la ropa de la castaña cuidadosamente. Su mente estaba cansada y aturdida. Encontró un vestido rosa que en alguna ocasión admiró sobre el cuerpo de la chica, lo tomó y aspiró su aroma, obviamente lo encontró en el cesto de la ropa sucia, había material valioso ahí, pero con eso estaba más que enamorado.
—Me pregunto ¿Qué se sentirá meter mi lengua en tu boca? —suspiró lamiendo el vestido, llenándose de un rojo que hagia casi pasar por desapercibidas sus pecas, exhaló fuerte y aspiró de nuevo el aroma, tan excitante, tan sublime, tan delicado, tan perfecto y tan prohibido, se levantó y salió de la habitación de la chica, no volvería a cometer el mismo error.
⚪⚪⚪
Entró a su habitación, se colocó el vestido y se miró al espejo ¡Qué enfermo! Se dijo así mismo, metiéndose entre sus sábanas acariciando toda la extensión de su falo, sintiendo el aroma de Ochako sobre su piel.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top