07

- Me enteré que estás enamorado.

Hyunjin quitó su atención de la malteada de vainilla para ponerla en su amigo peli-rosa que bebía una de chocolate. Jugó con la pajilla de dos colores, suspiro y asintió.

Félix seguía sin creer del todo que su mejor amigo, el mejor que pudo conocer y del que estaba cayendo enamorado (cosa que no iba a decir) estuviera perdiendo el tiempo en una chiquilla que no le daba bola.

Le enojaba.

Frunció su ceño, arrugó la nariz y bufó.

De tan sólo imaginarse al pelinegro con esa chica le hervía la sangre, haciendo tonterías como cambiarse de ropa, peinado o incluso su esencia con la finalidad ¿De qué? ¿Sólo la atención de esa tonta niña?

Él estaba disponible.

Hwang Hyunjin era un chico bueno, el chico más adorable y lindo de la historia. La insensatez de que una simple chica le hiciera perder los estribos a su amigo le ponía celoso, ella que tenía a semejante Dios a sus pies, lo ignora y rechaza.

Estúpida niña inexperta.

Pero él se encargaría de que la olvidaran.

Porque si ella no se daba cuenta de lo que tenía en frente, él haría que lo hiciera. Cuando lo haga, cuando ya haya sido capaz de notar al pelinegro, de notar su chispa, su belleza y su increíble personalidad, cuando ya haya notado a su mejor amigo, a Hwang Hyunjin; éste ya fuera suyo.

- Me imagino que es de esas chicas correctas - sonrió descarado - una niñita buena que nunca se mete en problemas y obedece a mamá y papá.

Hyunjin alzó una ceja a la vez que intentaba entender el porqué del sarcasmo en la voz de su amigo. Félix movía con su dedo la pajilla dentro de la malteada, tan tranquilo y eso lo desconcertó.

¿Se estaba burlando?

- Jisu es educada, sólo eso.

La actitud del peli-rosa lo confundía aún más pues con su respuesta sólo logró hacer reír a Félix, que lo mirase con esos ojos verdes dignos de un gato con tanta intensidad; lo hizo tragar, cuando los labios rosados sonrientes fueron empapados de saliva a causa de esa lengua traviesa que se paseaba tentativamente por estos, relamiéndose.

Como si le estuviera coqueteando.

Prefirió bajar la mirada a su bebida y olvidar la imagen de su cabeza.

La sensualidad que Félix tenía.

Sus vellos se erizaron.

¿En qué cabeza le cabe? ¡No puedo imaginarse a su mejor AMIGO en una escena como esa! Estúpidas hormonas que no le dejan en paz, vamos, no es un maldito puberto de dieciséis años. Es un hombre universitario de veintiún años que ya es lo suficientemente consciente de sus sucios deseos.

Mordió su lengua para bajar el calor de sus mejillas, imaginándose ahora la dulce y tierna cara de la chica que le gustaba.

Jisu era lo que él quería.

Sus pantalones no dicen lo mismo.

¿Qué pasa ahora? Ya había superado esto.

- Ay Hyunjin - dijo entre suspiros tarareando un "tututu" al mismo tiempo negaba con la cabeza y seguía jugando con su popote - tus gustos en chicas son cuestionables.

- ¿Disculpa?

- Para eso mejor ve a una iglesia. Allí hay más santas de las que crees.

- Pues perdóname pero mis gustos no son para nada cuestionables. Los tuyos sí.

- Oh, ¿Y eso porqué?

Hyunjin quiso ocultar una risa sarcástica pero no lo consiguió pues de tan sólo recordar a los tipos con los que su amigo salió en la adolescencia le era irritante hasta no más.

Ganas de golpearlos le sobraban.

- ¿Todavía preguntas porqué? Por favor Félix, la mayoría por no decirte que todos tus ex novios siempre eran unos malditos imbéciles - al peli-rosa le encantaba observar a su amigo con una expresión así, molesta - ¿porqué te gusta meterte con tipos malos? No lo entiendo.

Félix se inclinó sobre la mesa hasta apoyarse con sus codos para no caerse y estar cerca, sonrió al ver como Hyunjin pareció ponerse nervioso.

- Porque los chicos buenos van al cielo pero los chicos malos te lo traen.

Con su dedo pulgar limpio la poca azúcar de la comisura de la boca del pelinegro, acto seguido se lo llevó a la boca. Todo a la vista de Hyunjin.

- Si no me has entendido, eres tan inocente.

Fingió un poco de desinterés al momento en que escuchó un bufido molesto, sonrió sin alzar la vista, al parecer Hyunjin sí lo entendió.

- ¿Porqué te molesta? Ellos no fueran tan malos conmigo.

- Lo fueron si te hicieron llorar.

- Bueno, quizás sí, un poco.

- ¿Un poco? ¡Llegabas a mi casa a las cinco de la mañana ebrio y despechado!

- Al menos llegaba - tomó su mano y acarició tiernamente la piel acaramelada - oye, está bien. Ya no me meto con tipos como esos si te preocupa, aprendí mi lección.

- Que bueno, si no, hubiera roto miles de narices como a tu última ex pareja.

Un tibio sentimiento inundó su corazón pues de tan sólo recordar a Hyunjin ir hasta su casa cuando le llamó entre sollozos e hipidos que Mathew, el último sujeto con quién se involucró, su último ex novio, casi lo golpea por no querer acostarse con él. Llegó hecho todo un demonio enfurecido y de no haber sido por él, su mejor amigo probablemente estuviera en la cárcel, casi mata al chico.

Después de eso, no supo más de su novio.

Mejor para él, de todos modos, ni bueno en la cama era.

- Cambiando de tema, Jisu no es una chica aburrida como juro estás pensando - lo miró acusatorio.

- ¿Ah no? - Hyunjin negó.

- No, ella es-

- La típica chica que usa lentes, bonita aunque no se arregle tanto y que usa mayormente un abrigo grande color pastel o colores claros que combinen con su personalidad de niñita buena - Hyunjin se quedó en silencio y el peli-rosa prosiguió - de notas impecables, risa de princesita y ¿Qué más? Ah, por supuesto, el cliché de todos. Que sea tímida y que además de eso que todos la amen.

- ¿La estuviste espiando acaso?

- Entonces acerté en todo.

- ¿Cómo sabes todo eso? - Arrugó la nariz - ¿Fue Kai no? Nadie más sabe de esto y Minho no sería capaz de delatarme de ese modo.

- No fue ninguno de ellos Hyun - el contrario estaba confundido y eso era tierno - lo que pasa es que es tan obvio.

- ¿Qué?

- Las chicas como Jisu no son lo que exactamente tú buscas - quitó el envoltorio de la lolipop.

- ¿Y tú cómo sabes lo que quiero? - desvío los ojos de la paleta que se metía una y otra vez en la boca de su amigo, siendo succionada y lamida de una forma que, joder, se veía tan experta.

Félix no era inocente, sabía perfectamente lo que estaba haciendo, esperando que Hyunjin diera algún paso a sus insinuaciones, de no ser así, él lo iba a hacer.

Pero primero lento.

- Te conozco Hyunjin, puedo decir claramente que Jisu no es lo que buscas.

- ¿Y qué es, según tú, lo que busco?

A mí, deseó responder.

Pero se abstuvo.

- Buscas amor pero...

- ¿Pero?

- También algo de pasión.

Las manos de Hyunjin se apretaron en cada lado de sus pantalones, la lengua ahora roja de Félix no era buena para su estabilidad varonil.

- Jisu no tiene eso.

- Tú no puedes saber eso, Félix.

- ¿Quieres comprobarlo por ti mismo? Sal con ella y verás que tengo razón.

Fue duro pronunciar eso pero si realmente Hyunjin lo miraba justo así, con esos ojos deseosos pero amorosos al mismo tiempo, porque se sentía como él. Entonces valía la pena el riesgo.

Era peligroso pues estaba dejando camino libre a esa Jisu pero, es Lee Félix, y si él quiere algo. Lo obtiene.

"Pequeña Jisu, pequeña niña, te mostraré todo lo que te has perdido por idiota"


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Todos los créditos a la autora original @Songjae_Choi

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