Cuando el guerrero Oni acabo por completo con su adversario, los gritos de emoción y orgullo de todas las personas comenzaron por montón. El joven había logrado lo que tanto anhelaba, su felicidad se hacía notoria con una gran sonrisa y lágrimas de felicidad cayendo en sus mejillas, era un sueño hecho realidad.

Los guerreros aún seguían en shock por tal espectáculo, aún no se creían que el muchacho había hecho una increíble técnica.

- Bien, creo que todos ya sabemos que acaba de suceder, y por lo que veo, muchos aún están impresionados- dijo el anciano maestro impactado aun- Entonces señores guerreros hagan los honores por favor.

Los cuatro guerreros se pusieron de pie y caminaron hacia Oni llevando una extraña armadura en un cofre. Al presentarse ellos ante el joven, pidieron a los cuatro gigantes que cuidarán el camino del joven. Al terminar los rezos, sin esperar ni un segundo, los guerreros le otorgaron la armadura a Oni.

La ceremonia de iniciación del joven Oni era muy importante, pues sólo de esta manera, conseguiría la aceptación de los dioses y la bendición de estos.

Al acabar los rezos, los Guerreros le hicieron entrega de una hermosa armadura que ellos mismos habían creado.

Esta era brillante y llena de hermosos colores, con una hermosa Luna en el pecho, y se veía que estaba hecha con los materiales más fuerte de estas tierras, era la Armadura perfecta para un guerrero poderoso.

Oni aún no se creía lo que el mismo estaba viviendo, era la experiencia más grande que había tenido en su vida.

- Oye muchacho tienes un poder increíble - dijo el capitán Keeta con una sonrisa- nunca había visto que alguien luchará de esta manera, sin duda tu eres "El elegido".

- Que cosas dices Keeta- Respondió Darmani al escuchar eso- el elegido debe de venir desde los cielos, según dice la leyenda.

- Además, el elegido debe de tener "esa espada" La poderosa espada de Doble Hélice, como cuenta la leyenda- dijo el salvaje guerrero Odolwa con un rostro lleno de disgusto -

Oni no entendía nada de lo que hablaban los guerreros entre sí, pero la emoción no dejaba que pensara en otras cosas, solo se centraba en el hecho de que había logrado lo que tanto quería.

Y para finalizar, Oni se presentó ante todos los habitantes de Termina, mostrando su nueva armadura y con una sonrisa victoriosa que estremeció al público por completo.

Cuando el joven decidió bajar para por fin poder descansar de lo que había hecho, abajo al pie de las escaleras, se encontraba alguien muy especial para nuestro guerrero. Una hermosa joven pelirroja, con una sonrisa delicada y alegre, estaba ansiosa esperándolo con los brazos abiertos.

- ¡¡Oni!! amigo mio- exclamó alegre la simpática joven.

- ¿Healing? ¿Qué haces tu aquí? 
Tu odias los combates, es raro que estés aquí feliz viendo me.- dijo el guerrero dando una pequeña sonrisa -

-¿Qué, no puedo venir a ver la victoria de mi mejor amigo? Tenía que verte ganar Oni, eso me hace feliz- expresó la joven sonriendo tiernamente hacia su amigo-

- Bueno, me alegro de que mi hermosa amiga este aquí para celebrar junto a mi esta victoria- dijo entre risas el joven ganador- cielos te juro que si no estuvieras aquí me sentiría vacío....

Ambos quedaron en silencio unos segundos, pensando en lo que acababan de decir.

En ese momento el maestro Uriichan apareció ante los jóvenes, este había llegado para llevarse a Oni a la mesa de los Guerreros para que disfrutará el lugar que se había ganado.

-¿No los interrupo jovencitos?- expresó el anciano maestro con un tono burlón.

-¡Ah! Maestro, no había notado que estaba aqui...

-Pues veo que estaban conversando muy a gusto par de chiquillos.

-¡Abuelo! Solo estábamos hablando de la increíble pelea de Oni, y de la alegría que me da que él allá ganado este importante evento- dijo contenta la joven amiga del guerrero.

-A pesar de que ella detesta ver a las personas luchar, creo que solo vino a verte hijo-

-¡Abuelo me estas avergonzado! Aunque... en realidad si vine solo por Oni. es mi mejor amigo, tenía que estar aquí apoyando lo ¿no crees?- dijo la señorita algo sonrojada ante esta situación.

-Bueno estuviste viendo me, eso me alegra.

-A lo que vine, Oni tenemos que entrar a Ciudad Reloj, para que vayas con los Guerreros a disfrutar de la celebración como es costumbre de los ganadores.

-¿Oh, debo irme ya? Estoy muy emocionado por esto aun

                                             ..........

El joven Oni entro a Ciudad Reloj, escuchando los aplausos de las personas que ahi residían. Camino directo a la Torre del reloj donde se encontraban los Guerreros esperándolo.

No puedo creerlo, finalmente esto me sucede a mi.

-Amigo, debes calmarte, te ves muy hiperactivo - expreso burlón el Capitán Keeta.

- Este niño ni siquiera se la cree es tan divertido- Darmani reia al ver a Oni tan emocionado..

-Lo siento señores, es solo que nunca me imagine llegar a tanto, es un sueño hecho realidad.

-Disfrútalo mientras puedas- se escucho la voz profunda y amargada de Odolwa interrumpiendo a los guerreros.

-No lo escuches- dijo Keeta- solo esta celoso de que a ti te aceptemos tan fácilmente por ser un guerrero increíble.

Oni seguia viendo a la multitud celebrando no solo el carnaval del Tiempo, si no su increible victoria, era el mejor dia para él.

Por otra parte, el anciano Maestro Uriichan lo observaba con detenimiento, se sentía orgulloso de poder ver a su mejor alumno llegar tan lejos y convertirse en un Guerrero. Pero en su interior también sentía algo extraño, en ese momento pensaba que su alumno y el héroe de la leyenda podían estar conectados de alguna manera, puesto que fue el único en lograr obtener esa armadura, a pesar de haber tenido que pasar por una gran prueba. Oni tenia valor, eso era lo que lo caracterizaba mas y lo que le hacia creer que el era esa persona de la que había leído hace décadas.

El maestro y todos los que ahí celebraban, fueron abruptamente interrumpidos cuando los ruidos de varias espadas sonaron al fondo, junto con los gritos de varias personas.

- Es la tribu de la oscuridad!- gritaban las personas que huían del ataque.

-¿Ellos de nuevo?- los guerreros se levantaron rápidamente al ver el ataque.

Exceptuando Odolwa, él se veía demasiado tranquilo a pesar de haber visto semejante ataque.

- Muchacho, es hora de que pongas en acción tus técnicas- Ikau dio la orden para que Oni los ayudara a desaparecer los de la ciudad.

La multitud no dejaba de correr, el ataque se intensificaba mas debido a los horribles seres que atacaban a la ciudad. Éstos solo se dedicaban a hacerle daño a todos en Termina, ya que decian que su objetivo era encontrar almas para despertar a su "Señor".

Los cuatro guerreros, con armas en mano, decidieron atacar a los intrusos rápidamente, pero se les era difícil, habían demasiados de ellos invadiendo la ciudad y haciendo daños, no podían detenerlos a todos.

Oni por su parte, ayudaba a las buenas personas de Ciudad Reloj a escapar de los ataques de esa malvada tribu, a su vez atacaba a esos enemigos rápidamente sin dejar que alguno le hiciera daño a algún inocente. Aun asi, le costaba siquiera acercarse a ellos y conectar un golpe, nada de lo que hacia estaba funcionando, y las personas a su alrededor confiaban plenamente en él, en su nuevo guerrero...

- ¡Así nunca terminaremos de vencerlos!- El guerrero Darmani se sentía cansado y molesto, no le era fácil eliminar a los enemigos.

- ¡Igual, no podemos hacer más, estamos casi encerrados!- El Capitán Keeta sentia desesperación.

-Oni, solo podía ver de lejos como sus compañeros no terminaban con los problemas y como cada vez más la Tribu de la oscuridad hacia estragos en toda la ciudad. Sintió culpa, dolor, enojo, demasiadas sensaciones se acumulaban el él. La culpa lo lastimaba al verse tan débil ante unos enemigos que solo sabían agitar su espada y golpear a los demás. Pero lo que le hizo reaccionar de manera abrupta, fue un grito que escuchó a lo lejos, un grito que conocia muy bien.

- ¡Ayuda, mi abuelo está herido, y no podemos hacer nada!- Era Healing quien gritaba con muchas fuerzas pidiendo ayuda. En el ataque su abuelo había intentado ayudarla a huir, pero los malvados enemigos le hicieron daño a él y a la joven.

El guerrero de ojos rubí comenzó a buscar con la mirada a su amiga, pero al hacerlo, se topó con una escena horrible.

Un integrante de la Tribu de la oscuridad se había acercado a ella con intención de dañarla, pero se detuvo al sentir una enorme energía proveniente de ella, se dió cuenta de que sería perfecta para un sacrificio.

- Te vienes conmigo, niña, el señor Majora necesita esa energía...- dijo a cuestas, ya que éstos no sabían hablar el idioma de Termina.

- ¿M-Majora?- los nervios la tomaron al escuchar esas palabras- No me interesa quien diablos sea ¡No iré con ustedes!

Al tipo poco le importó lo que dijera la chica, así que la tomó del brazo fuertemente, casi lastimandole, con intención de llevarla con las demás personas para su sacrificio.

Oni no soportó ni un segundo de esto, sintió como el coraje comenzó a fluir de su interior, como su cuerpo y su mente se llenaban de esto, haciendolo enfurecer grandemente. Se quedó quieto un momento, cuando de su propio cuerpo, una luz celeste comenzaba a fluir, ésto intrigo a todos los que ahí estaban, incluso al guerrero Odolwa.

Esta luz cegó a todos ahí por un momento, cuando recuperaron sus vistas, se quedaron perplejos. Oni no parecía el mismo, su rostro había cambiado a un semblante sin emoción, lleno de marcas extrañas en todo éste, sus ojos eran de un colo blanco puro, su cabello brillaba más que el propio sol. 

En ese momento, desenfundó su espada, una enorme espada que parecía hecha de oro, con la cual, con un movimiento rápido, dio un poderoso tajo que partió a la mitad a varios de los enemigos, dejando a los demás con un terror horrible.

De una manera veloz, decidió atacar a los demás, a unos cuantos les dio el mismo tajo, a otros más los hecho a volar con varios ataques circulares llenos de una misteriosa energía, otro grupo fue deshecho uno por uno con más tajos, por último, se acercó a una velocidad inexplicable al que había atacado a su preciada amiga. Lo lanzó con una patada rápida y sin dejarle decir sus últimas palabras, lo clavó en el piso dándole un Golpe de gracia, así liberado a las personas que estaban a punto de llevarse.

Todos se quedaron atónitos con tal cosa, algunos tenían miedo, otros lloraban de alegría y los Guerreros solo observaron llenos de temor y respeto al joven.

Terminado todo, Oni solo cayó al piso, lleno de cansancio y sin saber que había hecho anteriormente...

Healing, corrió sin dudar a ayudar a su amigo.

- Tonto ¡¿Qué hiciste?!-decía con lagrimas en sus ojos, mientras lo abrazaba.

- Creo que te salvé, Healig, no podía dejar que te hicieran daño...

- ¡Tonto!

Toda la ciudad se quedó en completo silencio, no sabían como reaccionar, todo había sido, demasiado increíble para sus ojos.

Oni, solo sonrió con cansancio, y cerró sus ojos para poder descansar, no sabía que había sucedido, pero se sentía bien, su corazón le decía que debía estar tranquilo...

- Sin duda alguna, es una Fiera para pelear- Los guerreros asintieron al mismo tiempo.

Continuará...

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Vaya... Creo que me siento rara al volver a escribir esta historia. Bueno, principalmente pido disculpas por haberme tardado una eternidad, muchos me han pedido que la siguiera, por eso decidí no dejarla al abandono hshshs, peerooo, son muchas explicaciones sobre el por qué me tardé así que me las ahorrare para otro dia hshsh xD

Bueno, espero le haya gustado y les prometo de verdad que de ahora en adelante le seguiré dando atención a esta bella historia.

Sin más que decir, Nos vemoooos!!