Advertencia: lime ?

(ლ╹◡╹)ლ

Te deseo tanto como un niño desea un dulce, te deseo tanto como un jugador de béisbol marcar un home run. Por eso te digo que te deseo tanto que muero por desearte.

No eran una pareja normal, no por ser hombres si no por que todos sabían que no podían soportarse ya que siempre comenzaba con golpes y terminaban con besos.

Todos podían ver la atracción sexual que tenía el ambiente, si pudieran preguntar como era su relación; otras la dirían tóxica, muy complicada, eso no es amor, solo son juegos entre amigos y varias cosas que no son ciertas. La verdad era por que ambos querían llamar la atención del uno y otro para que no miren a otros que no sean ellos.

Por eso siempre se agarraban a golpes pero terminaban besándose con desespero, ninguno se atrevía a dar un paso más para tener una relación estable. Ambos tenían miedo de ser rechazados.

Sus amigos cansados de tanto drama, planearon para que ambos puedan decir lo que sienten. Los encerraron en un espacio limitado de movimientos brutos.

Un Japonés y un británico se encontraban encerrados en una habitación sin ventanas, pequeño con una cama y sin escapatoria.

Escucho al albino quejarse por haberlo encerrado con él.

—Lavi! Abre la maldita puerta. —gritaba y exigía el albino.— si no lo haces le diré a Komui que le quitaste la inocencia a Lenalee

Mientras seguía con sus amenazas veía todo a su alrededor, solo encontró una cama, un ropero, una puerta que no podía abrirse y una llave, la guardaría para él.

—No lo haré prefiero morir para verlos feliz. —decía alegre Lavi detrás de la puerta.— Además quiero ver como gi-ah! Lenalee no me golpees.

—Ya deja de decir idioteces Lavi. —Regaño una voz dulce.— Por favor Allen, Kanda arreglen sus problemas luego les dejamos libres.

Así la dulce Lenalee se llevó a un conejo golpeado a rastras de ella.

Un silencio incómodo se formó, Kanda no era de conversar mucho solo decía lo importante, aunque Allen era la excepción a él, le gusta hablar y decir lo hermoso que son los paisajes.

—Moyashi deja de gritar como niña

—Yo soy la niña, no te fijas en un espejo BaKanda que tu tienes el cabello larg...

Lo callo con un beso, no quería seguir escuchando sus quejas o riñas. Simplemente se dejó llevar por aquel dulce beso el cual se convertía a uno apasionado. Allen apenas podía respirar correctamente y con las suaves caricias que le regalaba Kanda.

Amaba su tacto, sus besos, su mirada dulce y su sonrisa. Eso era la razón por la cual siempre peleaban para poder sentir sus pieles juntas, desear ese anhelado toque entre ambos el reconocimiento de su cuerpo y la lujuria en sus miradas.

Kanda deseaba más contacto con la suave piel, los carnosos labios y sobre todo deseaba hacerlo suyo. Pero cada vez que llegaba lejos de los besos Allen lo pateaba para salir corriendo con la vergüenza en su rostro. Tonto e ingenuo moyashi el siempre conseguía lo que deseaba.

Escucho a Allen quejarse por la mordida en los labios, y como respuesta clavo sus uñas en la espalda de Kanda. Amaba eso los toques y marcas inconscientes que Allen le dejaba para decirles a todos que era suyo.

Y si era de él como él era suyo.

—No me conformo con desearte moyashi quiero sentirte...

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Hola!! Como están *le tiran piedras* bueno si me dormí :"V

En aquí ame escribir como Kanda y Allen esconden sus deseos detrás de sus peleas uwu 💖

Bueno en un rato nos vemos otra vez si mi mamá no me viene a llamar TwT

Espero y les haya gustado.

Nos vemos después ~

Los quiere Anabel ♡