🍂14🍂

。☆✼★━━━━━━━━━━━━★✼☆。

Tema no. 9
¡Presión!

。☆✼★━━━━━━━━━━━━★✼☆。

͜͡➸ Palabras: 925
͜͡➸ Shipp: Ninguno
͜͡➸ Personajes: Estados Unidos (Alfred), Lituania (Toris)
͜͡➸ AU: Crossover con la serie de "Falcon y el Soldado del Invierno" con Estados unidos como John F. Walker (el nuevo capitán América luego de la muerte de Steve Rogers) y Lituania como Hoskins, camarada de Walker.
͜͡➸ Nota: la verdad no me gusta mucho Marvel, pero de no haber sido porque mi mamá me obligó a ver la serie con ella, y que le entregara un odio injustificado a Walker, no me habría nacido la necesidad de hacerle un poco de justicia a este personaje. Ya me conocen a mi y a mi vicio de defender a los personajes secundarios
͜͡➸ Nota 2: John ahora es mi nuevo novio bai

Toda una vida, echada a perder en solo un instante.

Toda la vida siguiendo órdenes, siendo excelente, cumpliendo con lo que tus jefes te pidieron, alcanzando sus expectativas y rebasándolas en cada oportunidad. Ganaste tres medallas de honor, es mucho más de lo que cualquier hombre de tu edad hubiera alcanzado en toda su vida. ¿Verdad?

Tú no eras igual que Steve Rogers, eras de carne y hueso. Sin ninguna clase de droga de superfuerza inyectada. Y siendo de carne y hueso alcanzaste a ser la mejor versión de ti mismo. Pasaste los campos de fuerza, velocidad, inteligencia con la mejor puntuación. Sin excepción. Eras el soldado perfecto. No llenabas los zapatos de tu antecesor, tampoco tenías la tecnología de Iron Man, ni la fuerza de Hulk, pero habías sido capitán algunas veces, y era algo que hacías muy bien.

De repente lo lograste, lo conseguiste. Te nombraron el nuevo Capitán América, el nuevo símbolo de tu país. Tu sueño al fin se había cumplido. Pero no sabías que la pesadilla estaba a punto de comenzar.

Los ciervos del antiguo cap te rechazaron. No le tomaste importancia, incluso les diste un aventón cuando lo necesitaron, aún cuando sabías que no les agradabas. Ellos necesitaban ayuda, y no estabas allí para caer bien a los demás, estabas allí para ayudar y eso era lo que ibas a hacer. Con el tiempo empezaste a entender que no eran ellos los únicos que pensaban en Steve Rogers cuando te veían. Tus jefes, los civiles, tus camaradas.

Ahora lo entiendes. No importa si alguien más está alzando ese escudo, el mundo no te verá a ti, sino a quien lo llevó primero. Pronto todas esas expectativas te cayeron encima, haciendo presión contra tu pecho. Escuchabas sus comentarios en todos lados. Incluso tú mismo te comparaste con él.

¿Pero sabes quién no? Exacto, Toris, tu amigo, es casi como tu hermano. Empezaron juntos en su servicio militar. Fueron en el mismo pelotón y siempre te apoyó en todo lo que hiciste. Todo. Incluso cuando el mundo te daba la espalda, era él quien te tendía una mano. Toris era la persona a la que más confianza le tenías en el mundo. No podías imaginarte sin él a tu lado.

¿Y qué pasó? En el instante en que te inyectaste la droga, supiste que no iba a ser nada igual. Ahora eras como esos supersoldados con los que peleabas. Pero tu cuerpo no fue lo único que cambió, también cambió tu vida entera.

Toris murió por ti. Por protegerte, todo por culpa de esa estúpida niña pelirroja que nadie tenía el valor de matar. Al parecer, ella sí tenía valor para matar a otros. ¿Y qué? Es solo una pequeña chiquilla tontuela con superfuerza.

Pero él no era solo un hombre, era tu sostén. Inmediatamente una segunda inyección se cuela en tus venas. Sientes miedo, corres a Toris, le tomas el pulso pero no notas nada. Quieres creer que estás mal, que imaginas cosas. Lo llamas, una vez, dos veces, tres, cinco. Sin pausas, sin comas, sin mirar que esa mocosa salió corriendo, que todos se fueron, que lo abandonaron a él y te abandonaron a ti. El miedo se convierte en dolor, sientes esa presión en tu pecho que no te deja respirar, esa presión que solo un hombre en el mundo podía cambiar, y ahora te cae encima sabiendo que él ya no está. El dolor se vuelve enojo, y la tristeza se convierte en fuerza. De repente te has vuelto ciego, incluso llegas a creer que no eres tú mismo, que saliste de tu cuerpo y solo te levantas y corres tras cualquier persona que tenga la desgracia de cruzarse por tu camino.

Corres a ese hombre, lo tiras enfrente de la plaza norte, sin notar que hay demasiados transeúntes que comienzan a grabar la escena del nuevo Capitán América, el símbolo del país, matando a ese hombre extranjero con el escudo que alguna vez representó justicia, igual que un psicópata, igual que un asesino. Lo golpeaste tantas veces, su sangre manchó la estrella del escudo. Cuando finalmente entiendes que él está muerto, entiendes que has arruinado todo, absolutamente todo.

Falcón y Bucky te quitaron el escudo, te aferraste con tantas fuerzas a él que te rompieron el brazo. No lo entienden ellos. Era bien sabido que en la guerra civil Steve soltó el escudo para aferrarse a su amigo, pero tú no tuviste opción, te arrebataron a tu amigo, solo podías aferrarte a ese escudo.

Indudablemente fuiste destituido de tu título, de todos tus títulos, en realidad. Borraron tu huella del gobierno. Te quitaron todo, te quitaron tu vida entera. ¿Y todo por qué, por matar a un hombre? Has matado a hombres por todos esos años, pero nunca había estado mal hasta ese momento. ¿Verdad? Pero no te dan oportunidad de hablar en tu juicio. Ni siquiera te escuchan. No les interesa lo que tienes que decir.

Sientes una gran presión en cada poro de tu piel. No puedes terminar así, te dices al verte en el espejo. ¡Eres el Capitán América, tú eres el Capitán América! Te gritas, haciendo eco en ese cuarto de baño. Eso es todo lo que te queda ser. Ya no eres nadie si no eres eso.

Te quitan a tu amigo. Te quitan el escudo. Te quitan tus títulos. Te quitan tu vida. Todo lo que te dejan es esa presión en el pecho, y solamente, pueden enojarse contigo por eso. Sin siquiera preocuparse por qué fue lo que pasó.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top