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Tema no. 27
¡Chispa!
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꒰ ͜͡➸ Palabras: 758
꒰ ͜͡➸ Shipp: ninguno
꒰ ͜͡➸ Personajes: Wy (Wendy), Inglaterra (Arthur). Se mencionan a Australia, Nueva Zelanda, Sealand (Jack, Robin, Peter), y a los hermanos de Inglaterra
꒰ ͜͡➸ AU: Mágico
꒰ ͜͡➸ Nota: El nombre humano de Nueva Zelanda se lo puse yo porque me dió flojera investigar uno aceptado por el canon(?) Está bonito
Arthur era hijo de un dragón. Nació de la chispa de sus fauces junto a sus tres hermanos. Fueron criados juntos por el dragón, hasta que tuvieron que separarse.
Pasaron los años, Arthur se hizo un ser mágico poderoso. Cuidaba un amplio territorio de la isla donde vivían. Las criaturas mágicas le tenían aprecio, incluso los seres territoriales como los unicornios se sentían seguros con él. Al alcanzar cierta edad, Arthur tomó la decisión de separar su vida, y a la mitad de su existencia la vinculó con la vida de sus hermanos. De ese modo, no moriría hasta que cada uno de ellos hubiera perecido antes. Esa parte de su vida que separó de si mismo, se convirtió en una bola de fuego que alimentaba la energía de su casa. Y del mismo modo en que nació, también nacieron sus hijos, y les llamó a su semejanza.
Dado a que Arthur fue el rey de las míticas tierras de Camelot, al primer niño que nació de la chispa de su fuego, lo llamó igual que al aventurero que sembró unas habichuelas mágicas: Jack.
Al segundo niño que nació del fuego de corazón, lo llamó igual que al héroe que robó a los grandes para ayudar a los pequeños: Robin.
Pero entonces, cuando su tercer hijo nació, dicen sus hermanos que fue lo más hermoso que hubieran visto alguna vez, pues el fuego que habitualmente era rojo y naranja, pareció ser recorrido por una ola de colores amarillo, rosa y verde. El fuego comenzó a soltar muchas chispas de muchos colores, y de una de ellas, nació la única niña de la familia. Arthur estaba maravillado por ella. La amaba y la cuidaba como a una princesa. Él mismo sabía que tuvo suerte de tener una hija, y probablemente jamás tendría otra. De ese modo, llamó a la niña que jamás volvería a tener, igual que la niña que llegó a nunca jamás: Wendy.
Después de ella, de la misma manera en que habían nacido sus dos hijos, nació un niño más. Arthur llamó a su último hijo, igual que al niño eterno: Peter.
Con los años, Arthur se volvió solitario e irascible. Poco a poco perdió el amor de las criaturas mágicas, pues ya no se sentían seguras con el ser que se enojaba y perdía el control de sus poderes. Sus hermanos actuaban con cautela y se mantenían al margen con su padre, pero la única que no le tuvo miedo fue Wendy. Ella se preocupó por él, por su cambio de actitud tan repentino, y por mucho tiempo fue la única capaz de entenderlo. A medida que ella crecía, fue revelando habilidades que solo una entidad mágica femenina podía tener, tales como el sacar chispas cuando estuviera ante una emoción fuerte. Si bien, para las entidades masculinas era difícil tener hijos por sí mismos, las entidades femeninas podían tener muchos de ellos. Arthur estaba seguro que una vez Wendy aprendiera a controlar sus poderes, tendría muchos hijos en el futuro. Su magia era muy fértil.
Sin embargo, al cumplir los catorce años, Wendy comenzó a conectarse con los sueños de las personas que dormían junto a ella, y fue cuando miró en los sueños de su padre, que la razón por la que había cambiado tanto era una maldición que le fue lanzada durante una guerra de la que jamás escuchó hablar. Miró en el sueño que al parecer, la cura para revertir la maldición, se ocultaba en el corazón de un volcán en su isla. Cuando despertó, fue con sus hermanos y preguntó si sabían algo sobre una guerra.
—Hace mucho llegaron unos humanos a matar al papá de nuestro padre —explicó Jack—, como es un dragón, creían que si lograban matarle, dominarían el mundo. Así que nuestro padre y sus hermanos pelearon con todo su padre para protegerle.
—¿Por qué protegerían a un dragón?
—Porque si ellos le alcanzaban, el dragón no solo los mataría a todos, sonó que destruiría nuestro hogar por completo. Ellos cuatro salvaron la isla, y a esos humanos también. Desde entonces es que nuestros tíos y nuestro padre viven en los cuatro puntos de la isla, así podrán prevenir que alguien se acerque a nuestro hogar otra vez.
Aquella breve explicación no le había liberado de todas sus dudas. No iba a permitir que el corazón de su padre se oscureciera, de ese modo, se decidió a ir en busca del corazón del volcán. Jack se ofreció a acompañarla, mientras que Robin y Peter aceptaron cuidar de Arthur.
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N/A
Siento que el tema de la chispa quedó un poco a medias, pero realmente tiene más significado del que pude mostrar. Durante su viaje, Wendy puede convertir sus chispas en animas y hadas que le ayudan a ella y a su hermano
Realmente me ha gustado la historia. Es muy hermosa, quizás pueda dedicarle otro shot
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