El día en que nació su hija fue el mejor de su vida.

La concibió durante los días en que su amado Jyudai se convirtió en el rey supremo; quería a Jyudai sólo y exclusivamente para si, no aceptaba tener que compartirlo… por eso lo engañó para ser uno en una noche de ilusión causada por su poder, ya en un estado avanzado en ese momento.

Jamás se esperó que Jyudai le prefiriera sobre todos los demás, sobre esos mocosos que decían ser sus amigos, sobre ese maldito de "Johan". Él le prefirió por sobre todos ellos y eso se los demostró al fusionar sus almas con "Super Polimerización".

Ahora estaban juntos por la eternidad, esa era la mayor prueba de su amor… claro, hasta que nació ella.

Ahora era un espíritu, realmente no creía estar esperando una criatura hasta que un día cualquiera comenzó a sentir que le desgarraban el cuerpo entero, su amado Jyudai también se preocupó (por reflejo también llegó a sentir aquel dolor), fue tanto su propio sufrimiento que para poder comprenderlo volvió al mundo de los espíritus de duelo.

Yubel jamás negará su sorpresa y terror al ver como un ser humano salía de su interior; era un pequeño ser de fino cabello oscuro y regordetas extremidades. Una vez volvió con ella al mundo real, en cuanto su amado Jyudai la tomó con una obvia expresión de sorpresa, ella se había vuelto humano. Su hija jamás pudo volverse un espíritu de nuevo.

La pequeña niña que Jyudai cuida con devoción a su lado, la pequeña niña de ojos dicromáticos y cabello negro, era su pequeña Nephilim.  

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Nephilim: Hijo híbrido entre un humano y un angel.