7.- Ojo
Desde la ciudad hasta la selva, desde los frondosos bosques hasta las grandes pirámides en los desiertos, siempre estuvo con Moz. Siempre con un ojo sobre él, pues el dado de la suerte no siempre estaba de su lado.
Aunque Beto no estaba seguro de cuáles eran las bases de aquella amistad. Mozart era juegos y bromas, siempre actuando de manera frívola; y él, Beethoven, siempre brusco e inconforme, una flecha sin dirección. Eran almas totalmente opuestas y, sin embargo, no podían separarse. Era algo en su vida anterior que dejó una huella profunda en sus memorias y los mantenía unidos: el amor de ambos por la música.
Pero en vista de que no existían guías ni libros que explicaran su extraña relación, Beto dejó de cuestionarse. Ya sea viviendo en la mansión, o luchando contra fanáticos aliens amantes de la música, él y Moz seguirían siendo los mejores amigos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top