Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Ahora usaría esa frase en su vida.

Porque Karma aún tenia esperanza en que Nagisa la notaría. Aún que él tenia una relación con Kaede, la pelirroja no podía evitar amarlo.

— Un día el me amara... estoy segura, tengo esperanza en eso...

Ella solía decirse eso, la esperanza de ese pensamiento se aferró en su corazón como si fuera a matarla.

Lo espero durante tanto, incluso... llego a confesarse entre lágrima y gritos, la esperanza que la había mantenido en una ilusión, fue la misma la que hizo que casi muriera...

— Yo también te amaba... me gustabas, Karma. Pero... tu no eres alguien que podría tener a mi lado, eres brillante y muy bonita... eres mucho para mi. Lo siento.

Nagisa se fue dejándola allí, llorando. Con sus esperanzas rotas, la chica sólo siguió llorando como si el alma se le partiera.