— ¿Estas segura que quieres ese disfraz?

— ¡Si!

— ¿No preferirías... no se, una hada o... unicornio?

— ¡No! ¡Yo quiero bruja!

Halloween se acercaba, por primera vez lo celebrarian en Japón, con los padres de Sinbad, así que su hija mayor, con 3 años deseaba hacerlo con un disfraz, pero de bruja.

— Melocotón. —El ridículo apodo que Sinbad le dio a la niña, por el mismo gusto heredado de su madre. — ¿Por que dé bruja?

— Porque quiero bruja.

La niña los miro y se aferró con un puchero más al gorro de bruja que tenia entre sus manos.

Al final compraron y decoraron el gorro, ninguno quiso seguir discutiendo. Judal, junto a Esra, hicieron el vestido y escoba de la menor. El día de Halloween, Sinbad peino de forma desordenada a su hija, Judal la ayudo a ponerse su disfraz y sus abuelos la llevaron a mostrarlo a todo el pueblo. Solo en la noche, ambos padres comprendieron el porque su hija queria ser bruja.

Su otro hijo, de 2 años, no entendía lo que era halloween o lo que era disfrazarse, pero como solía estar vestido con un mameluco de gato negro... la respuesta era obvia.