The End
Vio la pistola apuntarle a la cara del erizo verde, era la primera vez que realmente miraba a Shadow molesto, bastante molesto. Amy se puso en pie casi al acto acercándose a él.
–¡Shadow basta!– intentó detenerlo –¡Es suficiente, lo encontraste!, ¡No más!
Los ruegos de Amy llegaron a él, y en contra de su voluntad empezó a bajar su arma lentamente. Shadow volteó a ver a la eriza rosa, quien tenía un pequeño corte en su mejilla, la cual tenía dejaba un rastro de sangre. La bala que había usado para lastimar al erizo verde había rozado la mejilla de Amy al salir de su hombro; hubiera jurado que había apuntado mejor.
Shadow asintió haciendo que ella se relajara y esbozara una pequeña sonrisa de tranquilidad. Resopló molesto y con una voz grave se dirigió de nuevo al erizo verde: –Escúchame bien– dijo alzándolo de la chaqueta de cuerno negra, poniéndolo de pie al acto –Te dejaré vivir a petición de ella– habló refiriéndose a Amy –Pero vuelve a meterte con ella o mi familia y te llevaré a un lugar donde ni los buitres podrán encontrarte... ¿Has entendido?
Shadow lo vio asentir de mala manera con aquella expresión de dolor en su mirada, soltándolo por fin. Scourge se puso en pie torpemente huyendo del lugar tan rápido como el dolor se lo permitió, permitiéndole relajarse al fin. Shadow dirigió su vista en su hermano, quien aún yacía amarrado, para así caminar hacia él y con una navaja que llevaba en su bolsillo liberarlo de las sogas que ataban sus manos y pies. –Listo– dijo con un suspiro de alivio. Todo había acabado bien.
–¿Padre te ha mandado?– preguntó Sonic apenas audible mientras acariciaba sus muñecas enrojecidas por las amarras.
–Hmph, no necesito que él me diga que tengo que buscarte para venir hasta acá.
–¿Tú viniste por tu propia cuenta?– preguntó el erizo azul con un dejo de asombro en su voz.
–¡No seas tonto!– regañó golpeando su frente débilmente con su dedo índice –Ella ayudó.
Sonic volteó a ver a Amy quien yacía de pie a la distancia, revisando sus propias heridas. Intentando darles privacidad, o al menos eso pensó él. ¿Amy había llegado ahí por él?, Incluso había estado dispuesta a ser sometida por Scourge con tal de garantizar su libertad.
–De no haber sido por ella nunca te hubiera encontrado– completó el erizo negro –Si has de agradecerle a alguien es a ella, no a mí.
–No tenía intenciones de hacerlo de cualquier manera– bromeó Sonic divertido esbozando una sonrisa –Como siguiente agente de los G.U.N esto tendría que haber sido pan comido para el gran Shadow the Hedgehog. De hecho, pensándolo bien, ya te habías tardado demasiado.
–¡Maldita peste malagradecida!– exclamó molesto. Sonic le sonrió divertido haciéndole entender que esa era su manera de decirle gracias sin ponerse sentimental, y eso era lo adecuado. No sabría cómo manejarlo si fuera de otra manera. Shadow bufó molesto recobrando la compostura desviándole la mirada. Los momentos de hermandad no eran lo suyo –Como sea, andando. No quiero estar más tiempo aquí, los esperaré en el auto. No tarden– dijo por último. Era obvio que ellos dos tenían de qué hablar.
Sonic vio salir a su hermano, y por primera vez en mucho tiempo sintió aprecio por él, cosa que sabía que seguramente desaparecería mañana. Ese pensamiento lo sonreír aún más. Sintió una mirada sobre él, centrando su atención de nuevo en la eriza quien aún permanecía en silencio, con una expresión indescifrable. Sonic rascó la parte trasera de su cabeza sin saber muy bien qué decir aparte de gracias.
–Ummm... Am...
–¡Lo lamento mucho!– el grito de ella le impidió proseguir. Amy se echó a llorar sin consuelo, haciendo que las lágrimas lavaran aquel rostro sucio –De no haber sido por mí él jamás... él jamás...
Amy no pudo completar su frase. Sólo el pensamiento de lo que Scourge pudo haber hecho la aterraba. Vio a Sonic caminar hacia ella con una expresión seria, haciéndola sentir aún más culpable que antes. Era obvio que tenía que desaparecer de su vida después de ese día, sino lo hacía algo peor podía pasarle.
–No volveré a involucrarme– habló Amy desganada –Sé que todo esto te ha pasado por estar a mi lado. Te dejaré y podrás estar con alguien que no te ocasione tantos problemas, alguien como...
La abrazó con fuerza impidiéndole continuar. De nuevo yacía en sus brazos, como en aquella misión en donde se lo había pedido por primera vez. Amy sintió de nuevo aquella fragancia tan típica de él, a loción costosa y gel de baño, dejándola que la envolviera por completo, sintiéndose segura. Su cuerpo encajó perfectamente en el de él, y como en aquella primera misión, pudo escuchar el palpitar de su corazón latir a gran velocidad. Amaba ese sonido.
–Te quiero a mi lado– lo escuchó susurrarle al oído cual secreto de amantes, haciéndola abrir sus ojos por completo –No quiero a nadie más que no sea Amy Rose.
Amy se aferró con fuerza de su playera sucia, sintiendo como las lágrimas rodaban por sus mejillas sin control. Lo que ella había hecho no tenía perdón ¿o sí? ¿Era acaso ella merecedora de su amor?
–So...
Sus labios sobre los suyos la hicieron callar, sintiendo como él sostenía con delicadeza su mentón y con dulzura le dejaba saber que no escucharía protestas ante lo que él acaba de decir, y por primera vez, se sintió tan feliz que fuese un obsesivo del control. Lo abrazó por el cuello y le correspondió a aquel beso que sabía que había estado esperando durante tanto tiempo. Uno en donde ella era aceptado por lo que era, en donde no debía de esconder nada más.
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Sorbió un poco más del té que una vez se había negado a probar. Sintiéndose increíblemente a gusto, algo que jamás pensó que pasaría entre ellas después de toda la rivalidad y problemas que se habían ocasionado.
–¿Así que por fin se lo dijiste todo a Sonic?– pregunto Sally trayendo consigo más galletas.
–Sí, incluso sobre mi amistad con su hermano.
–¿Y qué dijo respecto a eso?
–Bueno...
Inicio del Flash Back
–Tengo algo más que decirte– habló un poco tímida mientras regresaban en aquel Jeep negro. Parte de ella quería que Shadow no pudiese escucharlos con el sonido del viento, pero al momento en que sintió su mirada de reojo en ella supo que no importaba lo bajo que hablara, él escucharía.
–¿Algo más?
–Es... sobre...– estrujó con fuerza su falda rojiza cerrando los ojos. ¿Se enojaría de nuevo? ¿Se enojaría Shadow? –Sobre mi relación con Shadow.
–¡¿Eh?!– exclamó Sonic alarmado.
–¡No es lo que piensas!– anticipó Amy –Es decir, verás... nosotros no nos juntamos por cuestiones de la universidad– murmuró sintiendo la mirada del erizo negro sobre ella con tal intensidad que sentía que quemaría su piel. –Shadow... bueno...– calló de nuevo. Si le decía que Shadow le había pedido consejos sobre su historia, Shadow nunca más le volvería a hablar. Se lo había advertido, Sonic no podía saber que él también tenía el mismo pasatiempo que ella. –Yo le pedí que me ayudara con mi escritura; descubrí por accidente que a él también era bueno en ese tipo de cosas– dijo a suave voz. No le había dicho a Sonic que él escribía, aunque Amy estaba segura que Sonic ya se daba una idea. ¿Se habría molestado Shadow por su comentario?
–¿Entonces jamás hubo algo como un programa universitario?– preguntó Sonic viéndola directamente a los ojos.
–Por supuesto que no Faker– se involucró el erizo negro –Sólo un tonto como tú creería algo como eso– sonrió burlesco, haciéndole fruncir el ceño por su comentario.
–Lo supuse cuando me enseñaste la historia– habló Sonic nuevamente. –Después de todo a Shadow siempre se le ha dado eso de escribir. Parece que el bruto salvaje de mi hermano tiene un corazón en algún lado– regresó sarcástico.
–¡Vas a pagar por...
–Entonces– interrumpió Amy la amenaza de Shadow –¿No estás molesto?
Sonic negó sutilmente con la cabeza, rodeándole con sus brazos, colocando su mentón sobre su cabeza, haciéndola sonrojar. Supuso que eso significaba que todo estaba bien, que entendía o que simplemente no le importaba después de todo lo que había pasado.
Fin del Flash Back
–Eso suena al Sonic que conozco– sonrió Sally. –Gracias por haberlo traído de regreso.
–Realmente fue Shadow quien lo encontró, yo sólo estuve a su lado.
–Aún así, remediaste tu error. Bien hecho.
–Tú también– sonrió Amy con soltura. –Tus consejos ayudaron mucho... gracias.
Ya habían pasado dos días desde aquel incidente y sus leves heridas físicas tanto como emocionales habían sanado casi por completo. Por primera vez en mucho tiempo se sentía realmente muy feliz, sin tener que ocultarse detrás de un seudónimo, sin tener que ocultar su rostro de todos en la escuela. A pesar de que los sobrenombres y los susurros continuaban, ahora que era novia de Sonic y amiga de Sally mucho de todo eso había disminuido. Ahora ya no le importaba que dijeran a sus espaldas, tal vez, había crecido un poco desde que había empezado esa historia.
–Por cierto, escuche que estás en un concurso.
–Así es. Una historia que inscribí hace un mes junto con Shadow– asintió Amy con la cabeza.
–Mmm... ¿Y cuál es el premio exactamente?
–Publicaran la historia en una de las más prestigiosas editoriales, es algo muy...
–Espero que seas tu quien gane– interrumpió Sally con una expresión de tristeza en su rostro. –El padre de Sonic no puede enterarse de que Shadow escribe... no sería agradable.
Amy calló imitando esa misma expresión. Le había dicho a Sally sobre el hobby del erizo negro, sabiendo de alguna manera que mantendría el secreto, o al menos se lo había hecho prometer cuando se le había escapado por accidente. Ella tenía razón, Shadow había inscrito de The Life in a Golden Cage para que ésta fuese evaluada, pero ¿se había puesto a pensar qué pasaría si ganara? El padre de Sonic realmente la hacía estremecer. Crecer en un lugar tan estricto, tanto para Sonic como para Shadow debió haber sido muy duro, sin opción de equivocarse o de poder decidir un futuro diferente al que su padre quería. Ese pensamiento la hizo suspirar pesadamente.
–Sí... eso espero.
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Yacía en el pequeño balcón de su habitación, sintiendo la brisa fresca de aquella mañana con aquel cuaderno en sus manos. Por fin el bloqueo mental que había tenido se había ido y podía escribir aquel nuevo proyecto. La inspiración había regresado a él de manera increíble, todo después de traer a su hermano de regreso. Padre no había dicho mayor cosa por haber sido él quien lo hubiese encontrado, Shadow sabía que para su padre, eso había sido como una obligación o tarea que él tuvo que haber cumplido. Aunque ver a Padre abrazar a Sonic poco después de haberle dicho "Bien hecho" había sido de lo más extraño. Ni siquiera Sonic había sabido cómo actuar al sentir los brazos de su padre rodearlo. Vio que le susurró algo que no alcanzó a oír, y Sonic únicamente asintió con la cabeza. Inexpresivo.
–Es una linda mañana ¿no te parece?– la voz de Sonic lo hizo despertar, viéndolo a la par de él con una amplía sonrisa.
–¡¿Qué rayos haces en mi habitación?!– preguntó Shadow sorprendido cerrando su cuaderno al acto. No se había percatado en qué momento había entrado a su cuarto y se había colocado a la par suya.
–Mañana regresas a la universidad, así que pensé en pasar por aquí.
–Hmph, pensé que estarías celebrando para este momento.
–La celebración será en la noche– sonrió Sonic burlesco –Estás invitado a llegar.
–Estoy seguro que tendré mejores cosas que hacer– se negó dándole la espalda con intención de regresar a los interiores de su habitación.
–Gracias...– el murmuró de Sonic lo hizo detenerse en seco –Amy me contó un par de cosas... sobre ese día.
–Ella estaba muy preocupada– respondió el erizo negro sin verlo en ningún momento.
–Mmm... casi nunca lo demuestra– sonrió Sonic, haciéndolo extrañar –Sabes, siempre que pensé que no le importaba.
Shadow lo volteó a ver, entendiendo que ya no estaba hablando de Amy, que hablaban de él. Suspiró imperceptiblemente y le desvió la mirada.
–Estoy seguro que, aunque no lo diga no significa que no le importes.
–Aún así...– habló el erizo azul con su mirada fija en las nubes y una autentica sonrisa–Nunca me lo esperé. Siempre pensé... no sé... que si alguien llegaba por mí no sería ella ¿sabes? Después de todo, con todos los recursos que tenía Padre, por qué iría directamente arriesgando su vida por alguien como yo.
–Hmph, no la subestimes, es más fuerte de lo crees. Además, era su deber– dijo Shadow con una falsa molestia refiriéndose a él mismo.
–¿Lo era?– preguntó Sonic volteándolo a ver al fin.
–Ella te tiene aprecio, claro que lo era– respondió el erizo negro avergonzado –Ahora deja de pensar tanto las cosas y sal de aquí de una buena vez– dio por concluido el tema.
Le dio nuevamente la espalda, esperando que dejara ese tema en paz. Se adentró nuevamente a su habitación siendo seguido por Sonic, pero era obvio que no pensaba dejarlo solo todavía. Su mirada la sentía sobre sí, haciéndolo de nuevo incomodar. No estaba acostumbrado a pasar tiempo con su hermano menor. Shadow lo volteó a ver con aquel ceño fruncido haciendo que él le sonriera ampliamente.
–¿Es que no sabes cómo llegar a la puerta o qué?– preguntó pesadamente el erizo negro.
–Tengo que salir con Amy.
–Felicidades, ahora vete.
–Iremos a una librería del centro, parece que hoy anuncian a un ganador sobre un concurso donde ella se inscribió o algo por el estilo– indicó –Deberías de acompañarnos.
–No tengo nada que hacer ahí– negó con rapidez. Shadow había olvidado por completo el concurso donde su historia estaba participando. –Además tengo mucho que empacar y algunas tareas por finalizar.
–Bien, como quieras– dijo Sonic alzando los hombros en señal de desinterés –Si cambias de opinión la actividad empieza en una hora.
No le dijo nada más para verlo despedirse con un ademán de mano y salir finalmente de su habitación. Shadow se sentó en el borde de su cama suspirando con pesadez. No estaba seguro si se acostumbraría a esa nueva rutina de llevarse bien con su hermano menor, le gustaba pelear con él, era divertido. Aunque era agradable no quererse destruir constantemente. Su celular sonó de repente viendo que tenía un mensaje entrante.
¡Hoy es el gran día! Estoy muy nerviosa,
Sonic vendrá por mí en media hora, espero verte ahí.
¿No es emocionante?
-Amy-
–... Yo no tengo nada que hacer ahí– se dijo a sí mismo –Mi futuro ya fue decidido– habló con pesadez sin poder evitar ver una vez más el cuaderno en sus manos.
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Había más gente de lo que había pensando y los nervios empezaban a hacer notar. ¿Realmente ella tendría una oportunidad? La historia era algo antigua, pero siempre la consideró bastante buena, después de todo no había podido inscribir "El Reino de Fuego" pues no estaba terminaba en ese momento. Sonic tomó su mano y le sonrió confiadamente, intentando darle ánimos.
–Estoy nerviosa...– murmuró apretando su mano con fuerza.
–Lo sé, pero estoy seguro que te irá bien– sonrió confiado –Además, después de lo que he visto, realmente eres muy talentosa.
–Gracias– sonrió Amy un poco más tranquila –Por cierto ¿No le dijiste nada a Shadow?
–Sí, lo invite a venir, pero no quiso– negó con la cabeza –¿Por qué me pediste que lo invitara?
–Pues... a él le gusta mucho todo esto– dijo desviando la mirada. La razón era otra, después de todo él mismo había metido una historia en el concurso, aunque eso no se lo podía decir.
–¡Gracias a todos por venir el día de hoy!– habló la encargada del evento. Amy aspiró profundamente apretando con mayor fuerza la mano de Sonic. –El día de hoy anunciaremos al ganador del concurso, quien recibirá el privilegio de que su obra sea publicada– una serie de aplausos llenó toda la librería. –Bien, sin más preámbulos aquí les traigo el nombre del ganador– dijo tomando un manuscrito –Y el ganador es... ¡The Life in a Golden Cage por Shadow the Hedgehog!
Supo dentro de ella que todos aplaudían a alguien que no estaba ahí, y a pesar de eso, en su cabeza un silencio sepulcral tomó lugar. Todos los sonidos se volvieron sordos y no pudo evitar ver a Sonic de reojo, quien tenía una clara expresión de asombro, y quien al acto le clavó la mirada, casi como pidiéndole una explicación. Amy no podía decirle que lo sabía, o que en ese mismo lugar era donde había empezado toda su amistad.
–¡Ahí está, por favor pasa adelante!– escucharon ambos decir a la chica frente al mostrador. Amy y Sonic voltearon a ver a sus espaldas para ver al erizo negro, casi con la misma cara de sorpresa que ellos.
Shadow fue llevado casi en contra de su voluntad al frente para que le dieran su debido reconocimiento. Se le notaba anonadado por todo el suceso, como si aún no lo pudiese creer. Amy lo observaba con atención, sintiendo aún de tanto en tanto la mirada de Sonic sobre ella.
–Tú historia será publicada el otro mes en esta tienda y todas sus sucursales, ¡Felicidades!– dijo la encargada de la tienda.
La gente poco a poco empezó a marcharse una vez entregado el reconocimiento, dándole a Sonic el momento de acercarse a su hermano, quien aún no se movía de su lugar, parecía incrédulo de lo que acaba de acontecer. Amy lo siguió en silencio, era más que obvio que ella sabía que su hermano se había inscrito a ese concurso, sin embargo, parecía que había sido un secreto entre ellos dos, seguramente a petición de Shadow.
–Hey...– llamó Sonic en suave voz y una pequeña sonrisa –Mmm... felicidades. No sabía que realmente escribías... tú sabes, así de serio.
–No pensé ganar– negó el erizo negro con la cabeza.
–Te dije que eras muy bueno– habló Amy con una expresión un tanto preocupada. Sally le había dicho lo que podía pasar si el padre de ellos se enteraba.
El erizo negro no dijo nada al respecto. Su mirada yacía perdida en el pequeño trofeo con forma de pluma sobre un papel en color bronce. Toda su vida había soñado con ser un escritor, pero su padre jamás se lo hubiese permitido. Había trazado todo el rumbo de su vida prácticamente al nacer, ¿Estaba bien que todo eso pasara?, ¿Era algún tipo de señal?
–Estoy seguro que debe ser una gran historia– alentó Sonic, alejándolo de sus pensamientos. –Deberías de considerar en realmente dedicarte a esto, ¿no lo crees?
El erizo negro sonrió a penas perceptible. Los vio a ambos fijamente asintiendo con la cabeza. Su padre había tenido control de su vida el tiempo suficiente, tal vez era momento de empezar a vivir su vida como él consideraba mejor.
–Eso haré– dijo Shadow por último. Sin decirles nada más caminó fuera de la pequeña librería.
Amy lo observó irse hasta perderse completamente de su vista. La expresión de preocupación grabada en su rostro no podía borrarse, realmente temía las consecuencias de lo que acaba de ocurrir.
–Todo estará bien– escuchó la voz de Sonic –No te preocupes– le sonrió ampliamente.
–Sí...– asintió. Aún pensativa.
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Dos semanas habían pasado desde el concurso y pronto Sonic y Amy entraron a vacaciones de mitad de año. Amy no había podido comunicarse con Shadow bajo ningún medio, y Sonic le había comentando que ese día al regresar a casa su hermano ya se había marchado a la universidad. Desde entonces él tampoco había podido hablar con él, al menos hasta que recibieron una nota.
–¡¿EH?!– exclamó ella con asombró –¡¿Qué quieres decir con que se fue?!
–Dejó una nota diciendo que haría un viaje buscando su propio camino, que no nos preocupáramos y que no intentáramos buscarlo. Tu sabes como es Shadow– respondió el erizo azul sintiendo la suave brisa. –Parece que jamás regresó a la universidad, en su lugar fue a algún lugar donde padre no lo encontrar; o eso creo yo.
–Parece que buscará su propio camino de ahora en adelante– murmuró al eriza pensativa.
–Ya era hora– sonrió Sonic ante el pensamiento –Padre ha estado sobre él durante muchos años ya.
Amy sonrió ampliamente. Al final, parecía que todo se había resuelto para mejor. La brisa de verano acariciaba su rostro mientras las hermosas hojas de los árboles empezaban a caer en su danza, bañando el suelo de un color rosa. Los árboles de cerezos había florecido al fin. Yacían en el parque central de Station Square admirando el paisaje, últimamente salían mucho a ese lugar. A Amy siempre le había gustado mucho admirar los árboles color rosa desprender sus pequeñas flores. Era casi mágico para ella.
–Sabes...– habló Sonic captando su atención –Termine de leer el Reino de Fuego, y me percaté que aún no tiene un final.
–Claro que lo tiene– sonrió Amy por respuesta –Lo termine de escribir tan sólo ayer.
–¿En serio?
–Sí, de hecho...– pausó sacando algo de su bolso –Mira– indicó sacando unas cuantas hojas.
Sonic tomó las hojas en sus manos para ver el último capítulo de la historia de su libro y empezar a leerlo con intriga:
-.-.-.- Después de la derrota de su mayor enemigo, por fin Erie pudo sentir como el mañana brillaba para ella, esta vez no estaría asustada de perder a Aarón, o de enseñarse tal cual era ella, su verdadero ser afloraba por primera vez. Aarón, un extrajeron de otro reino, había decidido quedarse a su lado, a pesar de ser tan diferentes uno del otro. De todas la había escogido a ella.
–Aarón...– murmuró Erie con cierta timidez mientras yacía en sus brazos –Hay algo que quiero decirte.
–¿Qué sucede?
–Yo...– susurró sintiendo como sus mejillas se tornaban carmesí –Yo creo que... te amo.
Aarón la vio con sorpresa. Ella jamás le había dicho algo como eso, de hecho ninguno de los dos lo había hecho. Eran demasiado recelosos con todo lo referente a su corazón y a entregarlo. Aarón se mantuvo en silencio, viéndola fijamente para decirle al fin... -.-.-.-.-.-
Sonic dio vuelta a la hoja, pero ya no había nada escrito después de ese punto. Volteó a ver a Amy quien mantenía su mirada en su regazo. Oculta de él.
–No está terminado– habló Sonic al fin.
–Es que...– musitó –No sé qué siente Aarón al respecto de la confesión de Erie.
–¿Uh?
–Sonic– tragó Amy saliva pesadamente –Yo realmente te amo- dijo con unos labios temblorosos a baja voz. –No sabía cómo decírtelo antes...
Sonic le sonrió con dulzura sin decirle nada, y así, buscó entre su bolsillo una pequeña pluma para escribir algo sobre aquellas hojas blancas. Amy vio con atención lo que hacía, pero sin poder leer nada de lo que él escribía. Sonic terminó para así entregarle las hojas con aquella sonrisa, y sin perder tiempo leer lo escrito con atención.
-.-.-.-.- Aarón se mantuvo en silencio, viéndola fijamente para decirle al fin...
–Yo también te amo, sin importar qué... sin importar el tiempo. Eres la única para mí–
Y así se quedó con ella para sostener su mano en la adversidad y vivir junto a ella todas sus sonrisas como todas sus lágrimas. Por fin había encontrado lo que había buscando durante tanto tiempo, y sabía que nunca más la dejaría ir.
The End -.-.-.-
Amy abrazó el final más perfecto, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas de felicidad. Una historia de amor ficticia que había terminado en la más bella de las historias de amor jamás contada.
–¿Te gustó ese final?
–Fue... perfecto.
¡GrAcIaS pOr LeEr!
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