Día 3 [CROSSOVER]
Advertencia:
Me aprovecharé del crossover, y este fic será meramente random y con lo que yo considero "humor"
°
“Tenemos demasiadas vidas alternas, paralelas...
...Pero sólo en una podemos encontrarnos”
Bakugou introdujo sus manos en los bolsillos del pantalón, y chasqueó la lengua molesto mientras caminaba por los pasillos de la academia. Era sábado, lo que significaba día libre, pero para el rubio no era más que basura. Aquella mañana había sido fastidiada por completo, cuando Iida ingresó a su edificio y gritó como idiota que Shōto bastardo bicolor Todoroki tenía visita.
Oh sí, el mismo imbécil de la escuela Shiketsu que arruinó su pasantía.
Y no es que le interesara precisamente lo que hacía el semi albino con su tiempo libre, poco y nada podría importarle aquél idiota con cara de estreñido, pero Bakugou había planeado retarlo a una buena lucha como entrenamiento y así pasar el día. Sin embargo había venido el imbécil de Inasa a joderlo todo.
Con el humor más empeorado que antes, Bakugou continuó su camino sin notar que sus pies lo habían llevado hasta la habitación de Kirishima. ¿El idiota de su amigo estaría? Quizá no, él era bastante hogareño y adoraba a su familia, solía disfrutar de sus días libres para entrenar en casa.
Con un gruñido y sintiéndose como un verdadero imbécil, regresó sobre sus pasos con la idea de ir a la habitación propia y tomar sus pertenencias para ir a la ciudad a pasar un rato. Sin embargo, Bakugou se detuvo a medio camino, pues frente a él, y levitando en el aire con una traviesa y brillante sonrisa, había un niño.
—Tú eres Bakugou Katsuki —afirmó el menor con una aniñada voz. El mencionado frunció el ceño con confusión y disgusto.
¿Cómo no hacerlo, si el niño frente a él era de lo más extraño? Ojos heterocromáticos color verde y violeta pastel, que en su oscura pupila yacía el dibujo de una pica y un diamante, iguales a los símbolos de un juego de cartas. Su desordenado cabello era de un color blanco que fácilmente podría confundirse con aguamarina o lila, y sus mal cortados mechones danzaban al vaivén del cuerpo infantil. Su ropa era extraña, tenía un gorro rosa, chaqueta rosa, camiseta verde limón y pantaloncillos cortos de color azul. Además, por debajo de la chaqueta colgaban dos trozos de tela simulando una extensa
bufanda, que flotaba en el aire. Los pies del niño estaban descalzos, y en la aniñada mejilla derecha, por debajo del extraño ojo, había un corazón de color rosa tatuado.
— ¿Quién mierda eres tú? ¿De dónde saliste?
El niño soltó una risa. —Me llamo Teto —contestó sonriendo —. ¡Ah! Pero eso no tiene importancia ahora, sino lo que harás en un futuro. Aunque ya lo he visto y no es bueno, Katsuki... —Murmuró juntando las cejas y llevándose un dedo a los labios.
Bakugou frunció aún más sus cejas, y extendió ambos brazos preparándose para algún ataque.
— ¡No me llames así, desgraciado! —Gritó —, ¡y dime qué es lo que quieres de mí!
Teto sonrió macabro. —Tan mal hablado como siempre, ¿eh? No te preocupes, Katsuki —se acercó ligeramente al rubio —, pronto lo sabrás.
— ¡¿Huh?! ¡¿De qué hablas maldito?! —Hizo estallar sus palmas un poco.
—Te estoy dando una oportunidad —dijo alzando un dedo —, una sola que muchos mortales desearían tener.
— ¡No entiendo nada de lo que dices!
—Katsuki —pronunció chasqueando índice con pulgar, y apareció una pequeña figurilla de cristal de un tablero de ajedrez —, ¿te gustan los juegos? —Preguntó tomando al rey —. Espero que sí, anhelo mucho ver que harás en mi mundo.
— ¡Oi! ¡¿De qué mierdas estás hablan... ?!
— ¿Bakugou? —El mencionado volteó con sorpresa, para encontrarase con el confundido rostro de Todoroki, que lo miraba en espera de una respuesta.
¿No que el imbécil estaba con Inasa?
— ¿Qué estás haciendo aquí, bastardo? —Respondió a la defensiva cruzándose de brazos.
Teto soltó una risa, y luego un suspiro que atrapó la atención de ambos chicos.
—Katsuki-chan, ya me voy —informó —. Pero no lo olvides, te estaré observando. Y recuerda, nunca doy segundas oportunidades a simples mortales, haz las cosas bien en esta dimensión y no permitas que tu pieza de ajedrez perezca.
— ¿Huh?
—Ya, ¡adiós Katsuki-chan! —Gritó sonriendo, y en un pestañeo el extraño niño desapareció sin rastro alguno.
Todoroki frunció el ceño. — ¿Ese niño acaba de llamarte...?
— ¡No lo digas!
—De acuerdo. Oh, mira —dijo el bicolor señalando el sueño —. Ese niño dejó caer una figura. ¿Qué es?
Bakugou se acercó con recelo, y recogió la diminuta pieza de cristal. —Es un... ¿Peón?
De pronto, una brillante y cegadora luz brotó del cristal, Katsuki lo dejó caer de inmediato pero éste se mantuvo en el aire y vibró con fuerza amenazando con estallar.
— ¡Voy a explotar esa cosa! —Gritó Bakugou preparándose.
Todoroki lo miró en negación. —No lo hagas, no sabemos qué es.
Pero en medio de la discusión, el pequeño y casi diminuto peón se elevó a mayor altura y con un tintineante sonido absorbió dentro de sí a Bakugou y Shōto.
°
—Maldita sea... —Gruñó Katsuki sentado en el suelo —. ¿Dónde mierda estoy?
— ¿Bakugou?
El mencionado volteó a ver al bicolor, que estaba de pie observando todo a su alrededor con gran impresión. Y es que no era para menos, pues todo árbol, edificio y objeto brillaba con alegres y chillantes colores. El rubio volvió a mirar a Todoroki, como si recién recordara que ese idiota también estaba ahí, en un lugar desconocido por culpa de un mocoso extraño.
— ¿Dónde crees que estemos? —Cuestionó el semi albino.
—Tch, ¿y yo qué demonios voy a saber?
— ¿El niño no era amigo tuyo?
— ¡Como si lo fuera! —Gritó fastidiado —. Sólo se me apareció de repente.
— ¿De repente?
—Eso estoy diciendo inútil —respondió poniéndose de pie —. Apareció de la nada, ahí frente a mí y dijo todas esas mierdas.
— ¿Qué cosas?
El rubio chasqueó la lengua irritado. — Nada, olvidalo. Vámonos de aquí, bastardo.
— ¿Sabes a dónde ir?
La paciencia de Bakugou explotó.
— ¡¿No te acabo de decir que no tengo ni puta idea de dónde estamos?!
Shōto alzó las manos en señal de rendición. —De acuerdo, lo siento Bakugou.
— ¡Si quieres quedarte aquí es problema tuyo! ¡Pero yo me largo! —Gruñó caminando hacia un frondoso bosque.
El bicolor suspiró, y rápidamente lo siguió de cerca.
Ambos jóvenes caminaron por un buen rato, en dirección lineal, Bakugou propuso encontrar un río y desde allí avanzar mientras que Shōto le advirtió que pronto caería la noche y necesitarían un lugar al que ir. Otro rato más tarde, el dúo llegó a lo que parecía ser el corazón del bosque, pero pestañaron perplejos cuando alrededor de ellos se alzaron diversas puertas con extraños símbolos en cada una.
— ¿Qué mierda es esto? —Murmuró Bakugou cuando se acercó a una de las puertas. Un extraño símbolo tallado de un pulpo se alzaba en relieve sobre la madera —. ¿Ansatsu... kyoushitsu? —Leyó debajo del grabado —. No entiendo ni un carajo.
Todoroki, en silencio, caminó en alrededor del sitio y deslizó sus manos por las maderas, dibujando sobre cada símbolos puesto en cada puerta. De pronto, se detuvo en uno. Sintió su corazón latir de forma extraña, y se aventuró a tirar del pomo.
— ¡Espera, bastardo! —Alcanzó a oír, antes de doblarse de dolor y gimotear ante el nauseabundo olor —. ¡Cierra la puerta, joder!
Pero Todoroki no lo escuchó. Sus ojos eran presos de la sanguinaria y horrible imagen que se desarrollaba frente a sus ojos.
Una muralla. Humanos. Y titanes.
— ¡Eren! ¡Eren! —Gritó una chica que alrededor de su cuello había una bufanda roja —. ¡Maldita Annie! ¡Sueltalo!
Todoroki no entendía nada. ¿Dónde estaban los héroes, sus poderes y los villanos? ¿Qué era toda esta sangre? ¿Qué guerra era esta? Shōto cayó de trasero al suelo, cuando un colosal titán se alzó por sobre los demás. Su rugido se hizo oír a kilómetros, y Shōto supo que ese monstruo era él. Bastaba con mirar el horror, el miedo, y el llanto, para saber que aquella puerta lo había dirigido hacia una vida paralela. Era él, pero no era él.
Cuando se recuperó de su shock inicial, el semi albino vislumbró una brillante hoja ser alzada por el cuello de un titán que atacaba a su yo de esa dimensión, y caía a la decancia destruyendo parte de la muralla a su paso.
Todoroki se sintió gimotear de alivio y placer. —Levi heichou... —Susurró, aún cuando no conocía de nada a ese sujeto que fácilmente rebosaba los treinta años de edad.
De pronto, Shōto sintió su brazo ser jalado hacia atrás con bestial fuerza, y la puerta fue cerrada frente a él. Por alguna extraña razón, su pecho dolió y todo en su ser protestó de soledad. Miró acusadoramente a Bakugou, quien era el culpable de aquel sentimiento, y de un tirón se deshizo del agarre ajeno.
— ¿Por qué lo hiciste? —No quería que sonara a un reclamo, pero claramente era eso.
—De nada, maldito bastardo —gruñó irónico y malhumorado.
— ¡¿Por qué lo hiciste, Bakugou?!
— ¡Esa vida no te pertenece, imbécil! —Espetó iracundo haciendo estallar sus manos — ¡Nada de eso es tuyo!
— ¡Sí lo es! ¡Él...! —Suspiró —. Yo era Eren en ese mundo, podría reemplazarlo.
Bakugou rió sin una pizca de gracia. — ¿Y luego qué? ¿Te largas a una guerra que no te corresponde?
—Yo... Eso ya no te incumbe.
El rostro de Katsuki se contrajo ante el veneno de las palabras ajenas. —Sí, tienes razón. No es mi puto problema.
Todoroki vio a Bakugou acercarse a una puerta.
— ¿Qué haces?
Katsuki detuvo su mano a medio camino de tocar el pomo, y miró de soslayo a su compañero. —No te incumbe, bastardo.
Y abrió la puerta a una nueva dimensión paralela.
°
—
¡Ladies and gentleman! —Anunció un sonriente hombre vestido con alegres y diversos colores —, ¡Bienvenidos a El Circo de Noe! ¡Hoy les presentaremos a un jovencito que sin importar dónde esté la diana, siempre le dará al blanco! ¡Con ustedes el increíble Dagger!
De las sombras emergió un joven de alegre rostro, rubio, iris esmeraldados, vestido coloridamente en tonos que abarcaban el negro, blanco y carmesí. Bajo sus risueños pero apagados ojos, llevaba pintado de rojo dos pequeños círculos, un llamativo delineado de ojos, y dagas en sus pálidas manos.
Alzó las cuchillas, y le dio de lleno al blanco de las diversas dianas. Entonces el público enloqueció de jubiló, y bañó a Dagger de estridentes aplausos sonoros.
Bakugou, quien miraba la escena entre asqueado y sorprendido, alzó un pie en dirección a aquél mundo de fantasía y ensueño, donde fácilmente podría conseguir vivir el día a día, alejado de la lucha y el trabajo duro. ¿Conseguiría la felicidad en dicho lugar? ¿Un circo? Pero no se quedó a averiguarlo, pues sus pies fueron congelados en su lugar. Bakugou chasqueó la lengua molesto, e iba a voltear hacia Shōto para enfrentarlo y acabar con toda esa tontería, sin embargo su atención fue acaparada completamente cuando vislumbró la oscura belleza de una poderosa mujer.
— ¡La grandiosa, hermosa y exquisita Beast!
La joven alzó un látigo en espiral, y azotó el suelo con éste. La audiencia estalló en gritos y silbidos, haciendo que Beast los hiciera callar de un único movimiento de muñeca. Instantes después, un tigre de brillante y lustroso pelaje emergió de las sombras del circo, y rugió feroz haciendo que Bakugou sonría sádicamente, y Beast blanda nuevamente su poderoso látigo.
Katsuki no podía estar más maravillado. Tal vez sí tenía cabida en aquel sitio.
Sin embargo, a pesar de lo mucho que su corazón anheló el corazón de aquella muchacha, sabía que aquellos sentimientos eran ajenos, no le correspondía sentirlos y eso bastó para bajar las comisuras de sus labios y regresar a su realidad.
— ¡Madame! ¡Madame Beast! —Gritó Dagger chiflando sus dedos meñiques.
Bakugou lo miró, luego a Beast, y finalmente hacia donde ella miraba, y entonces supo que en aquella vida él no era correspondido. Que él sufría como ninguno, y que su vida estaba destinada a acabar pronto. Y, por más sentimientos que sintiera en ese lúgubre y triste sitio enmascarado por la fantasía de la mentira, el Katsuki de su mundo era más ambicioso que eso.
No quería morir por amor. Al menos, no por una mujer que veía maravillada y con ardiente amor al sonriente presentador del circo. Así que usando sus individualidad se deshizo del hielo, se echó hacia atrás y cerró la puerta que poseía el tallado de un símbolo demoníaco, y se leía Kuroshitsuji bajo el dibujo.
—Bakugou... —oyó ser llamado con la ronca voz de Shōto —. Estás aquí.
—Sí.
—No te fuiste.
—No.
— ¿Por qué?
Bakugou soltó un suspiro, pero no respondió. — ¡Tate! ¡Sé que estás viéndome, maldito mocoso! ¡Ya lo entendí! ¡Ahora sácanos de aquí!
Una infantil y tierna risa, parecido a un tintineo emergió del aire.
—No, no, no, Katsuki-chan —rió —, aún no has entendido nada.
— ¡¿Huh?! ¡Te he dicho que...!
—Bakugou.
— ¡¿Qué mierda quieres Mitad y Mitad? —Espetó enojado.
—Noté algo cuando visité a mi yo paralelo —informó serio. Bakugou le miró espectante a que hablara —. No estoy seguro al cien por ciento, pero, en mi mundo...
— ¿Qué? —Espetó frunciendo las cejas.
Shōto deshizo ligeramente su máscara de indiferente, y Katsuki pudo ver vestigios de añoranza y tristeza.
—En ese mundo, ¿dónde estabas? —Susurró.
Y el corazón de Bakugou se apretó dolorosamente cuando sus ojos carmesíes, siguieron el camino de una lágrima en la mejilla ajena.
—Yo...
Tate rió macabro. —Realmente no entiendes nada, Katsuki-chan...
°
Nota de autor: Esto fue extraño, y lo corté en la mejor parte XD la verdad es que deseaba que ellos visitaran otros mundos del animé, pero alv, me dio paja. He escrito esta cosa todo el día, y siento que muero.
Para quienes no entendieron, Tate, una especie de dios, transportó a Bakugou y Todoroki a un sitio (tipo Tim Burton, de Jack Skellington) donde habían mucjas puertas que daban a distintos mundos. En caso de Shōto, Shingeki no Kyojin, que compaete voz con Eren. Y en caso de Bakugou, Kuroshitsuji: Book of Circus, que comparte voz con Dagger. Ambos se sintieron maravillados con sus mundos paralelos, y desearonformar parte de él. Sin embargo se dieron cuenta que de hacerlo, se perderían el uno del otro, y el único sitio donde Dios les permite estar juntos es en Boku No Hero.
No, no se aman. Se gustan, Todoroki lo sabe, Katsuki no. Es muy imbécil para esas cosas, lo siento.
Y ahora, ¡la parte divertida para mí!
¿Por qué Tate, un dios, se molestaría en enseñarles todo eso? La respuesta es simple, porque Bakugou y Todoroki no tienen un buen final en Boku no Hero.
Listo, ahora, ¡las fotos!
Tate: Único y verdadero Dios de Disboard, un mundo de ensueño perteneciente al animé No Game No Life.
Eren, Mikasa y Levi: Personajes del animé Shingeki no Kyojin. Eren es el protagonista y tiene la capacidad de transformarse en titán.
Dagger, Beast y Joker: Personajes del animé Kuroshitsuji: Book of Circus. Dagger lanza dagas, Beast es domadora de animales y Joker está basado en un payaso, y es el presentador del circo.
Espero que lo hayan disfrutado ❤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top